CAPITULO I
Eduardo
Pedro Garcia Rodríguez
Breve introducción
Después de dada por finalizada la invasión y conquista de
las diferentes Islas que conforman la Nación Canaria –despues de casi un siglo de guerra
de resistencia-, por parte de algunos países europeos de la Península Ibérica
liderados por Castilla y Aragón, el sometimiento de los vencidos no fue total
tal como los invasores conquistadores hubiesen deseado, produciéndose en
diferentes épocas alzamientos del pueblo canario sometido contra los invasores
y contra el férreo gobierno que mantienen
los estamentos tanto coloniales como criollos dominantes en el Archipiélago, que
con diferentes métodos mantienen en la actualidad.
La lucha por
la libertad de manera soterrada en las Islas Canarias, ha sido una constante
durante más de cinco siglos de opresión por parte de la metrópoli y de un
sector criollo y de canarios de servicio que siendo minoritario dispones de
todos los medios de dominación proporcionados por el colonialismo, y ejerce la
función de control y dominio sobre el
resto de la sociedad canaria.
El sector de
población mayoritario pero más desprotegido, ha estado siempre sometido a los
intereses de la metrópoli mediante los canarios y criollos de servicio, primero
con la esclavitud, después por una situación de vasallaje, y posteriormente,
obligados a sobrevivir bajo las férreas estructuras criollas-caciquiles, las
cuales no escatimaban – ni escatiman-medios para dominar todos los medios económicos,
sociales, culturales y espirituales de la nación canaria.
Por ser sobradamente conocidos los alzamientos y motines que como consecuencia de las situaciones reseñadas, nos limitaremos a dar unas breves notas cronológica de los mismos, evitando así al posible lector, un motivo más de aburrimiento al ojear estas páginas.
El penúltimo
anatema llevada a cabo en Nuestra Nación fue obra del nacionalcatolicismo fascista español con el
apoyo de algunos criollos canarios de
servicio, dignos herederos ideológicos de los invasores y masacradores de
pueblos Juan Rejón, Pedro de Vera y Alonso de Lugo Beatriz de Bobadilla etc.
Durante los
alzamientos y motines protagonizados por el sufrido pueblo Canario, los poderes
dominantes tanto coloniales como criollos no han dudado un ápice en emplear los
métodos represivos más inhumanos, sanguinarios y desproporcionados. Desde pasar
a cuchillo a poblaciones enteras, colgar masivamente en murallas y plazas,
extrañar y condenar a galeras, hasta las prácticas relativamente recientes de
arrojar a los detenidos al mar introducidos en sacos, atados de píe y manos y
con un peso añadido (Pandullo) para asegurar el hundimiento del condenado, o
arrojarlos a profundas cimas como la de Jinamar en Tamarant (Gran Canaria),
sepultados en fosas comunes en los montes de nuestras isla o arrojados a profundos
pozos.
Un pueblo que desconoce su historia es fácilmente
dominable, por ello, el colonialismo ha prestado especial atención en tevirgersar,
manipular, ningunear e incluso prostituir tanto la historia antigua de nuestra
nación como la propia colonial, negándonos siempre nuestra condición de pueblo
diferente y diferenciado con hondas raíces étnicas y culturales en lo
universal.
En las siguientes páginas vamos a tratar de exponer de
manera resumida algunos aspectos de nuestro devenir histórico que aunque expuestos
de manera superficial pueda acercarnos al conocimiento de nuestra historia.
Situación geográfica del Archipiélago
Canario
El
Archipiélago de las islas Canarias está situado en el Océano Atlántico al
noroeste del continente, del que dista aproximadamente unos 100 Kms. y a
unos 1.500
kilómetros al sureste de España (Península Ibérica). Se localiza entre los
27º 37’
y 29º 25’
de latitud norte y los 13º 20’
y 18º 10’
de longitud oeste, bajo la influencia del Trópico de Cáncer.
La
superficie del archipiélago es de 7.492,36 kilómetros
cuadrados, de los cuales 301.335,1 hectáreas lo conforman Espacios
Naturales Protegidos. Su población ronda los 2 millones de habitantes de los
cuales unos 6.000 son colonos europeos. El conjunto insular lo forman siete
islas: Esero (El Hierro,) Benahuare (La Palma,) Ghumara (La Gomera,) Chinech
(Tenerife) Tamaránt (Gran Canaria,) Erbani o Erbania (Fuerteventura) y
Titoreygatra (Lanzarote,) además de los islotes: Lobos, La Graciosa, Montaña
Clara, Alegranza, Roque del Oeste y Roque del Este. Así como las Islas
Salvajes, actualmente bajo administración portuguesa.
Actualmente
el Archipiélago es una colonia del Estado español.
Antigüedad
clásica
Siglo VII a.n.e. Los
fenicio de Gades ya habían navegado por nuestras aguas desde sus asentamientos
en Gades, desde él navegaron la costa
Atlántica de África, pasando por el archipiélago canario y continuando hasta lo
que hoy es Senegal. La tesis es que las islas descritas por Hannón en el Cuerno
del Oeste (actual Cabo Jubi), no podían ser otras que las Islas Canarias cuya
teoría es también defendida por el también estudioso Schmidt. El mismo
comentario indica que la exploración continuó desarrollándose por otras islas
de este archipiélago, presentando una de ellas actividad volcánica
(posiblemente sería la isla de Chinech (Tenerife).
S. VIII a.n.e. Homero, en La Odisea , sitúa Los Campos
Elíseos, « ... En lo último de la tierra, donde pasan los hombres una vida
tranquila y dulce, sin experimentar nieves, inviernos rígidos ni lluvias, sino
un perenne aire fresco nacido de las respiraciones de los céfiros que el océano
exhala».
Siglo V a.n.e.
La descripción de
Siglo V a.n.e. Según el relato de una
navegación púnica al mando del cartaginés Hannón efectuada hacia el año 425 a .n.e. en la que, partiendo de Cartago (en la actual Túnez), se
navegó rodeando África hasta internarse en las profundidades del Golfo de
Guinea, en la desembocadura del Camerún. El único manuscrito que subsiste en la
actualidad data del siglo X.
Es más que probable que la expedición de Hannón arribara a algunas
de las Islas Canarias, y posteriormente establecieran asentamientos en las
islas de Esero (Hierro) Tamarant (Gran Canarias) y Chinech (Tenerife) juzgar
por los abundantes indicios arqueológicos de adscripción feno-punica que se han
descubierto en las islas, especialmente grabados rupestres y símbolos
representativos de la
Diosa Tanit , Diosa suprema de Cartago.
Siglo V a.n.e. Según el historiador griego Herodoto
(nacido en 484 a .n.e.),
una expedición fenicia auspiciada por el faraón Necao II (proclamado rey en 610 a .n.e.) circunnavegó el
continente africano por primera vez. El faraón quería buscar un paso hacia
occidente desde el mar rojo. Tras fracasar en el intento de construir un canal
que uniese el mar Rojo con el Mediterráneo a través del Nilo, decidió buscar un
paso hacia occidente por el Sur. Cuenta Heródoto que varias naves fenicias
circunnavegaron el continente africano, denominado entonces Libia, en una
expedición penosa que efectuó largas paradas para conseguir provisiones, y que
tardó dos años en llegar a las columnas de Hércules (estrecho de Gibraltar)).
En las Islas Canarias existen indicios arqueológicos y culturales de indudable
ascendencia egipcia, (ritos funerarios, trepanación, pinturas etc.
Siglo V a.d.n.e.
Las islas Canarias fueron frecuentadas por pueblos marineros desde la más
remota antigüedad. Creemos que existen suficientes vestigios materiales para
así afirmarlo, si bien hasta la fecha no se han prospectado yacimientos
submarinos que hayan aportado pecios de origen feno-púnicos, y romanos, sí
existen evidencias de la existencia de los mismos en las islas de Benahuare (La Palma ) y Erbania
(Fuerteventura) e incluso en la costa norte (Icoden) de la isla de Chinech
(Tenerife). La esperanza de encontrar pecios de naves hundidas desde el siglo
V. a.d.n.e. es escasa a que de haberse producido algunos naufragios durante las
expediciones, la turbulencia del Océano Atlántico que rodea nuestras islas y a
las fuertes corrientes que por ellas pasan. No obstante, la recuperación por
parte de equipos de arqueología submarina de ánforas de origen fenicio y romano
datadas entre los siglos V y III a.d.e.a., atestiguan la navegación de los
pueblos mencionados por nuestras aguas, especialmente de los cartagineses, quienes
se aprovechaban de la abundancia de túnidos y otras especies con las que
elaboraban una pasta denominada garum, que venía a ser el caviar de la época,
así como la obtención del tinte de la
púrpura proporcionado por un molusco abundante en nuestras costas. Igualmente
existen vestigios de posibles factorías fenicias en Titoreygatra (Lanzarote) y
Chinet (Tenerife) (Punta La
Rasca ), además de abundantes restos de ánforas de tipología
feno-púnica encontradas en yacimientos situados en el interior de las islas, las cuales han sido estudiadas por
eminentes especialistas en la materia entre ellos la Dra. María C. del Arco
Aguilar.
Plinio menciona una expedición realizada entre
el año 25 a .d.e.a.,
y el 23 después de la era, cuando en la Mauretania reinaba Juba II, coetáneo de Octavio
Augusto, y en cuya época ya se frecuentaban las islas y qué había de valor en
ellas.
Siglo
II, a.n.e. El geógrafo griego Tolomeo en su guía
geográfica ya alude, con plena
seguridad, a algunas de las Islas Canarias como Islas atlánticas.
Siglo I, a.n.e. La Eneida de Virgilio, narra Eneas y la Sibila , « ...Llegaron a los
lugares alegres y vergeles apacibles de los bosques afortunados, a las islas de
los bienaventurados, mansión de las almas dichosas. Su cielo es más puro y
esplendoroso que el nuestro».
Siglo I, a.n.e.
Diodoro Sículo sitúa en las islas Atlánticas y Afortunadas, el jardín de las
Hespérides que, entre toda clase de frutos maravillosos, producía las manzanas
de oro.
Siglo I, a.n.e.
Pilotos de Gades relatan sus viajes a las Islas Canarias que sirvieron de
referencia al general romano rebelde Sartorio quien quiso habitarlas
personalmente por su reconocida fertilidad (Plutarco o Salustio) e
identificados como islas afortunadas (de los afortunados) o Campos Elíseos por
ser tierra de buen clima, excelente fertilidad y por tanto de felicidad. La
expedición se frustró por el asesinato de Sartorio.
Siglo I, a.n.e. Descripción del geógrafo griego Estrabón (63-21-) de las Islas Afortunadas (Islas
Canarias) en su referencia al intento de circunnavegar África, utilizando la
ayuda técnica, material y personal de los gaditanos, que navegaban
tranquilamente por el Atlántico en ambas direcciones (Estrabón II 3-4 y III
5-11) cuyas condiciones marineras son alabadas por el mismo geógrafo.
Siglo
I, a.n.e. Plinio el Viejo [79]. Cayo Plinio Cecilio Segundo, nos ofrece la descripción física de
unas islas, llamadas Afortunadas (Islas Canarias), con la siguiente
nomenclatura: Junonia [Benahuare] La
Palma ? Pluvialia [Ecero] El Hierro? Pluvialia [Titoreygatra]
Lanzarote? Capraria Gomera] La
Gomera ? Invallis
[Chinech] Tenerife? Planasia [Tamarant] Gran Canaria?
Siglo I, a.n.e. Gayo Salustio
Crispo (86-35)
era de origen sabino, nacido en Amiterno. Fue, como Cicerón, un homo novus,
que hubo de hacer carrera en Roma a costa de un gran esfuerzo personal. En
política, se opuso a los optimates, encabezados por Pompeyo Magno, y
desde un principio apoyó al rival de éste, Julio César, quien llegó a nombrarle
gobernador de Numidia. A la muerte de César ya había amasado una inmensa
fortuna, y se retiró de la vida pública para dedicarse a sus trabajos
históricos. En sus escritos hace referencia a las Islas Canarias.
Nueva era occidental
29. Los romanos
exploraron las Islas Canarias tal y como lo prueba la descripción que Plinio el
Viejo hizo sobre la expedición enviada por Juba II, gobernador del protectorado
romano de Mauritania (el actual Marruecos) aproximadamente entre el año 29 a .d.e.a., y el 20 de
nuestra era. Las islas fueron encontradas deshabitadas durante esta expedición
si bien encontraron un templo en Junonia (el nombre romano para Benahuare-La
Palma) probablemente evidencia de habitantes anteriores. No todas las
islas del Archipiélago fueron visitadas por la expedición enviada por Juba II,
es natural que sus habitantes ciertamente no muy numerosos en la época, se
ocultaran de los exploradores exactamente igual que lo hicieron muchos siglos
después ante los asaltos de esclavistas y piratas, sin que estos pudieran
localizarlos tal como está debidamente documentado. Modernos trabajos arqueológicos
realizados por competentes investigadores de la Universidad de La Laguna han demostrado
mediante el análisis de carbono 14 en determinadas piezas y restos de semillas,
que las islas estaban habitadas por lo menos desde el siglo V antes de la era
actual. Y investigaciones más recientes apuntan hacía un poblamiento anterior
al 3800 antes de la era actual. Por otra parte, en la isla de Esero (Hierro)
existen grabados rupestres con signo alfabetiformes en caracteres latinos
correspondiente a la época romana pre cristiana.
120. Los marinos de
Tiro afirmaban que el mundo habitado limitaba al oeste con las Islas
Afortunadas. Las Islas Afortunadas como el extremo occidental del mundo
conocido fue establecido más formalmente cuando Ptolemeo (90 - 168), las adoptó
como el primero meridiano para su Geographia. Esta fue el mapa clásico más
famoso del mundo, utilizado durante casi 1500 años, hasta aproximadamente el
año 1800. Los mapas holandeses utilizaban la cumbre del Teide como su
primero meridiano.
999 El árabe Ben
Farroukh re-descubre las Islas Canarias; a las que los árabes-traduciendo su
nombre latino-llaman Al Djezir al Khalidab (las islas afortunadas).
1016 Otra expedición
árabe de exploración parece que llega a las Islas Canarias.
1291 Jacobo Doria,
armador genovés, envía a Teodosio Doria y a Hugolino Vivaldi con dos galeras a
explorar las islas, pero no logran llegar. Una se perdió; la otra fue a la
costa del continente ( a Río de Oro? ¿ Llegó al Senegal?).
1300? Una nave de
Cherburgo, llevada por los vientos contrarios, llega a las Islas Canarias.
Vuelve a Francia y da nuevas del hallazgo (Las Casas, hist. I, 17; BAE, XCV, 64b.65ª).
1342. Francesch des
Valers fue nombrado, el 16 de abril de 1342, capitán de una expedición que
habría de partir de Bayona para explorar las Islas Canarias. Parece que fueron
a Esero (Hierro), La Gomera ,
Benahuare (La Palma ) y Chinech
(Tenerife). No se sabe más.
1312 Llegada
accidental a las islas Canarias de marineros procedentes de Cherburgo.
1312 Lancelotto Malocelli
(Lanzaroto Marocello, Lanzarote) genovés, hace una expedición exploradora a las
Islas Canarias. Se asentó en la de Titoreygatra (Lanzarote, nombre europeo que,
según se dice, recibió de él) y en ella vivió veinte años, hasta 1332, hasta
que fue expulsado por los naturales, los Maxos.
1312? Los catalanes y
mallorquines, durante el primer cuarto del S. XIV, hacen varias expediciones a
las islas. En ellas efectúan asaltos, depredaciones y esclavizaciones de
guanches, que venden posteriormente en los mercados de esclavos de Mallorca y
Barcelona.
1334. El historiador milanés Benzoni afirma que este año llegó a
la isla de La Gomera una expedición de 120 hombres enviada por el Príncipe de
la Fortuna y que fueron rechazados, según recoge Girolamo Benzoni en su obra, Historia del Nuevo Mundo, escrita en
1565: Para Benzoni, la conquista de América llevada a cabo por los españoles no
fue sino una campaña de saqueo y exterminio. Los conquistadores aparecen
retratados como espejos de crueldad, seres ferozmente sanguinarios, codiciosos
e interesados exclusivamente en enriquecerse.
1339. Aparece representada por primera vez la
isla Erbania (Fuerteventura) en un mapa
europeo. Fue hecho por Angelino Dulcet y el nombre de la misma estaba escrito
como “Forte Ventura”. Nadie se pone de acuerdo sobre el significado del nombre latino
y son muchas las explicaciones ofrecidas. Todos están de acuerdo sobre la
palabra “Forte/Fuerte” que significa fuerte, pero se discrepa bastante sobre el
significado de Ventura... ¿Fortuna, Felicidad, Viento, Aventura? Aunque la isla
era conocida por los europeos antes de 1339, no es hasta 1402 en ser invadida y
ocupada y saqueada por éstos esclavizando a cuantos maxos pudieron.
Erbania (Fuerteventura) fue la segunda de las Islas Canarias (después de Titoreygatra) en ser invadida y saqueada por los normando y castellanos al mando de los piratas jean de Bethencourt y Gadifer de
1339. La isla de La Gomera
aparece nombrada en el portulano de Angelino Dulcert como “Gommaria”
1341 Julio. Emmanuele
Pesagno y Niccoloso da Recco, genoveses, y Angiolino del Tegghia de Corbizz,
florentino, en julio de 1341 hacen un viaje de reconocimiento de las islas en
una expedición de tres carabelas enviada por Alfonso IV de Portugal.
Contaron trece
islas. Volvieron con despojos y con varios indígenas hechos esclavos.
Llegaron á
Florencia cartas de comerciantes florentinos establecidos en la ciudad de
Sevilla, fechadas el 15 de Noviembre de dicho año, y que contienen lo que vamos
a manifestar a continuación:
«Dicen, pues,
que el primero de Julio de este año, dos navíos equipados por el rey de
Portugal con todas las provisiones necesarias para una travesia, yendo con
ellos una pe- queña embarcación armada y tripulada por Florentinos, Genoveses,
Castellanos y otros Españoles, se dieron á la vela desde la ciudad de Lisboa y
se dirigieron hácia la alta mar, llevando además caballos, armas y otras
máquinas de guerra, para la toma de las ciudades y castillos, en busca de las
islas, que se dice vulgarmente haber sido encontradas, en las que
desembarcaron, auxiliados de un viento favorable, después de cinco dias de navegación;
y que al fin volvieron á su país en el mes de Noviembre trayendo lo que sigue:
Cuatro hombres, habitantes de aquellas islas, y á más muchas pieles de machos
cabríos y cabras, sebo, aceite de pescado, despojos de focas, madera de un
color rojo semejante á la del Brasil, aunque los que la conocen niegan que sea
de aquella; además, cortezas de árboles para teñir igualmente de encarnado,
como asimismo tierra roja y otras cosas semejantes».
1343.
"Escarmentado el Moro como alegre la Cristiandad del castigo,
la victoria de unos y de otros las pérdidas, procurando los aumentos de la fe la Reina doña Juana de Nápoles,
que después de su abuelo Roberto en este año de 1343, luego hizo donación del
derecho que dice tenía a la conquista de las Islas Fortunadas, y era suyo por
donación del Papa á su abuelo, y por ella á su sobrino don Luís de España y
Cerda porque tenía larga noticia de dichas Islas por un navío suyo que las
aportó de Lancelot Mailesol napolitano que estuvo en ellas de paz y trato y
comercio en el año 1320, y por este tiempo las frecuentó hasta el presente año
de 1344 que el Papa Clemente VI le dio investidura y luego Don Luís envió
Armada a ellas".(Marín de Cubas, p 15).
1344. Mostrencas las
Canarias, Clemente V, papa de Avignon, (Papa de la secta católica Célebre por
haber suprimido los templarios. Tras un cónclave difícil, reunido en Perusa,
que duró más de 11 meses, fue elegido papa el arzobispo de Burdeos, Bertrand de
Got (5 jun. 1305), que tomó el nombre de Clemente V. Fijó la ceremonia de su coronación
en Vienne, en tierras del Imperio; pero, a instancias de Felipe V el Hermoso, se celebró en la iglesia de
SaintJust, de Lyon, en tierra francesa, ante la presencia del referido monarca
(14 nov. 1305)., otorgó la investidura de Príncipe de las Fortunadas, "in partibur Africae", con la
conquista de las islas y tierras "adyacentes", a Luís de la Cerda , sin más obligación
que un tributo anual de 4.000 florines de oro y la de convertir a los naturales, adoradores
del Sol.
1345 Mayo 13. El rey
Alfonso XI de Castilla, al recibir comunicación de la bula del Papa Clemente VI
“cediendo” el reino de las canarias,
reclama la soberanía; en carta de Alcalá de Henares del 13 de mayo de 1345
expone que la «acquisitio Regni Africae ad nos nostrumque jus regium
nullunque alium dinosci tur pertinere».
1345. Aborda la isla
Titeroygatra en busca de esclavos el capitán Álvaro Guerra y tomó posesión
nominal de ella en nombre de Pedro IV de
Castilla, dándole el nombre de isla del Infante.
Vestían los
hombres capas cortas de pieles, á las que decían huruy, largas hasta las
rodillas; envolvían sus pies en cueros sujetos con correas, calzado que recibía
el nombre de maho ó maxo; adornaban sus cabezas con gorros de piel en forma de
cono, al que llamaban guapil. Un saco o mochila de cuero, harguy, usaban para
viaje. Las mujeres vestían una larga túnica hasta los pies, y encima un tamarco
ó capa de abrigo. Una tira de cuero teñida de Color encima del gorro y que se
extendía á su alrededor con tres plumas en la parte de la frente, adornaban sus
cabezas.
1345 Diciembre 15.
Luís de la Cerda
prepara la expedición de conquista con indulgencias y privilegios de cruzada;
pero no tuvo efecto por haber muerto el 25 de agosto de 1346 en la batalla de
Crecy. Más, al parecer, un navío al menos llegó a Lanzarote; y de aquí, de
vuelta, parece que arribó a Mallorca con algunos guanches capturados como
esclavos (acaso para «lenguas» o intérpretes).
1347. Según nos relata
Marín de Cubas, [1694] por este año una expedición depredatoria compuesta por aragoneses recala en la isla de
Chinech (Tenerife,) siendo invitados a abandonarla por el Mencey de la isla
Betzenuriga.
1351. Juan
Doria (de Auria) y Jaime Segarra (de Sagarra), mercaderes de esclavos mallorquines,
proyectan una expedición de treinta personas -religiosos, clérigos y seglares-
para la evangelización de las islas.
Para ello cuentan con doce guanches esclavos (probablemente de la expedición
anterior) comprados por Juan y Jaime, convenientemente instruidos en la fe.
Para llevar adelante el proyecto piden autorización al Papa.
1351. El Papa Clemente
VI, en bula de Avignon, a 15 de mayo de 1351, aprueba el proyecto de Doria y
Segarra y les concede gracias espirituales. Se desconocen los resultados de
este proyecto.
1351. Fray Bernando,
O.C., mallorquín, es nombrado primer obispo de la secta católica en las islas
Afortunadas por Clemente VI, por la bula Coelestis.
1351
Noviembre 7. La bula «Coelestis rex regum» de
Clemente VI (Avignon, 7 de noviembre de 1351) erigiendo el Obispado de las Islas Afortunadas y designando a fray
Bernardo, de la secta católica de los O.M.C., como primer prelado Vaticano.
1360. Mallorquines y
catalanes, en dos galeras, llegan a Tamarant (Gran Canaria) con dos sacerdotes
y ocho frailes; los guanches les hicieron prisioneros y les trataron
benignamente, al cabo de unos años los ajusticiaron por faltar gravemente a los
preceptos morales de los guanches; los
frailes fueron arrojados por el risco de
Jinámar.
1361. Bartolomé fue
nombrado este año de 1361 obispo de Telde, Tamarant (Gran Canaria) por el Papa
católico Inocencio VI, en Avignon.
1367. En la carta portulana de
los hermanos Pizzigani se le otorga a la
isla de Gomera el nombre de
clane" o "de clarie".
1369. Bernardo de
Marmrando (?) y Pedro de Strata, barceloneses, exponen al Papa Urbano V, en
Viterbo, el deseo de que diez sacerdotes seculares y veinte religiosos de ir a
evangelizar las Islas Canarias; y le
presentan su proyecto de enviar un navío para la evangelización; para lo cual
le piden autorización. En la época, bajo el silogismo de evangelización lo que
realmente se escondía era una operación de saca de esclavos.
1377. Martín Ruiz de
Avendaño, vizcaíno, llega a Lanzarote. Parece que fue arrojado a la isla por
una tempestad. No se sabe nada de sus actuaciones; al parecer vivió algún
tiempo con los maxos. Posteriormente, como resultado de estas arribada se
produciría el episodio de la
Princesa Ico.
1386. “En
igual forma han conservado nuestros historiadores la memoria del arribo de
otras dos embarcaciones europeas a estas islas, a fines del siglo XIV y en
tiempo de la guerra que sostuvo don Juan el I de Castilla contra el rey de
Portugal y el duque de Láncaster. La isla de La Gomera , según los vestigios
que se hallaron, cuando llegó el caso de su última reducción, había sido sin
duda el teatro de estas visitas; pero se discurre sobre la materia con alguna
diversidad.
1390. Hay en esta isla
de Tenerife una imagen y figura de Nuestra Señora la Virgen María , con un
Niño Jesús en brazos, intitulada Nuestra Señora de Candelaria, por cuya figura
Dios Nuestro Señor obra ordinariamente muchos milagros. No se sabe ni se ha
entendido como haya venido ni quién la haya traído, ni qué tanto tiempo ha,
sino sólo una fama confusa que hay de cien años, antes más que menos, que la
isla se ganase de los cristianos. Según la cuenta de los antiguos, fué su
aparecimiento año de 1390.
1391. Se hace mención
de trece «fraires chrestiens», martirizados por los guanches después de
siete años de tratar de evangelizarlos. Seguramente como era habitual en estos
religiosos católicos, faltaron a las leyes morales de los guanches,
propasándose con las mujeres, delito que estaba castigado con la pena de
muerte.
1392. Jaime Olzina es
nombrado obispo de Telde, isla de Tamarant (Gran Canaria) por el Papa Bonifacio
IX, en Roma. Este fue el último obispo de la diócesis de Telde; la cual se
extinguió a finales del siglo debido a las continuas invasiones de los
esclavistas europeos, y salteadores y
esclavizadores de los guanches.
1393 Las Crónicas de Enrique III, narran la primera expedición
castellana al Archipiélago Canario: «En este año, estando el rey en Madrid,
oyo nuevas como algunas gentes de Sevilla e de la costa de Vizcaya e Guipúzcoa
armaron algunos navíos Sevilla... e pasaron a las islas que son llamadas
Canarias, como quier que otros, e andovieron en la mar fasta que bien
sopieron... E enviaron a decir al lo que allí fallaron e como eran islas
ligeras de conquistar, si la su mercer fuese, e a pequeña cosa»
1393. Una banda de depredadores que componían
una expedición española de saqueo (vizcaíno-sevillana) al mando de Gonzalo
Peraza Martel, señor de Almonáster, vizcaíno, llega con licencia de Enrique III
de Castilla a las islas al frente de una expedición de cinco navíos. Saqueó la
isla de Titoreygatra y se volvió a Castilla con despojos, y con la presa
de los reyes de Titoreygatra (Lanzarote)
Guanareme y Tinguafaya junto con 160 guanches mas esclavizados. La desaparición de estos reyes
de la isla provocó desacuerdos en torno a quién habría de sucederles,
interrogante que concluyó con la ordalía de la nobleza de Ico. Con esta, en
realidad, se sometía a juicio la nobleza de Guadarfía o Guadafrá, hijo de
Zonzamas y de Fayna, en cuanto que la falta de casta de Ico (de resultar de la
ordalía que no era hija de Zonzamas, sino de extranjero) habría afectado a
todos sus parientes.
1393. En este año que
los castellanos vinieron a las islas habían pasado 102 años desde que se tuvo
noticias de ellas en Levante 73 desde que el Rey de Nápoles comerció con ellas, y 47 desde que envió á
ellas el Príncipe Luis 29; y ahora esta Armada parece fue enviada por Castilla,
concuerdan los que hablan de esta Armada de castellanos, que el capitán fuese
Hernando de Castro, quién ó cómo fuese, no sabemos, más en tiempo del Rey Don
Pedro de Castilla antecedente á este más de 30 años, tuvo este Rey una Armada
contra Aragón, siendo su Almirante de este nombre Don Fernando de Castro, en el
año 1365; éste era señor de Monforte, Lemos y Sama y Castrojeril, mayordomo del
Rey Don Pedro, hermano de Doña Juana de Castro con quien se casó, repudiada y
presa en Burgos la Reina
Doña Blanca; eran hijos de Don Pedro de Castro y Guerra y de
Doña Isabel Ponce de León, viuda de Don Diego Haro, Señor de Vizcaya, nieto del
primer Don Diego Haro; y pudiera ser, ó este caballero, ú otro deudo ó sucesor,
quien fuese á estas Islas 30.
Demás de haber
comerciado los mallorquines en las Islas, también en las costas de África, en
Cabo de Guer, donde llamaron Santa Cruz de Berbería, donde murió un religioso
Agustino, y tienen su cuerpo entero, y libros y otras alhajas que fueron suyas,
y éste vivió en Canaria con ejemplo de buena vida asistiendo algunos años á los
cristianos que vivieron y comerciaron en la Isla. (Marín de Cubas,[1694] 1993)
1400. Juan IV de
Benthencourt (Betancor, Vitancorto), franco-normando, barón de St. Martin de
Gaillard (en el condado de Eu), noble venido a menos y dedicado a la piratería recibió
por traspaso un supuesto derecho de
conquista de las Canarias que Robert de
Braquemont (Rubín de Bracamonte) había recibido de Enrique. III de Castilla
como premio por su ayuda en la guerra contra Portugal. Así, al proponerse
efectuar la conquista, se hace vasallo de Castilla reconociendo como señor
al rey Enrique III (Las Casas, Histo,
I, 18; BAE, XCV, 72b).
Para ello se
asocia con Gadifer de Lasalle (el don Gaiferos de que hablan los romances
castellanos). Este Gadifer de Lasalle había sido almirante del rey de Francia,
empleo del que fue desposeído debido a su más que dudosa moral. Con una galera
de su propiedad se dedicaba al corzo, piratería y trata de esclavos. (Las
Casas)
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