miércoles, 15 de octubre de 2014

DATAS DE LOS MENCEYES





Data de Pelinor, rey de Adeje.

Aquí tenemos una de tantas pruebas de que la mayoría de las datas no fueron registradas. De la del rey de Adeje sólo aparece una parte en el Ser. libro de Datas o 1a por testimonio, que publicó Serra de Moratín; pero de casualidad figura en el mismo libro la petición en 20 de Junio de 1508, por el que fue príncipe Moreque y después de bautizado D. Alonso Díaz, ante el gobernador, reformador y juez de residencia López de Sosa, en solicitud de que fuera confirmada la data concedida a su padre D. Diego, rey de Adeje. Dice así:

No vamos a transcribir las muchas datas en que no cabe duda repartió el Adelantado entre los guanches, porque nos alejaría de la brevedad que queremos dar a estos apuntes; pero sí importa aclarar un extremo puesto en entredicho por la gran autoridad del historiador Viera y Clavijo. Aún no hace un siglo que bajo el desdichado capítulo «Lamentable extinción de la nación guanchinesca», precedido de otro en el que al ocuparse de la presentación de los menceyes a los Reyes Católicos insinúa la sospecha de que no regresaron a Tenerife, pregunta entre otros particulares:

«¿Cómo no se vuelve a hacer memoria de ellos en nuestra historia? ¿Cómo no se encuentra habérseles repartido tierras para subsistir con el correspondiente decoro? En los antiguos libros de datas se hallaron diferentes donaciones a favor de muchos guanches particulares... pero ninguna a favor de los menceyes...».

Esta afirmación de Viera y Clavijo sería inexplicable tratándose de tan eximio talento, si no saltara a la vista que su obra en todo lo que concierne al pueblo guanche es una mera glosa de lo publicado por sus predecesores; con la agravante, de que no acudiendo a las fuentes de información para rectificar errores o dar a conocer hechos ignorados, se contentó con hacer un trabajo de segunda mano aventurando por su cuenta deducciones como las que comentamos, faltando a la verdad histórica.

Es imposible saber, no ya a punto fijo pero ni siquiera aproximadamente, cuántas fueron las donaciones hechas por el Adelantado. Las registradas figuran alrededor de 900 según consta en los cinco libros de Datas que obran en el Cabildo de La Laguna, hallándose formadas los dos primeros libros por Datas originales y los tres últimos por testimonio, es decir, mediante un procedimiento que pudiéramos equiparar a los expedientes posesorios del día para sus efectos; y lo mismo unas que otras, pero especialmente las postreras, aparecen por lo general llevadas al registro muchos años más tarde a partir de las fechas en que se expedieron, como si los agraciados cumplieran con este requisito cuando les convenía por alguna circunstancia. Si en la actualidad no obstante las trabas legales y el interés del Fisco, existen numerosos pueblos en Tenerife en que el 80 o 90 % de las propiedades no se hallan registradas, ¿qué acontecería en aquellos tiempos?

Es evidente que las referidas 900 datas registradas constituyen sólo una parte de las donaciones concedidas por el Adelantado, como también lo declara persona tan perita en la materia como Núñez de la Peña; sin contar que fue práctica corriente respetar como dueño del feudo al que rozara el monte y lo granjeara, siempre que no estuviera comprendido en bienes de propios o del común; en dehesa o adjudicados. Cuéntase, entre otros ejemplos, de que el señorío de Adeje logró extenderse desde el barranco de Erques en Izora a Montaña Gorda en Granadilla ¡algunas leguas!, adquiriendo albalá de esta clase de propietarios. Por otra parte, es razonable la presunción que lo mismo que aquellos que no contaban con otro título de propiedad que el de primer ocupante, como los que no se cuidaron de llevar al registro sus datas, fueran guanches más que europeos por su falta de hábitos oficinescos. Interesado en conocer la opinión sobre tan importante extremo del inteligente genealogista de nuestros archivos D. Rosendo García Ramos, nos escribe entre otros particulares lo siguiente:

«He visto en diferentes manuscritos antiguos que todos los reyes guanches tuvieron datas, y no sólo ellos sino también muchos de sus hijos y otros guanches; es más, he visto precisadas varias, pero no me he tomado el trabajo de copiarlas... Por otra parte, tengo las citaciones de un sin número de documentos públicos otorgados por los indígenas de Tenerife; y como hicieron multitud de testamentos, cartas dótales, compra-ventas, etc., no es muy difícil a los poseedores de índices explicativos de los libros parroquiales y de las escribanías, averiguar la filiación de multitud de guanches. El archivo de tales índices que poseía el Licenciado Casas es muy rico y lo mismo el del finado Afonso Avecilla, que donó a la iglesia de la Concepción de esta capital».

Todas nuestras investigaciones nos llevan a la conclusión, no ya que siendo el número de guanches acogidos al tratado de paz de Los Realejos muy superior en número a los conquistadores, más o menos en la proporción de 10:1, también los repartimientos de tierras fueron entre ellos más numerosos, sino que este importante particular de nuestra historia está por estudiar, no obstante la abundancia de materiales. En una palabra, que es un campo virgen donde los cronistas no se han atrevido poner a prueba su paciencia, dando por hecho no existió lo que ignoraban.

Ésta, por lo menos, fue la conducta de Viera y Clavijo al asegurar que los reyes guanches no habían sido agraciados por el Adelantado, cuando en las Datas registradas se encuentran testimonios de que los atendieron en la medida de los principales conquistadores4; porque si  bien las donaciones de todos los soberanos aún no se han descubierto por completo, como se echa de ver en la adjunta nota, aparte de que lo conocido arroja pruebas sobradas para admitir sin violencia de que fueron generosamente agraciados, se da el caso singular de que tampoco se sabe si en los cinco libros de Datas se hallarán los testimonios de los repartimientos que faltan, pues salvo Núñez de la Peña interesado en ocultar la verdad como dijimos, no tenemos noticias de que ningún cronista se haya tomado la ímproba tarea de estudiarlas y si lo han hecho no han dado muestra de ello. Por lo que toca a nosotros necesitaríamos de un paleógrafo para las dos terceras partes de las Datas que no hemos podido descifrar.

En resolución, para desvanecer toda clase de dudas sólo falta quien ponga mano a la empresa patriótica de descifrar las Datas y de estudiar los materiales olvidados en las escribanías y archivos parroquiales; por más que los datos positivos de que hoy se dispone dan la certidumbre rayana a la evidencia, de que no ya los reyes y proceres sino a todos los jefes de familia de la nobleza guanche, les cupo repartimientos lo mismo que a los españoles. Después de todo fue un hecho lógico en consonancia con las bases del tratado de Los Realejos, con la situación del país aún no pacificado que aconsejaba no lanzar desesperados a la rebelión y con el plan político del Adelantado de despertar en los guanches el interés por la propiedad territorial; máxime cuando había mucho que desmontar, exceso de terrenos, sobrado campo donde desenvolver sus actividades, por más repartos que se hicieran entre indígenas, conquistadores y pobladores.

A pesar de los esfuerzos de D. Alonso de Lugo en sus 28 años de gobernación para amansar la intrincada selva de la isla y abrir su seno virgen a la fecundidad del arado, el cordón costanero que formaban sus nacientes poblaciones aparecen como abrumadas por los bosques maravillosamente exuberantes. ¡Tal era la falta de brazos y por lo tanto de propietarios, solicitados dentro y fuera de Tenerife!

A pesar de que en el libro de Acuerdos del Cabildo se hace constar de que en 1497 existían en la isla muchos alzados en armas, como la antigua sorda animosidad entre los siervos y sus señores llegó a tal grado que hizo desechar todo recelo de que volverían a entenderse, no abrigó temor alguno el Adelantado de marchar a fines de ese mismo año a la península, para presentar a los Reyes Católicos los vencidos Hontíberos, las cuales partió él y el alguacil Fernando de Llarena, los parte el arroyo, a 13 de Julio de 1497; entiéndese si no la ha dado Alonso de Lugo».

«En 27 de Mayo de 99 años. En este dicho día lo mandó a sentar el dicho Al-manza. E yo Alonso de las Hijas e Hernando de Llarena e Cristóbal Carrasco e otros muchos que estaban presentes».

López (borroso el resto). (Datas. Libro 1a. original). Vid. también:

«3.- Juan de Almansa. A todos quantos este alvalá vierdes fago saber como yo
doy a--------------v." desta isla la cueva foradada en Tegeste e más las tas. de arriba
del restroxo de [Hon]tiveros, las quales partió él y el alguazil [Hernanjáo de Llerena. Los parte el arroyo. 13-VII-97 [Sigue traslado]».

[Elias Serra Ráfols. Las Datas de Tenerife. La Laguna - Tenerife: Instituto de Estudios Canarios, 1978; pág. 19].

2 Por esto, como en Tenerife no hubo como en la Península Ibérica  « padrones de Pecheros», ni aquella distinción entre el estado noble y el general por ser poseedores de mayorazgos, títulos de Castilla, patronazgos, capillas, casas con armas y blasones en las fachadas, etc.; los Procuradores Mayores del Cabildo eran poco exigentes en las probanzas; y con la conocida competencia de los genealogistas, como el citado D. Juan Núñez de la Peña, a partir del Petrucio o tronco señalado era fácil justificar la nobleza, limpieza e hidalguía de la línea masculina de varón a varón.

Data del rey de Daute:

De este monarca, llamado después de bautizado Diego de Ibaute, sólo hemos podido reconstituir de su data lo siguiente:

«Doy a vos Diego de Ibaute... en vecindad y repartimiento un valle que se dice agora el Valle de las Yeguas e se decía primero Adanoro, en que puede haber un cahíz de tierra poco más o menos, e dos cuevas, la una en el mismo término se llama Tinexa y la otra en el barranco del Puerto de los Caballos que se dice Benchivo y otra cueva arriba... que se dice Ejineza...». (Datas. Libro 4°. Su fecha 17 de Marzo de 1525). Vid. también: «1447-31.- Diego de Ibaute [en el texto Gonzalo de Ibaute] Un valle que se dice agora el valle de las Yeguas que se decía primero Adanoro en q. puede haber un c. de ta. y dos cuevas, la una en el mismo término, que se llama Tinexa y la otra en el barranco del puerto de los Caballos, que se dice Benchino y otra cueva arriba de Santa Cruz q. se dice Exineza. Digo q. vos do las dhas. tas. y cuevas. 17-111-1525». [Ibidem, pp. 300-301].

Además, el valle de Ibaute, hoy de San Andrés, en Santa Cruz, y 60 fanegadas de tierra en Acafio por los Henetos de La Laguna (Datas. Libro 5a y 3S. Su fecha 11 de Diciembre de 1509).

Testó dos veces ante Antón de Vallejo, en 1510 y 1511 al folio 567, y volvió a testar en 1516 ante Sebastián Páez, folio 740; según De Arribas.
Data del rey de Abona:

Nació este monarca a la vida civilizada con el nombre de Gaspar Hernández. Afirma García Ramos que fue datado según consta en el libro lu de Datas originales, cuaderno 11, folio 7; en el libro 2a, cuaderno 10, folio 53, y en el libro 3a o primero por testimonio al folio 311.

Testó dos veces: la primera en La Orotava en 1504, ante Diego de Andrada, folio 538, « ...para pasar a Berbería»; y la segunda en La Laguna a 4 de Octubre de 1527, ante Alonso Gutiérrez, al folio 528 o 529, según las respectivas opiniones De Arribas y de Serra Moratín. Tal vez tengan ambos razón.

Aunque procuramos la mayor brevedad de estos aspectos no reproduciendo datas de la nobleza indígena, para que se comprenda la confusión a que pueden dar lugar el que muchísimos guanches tomaran unos mismos nombres y apellidos de los conquistadores, publicamos a continuación la data adjudicada a Da. Elvira, hija del rey de Abona:

«Yo Dn. Alonso... digo que porque vos Elvira Hernández hermana de Pero Bueno e de Gaspar Hernández, mis criados, naturales desta isla, sois mi ahijada e vos queréis casar e por buenos servicios que me han hecho, vos doy e hago merced de cuatrocientas fanegas de tierra en Abona, alinda por arriba una montaña que se llama Enaydan...».

(Datas. Libro 3Q. Su fecha 10 de Noviembre de 1505). En las Datas publicadas por Serra Ráfols, en el cuad.° n.° 11 sólo aparece un Gaspar Ferrandes, v.° de Santa Cruz, quien recibe un solar en el camino de Ntra. Sra. de La Consolación. [Ibídem, pág. 112].
«1326-24.- Elvira Hernandes, hermana de Pero Bueno e de Gaspar Hernandes, mis criados, naturales desta isla; sois mi ahijada e vos queréis casar e por buen servicio q. me han hecho vos doy 400 f. de ta. en Abona, alinda por arriba una montaña q. se nombra Erraydan aguas vertientes a la mar e por un lado el barranco q. va de Chasna con las fuentes de Chipeucho e por abajo la montaña de Thamage hasta A usa con las cuevas e manantiales q. en ellas estuvieren. Digo q. vos doy las dhas. 400 f. 10-X-1505.

En 5-1-1562 lo presentó Ana Gutiérrez [traslado]. Vuelto: 13-V-1562, Jorge Castellano, v.° presenta ante Juan López de Acoca, escr. mayor del Concejo, un mandamiento compulsorio del Gobernador Ldo. Plaga para q. entregue el original de Elvira Hernández y haga copia. Lo pide Castellano por sí y sus sobrinas Ana Gutiérrez y Grigoria Castellana». [Ibídem, pág. 266].

Dedúcese de esta data que el rey de Abona llevó el mismo nombre y apellidos de Gaspar Hernández que uno de sus hijos.

Data del rey de Tacoronte:
Llamado Fernando Tacoronte después de bautizado, según García Ramos tuvo repartos de tierras en Tegueste, como consta en el Libro 1a. original, cuaderno 10S, folio 41; en el Libro 2S original, cuaderno 12a, folio 6, y en el Libro le. por testimonio al folio 298. Y también en Igueste y Arona, según De Arribas. Murió en La Laguna testando ante Alonso Gutiérrez a 1a. de Marzo de 1520, folio 499; declarando que otorgaba su testamento hallándose «en las casas de su morada» y ordenando se le enterrara en la iglesia de la Concepción.
«29. 1520, marzo, 1:

Fernando Tacoronte, v." y natural, hace testamento: fórmulas de fe. Manda que le entierren en la iglesia de Ntra. Sra. de la Concepción; los clérigos le digan sendas misas y sus 9 días; a la Cruzada, a la Merced y a las ermitas acostumbradas a cada una 5 mrs.; le digan 1 vigilia y su cabo de año. Dice que, como tiene pocos bienes y muchos hijos, deja a su mujer y le encarga que cumpla por su alma; además que le digan 5 misas a la Pasión de Ntro. Señor Jesucristo. Cobren: de Mateos, vaquero de Pedro de Lugo, 3.750 mrs. que le debe por un contrato que está ante Alonso de Llerena; de Leonor de Tacoronte, mujer de Fernando Esteban, 2 gallinas que le debe con las rentas que pudieren merecer de 8 años a esta parte; de Francisco Suárez 1.000 mrs. de cierta escarda que le hizo y fuese con ellos; de Benito, sobrino de Hernán Guerra, 45 marranas por un contrato que está en su caja; de Francisco de Flandes por un contrato que está ante Juan Márquez 120 cabrillas, pagaderas por septiembre de 1522. Deudas que debe: a Alonso de Herrera lo que pareciere por un contrato que pasó ante Juan Márquez, y dice que, como tiene otros contratos con él y le tiene pagado mucho de ello, se averigüe la cuenta y se muestren sus finiquitos y lo que pareciere que se le debe que se lo paguen; a Alonso de Herrera 2 1/2 fanegas de trigo a 200 mrs.; a Yebone Fernández 2 castrados puercos; a Gonzalo Díaz, yernos de Velázquez, 1.080 mrs.; Bastían de Icod, porque recaudó de Pedro Mación por él, 3 doblas, dice que Pedro Mación resta debiendo a Bastían de Icod 1 dobla, ya que eran 4; a Juan de Adeje 7 reales que cobró por él; a Juan de Abona 2 1/2 reales. Dice que la mitad de la casa en que vive es de Diego de Güímar, primo de su mujer, difunto, y la tiene porque le hace bien por su alma, ya que cada sábado es obligado a encender 1 candela, y así ha de ser para siempre a todos los que después de él la heredaren. Que todas las otras deudas que vinieren en buena verdad hasta 100 mrs. con juramento que las paguen. Nombra albaceas a su mujer María de Güímar y a Gaspar Fernández. Nombra herederos a María Fernández, su mujer, y a sus hijos Francisco, Juana, Catalina, Mary, Luis y Ana Fernández, y a Fernando y Antón, por iguales partes, después de sacada la mitad de la hacienda de su mujer. Otorgado en las casas de la morada de Fernando Tacoronte.— Ts. Diego Gómez, Juan González, Miguel Castellano, Martín Muñoz y Baltasar Afonso, vs. y ests.— Por no saber: Diego Gómez». [Manuel Lobo. Protocolos de Alonso Gutiérrez (1520-1521). La Laguna: Instituto de Estudios Canarios/Aula de Cultura de Tenerife. 1979; pp. 53-54].
Data del rey de Anaga:

Solamente sabemos de este soberano, llamado después de bautizado Pedro de los Santos de Anaga, lo que nos dice en carta D. Rosendo García Ramos, de haber leído «en el archivo de Afonso Avecilla los datos del rey de Anaga y de su hijo Dn. Enrique».

Según tradición este D. Enrique era de muy pocos años; confirmando esta noticia los sucesos históricos de dicho reino, relacionados con la interinidad del trono durante la enajenación mental que sufrió Beneharo.

Data del llamado rey de Tegueste:
Conocido más tarde por Juan Tegueste, murió a poco de la conquista. Según De Arribas se le hizo reparto de tierras. Dejó por tutor de su hijo Juan Teguaco, al conquistador e intérprete Guillen Castellano.

Data del rey de Taoro:

Benytomo, hijo primogénito del Rey Grande o Bencomo después de bautizado tomó el nombre de Cristóbal Hernández de Taoro. Según dice Serra de Moratín se estableció en La Orotava y fue agraciado con datas de consideración. En opinión de Arribas, testó en La Orotava en 1553 o 1556 ante Grimón, ordenando fuera enterrado en la iglesia de La Concepción (de La Orotava).

Todo induce a creer no se tienen noticias exactas de este personaje.
Data del rey de Güímar:

Llamado después de su bautismo Juan de Candelaria, a pesar de ser el más querido de los españoles, como acontece con Benytomo, se ignora de ambos las particularidades de su vida ulterior. Cuanto se ha dicho hasta ahora de los dos son meras suposiciones sin fundamento serio.

 No puede ponerse en duda de que los reyes fueron llevados a la corte de España. En la información de nobleza de la casa Jovel en 1508, figura en el interrogatorio la pregunta 14, que dice así:

«ítem si saben que el dicho Adelantado cuando llevó los nueve reyes que conquistó y ganó en esta dicha isla de Tenerife personalmente a sus altezas los Reyes Católicos Dn. Fernando y D3. Isabel, de gloriosa memoria, llevó consigo al dicho Jaime Jovel fueron ambos a los presentar a sus altezas y el dicho Jaime Jovel anduvo en la corte real e le comunicaban e hallaban muchas veces sus altezas».

Diego de Madrid, entre otros testigos, lo afirma y declara le vio en la corte por aquella época.

6  Tampoco caben dudas de que retornaron a Tenerife como lo acreditan los diversos instrumentos públicos de que hemos hecho mención, así como que fueron ennoblecidos. Respecto a este particular reproducimos la contestación del venerable anciano D. José Alayón Medina, natural de Chasna y muy conocedor de nuestros archivos, que dio a Serra de Moratín refiriéndose al mencey de Adeje, Pelinor:

«El capitán Dn. Diego Martínez de Alayón, vecino de La Orotava, en virtud de probanzas instrumentales y otros recuerdos, ante el Teniente Maestre de Campo Dn. José Pérez de Valcárcel, Corregidor y Capitán a Guerra de Tenerife y La Palma y escribano Antonio Calderón y Oquendo en auto de 2 de Julio de 1674, fue declarado y amparado con la posesión de Caballero hijodalgo notorio, etc.

Entre los méritos que alegó para obtener el declaratorio mencionado, fue uno, el de ser descendiente de Pellinor, último mencey de Adeje, quien habiendo pasado a España, con los ocho que el Adelantado remitió a los Reyes, habiéndolos honrado, dieron e hicieron merced a cada uno de las divisas de sus armas; y las que le impusieron al dicho Dn. Diego (el mencey), fueron en campo de oro dos palmas verdes cruzadas con una corona de oro encima y a los lados de las palmas al derecho una Ry ala siniestra una D y en la parte media del escudo dos rejas abiertas por medio con tres ovejas blancas por dentro de cada una y al pie dos lobos blancos con collares rojos; de las cuales han usado (habla el peticionario) públicamente sus ascendientes, como actualmente con las demás del apellido Martínez se ven en la capilla colateral, a mano derecha, esculpidas en el convento de San Francisco de dicha villa (La Orotava) del que es patrono; y en el lugar de Icod en las casas de sus abuelos en el oratorio público que hay en ellas».

Los descendientes del mencey de Daute que subsisten en su mayor parte en Icod, según De Arribas, tienen escudo de armas o blasón propio con un árbol genealógico muy extenso. De los demás menceyes ningún cronista, que sepamos, se ha cuidado de hacer averiguaciones.

Claro es que con frecuencia se tocarán dificultades por los muchos guanches que tomaron unos mismos nombres y apellidos de los conquistadores. Así, por ejemplo,¿se trata o no del primogénito del rey Pelinor en la siguiente data? Por varias consideraciones creemos que no, pero no podemos afirmarlo.

Data a favor de Alonso Díaz «natural y maestro de azúcar de una tierra de sequero en el término de Agüymar en la Lomada deArtiz». Linda por abajo con un colmenar de Juan Mayor «e de la parte de Sta. María de Candelaria un pino y tres moca-nes e de la parte de arriba los riscos de la sierra de Garatermo».

Más otra data al mismo maestro de azúcar de «tres cahíces de tierra que son en la montaña de Gíiímar que son de linderos un camino que va de tiempo de los guanches... e de la otra banda el barranco de Higa...». (Data. Libro 4Q. Su fecha 8 de Abril de 1.511). (En: Juan Bethencourt Alfonso, Historia del Pueblo Guanche, tomo III)

1 Data de la hija de Pelinor, rey de Adeje, casada con su tío D. Diego:

«... doy a vos María de Lugo y a vos Diego (borroso), naturales de esta isla de Tenerife, cien fanegas de tierra de sequero en sembradura en término de Adeje, a do dicen Tijoco e han por linderos de una parte el barranco de Erques e de la otra parte el barranco de Tijoco e de la banda de arriba Gasia e de la banda de abajo Venen-cheque... las cuales dichas tierras vos do de repartimiento e por vecindad porque vos e el Diego vuestro marido sois naturales e habéis tenido e tenéis hijos ¡e facienda e campo..,!». (Agosto 15 de 1515. Datas. Libro 3e). Es decir, que tenían auchon y por lo tanto era propietario o noble. Vid. también: «1306- 4.- María de Lugo, mujer de don Pedro, defunto, naturales de esta isla de Tenerife. 100 f. de s. en el término de Adexe, adonde dicen Tijoco, q. han por linderos de una parte el barranco de Erque e de la otra parte el barranco de Tijoco, e de la banda de arriba García e de la banda de abajo Verrenchegne... en vecindad porque vos e el dho. nuestro marido sois naturales della e habéis tenido e tenéis en ella vuestros hijos e facienda e casa poblada Digo q. vos [do] para vos y vuestros hijos 50 f. en el dho. lugar. 13-VHI-1514 [De otra letra: en Tixoco 100 f.]. 9-VI-1556 Andrés de Llerena presentó este título y dijo q. la dha. M. de L. es su madre y él heredero...».

[Elias Serra Rafols. Las Datas de Tenerife. La Laguna-Tenerife: Instituto de Estudios Canarios, 1978; pp. 261-262].
(En;Juan Bethencourt Alfonso, Historia del Pueblo Guanche, tomo III)

Recopilación de E.P.G.R.

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