jueves, 23 de octubre de 2014

EL DEVENIR HISTÓRICO DE UNA NACIÓN COLONIZADA





CAPITULO I


Eduardo Pedro Garcia Rodríguez

Breve introducción


Después de dada por finalizada la invasión y conquista de las diferentes Islas que conforman la Nación Canaria –despues de casi un siglo de guerra de resistencia-, por parte de algunos países europeos de la Península Ibérica liderados por Castilla y Aragón, el sometimiento de los vencidos no fue total tal como los invasores conquistadores hubiesen deseado, produciéndose en diferentes épocas alzamientos del pueblo canario sometido contra los invasores y  contra el férreo gobierno que mantienen los estamentos tanto coloniales como criollos dominantes en el Archipiélago, que con diferentes métodos mantienen en la actualidad.

La lucha por la libertad de manera soterrada en las Islas Canarias, ha sido una constante durante más de cinco siglos de opresión por parte de la metrópoli y de un sector criollo y de canarios de servicio que siendo minoritario dispones de todos los medios de dominación proporcionados por el colonialismo, y ejerce la función de control y dominio  sobre el resto de la sociedad canaria.

El sector de población mayoritario pero más desprotegido, ha estado siempre sometido a los intereses de la metrópoli mediante los canarios y criollos de servicio, primero con la esclavitud, después por una situación de vasallaje, y posteriormente, obligados a sobrevivir bajo las férreas estructuras criollas-caciquiles, las cuales no escatimaban – ni escatiman-medios para dominar todos los medios económicos, sociales, culturales y espirituales de la nación canaria.

Por ser sobradamente conocidos los alzamientos y motines que como consecuencia de las situaciones reseñadas, nos limitaremos a dar unas breves notas cronológica de los mismos, evitando así al posible lector, un motivo más de aburrimiento al ojear estas páginas.

El penúltimo anatema llevada a cabo en Nuestra Nación fue obra del  nacionalcatolicismo fascista español con el apoyo de  algunos criollos canarios de servicio, dignos herederos ideológicos de los invasores y masacradores de pueblos Juan Rejón, Pedro de Vera y Alonso de Lugo Beatriz de Bobadilla etc.

 Durante los alzamientos y motines protagonizados por el sufrido pueblo Canario, los poderes dominantes tanto coloniales como criollos no han dudado un ápice en emplear los métodos represivos más inhumanos, sanguinarios y desproporcionados. Desde pasar a cuchillo a poblaciones enteras, colgar masivamente en murallas y plazas, extrañar y condenar a galeras, hasta las prácticas relativamente recientes de arrojar a los detenidos al mar introducidos en sacos, atados de píe y manos y con un peso añadido (Pandullo) para asegurar el hundimiento del condenado, o arrojarlos a profundas cimas como la de Jinamar en Tamarant (Gran Canaria), sepultados en fosas comunes en los montes de nuestras isla o arrojados a profundos pozos.

Un pueblo que desconoce su historia es fácilmente dominable, por ello, el colonialismo ha prestado especial atención en tevirgersar, manipular, ningunear e incluso prostituir tanto la historia antigua de nuestra nación como la propia colonial, negándonos siempre nuestra condición de pueblo diferente y diferenciado con hondas raíces étnicas y culturales en lo universal.

En las siguientes páginas vamos a tratar de exponer de manera resumida algunos aspectos de nuestro devenir histórico que aunque expuestos de manera superficial pueda acercarnos al conocimiento de nuestra historia.



Situación geográfica del Archipiélago Canario
El Archipiélago de las islas Canarias está situado en el Océano Atlántico al noroeste del continente, del  que dista aproximadamente unos 100 Kms. y a unos 1.500 kilómetros al sureste de España  (Península Ibérica). Se localiza entre los 27º 37’ y  29º 25’ de latitud norte y los 13º 20’ y 18º 10’ de longitud oeste, bajo la influencia del Trópico de Cáncer. 
La superficie del  archipiélago es de 7.492,36 kilómetros cuadrados, de los cuales 301.335,1 hectáreas lo conforman Espacios Naturales Protegidos. Su población ronda los 2 millones de habitantes de los cuales unos 6.000 son colonos europeos. El conjunto insular lo forman siete islas: Esero (El Hierro,) Benahuare (La Palma,) Ghumara (La Gomera,) Chinech (Tenerife) Tamaránt (Gran Canaria,) Erbani o Erbania (Fuerteventura) y Titoreygatra (Lanzarote,) además de los islotes: Lobos, La Graciosa, Montaña Clara, Alegranza, Roque del Oeste y Roque del Este. Así como las Islas Salvajes, actualmente bajo administración portuguesa.
Actualmente el Archipiélago es una colonia del Estado español.

Antigüedad clásica

Siglo VII a.n.e. Los fenicio de Gades ya habían navegado por nuestras aguas desde sus asentamientos en Gades, desde él   navegaron la costa Atlántica de África, pasando por el archipiélago canario y continuando hasta lo que hoy es Senegal. La tesis es que las islas descritas por Hannón en el Cuerno del Oeste (actual Cabo Jubi), no podían ser otras que las Islas Canarias cuya teoría es también defendida por el también estudioso Schmidt. El mismo comentario indica que la exploración continuó desarrollándose por otras islas de este archipiélago, presentando una de ellas actividad volcánica (posiblemente sería la isla de Chinech (Tenerife).
S. VIII a.n.e. Homero, en La Odisea, sitúa Los Campos Elíseos, « ... En lo último de la tierra, donde pasan los hombres una vida tranquila y dulce, sin experimentar nieves, inviernos rígidos ni lluvias, sino un perenne aire fresco nacido de las respiraciones de los céfiros que el océano exhala».
Siglo V a.n.e. La descripción de la Atlántida, realizada por Platón en sus Diálogos: Críticas y Timeo, concuerda con la posición del Archipiélago Canario, cuyas masas emergidas serían los restos del mítico continente hundido.
Siglo V a.n.e. Según el relato de una navegación púnica al mando del cartaginés Hannón efectuada hacia el año 425 a.n.e. en la que,  partiendo de Cartago (en la actual Túnez), se navegó rodeando África hasta internarse en las profundidades del Golfo de Guinea, en la desembocadura del Camerún. El único manuscrito que subsiste en la actualidad data del siglo X.
Es más que probable que la expedición de Hannón arribara a algunas de las Islas Canarias, y posteriormente establecieran asentamientos en las islas de Esero (Hierro) Tamarant (Gran Canarias) y Chinech (Tenerife) juzgar por los abundantes indicios arqueológicos de adscripción feno-punica que se han descubierto en las islas, especialmente grabados rupestres y símbolos representativos de la Diosa Tanit, Diosa suprema de Cartago.
Siglo V a.n.e. Según el historiador griego Herodoto (nacido en 484 a.n.e.), una expedición fenicia auspiciada por el faraón Necao II (proclamado rey en 610 a.n.e.) circunnavegó el continente africano por primera vez. El faraón quería buscar un paso hacia occidente desde el mar rojo. Tras fracasar en el intento de construir un canal que uniese el mar Rojo con el Mediterráneo a través del Nilo, decidió buscar un paso hacia occidente por el Sur. Cuenta Heródoto que varias naves fenicias circunnavegaron el continente africano, denominado entonces Libia, en una expedición penosa que efectuó largas paradas para conseguir provisiones, y que tardó dos años en llegar a las columnas de Hércules (estrecho de Gibraltar)). En las Islas Canarias existen indicios arqueológicos y culturales de indudable ascendencia egipcia, (ritos funerarios, trepanación, pinturas etc.
Siglo V a.d.n.e. Las islas Canarias fueron frecuentadas por pueblos marineros desde la más remota antigüedad. Creemos que existen suficientes vestigios materiales para así afirmarlo, si bien hasta la fecha no se han prospectado yacimientos submarinos que hayan aportado pecios de origen feno-púnicos, y romanos, sí existen evidencias de la existencia de los mismos en las islas de Benahuare (La Palma) y Erbania (Fuerteventura) e incluso en la costa norte (Icoden) de la isla de Chinech (Tenerife). La esperanza de encontrar pecios de naves hundidas desde el siglo V. a.d.n.e. es escasa a que de haberse producido algunos naufragios durante las expediciones, la turbulencia del Océano Atlántico que rodea nuestras islas y a las fuertes corrientes que por ellas pasan. No obstante, la recuperación por parte de equipos de arqueología submarina de ánforas de origen fenicio y romano datadas entre los siglos V y III a.d.e.a., atestiguan la navegación de los pueblos mencionados por nuestras aguas, especialmente de los cartagineses, quienes se aprovechaban de la abundancia de túnidos y otras especies con las que elaboraban una pasta denominada garum, que venía a ser el caviar de la época, así como  la obtención del tinte de la púrpura proporcionado por un molusco abundante en nuestras costas. Igualmente existen vestigios de posibles factorías fenicias en Titoreygatra (Lanzarote) y Chinet (Tenerife) (Punta La Rasca), además de abundantes restos de ánforas de tipología feno-púnica encontradas en yacimientos situados en el interior de las  islas, las cuales han sido estudiadas por eminentes especialistas en la materia entre ellos la Dra. María C. del Arco Aguilar.
Plinio menciona una expedición realizada entre el año 25 a.d.e.a., y el 23 después de la era, cuando en la Mauretania reinaba Juba II, coetáneo de Octavio Augusto, y en cuya época ya se frecuentaban las islas y qué había de valor en ellas.
Siglo II, a.n.e. El geógrafo griego Tolomeo en su guía geográfica  ya alude, con plena seguridad, a algunas de las Islas Canarias como Islas atlánticas.
Siglo I, a.n.e. La Eneida de Virgilio, narra Eneas y la Sibila, « ...Llegaron a los lugares alegres y vergeles apacibles de los bosques afortunados, a las islas de los bienaventurados, mansión de las almas dichosas. Su cielo es más puro y esplendoroso que el nuestro».
Siglo I, a.n.e. Diodoro Sículo sitúa en las islas Atlánticas y Afortunadas, el jardín de las Hespérides que, entre toda clase de frutos maravillosos, producía las manzanas de oro.
Siglo I, a.n.e. Pilotos de Gades relatan sus viajes a las Islas Canarias que sirvieron de referencia al general romano rebelde Sartorio quien quiso habitarlas personalmente por su reconocida fertilidad (Plutarco o Salustio) e identificados como islas afortunadas (de los afortunados) o Campos Elíseos por ser tierra de buen clima, excelente fertilidad y por tanto de felicidad. La expedición se frustró por el asesinato de Sartorio.

Siglo I, a.n.e.  Descripción del geógrafo griego Estrabón  (63-21-) de las Islas Afortunadas (Islas Canarias) en su referencia al intento de circunnavegar África, utilizando la ayuda técnica, material y personal de los gaditanos, que navegaban tranquilamente por el Atlántico en ambas direcciones (Estrabón II 3-4 y III 5-11) cuyas condiciones marineras son alabadas por el mismo geógrafo.

Siglo I, a.n.e. Plinio el Viejo [79]. Cayo Plinio Cecilio Segundo, nos ofrece la descripción física de unas islas, llamadas Afortunadas (Islas Canarias), con la siguiente nomenclatura: Junonia [Benahuare] La Palma? Pluvialia [Ecero] El Hierro? Pluvialia [Titoreygatra] Lanzarote? Capraria Gomera] La Gomera? Invallis [Chinech] Tenerife? Planasia [Tamarant] Gran Canaria?
Siglo I, a.n.e. Gayo Salustio Crispo (86-35) era de origen sabino, nacido en Amiterno. Fue, como Cicerón, un homo novus, que hubo de hacer carrera en Roma a costa de un gran esfuerzo personal. En política, se opuso a los optimates, encabezados por Pompeyo Magno, y desde un principio apoyó al rival de éste, Julio César, quien llegó a nombrarle gobernador de Numidia. A la muerte de César ya había amasado una inmensa fortuna, y se retiró de la vida pública para dedicarse a sus trabajos históricos. En sus escritos hace referencia a las Islas Canarias.
40 a.n.e.  Juba II de Mauritania y su cierto viaje a las Islas Canarias en plena época romana, a las que llama “tierra de perros” debido a la gran proliferación de estos cánidos, según la nueva y somera descripción que hace Plinio.: Ombrión [Esero] El Hierro? Junonia [Benahuare] La Palma?  Junonia la menor [La Gomera] La Gomera? Capraria  [Maxorata] Fuerteventura? Ninguaria [Chinet] Tenerife? Canaria [Tamarant] Gran Canaria. Seguramente los nombres de Junonia Mayor y Junonia Menor fue puesto a estas isla en honor de la Diosa romana Juno. Existen grabados rupestres alfabetiformes con grafía latina en la isla Esero (Hierro) y otros localizados por el autor de éstas líneas en la zona de Los Baldíos en la isla Chinech (Tenerife).
Nueva era occidental
29. Los romanos exploraron las Islas Canarias tal y como lo prueba la descripción que Plinio el Viejo hizo sobre la expedición enviada por Juba II, gobernador del protectorado romano de Mauritania (el actual Marruecos) aproximadamente entre el año 29 a.d.e.a., y el 20 de nuestra era. Las islas fueron encontradas deshabitadas durante esta expedición si bien encontraron un templo en Junonia (el nombre romano para Benahuare-La Palma) probablemente evidencia de habitantes anteriores. No todas las islas del Archipiélago fueron visitadas por la expedición enviada por Juba II, es natural que sus habitantes ciertamente no muy numerosos en la época, se ocultaran de los exploradores exactamente igual que lo hicieron muchos siglos después ante los asaltos de esclavistas y piratas, sin que estos pudieran localizarlos tal como está debidamente documentado. Modernos trabajos arqueológicos realizados por competentes investigadores de la Universidad de La Laguna han demostrado mediante el análisis de carbono 14 en determinadas piezas y restos de semillas, que las islas estaban habitadas por lo menos desde el siglo V antes de la era actual. Y investigaciones más recientes apuntan hacía un poblamiento anterior al 3800 antes de la era actual. Por otra parte, en la isla de Esero (Hierro) existen grabados rupestres con signo alfabetiformes en caracteres latinos correspondiente a la época romana pre cristiana.
120. Los marinos de Tiro afirmaban que el mundo habitado limitaba al oeste con las Islas Afortunadas. Las Islas Afortunadas como el extremo occidental del mundo conocido fue establecido más formalmente cuando Ptolemeo (90 - 168), las adoptó como el primero meridiano para su Geographia. Esta fue el mapa clásico más famoso del mundo, utilizado durante casi 1500 años, hasta aproximadamente el año 1800. Los mapas holandeses utilizaban la cumbre del Teide  como su primero meridiano.
999 El árabe Ben Farroukh re-descubre las Islas Canarias; a las que los árabes-traduciendo su nombre latino-llaman Al Djezir al Khalidab (las islas afortunadas).

1016 Otra expedición árabe de exploración parece que llega a las Islas Canarias.

1291 Jacobo Doria, armador genovés, envía a Teodosio Doria y a Hugolino Vivaldi con dos galeras a explorar las islas, pero no logran llegar. Una se perdió; la otra fue a la costa del continente ( a Río de Oro? ¿ Llegó al Senegal?).

1300? Una nave de Cherburgo, llevada por los vientos contrarios, llega a las Islas Canarias. Vuelve a Francia y da nuevas del hallazgo (Las Casas, hist. I, 17; BAE, XCV, 64b.65ª).


1342. Francesch des Valers fue nombrado, el 16 de abril de 1342, capitán de una expedición que habría de partir de Bayona para explorar las Islas Canarias. Parece que fueron a Esero (Hierro), La Gomera, Benahuare (La  Palma) y Chinech (Tenerife). No se sabe más.
1312 Llegada accidental a las islas Canarias de marineros procedentes de Cherburgo.
1312 Lancelotto Malocelli (Lanzaroto Marocello, Lanzarote) genovés, hace una expedición exploradora a las Islas Canarias. Se asentó en la de Titoreygatra (Lanzarote, nombre europeo que, según se dice, recibió de él) y en ella vivió veinte años, hasta 1332, hasta que fue expulsado por los naturales, los Maxos.

1312? Los catalanes y mallorquines, durante el primer cuarto del S. XIV, hacen varias expediciones a las islas. En ellas efectúan asaltos, depredaciones y esclavizaciones de guanches, que venden posteriormente en los mercados de esclavos de Mallorca y Barcelona.
1334. El historiador milanés Benzoni afirma que este año llegó a la isla de La Gomera una expedición de 120 hombres enviada por el Príncipe de la Fortuna y que fueron rechazados, según recoge   Girolamo Benzoni en su obra,  Historia del Nuevo Mundo, escrita en 1565: Para Benzoni, la conquista de América llevada a cabo por los españoles no fue sino una campaña de saqueo y exterminio. Los conquistadores aparecen retratados como espejos de crueldad, seres ferozmente sanguinarios, codiciosos e interesados exclusivamente en enriquecerse.
1339. Aparece representada por primera vez la isla  Erbania (Fuerteventura) en un mapa europeo. Fue hecho por Angelino Dulcet y el nombre de la misma estaba escrito como “Forte Ventura”. Nadie se pone de acuerdo sobre el significado del nombre latino y son muchas las explicaciones ofrecidas. Todos están de acuerdo sobre la palabra “Forte/Fuerte” que significa fuerte, pero se discrepa bastante sobre el significado de Ventura... ¿Fortuna, Felicidad, Viento, Aventura? Aunque la isla era conocida por los europeos antes de 1339, no es hasta 1402 en ser invadida y ocupada y saqueada por éstos esclavizando a cuantos maxos pudieron.

Erbania (Fuerteventura) fue la segunda de las Islas Canarias (después de Titoreygatra) en ser invadida y saqueada por los normando y castellanos al mando de los piratas jean de Bethencourt y Gadifer de la Salle. Los primeros pueblos coloniales establecidos por los europeos fueron Vega de Río Palmas y Betancuria (primer asentamiento europeo de la isla).
1339. La isla de La Gomera aparece nombrada en el portulano de Angelino Dulcert como “Gommaria”
1341 Julio. Emmanuele Pesagno y Niccoloso da Recco, genoveses, y Angiolino del Tegghia de Corbizz, florentino, en julio de 1341 hacen un viaje de reconocimiento de las islas en una expedición de tres carabelas enviada por Alfonso IV de Portugal.

Contaron trece islas. Volvieron con despojos y con varios indígenas hechos  esclavos.

Llegaron á Florencia cartas de comerciantes florentinos establecidos en la ciudad de Sevilla, fechadas el 15 de Noviembre de dicho año, y que contienen lo que vamos a manifestar a continuación:

«Dicen, pues, que el primero de Julio de este año, dos navíos equipados por el rey de Portugal con todas las provisiones necesarias para una travesia, yendo con ellos una pe- queña embarcación armada y tripulada por Florentinos, Genoveses, Castellanos y otros Españoles, se dieron á la vela desde la ciudad de Lisboa y se dirigieron hácia la alta mar, llevando además caballos, armas y otras máquinas de guerra, para la toma de las ciudades y castillos, en busca de las islas, que se dice vulgarmente haber sido encontradas, en las que desembarcaron, auxiliados de un viento favorable, después de cinco dias de navegación; y que al fin volvieron á su país en el mes de Noviembre trayendo lo que sigue: Cuatro hombres, habitantes de aquellas islas, y á más muchas pieles de machos cabríos y cabras, sebo, aceite de pescado, despojos de focas, madera de un color rojo semejante á la del Brasil, aunque los que la conocen niegan que sea de aquella; además, cortezas de árboles para teñir igualmente de encarnado, como asimismo tierra roja y otras cosas semejantes».

1343. "Escarmentado el Moro como alegre la Cristiandad del castigo, la victoria de unos y de otros las pérdidas, procurando los aumentos de la fe la Reina doña Juana de Nápoles, que después de su abuelo Roberto en este año de 1343, luego hizo donación del derecho que dice tenía a la conquista de las Islas Fortunadas, y era suyo por donación del Papa á su abuelo, y por ella á su sobrino don Luís de España y Cerda porque tenía larga noticia de dichas Islas por un navío suyo que las aportó de Lancelot Mailesol napolitano que estuvo en ellas de paz y trato y comercio en el año 1320, y por este tiempo las frecuentó hasta el presente año de 1344 que el Papa Clemente VI le dio investidura y luego Don Luís envió Armada a ellas".(Marín de Cubas, p 15).
1344. Mostrencas las Canarias, Clemente V, papa de Avignon, (Papa de la secta católica Célebre por haber suprimido los templarios. Tras un cónclave difícil, reunido en Perusa, que duró más de 11 meses, fue elegido papa el arzobispo de Burdeos, Bertrand de Got (5 jun. 1305), que tomó el nombre de Clemente V. Fijó la ceremonia de su coronación en Vienne, en tierras del Imperio; pero, a instancias de Felipe  V el Hermoso, se celebró en la iglesia de SaintJust, de Lyon, en tierra francesa, ante la presencia del referido monarca (14 nov. 1305)., otorgó la investidura de Príncipe de las Fortunadas, "in partibur Africae", con la conquista de las islas y tierras "adyacentes", a Luís de la Cerda, sin más obligación que un tributo anual de 4.000 florines de oro y  la de convertir a los naturales, adoradores del Sol.


1345 Mayo 13. El rey Alfonso XI de Castilla, al recibir comunicación de la bula del Papa Clemente VI “cediendo” el reino  de las canarias, reclama la soberanía; en carta de Alcalá de Henares del 13 de mayo de 1345 expone que la «acquisitio Regni Africae ad nos nostrumque jus regium nullunque alium dinosci tur pertinere».

1345. Aborda la isla Titeroygatra en busca de esclavos el capitán Álvaro Guerra y tomó posesión nominal de ella en nombre de  Pedro IV de Castilla, dándole el nombre de isla del Infante.


Vestían los hombres capas cortas de pieles, á las que decían huruy, largas hasta las rodillas; envolvían sus pies en cueros sujetos con correas, calzado que recibía el nombre de maho ó maxo; adornaban sus cabezas con gorros de piel en forma de cono, al que llamaban guapil. Un saco o mochila de cuero, harguy, usaban para viaje. Las mujeres vestían una larga túnica hasta los pies, y encima un tamarco ó capa de abrigo. Una tira de cuero teñida de Color encima del gorro y que se extendía á su alrededor con tres plumas en la parte de la frente, adornaban sus cabezas.

1345 Diciembre 15. Luís de la Cerda prepara la expedición de conquista con indulgencias y privilegios de cruzada; pero no tuvo efecto por haber muerto el 25 de agosto de 1346 en la batalla de Crecy. Más, al parecer, un navío al menos llegó a Lanzarote; y de aquí, de vuelta, parece que arribó a Mallorca con algunos guanches capturados como esclavos (acaso para «lenguas» o intérpretes).

1347. Según nos relata Marín de Cubas, [1694] por este año una expedición depredatoria  compuesta por aragoneses recala en la isla de Chinech (Tenerife,) siendo invitados a abandonarla por el Mencey de la isla Betzenuriga.

1351. Juan Doria (de Auria) y Jaime Segarra (de Sagarra), mercaderes de esclavos mallorquines, proyectan una expedición de treinta personas -religiosos, clérigos y seglares- para la evangelización de  las islas. Para ello cuentan con doce guanches esclavos (probablemente de la expedición anterior) comprados por Juan y Jaime, convenientemente instruidos en la fe. Para llevar adelante el proyecto piden autorización al Papa.

1351. El Papa Clemente VI, en bula de Avignon, a 15 de mayo de 1351, aprueba el proyecto de Doria y Segarra y les concede gracias espirituales. Se desconocen los resultados de este proyecto.

1351. Fray Bernando, O.C., mallorquín, es nombrado primer obispo de la secta católica en las islas Afortunadas por Clemente VI, por la bula Coelestis.

1351 Noviembre 7. La bula «Coelestis rex regum» de Clemente VI (Avignon, 7 de noviembre de 1351) erigiendo el Obispado de las Islas Afortunadas y designando a fray Bernardo, de la secta católica de los O.M.C., como primer prelado Vaticano.

1360. Mallorquines y catalanes, en dos galeras, llegan a Tamarant (Gran Canaria) con dos sacerdotes y ocho frailes; los guanches les hicieron prisioneros y les trataron benignamente, al cabo de unos años los ajusticiaron por faltar gravemente a los preceptos morales de los guanches;  los frailes  fueron arrojados por el risco de Jinámar.

1361. Bartolomé fue nombrado este año de 1361 obispo de Telde, Tamarant (Gran Canaria) por el Papa católico Inocencio VI, en Avignon.
1367. En la carta portulana de los hermanos Pizzigani se le otorga a la  isla de Gomera el nombre de  clane" o "de clarie".
1369. Bernardo de Marmrando (?) y Pedro de Strata, barceloneses, exponen al Papa Urbano V, en Viterbo, el deseo de que diez sacerdotes seculares y veinte religiosos de ir a evangelizar las Islas Canarias;  y le presentan su proyecto de enviar un navío para la evangelización; para lo cual le piden autorización. En la época, bajo el silogismo de evangelización lo que realmente se escondía era una operación de saca de esclavos.

1377. Martín Ruiz de Avendaño, vizcaíno, llega a Lanzarote. Parece que fue arrojado a la isla por una tempestad. No se sabe nada de sus actuaciones; al parecer vivió algún tiempo con los maxos. Posteriormente, como resultado de estas arribada se produciría el episodio de la Princesa Ico.
1386. “En igual forma han conservado nuestros historiadores la memoria del arribo de otras dos embarcaciones europeas a estas islas, a fines del siglo XIV y en tiempo de la guerra que sostuvo don Juan el I de Castilla contra el rey de Portugal y el duque de Láncaster. La isla de La Gomera, según los vestigios que se hallaron, cuando llegó el caso de su última reducción, había sido sin duda el teatro de estas visitas; pero se discurre sobre la materia con alguna diversidad.
1390. Hay en esta isla de Tenerife una imagen y figura de Nuestra Señora la Virgen María, con un Niño Jesús en brazos, intitulada Nuestra Señora de Candelaria, por cuya figura Dios Nuestro Señor obra ordinariamente muchos milagros. No se sabe ni se ha entendido como haya venido ni quién la haya traído, ni qué tanto tiempo ha, sino sólo una fama confusa que hay de cien años, antes más que menos, que la isla se ganase de los cristianos. Según la cuenta de los antiguos, fué su aparecimiento año de 1390.

1391. Se hace mención de trece «fraires chrestiens», martirizados por los guanches después de siete años de tratar de evangelizarlos. Seguramente como era habitual en estos religiosos católicos, faltaron a las leyes morales de los guanches, propasándose con las mujeres, delito que estaba castigado con la pena de muerte.

1392. Jaime Olzina es nombrado obispo de Telde, isla de Tamarant (Gran Canaria) por el Papa Bonifacio IX, en Roma. Este fue el último obispo de la diócesis de Telde; la cual se extinguió a finales del siglo debido a las continuas invasiones de los esclavistas europeos, y  salteadores y esclavizadores de los guanches.
1393 Las Crónicas de Enrique III, narran la primera expedición castellana al Archipiélago Canario: «En este año, estando el rey en Madrid, oyo nuevas como algunas gentes de Sevilla e de la costa de Vizcaya e Guipúzcoa armaron algunos navíos Sevilla... e pasaron a las islas que son llamadas Canarias, como quier que otros, e andovieron en la mar fasta que bien sopieron... E enviaron a decir al lo que allí fallaron e como eran islas ligeras de conquistar, si la su mercer fuese, e a pequeña cosa»
1393. Una banda de depredadores que componían una expedición española de saqueo (vizcaíno-sevillana) al mando de Gonzalo Peraza Martel, señor de Almonáster, vizcaíno, llega con licencia de Enrique III de Castilla a las islas al frente de una expedición de cinco navíos. Saqueó la isla de Titoreygatra y se volvió a Castilla con despojos, y con la presa de  los reyes de Titoreygatra (Lanzarote) Guanareme y Tinguafaya junto con 160 guanches mas  esclavizados. La desaparición de estos reyes de la isla provocó desacuerdos en torno a quién habría de sucederles, interrogante que concluyó con la ordalía de la nobleza de Ico. Con esta, en realidad, se sometía a juicio la nobleza de Guadarfía o Guadafrá, hijo de Zonzamas y de Fayna, en cuanto que la falta de casta de Ico (de resultar de la ordalía que no era hija de Zonzamas, sino de extranjero) habría afectado a todos sus parientes.

1393. En este año que los castellanos vinieron a las islas habían pasado 102 años desde que se tuvo noticias de ellas en Levante 73 desde que el Rey de Nápoles  comerció con ellas, y 47 desde que envió á ellas el Príncipe Luis 29; y ahora esta Armada parece fue enviada por Castilla, concuerdan los que hablan de esta Armada de castellanos, que el capitán fuese Hernando de Castro, quién ó cómo fuese, no sabemos, más en tiempo del Rey Don Pedro de Castilla antecedente á este más de 30 años, tuvo este Rey una Armada contra Aragón, siendo su Almirante de este nombre Don Fernando de Castro, en el año 1365; éste era señor de Monforte, Lemos y Sama y Castrojeril, mayordomo del Rey Don Pedro, hermano de Doña Juana de Castro con quien se casó, repudiada y presa en Burgos la Reina Doña Blanca; eran hijos de Don Pedro de Castro y Guerra y de Doña Isabel Ponce de León, viuda de Don Diego Haro, Señor de Vizcaya, nieto del primer Don Diego Haro; y pudiera ser, ó este caballero, ú otro deudo ó sucesor, quien fuese á estas Islas 30.

Demás de haber comerciado los mallorquines en las Islas, también en las costas de África, en Cabo de Guer, donde llamaron Santa Cruz de Berbería, donde murió un religioso Agustino, y tienen su cuerpo entero, y libros y otras alhajas que fueron suyas, y éste vivió en Canaria con ejemplo de buena vida asistiendo algunos años á los cristianos que vivieron y comerciaron en la Isla. (Marín de Cubas,[1694] 1993)

1400. Juan IV de Benthencourt (Betancor, Vitancorto), franco-normando, barón de St. Martin de Gaillard (en el condado de Eu), noble venido a menos y dedicado a la piratería recibió por traspaso  un supuesto derecho de conquista de las Canarias  que Robert de Braquemont (Rubín de Bracamonte) había recibido de Enrique. III de Castilla como premio por su ayuda en la guerra contra Portugal. Así, al proponerse efectuar la conquista, se hace vasallo de Castilla reconociendo como señor al  rey Enrique III (Las Casas, Histo, I, 18; BAE, XCV, 72b).


Para ello se asocia con Gadifer de Lasalle (el don Gaiferos de que hablan los romances castellanos). Este Gadifer de Lasalle había sido almirante del rey de Francia, empleo del que fue desposeído debido a su más que dudosa moral. Con una galera de su propiedad se dedicaba al corzo, piratería y trata de esclavos. (Las Casas)

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