lunes, 20 de octubre de 2014

Algunas consideraciones generales sobre la “raza y la cultura española”.



Preámbulo: Debe ser un buen preámbulo, un poco o un bastante provocador e hiriente, antes de empezar a decir las cosas como son, para que despierte el interés o cualquier otro sentimiento en los posibles lectores o sujetos objeto de “las disertaciones o discursos que le siguen”.


Así pues, y como después de la Paulinada de la consultita sobre las prospecciones, se ha observado un incremento de “personajillos” que a “golpe de muro o twuit” nos dedican sus insultos, manipulaciones y demás, esto que sigue, que nació como consecuencia de una godada más de un supuesto blog serio, que es fuente de un supuesto programa de radio serio, todo el esfuerzo empleado en redactar lo que sigue y el de contrastar los datos en que se basa (Fuentes documentales), se lo dedico a todos los cachos de carne con ojos, a todos los que “si tropiezan y caen al suelo se quedan pastando con toda naturalidad”, que se dedican “a darnos lecciones sobre nuestro pasado, orígenes y cultura ”, en un alarde de ignorancia que clama al cielo. Pues eso, Canarias Identitaria y otros dechados de inteligencia racional como él.
Introducción.
Debemos tener claro que lo que milenios después se denominó Península Ibérica, comenzó a poblarse únicamente por vía euroasiática hasta hace unos 130. 000 años a.n.e., a tenor de lo que nos dice la Geología (El estrecho de Gibraltar no estuvo unido- cerrado- en la etapa de Evolución homínida, sino hace unos 6,5- 5 Millones de años, a tenor de los últimos estudios) y los descubrimientos arqueológicos en materia de Navegación Humana, que hacen retroceder hasta esta fecha (130. 000 a.n.e.), las primeras pruebas sobre navegación por el llamado Homo Heidelberguensis:
Fuente: Ministerio de Cultura de Grecia.


El ser humano emprendió su primer viaje por mar hace más de 130.000 años. Atravesó una distancia de unos 100 kilómetros, como mínimo. El Ministerio de Cultura de Grecia informó de que en las terrazas naturales de la localidad de Preveli, en la isla de Creta, habían descubierto hachas de piedra de unos 130.000 años de edad. Los instrumentos prehistóricos pertenecen a la cultura del Homo Heidelbergensis, la variedad europea de Homo Erectus, el antecedente directo del Homo Sápiens contemporáneo. Teniendo en cuenta que la isla se separó del subsuelo hace unos 5 millones de años y hoy en día la distancia entre Grecia continental y Creta es de unos 100 kilómetros, el hallazgo puede servir como prueba que los antecesores del Homo Sápiens sabían viajar por mar. Se trata del testimonio de navegación más antiguo del mundo.
Podemos por tanto suponer, que a partir de hace 130. 000 años a.n.e., también tenemos la vía del Estrecho de Gibraltar como segunda y principal vía de poblamiento de la Península Ibérica, una ruta mucho más cercana y asequible que rodear todo Eurasia vía Oriente Próximo- Medio, como se demuestra más adelante, al examinar los tipos humanos y culturales del Paleolítico Superior y Epipaleolítico- Mesolítico y Neolítico.
Nos circunscribimos a estas etapas de la Evolución Humana porque son más conocidas que las anteriores y se tienen pruebas, más allá de toda duda razonable, de su indudable procedencia Norteafricana (Aunque, pasaran por donde pasaran y llegaran a donde llegaran, indiscutiblemente la Cuna de la Humanidad, del “Homo”, es África)

También es importante tener en cuenta algunas cuestiones semánticas basadas en suposiciones “dadas por hechas”, admitidas sin base empírica real, , muletas o definiciones dialécticas que dificultan y desvirtúan la cabal comprensión del desarrollo real de los acontecimientos, sin ninguna base empírica, pero que sirven magistral y sibilinamente a las ya desgastadas y hechas jirones teorías de “la Hispania inmemorial, la raza Ibera o Hispana (Fuera Ibera o Celtíbera o Celtíbero Visigoda), y toda la parafernalia añadida del “Nacionalismo español Imperial y Colonial”. Otro tanto sucede con la denominación oficial de España, que mientras estos “nostálgicos de tiempos pasados” hacen retroceder hasta la Prehistoria, la realidad histórica es que la entelequia mal amalgamada que así se llama, nació con Las Cortes de Cádiz, pues antes, como mucho se llamaba a cada Reino por su nombre, casi coincidiendo con las hoy denominadas “Comunidades autónomas”, y cuando se quería dar idea de conjunto, se aludía a reinos de las españas.
Y aún, queriendo rizar el rizo y admitiendo que este nombre derive de Hispania, esta denominación se aplicaría a las provincias romanas que así se llamaron (Ulterior y Citerior) Es decir, los romanos llamaron así al territorio que conquistaron y que como nadie pudo evitarlo, llamaron como les dio la gana; Lo cual, no significa que fuera llamado realmente así por sus legítimos dueños. Por otra parte, no teniendo otras pruebas tan contundentes, debemos entender que el nombre de Hispañia se puede remontar a la época romana, pero no más allá, y que como esta denominación fue dada por los pueblos de navegantes/ comerciantes/ piratas (Fenicios, cartagineses, griegos etc.) a los lugares de la costa peninsular es algo más que una suposición suponer que el nombre que le pusieron a las zonas de desembarco y regiones adyacentes, puede extenderse a toda la zona continental que, ni conocían ni suponían siquiera su extensión ni sabían si estaba habitada y por quienes; Es como si alguien, arribando al puerto de Cádiz y lo bautizara con otro nombre, con posterioridad se pretendiera llamar de esa forma a toda la Península luso española. Y ya que estamos cerca del mar, debemos dar, más a título de curiosidad que de prueba de mis afirmaciones, que en la Obra Latina Ora Marítima, (también conocida en castellano como "Las costas marítimas"), un importante texto sobre geografía descriptiva de la Hispania prerromana, en la que se vllama ofiusa (Tierra de serpientes) al Golfo de Vizcaya o algún punto de la costa de la península ¿ibérica? Parecido (¿Golfo de San Vicente...?)
Sobre los nombres modernos y antiguos de las cosas y los territorios, no es preciso extenderse mucho sobre la prepotencia de los “descubridores, conquistadores y demás”;
Solo recordar la anécdota de que cuando los enviados de “Su Graciosa Majestad la pérfida Albión” arribaron al territorio hoy llamado Australia y le preguntaron “al salvaje come lagartos de turno”, en perfecto inglés que como se llamaba aquel lugar, cuentan que el “negrito” le respondió en su lengua con la frase “no te entiendo”, que al parecer sonaba a algo parecido a Australia, por lo que “el modesto britano, hablante de la lengua “Shespiriana”, inmediatamente dedujo no solo que por hablarla él debía hacerlo todo el mundo y por tanto, habiéndole entendido el salvaje, aquello indudablemente se llamaba Australia (Y si no, pues a aguantarse, así la llamaban ellos y para eso tenían más barcos y cañones y soldados, y punto)

Es decir, al no formar la Península Ibérica o la mayor parte de ella (la conocida hoy como España) una sola entidad política, cultural, religiosa, etc., aunque fuera algo parecido a una gran Federación o Confederación de Pueblos estable y continuada (Lo que no fue el caso) , no puede denominarse con un solo nombre genérico, no solo porque cada uno de estos pueblos llamaba de forma diferente al “Territorio que dominaba”, sino que al no haber una autoridad política que gobernara en todos los territorios e impusiera un nombre común y oficial a todos ellos, cada cual puede llamar hoy día a aquello como le dé la gana, lo cual no quiere decir que se haga mediante datos científicos, sino sobre mistificaciones, suposiciones y sueños ilusorios, aptos para la propaganda política pero no para el estudio serio y riguroso y mucho menos para la enseñanza de este. No habiendo base política ni cultural homogeneizante, no existe unidad nacional que valga.

Entonces, recapitulando, tenemos que hasta el 130. 000 a.n.e., las gentes llegaban a la actual Península luso española, solo desde Eurasia, y que posteriormente, con el uso de una muy rudimentaria navegación, comienzan a llegar también vía Estrecho de Gibraltar, la ruta más usada a partir de entonces, si tenemos en cuenta la extensión territorial que cada contingente ocupó o en el que influyó de alguna manera, a tenor de las influencias culturales y raciales que se han descubierto basadas en evidencias arqueológicas, no en suposiciones interesadas, creadas para vender una ideología política trasnochada e inverosímil.

A lo largo de tanto tiempo transcurrido, se han producido múltiples aportes raciales y culturales, eso es evidente, pero ahora vamos a comenzar, remontándonos en la lejana Prehistoria, a dilucidar si puede hablarse con propiedad de “raza española, de su posible origen y si es superior a otras.” Espero que sea interesante y sobre todo didáctico.
De Orce y Atapuerca a Barranc Blanc (Valencia)

Cuando todavía no he cesado del todo el debate (Para los irreductibles) en torno a si se consideran humanos o no los restos de Orce, queda demostrado que sí que lo son, lo que unido a otras evidencias encontradas en otros lugares del planeta, nos obliga a hacer retroceder el umbral de fechas que hasta ahora nos había servido de guía estimativa, para intentar hacernos una idea de la Edad y Etapas Evolutivas de la Raza Humana.
Es evidente, que hace unas décadas e incluso siglos, ni se tenían las técnicas modernas de las que se sirve la moderna Arqueología, ni se habían hecho los descubrimientos a los que me refería antes, lo que unido a la torpe y errónea visión “eurocéntrica”, donde el racismo y los clásicos discursos políticos encaminados a sostener las tesis racistas que justificaron el Colonialismo, todo lo cual contribuyó a la elaboración de una “teoría general”, con una escala de fechas más aproximativas que reales (Como se ha demostrado más tarde), encorsetadas y rígidas que producían más sombras de las que eliminaba. A esto se añadía la duda de si algunos tipos humanos eran, en efecto humanos o simplemente animales en el camino de serlo, debate que no ha cesado y que ha trascendido de hecho, ya que ahora no solo se consideran del “Género Homo” a todos ellos, sino que el debate ahora se centra en si se incluyen chimpancés y gorilas (Especialmente los primeros) y algún otro hasta ahora, animal.
Pero estas contradicciones, incluso negaban la capacidad de cruzarse a estas “humanidades” anteriores al “Homo Sapiens Sapiens Moderno”, en el caso de Neandertales y Cromañones, peregrina teoría que la Genética moderna se ha encargado de echar por tierra, recurría a ella para explicar por ejemplo, el poblamiento australiano y “el primitivismo” anatómico de sus protagonistas, como descendientes de Cromañones y algunos supervivientes de H. Erectus o alguna etapa intermedia similar. Es decir, mientras por un lado se negaba la posibilidad de cruce entre Neandertales y Cromañones (Dos tipos “Sapiens” y relativamente “modernos”), se recurría “a eso mismo (El Cruce entre razas)” en el caso australiano, pero con razas más antiguas y menor evolucionadas. Todo esto, sin atender a las evidencias que la veterinaria y la simple contemplación de la realidad objetiva. ¿Se pueden cruzar las diferentes razas de perros y lobos entre sí? ¿Porqué si todas las razas que nos precedieron eran del mismo Género y genéticamente “compatibles” no habrían podido cruzarse? Por prejuicios racistas, ya que considerado el Neandertal casi como un animal, no podía decirse que la moderna humanidad europea, conquistadora del mundo, no podía descender de seres inferiores como él, y menos de otros todavía más inferiores; En todo caso, “eso se dejaba para negros, rojos y amarillos, lo que explicaría su inferioridad al Hombre Blanco Europeo, porque incluso los hombres blancos del Norte de África, se explicaban como remotas migraciones de los primitivos habitantes europeos, por lo que sí, eran blancos, perro racial y culturalmente inferiores por su primitivismo, por lo que no se podían equiparar a ellos.”
No siendo la “arqueología española” ajena a todo este embrollo por la escasez de datos de entonces y a la visión racista del asunto, el Poblamiento de la Península Ibérica “se simplificó bastante”, eludiendo casi de puntillas en el proceso todo lo que no fuera “cromañoide”, admitiendo al Neandertal a regañadientes, pero nada más. A partir de aquí se elabora una teoría más política que científica para explicar “los orígenes raciales de la raza hispánica”, que todavía no termina de “cuajar” dentro del corsé que se le quiere imponer, antes por cuestiones “imperiales” y ahora por cuestiones “europeístas”, antes claramente diferenciadoras de las (Razas) europeas y ahora especialmente comunitarias, dentro de una comunidad racial, cultural y de mutuos intereses (Se supone); Es decir, que antes se potenciaban las diferencias y ahora interesa pulirlas o hacerlas desaparecer, simplemente porque el discurso político ha cambiado.
Contra todo esto intenta luchar la Ciencia Arqueológica moderna, apoyándose en los avances técnicos y científicos de otras disciplinas y ramas de la Ciencia, que permiten la revisión de los hallazgos y el re- estudio de los yacimientos en conjunto, y también en “filones” como los de la Sierra de Atapuerca.
A la luz de los nuevos descubrimientos, incluso la barrera de los 130. 000 años como prueba empírica de navegación prehistórica, es cuestionada (Al menos de momento), lo que nos sitúa en un contexto de revisión general de lo que se había admitido hasta ahora y de lo que no se había querido admitir. Así pues, llegamos a Barranc Blanc (Rotova, Valencia), donde “nace el Ibero- mauritano”, el hombre blanco europeo que atraviesa el Estrecho de Gibraltar, conquista el Norte de Áfrico y ocupa Canarias”, según Vernau y todos los académicos interesados en reafirmar “la españolidad” de los territorios coloniales norteafricanos apetecidos por las dos últimas dictaduras españolas y mantenido bajo otros gobiernos, incluido el Oranesado (Bajo dominio francés)
Para erigir todo este edificio ideológico racista y fascista, el descubrimiento de Luis Pericot en el año 1951, en la cueva del Barranc Blanc (Rótova, Valencia): “En un nivel que está perfectamente definido como Epigravetiense (equivalente al Magdale-niense de comarcas más septentrionales-Francia-) apareció un fragmento de frontal humano que presenta todas las características de la tosca y primitiva variedad africana del Cro-Magnon y coincide con los cráneos Güanches. Se trata, pues, de un lazo insospechado entre los pobladores de Canarias y uno de los elementos de la población española del Paleolítico superior, a la vez que la prueba de que una sola raza se difundió entonces por ambas orillas del Mediterráneo y que el Estrecho de Gibraltar fue surcado por esas gentes, lo que permite sospechar que ya entonces pudieron llegar a las Canarias”.
Es decir, que según la “teoría oficial” para la que incluso se organizó un Simposio Internacional del Hombre de Cromañón, los Güanches y los mismos “hispanos primitivos” serían emigrantes franceses, o alemanes, o rusos, o más genuinamente orientales o africanos, lo que no deja de ser una contradicción ideológica pues el Hombre de Cromañón no es ni originario de Francia ni muchísimo menos de la península ibérica.
En lo único que esta teoría del homo ibero- mauritánico acierta, es en la probable antigüedad del poblamiento de las Islas Canarias, situándolo en el Paleolítico Superior, aunque yo soy más partidario de la etapa Epipaleolítica/ Mesolítica, coincidiendo con las piezas microlíticas del útiles encontrados en Canarias y sobre todo, con el proceso de “Mirlado” o momificación artificial. El profesor italiano Fabrizzio Mori, descubre en el Sureste, libio (Uan Muhuggiag, en el VI- V Milenios a.n.e. Metchoides o proto Metchoides Aterienses de rasgos marcadamente negroides y cultura protoganadera o ganadera), varios cadáveres mirlados o momificados artificialmente, no solo antes que en Egipto, sino con técnicas más refinadas y avanzadas ya que en el Valle del Nilo, en aquella época predinástica, los enterramientos funerarios no incluían la momificación artificial, y si alguna momia había eran debidas a causas naturales (Sequedad del tereno y características climáticas); Es de Uan Muhuggiag, Sureste de Libia/ Suroeste de Túnez (Por otros indicios, linguisticos, culturales, etnográficos, etc.) de donde los Metchoides Guanches trajeron esta costumbre funeraria hasta las islas.
Por tanto, y como hasta el presente no se tienen noticias de procesos de mirlado de cadáveres, ligados a poblaciones ganaderas o protoganaderas en la Península Ibérica, hemos de aceptar que es una costumbre netamente norteafricana, que luego fue exportada al Este y al Oeste, en épocas más o menos conocidas, especialmente en Egipto, pero de la que no aparece ningún rastro hasta épocas posteriores y siempre por causas naturales (Es solo en épocas más modernas cuando aparece esta costumbre funeraria), demuestra que la costumbre (Del Mirlado) nació en una zona, se propagó hacia las zonas “más cercanas” a donde se desplazaron aquellas gentes o a donde llegó un fuerte influjo “cultural o civilizador”, pero no a las regiones más alejadas que este alcanzó tras cruzar el Estrecho de gibraltar.
Costumbre funeraria que se remonta al 5º- 6º Milenios a.n.e., por lo que no puede adjudicarse o encuadrarse en el Paleolítico Superior, lo mismo que el fragmento de cráneo de Barranc Blanc (Rotova, Valencia), aún perteneciendo al Homo Cromagnón, no puede decirse que proceda ni de la Cornisa Cantábrica ni de Francia u otros lugares del norte, simplemente porque allí comenzó a estudiarse primero al Metchoide que no Cromañón, y existían más cantidad de restos hallados, puesto que el resto de “pruebas empíricas e indicios” que los acompañaban, lo encasillaban como netamente Metcha Al Arbi, portador de la Cultura Oraniense y procedente del Norte de África. Solo que por entonces, no existía esta “denominación” porque no había interés político en que existiera, esa ni ninguna que cuestionara “la superioridad del hombre blanco europeo” y su “derecho divino a llevar la civilización por la fuerza, incluso a otros hombres blancos de otras latitudes, racial y culturalmente primitivos”(Aún hoy hay reticencias en abandonar términos como iberomauritano, iberosahariano, etc, a favor de los verdaderos nombres, Aterienses, Methoides, etc.)
Contemplando lo que otras disciplinas científicas (Además de la Anatomía y los huesos), y sobre todo la lógica extra académica de estos propagandistas nos dicen, si tenemos en cuenta que la barrera física y psicológica que son los Pirineos, para gentes que tenían un muy rudimentario vestido y utillaje, en pleno Paleolítico y en pleno periodo glaciar y post glaciar, resultaba toda una epopeya, por lo que no es arriesgado suponer que no serían grandes los contingentes que lo atravesaran, en verano, y de cuando en cuando. Eso deja al poblamiento del Centro- Sur peninsular como más factible atravesando el Estrecho de Gibraltar, en épocas en que ya se conocía la navegación, por más primitiva y rudimentaria que fuese, como poco a poco empieza a admitirse ya, cada vez más despojados los estudiosos y científicos de los oropeles que el discurso político les obligó a “vestir”.
De Ibérica, Iberos.


La Península Ibérica recibe su “pomposo nombre de una designación aleatoria que se le ocurrió a alguien en tiempo indeterminado”. Si tal denominación se refiere a que en tiempos de la ocupación romana, púnica, o simplemente algún pueblo de navegantes/ comerciantes/ colonizadores de la antigüedad, llamó genéricamente a toda la península, e Íberos a sus habitantes, una vez que tuvo conocimiento o suposición “cabal” de todo aquel territorio, sería un nombre objetivo y que respondería a la realidad. Claro que entonces, esa teoría racial- Cultural ancestral de la raza española, tendría que incluir a gentes tan diferenciadas como los Lusos, Gallegos, Vascos, etc., y habría una comunidad cultural más o menos homogéneo, lo que no se corresponde ni con los registros escritos de la Literatura Clásica, los registros púnicos y greco- fenicios, ni con el registro arqueológico, cosa que la moderna arqueología se ha encargado de constatar.
Por lo tanto el nombre no puede aplicarse a toda la extensión territorial, pues en tiempos históricos no se conocía toda y se sabía positivamente la disparidad de Pueblos y Culturas costeras y se desconocían la mayoría de las del interior. En todo caso, a la parte ocupada por estos pueblos históricos y nada más, y dada la disparidad de Pueblos y Culturas, tampoco puede hablarse de unidad racial y cultural, lo mismo que de unidad política.

Curiosamente, es en la parte ocupada por estos Metchoides norteafricanos (Andalucía y el Levante), la que según la “historia oficial”, es la cuna de la supuesta raza y cultura Ibera. Es poco probable que estos vinieran desde “la otra Iberia” en Asia, aunque tampoco puede descartarse a priori que recibieran alguna influencia, dado que las diferentes edades de los metales se caracterizaron precisamente por un continuo trasiego de desplazamientos poblacionales y un prometedor comercio; De ahí a suponer una inmigración de todo un Pueblo o una parte de él, sin más pruebas que una similitud lingüística, me parece demasiado arriesgado y sin base empirica. Por otra parte, las similitudes entre los pueblos de ambas orillas del estrecho, no puede explicarse solo con el “intercambio comercial”, sino con un continuo trasiego de grupos poblacionales de Sur a Norte, desde al menos el Paleolítico Medio, mucho más factible, cercano y asequible, que una emigración de miles de Kilómetros desde la lejana Asia (Se puede objetar que en su continua búsqueda de alimento, grupos humanos que salieron de “la cuna africana”, en su continua dispersión, acabaron llegando hasta los últimos confines habitables del globo; Pero es solo eso, una dispersión a medias casual a medias en función de los recursos alimenticios buscados, algo totalmente distinto a una emigración, es decir algo perfectamente planificado que implica un contingente humano superior a las dispersas y poco numerosas partidas de merodeadores- carroñeros- cazadores recolectores simples que caracterizaron las primeras humanidades)
Por otra parte, es de rigor hacer constar que en toda esta zona geográfica existían una serie de Pueblos distintos, entidades territoriales y políticas independientes pero que tenían un cierto nivel de “creencias y costumbres” comunes, herencia sin duda de su remoto origen común y las “comunes de aquellos tiempos por el influjo comercial”, circunstancia que fue aprovechada para crear la entelequia de que constituían un solo pueblo y una sola cultura y creencias, de un plumazo, haciéndolos entroncar con la mítica Tartessos, una Ciudad- Estado que controlaba algún territorio, y de la que se sabe poco más que su existencia historiográfica, una posible ubicación en el Sur andaluz, y unas ruinas que han aparecido por Doñana, pero solo es una sospecha y no se tienen pruebas reales de que esta mítica ciudad haya existido realmente o todo fue una confusión con alguna colonia griega o feno- púnica. Sin embargo, a pesar de todo esto, se usa como referente más antiguo para “enaltecer y señalar uno de los orígenes y el nacimiento de la raza española”.

El narcisismo y el racismo llegaron a tal extremo, que incluso se llegó a afirmar, en aras de la negación del origen netamente norteafricano de estos “iberos” peninsulares, que procedentes como dije, de Asia, vía norteafricana, eran incluso los antepasados del Pueblo Mazigio que ellos llamaban despectivamente (El término bereber es despectivo pues significa bárbaro) Bereberes; El disparate llegó incluso a amalgamar a los vascos en todo esto como alguna emigración netamente mazigia que se estableció un poco al noreste de la zona que tradicionalmente habían ocupado en zonas más cálidas. Todo para crear la entelequia política mal amalgamada llamada España desde las Cortes gaditanas, para lo cual era necesario crear unos orígenes más o menos comunes del que surge la “Raza Española, ocupante de un territorio peninsular y de territorios norteafricanos (Los apetecidos por la expansión colonial española, desde parte del actual Marruecos hasta Canarias, sin incluir el “Oranesado”, en la actual Argelia, que fue pedido a los Aliados por el dictador español a cambio de su entrada en la IIª Guerra Mundial contra las potencias del eje Berlín- Roma- Tokio, y que era colonia francesa)

El “problema vasco”, que no es tal desde mi punto de vista, en ebullición desde la aparición del “nacionalismo” vasco, también ha sido enfocado, desde todas las partes, con más fundamentación política que otra cosa. Tradicionalmente situados en la “zona celta de adscripción euroasiática”, “el régimen” los hace descender “a groso modo” de una mezcla de bereberes con celtas, mientras que desde el nacionalismo vasco los hace descender de un pueblo autóctono del “País Vasco histórico”. Yo no voy a entrar en ese debate, entre otras consideraciones porque no tengo la suficiente información, pero si tenemos en cuenta que parte del territorio “histórico vasco” estaba en contacto con “la zona de influencia Oraniense/ Capciense (Norteafricana)” y que en la IIª Guerra Púnica Aníbal Barca dejó guarniciones Númidas para que guardaran el camino de regreso, aseguraran la fidelidad de los pueblos de la zona y su aprovisionamiento de metales, soldados, etc., tenemos clara la “influencia bereber en un territorio básicamente celta”. Al menos es lo que creo más razonable que decir que o vinieron de algún sitio sin decir de dónde, o decir que son autóctonos y no poder explicar “los parecidos raciales, culturales o del tipo que sean” y la existencia de rastros y restos arqueológicos “aparentemente diferentes y anteriores a lo vasco”. Es algo que deberán aclarar ellos “por allá arriba”.

A grandes rasgos, y según la historiografía clásica, podemos establecer la siguiente relación de Pueblos o Entidades Políticas y Culturales:



• Arévacos: Pueblo celtibérico que ocupaba el territorio entre el sistema Ibérico y el valle del Duero, lindando al oeste con los Vacceos. Mencionados junto a Titos y Belos desde la primera guerra celtibérica, Numantia y Tiermes.

• Ausetanos: Pueblo tradicionalmente considerado como ibérico (que posiblemente fuera de origen celta o galo) situado alrededor de la actual Vic, en las estribaciones de los Pirineos. Sometidos por Aníbal, fueron aliados de los cartagineses combatiendo junto a Indíbil, pero tras su derrota en la II Guerra Púnica, se sometieron a Roma.

• Autrigones: Pueblo situado al oeste de las actuales provincias españolas de Alava y Vizcaya hasta parte de Burgos, Logroño y Santander. No parece que hayan acuñado moneda, aunque algunos autores les han atribuido las cecas de Uirouias, Uarkas y Sekisamos.

• Bastetanos: Pueblo semitizado y asimilado por Estrabón a los bástulos aunque diferenciados por Plinio y Ptolomeo entre Bastetanos en el interior y Bástulos en la costa. Entre ambos pueblos ocuparon la costa y parte del interior de Andalucía sur-oriental, desde Baria (Almería) hasta Bailo (Cádiz), comprendiendo cecas tan importantes como Addera, Sexi, Malaca o Carteia.

• Belos: Pueblo celtibérico situado en el sur del valle medio del río Ebro, en torno a los ríos Jalón y Jiloca, siendo Segeda la cabeza del territorio. Aliados de Roma contra Viriato, pero en 143 a.C. se unen a los Arévacos y rompen su amistad con los romanos.
• Berones: Pueblo de origen indoeuropeo (céltico) asentados en un territorio equivalente a la actual Rioja y S. de Alava, en el valle alto del Ebro, al N. de Celtíberos y S. de Cántabros y con capital en Vareia (Uarakos). Sus monedas tienen una metrología propia, emplean los símbolos celtiberos añadiendo marcas de valor e incorporando emblemáticas armas arrojadizas (Cateia).

• Carpetanos: Pueblo situado en la Meseta sur, entre el Tajo y Guadiana que no parece que acuñaran moneda (Sólo Toletum emite de forma coyuntural con Pompeyo y el latín). Sin embargo, alberga importantes cecas celtibéricas en su territorio (Konterbia Karbica, Sekobirikes e Ikesankom Konbouto).

• Cessetanos: Pueblo tradicionalmente considerado como ibérico situado al N. de los ilercavones, ocupando todo el campo de Tarragona hasta la cuenca de Barberá y la zona costera desde el Coll de Balaguer hasta el río Llobregat. Su capital era Kese, sustituida después por Tarraco.

• Contestanos: Pueblo ibérico situado al E. de los bastetanos, que habitaba la zona levantina al sur del río Sucro (Júcar).

• Edetanos: Pueblo ibérico situado al S. de los ilercavones y al N. de los contestanos, es decir, habitaba la zona levantina entre los ríos Udiva (Mijares) y Sucro (Júcar).

• Iacetanos: Pueblo tradicionalmente considerado como ibérico, pero de origen étnico desconocido, no parecen ser vascones, ni íberos ni celtas. Situados al S. de los Pirineos en los alrededores de Jaca, entre Vascones e Ilergetes. Desde el siglo I a.C. estuvieron bajo influencia vascona.

• Ilecarvones: Pueblo tradicionalmente considerado como ibérico situado en la desembocadura del Ebro, al N. de los edetanos y S. de los Cessetanos, en el actual Maestrazgo. Citado por primera vez durante la IIª Guerra Púnica cuando Asdrúbal acampó en su territorio para asegurarse su fidelidad, participó en las guerras sertorianas al lado de los contestanos y en las guerras civiles en el bando cesariano. Etnia de origen indoeuropeo y con una iberización posterior, normalmente confundida con la ilergete.

• Ilegertes: Pueblo tradicionalmente considerado como ibérico con capital en Iltirta, situado en el valle del río Segre, desde las estribaciones de los Pirineos hasta iltirta / Ilerda (actual Lleida), que en su expansión ocupó la sedetana Kelse y la suessetana Bolskan. Su primera capital Atanagrum continúa sin identificar. Fue uno de los pueblos sometidos por Aníbal durante su marcha hacia Roma, sus jefes Indíbil y Mandonio se rebelaron primero contra Aníbal y luego contra los romanos.

• Indigetes: Pueblo tradicionalmente considerado como ibérico situado en la costa catalana norte. Su capital debió ser Indika (identificada con Untikesken).

• Lacetanos: Frecuentemente confundidos con Iacetanos y Layetanos, los lacetanos estaban situados al O. de los ausetanos, en el actual área de Solsonés y parece seguro que la ceca de Ieso (Guissona) perteneciera a este pueblo tradicionalmente considerado como ibérico.

• Layetanos: Pueblo tradicionalmente considerado como ibérico situado al N. de los Cessetanos y S. de los Indiketes, en la costa catalana entre Barcelona y Blanes, ocupando el actual Vallés y el Maresme. Región famosa por sus vinos, citada como tal por Plinio y Marcial.

• Lusitanos: Conjunto de pueblos que habitaban en la Lusitania (zona comprendida en los valles del bajo Duero, bajo Tajo y bajo Guadiana) entre los que se encuentran los Igaeditanis, Taporis, Aravis, Banienses, etc. que no parece que acuñaran moneda. Sin embargo, alberga algunas cecas en su territorio: Dipo y Brutobiga (latinas), Ebora (provincial) y Salacia que destaca por su escritura indígena sud-lusitana.

• Lusones: Pueblo celtibérico situado en el valle medio del río Ebro, en torno al sistema Ibérico y más concretamente al Moncayo, siendo Turiaso la cabeza del territorio.

• Oretanos: Pueblo asentado en la Mancha y partido por la frontera creada por Roma entre la Ulterior y la Citerior. Limitaban con túrdulos por el SO, bastetanos y contestanos por el SE y E y carpetanos al N. Su capital Oretum no acuña moneda, pero destaca Cástulo como ceca de enorme importancia.

• Sedetanos: Pueblo tradicionalmente considerado como ibérico situado originariamente en el valle central del Ebro, con capital en Seteisken y lindando por el N. con Suessetanos e Ilergetes, que se extendieron por el O. hasta los montes de Castejón y la Muela, por el S. ocuparon el valle del Huerva hasta los Monegros y la sierra de Alcubierre y por el E. llegaron al Matarraña. Su territorio fue el escenario del enfrentamiento de Indíbil y Mandonio con los romanos.

• Suessetanos: Pueblo tradicionalmente considerado como ibérico, pero de posible origen céltico, localizado en la comarca aragonesa de las Cinco Villas y en los valles de los ríos Aragón e Irati, que formó parte de la tropa que fue con Indíbil a unirse a los cartagineses en 211 d.C., pero en el 208 a.C. ya se habían pasado al bando romano. Vascones y Iacetanos se expandieron a costa de su territorio y finalmente, los Suessetanos fueron absorbidos por los vascones a finales del siglo II.

• Turdetanos: Considerados los sucesores de los tartesios habitaban en todo el valle de Guadalquivir. Limitaban con Bástulos y Bastetanos al S. y E. y Carpetanos y Oretanos al norte. Pueblo muy culto del que no ha quedado casi nada, que tuvo cecas muy importantes como Obulco, Carmo, Corduba, etc.

• Titos: Pueblo celtibérico situado tradicionalmente en el valle medio del Jalón y citado siempre en relación con los Belos. Quizás pueda atribuírsele la ceca de Titum, que haría mención a la etnia

• Túrdulos: Asimilados a veces a los Turdetanos, se ha propuesto que los Túrdulos sean los Turdetanos punicizados, semitizados. Habitaron en tres áreas diferenciadas, por un lado están los Túrdulos orientales en el territorio alrededor de Obulco, después los gaditanos con sus cecas libiofenicias (Lascuta, Asido, Urso, etc.) y finalmente los Túrdulos Betúricos que habitaron el territorio de la Beturia comprendido en entre los antiguos ríos Betis y Anas, es decir, entre los actuales Guadalquivir y Guadiana.

• Vascones: Pueblo no indoeuropeo de origen desconocido, afincado inicialmente en las estribaciones del Pirineo occidental hasta Oiaso (Irún), si bien su colaboración con los romanos pudo dar lugar a su expansión durante los siglos II y I a.C. fundamentalmente hacia el sur y el este, a costa de Suessetanos y Iacetanos, entre otros.

• Vettones: Pueblo situado al este de lusitanos, en los valles centrales del Duero y Tajo, que no parece que acuñaran moneda, si bien una ceca celtíbera (Tamusia) parece estar localizada en su territorio.

(Estos son los principales, luego había toda una serie de tribus, emparentadas o no tanto con estos, a lo que debemos añadir las Ciudades- Estado independientes y las colonias de pueblos del mediterráneo)

Todos estos Pueblos acuñaron moneda propia, lo que nos indica que eran independientes política, cultural y económicamente. Además, no hay referencia alguna a ningún Pueblo llamado o íbero o español o siquiera hispano.

Tradicionalmente se ha adjudicado una adscripción un tanto aleatoria a los dos grupos principales en que se ha dividido a los Pueblos, del conjunto de Pueblos de la península al Sur de los Pirineos. Por ejemplo, los Lusitanos, que en la imagen aparecen como pertenecientes al grupo Celta, se sabe que la Cultura Oraniense formada por Metchoides norteafricanos y posteriormente Capcienses neolíticos, ocuparon la zona portuguesa hasta el actual Muge más o menos, donde existen abundantísimos rastros arqueológicos (De obligada referencia Internacional para el estudio y comprensión del Paleolítico Superior/ Epipaleolítico/ Mesolítico), por lo que serían “iberos y no celtas”; Es más, en caso de que hubieran recibido influencia de alguna tribu celta con posterioridad y salvo que hubieran sido exterminados totalmente u obligados a emigrar, (Cosa que no puede afirmarse con pruebas empíricas, al menos todavía) deberían adscribirse al grupo celtibérico, lo que demuestra que “aún queda mucho por estudiar y sobre todo admitir” en todo este asunto.

Civilizaciones mediterráneas en la Península Ibérica.
Paralelamente a todas estas comunidades humanas independientes, en la era de los metales, ya en época “protohistórica e histórica”, las costas mediterráneas comienzan a ser visitadas por comerciantes/ piratas fenicios y griegos (Principalmente focenses) que fundaron colonias más o menos litorales y se adentraron un poco en el interior, explorando y entablando relaciones comerciales con las gentes que allí vivían. En esta tarea les siguieron Cartago y Roma, legando incluso a la conquista militar y el sometimiento de amplios territorios peninsulares.

Todos estos movimientos y actuaciones, además bastante prolongadas en el tiempo, implican no solo aportes raciales múltiples, sino que llevan aparejados aportes Culturales, ambos ajenos al ambiente multirracial y multicultural que vimos en la imagen anterior; Esto significa más mezcla y mestizaje en los que se diluye la “supuesta pureza racial y cultural claramente visibles en la mencionada imagen anterior”. Con Cartago por los colonos y miembros del ejército, númidas, libios, gétulos, etc. Y mientras continuamos avanzando hacia el presente, nos encontramos que el proceso continúa.

Roma y las invasiones “Bárbaras”.
Roma también aportó lo suyo en todo este proceso, no solo el aporte cultural innegable, sino que al traer tropas, principalmente mercenarios norteafricanos aunque también de otros rincones del imperio, funcionarios, colonos, familias romanas, etc., también hubo una innegable aportación genética.

Como todos sabemos, el final del Imperio Romano se debió a las llamadas “invasiones bárbaras”, Pueblos que por razones varias acabaron cayendo sobre los dominios romanos, dicen unos que debido a cambios climáticos y otros a la presión de los Hunos (Al parecer la construcción de la Gran Muralla les privó de sus zonas de “pillaje tradicional” y emprendieron el camino del Este, empujando a todos los que se encontraban a su paso, que a su vez empujaban a otros)

El caso, fuera como fuese, es que tribus y Pueblos enteros se abalanzaron sobre las “nuevas tierras”, apropiándoselas y estableciéndose en ellas. Más mestizaje y aportes raciales y culturales, y no vale decir que como venían de la zona euroasiática, a “grosso modo” poblaciones indoeuropeas como las celtas, eran “más de lo mismo”, pues eso mismo podría aplicarse a las razas de perros (Descienden del lobo) o a las humanas, pues actualmente todos los seres humanos pertenecen al género Homo Sapiens Sapiens (Salvo la pervivencia de Cromañones en Canarias y otros pequeños y pocos enclaves), por lo que todos los demás nacionalismos, razas, clasificaciones y demás deberían refundirse en una única categoría general.
La Conquista Islámico- Mazigia.


La expansión norteafricana del Islam, también llegó allende el Estrecho de Gibraltar, ocupando casi la misma zona que en el mapa anterior vimos que ocupaban los “iberos”, y a excepción de la mayor parte de la actual Cataluña (Aproximadamente).
Hablar de “conquista árabe” es inexacto, pues aunque la dirigencia fuese, en efecto en parte árabe (Procedente de Arabia), también había elementos norteafricanos arabizados, que pertenecían a las antiguas élites pre islámicas; También hay que tener en cuenta, que los colonos y miembros de los ejércitos eran igualmente Mazigios norteafricanos islamizados a la fuerza, por lo que el término justo sería conquista islámico- mazigia. Durante 800 años de continuos mestizajes y aportes técnicos y culturales, se renovó la primitiva sangre Metchoide (Oraniense y Capciense) con la de sus descendientes más modernos (Libios, Númidas, Getulos, etc.), proceso que duró hasta pasado el Siglo XV, en que fue tomada Granada y una parte de la población obligada a marcharse, mientras la mayoría, convertidos al cristianismo fue autorizada a quedarse, lo que significa que “extraoficialmente” siguió habiendo mestizaje, mezcla de genes y culturas.
De los Reinos de las Españas a las Cortes de Cádiz en 1812. Nace El Estado Español.
El periodo histórico que sigue, conquista y saqueo de Canarias, parte del actual Marruecos y el Sahara Occidental y América central y del Sur, sin entrar en valoraciones políticas, circunscribiéndonos al tema que nos ocupa, no hace sino reafirmar la tendencia histórica de mestizaje racial y cultural. Los conquistadores de estos extensos territorios, la inmensa mayoría mercenarios y soldadesca, aventureros de toda laya y ralea, no tenían familias con las que viajar a estos lugares; Esto quiere decir que tenían que emparejarse con “mujeres autóctonas”. La “herencia racial” se transmite por el ADN Mitocondrial “de la madre”, por lo que estos “matrimonios impuestos y o de conveniencia”, no aportaron nada a las “razas autóctonas” de los lugares conquistados en África y América, todo lo contrario, pues los descendientes de estos cruces, no solo seguían siendo (Africanos y o americanos) “racialmente puros”, sino que perteneciendo por nacimiento a “clases más altas que los naturales”, podían mezclarse con los nuevos dueños de aquello (Los blancos y civilizados “españoles”), aportándoles todavía más mezcla racial y cultural a la que ya tenían.
Qué sorpresas nos depara el Conocimiento, que de verdad nos hace libres, por ejemplo de la mentira de que los actuales canarios somos producto del mestizaje con ellos, cuando la realidad es que muchos de ellos llevan nuestra sangre, que es muy distinto, por lo que puestos a enorgullecerse de la sangre que se lleva en las venas, ya saben, la de sorpresas que nos depara la vida; Yo me enorgullezco de la mía, ¿Ellos de cuál?
Después del Siglo XV, este continuo mestizaje continuó tanto en los territorios “de ultramar”, como en territorio peninsular, hasta nuestros días, invasión napoleónica de por medio, pero paradójicamente, es en tiempos relativamente bastante modernos cuando hay una “emigración interior” de Sur a Norte principalmente, que incrementa el mestizaje entre la zona “africana con la celta o indoeuropea” procedente de las invasiones Celtas y de los Pueblos bárbaros, con lo que de “europeo que quedara por allá” se ha ido diluyendo paulatinamente.
Definiciones semánticas.
Podemos decir que el Nacionalismo es la exaltación o apego a todo lo que representa o pertenece a un Pueblo o Nación, y Chauvinismo la exageración y exaltación torticera de todo lo que representa a un Pueblo o Nación y de los oropeles de adorno que se “fabrican ex profeso” para ello.
Cuando se nos intentan colar expresiones, términos o sucesos históricos convenientemente maquillados para que transmitan un mensaje distinto al original o simplemente otro distinto que refleja una realidad diferente al relato veraz de los acontecimientos de Pueblos y Comunidades humanas, estamos ante el Chauvinismo; Es decir, un discurso extra científico convenientemente cambiado, maquillado y encauzado dentro de una estrategia (Política) encaminado a dar una idea distinta a la realidad con el fin de conseguir unos objetivos políticos concretos.
En el caso que nos ocupa, el de esa entelequia llamada “españa”, hemos visto someramente y muy resumido (No voy yo a ser quien les escriba “su” Historia y la justifique con Fuentes y demás. Que me paguen para ello), el relato de los poblamientos y los momentos históricos y pre históricos en que se produjeron. Ni aparecen por ningún sitio los iberos como Pueblo ni entidad política alguna, lo mismo que ni los hispanos ni los españoles.
Ya dije anteriormente, que la idea de “españa, lo español como unidad política, humana, cultural, etc.”, nace con las Cortes de Cádiz, en plena invasión napoleónica, y por una necesidad real, acuciante. Hasta ese momento, los poderes económicos y políticos de Castilla no habían considerado necesario dar ese paso pues controlaban bastante bien la situación, ayudados por los “poderes económicos locales” en cada uno de los reinos de las Españas, las tropas, etc. es decir, como nadie cuestionaba la autoridad real y la de los poderes político- económicos que medraban a su sombra y le sostenían, no les hizo falta dar ese paso.
Pero con un ejército extranjero controlando la mayor parte del territorio y unas Instituciones que se habían entregado y colaboraban con él, las autoproclamadas Cortes de Cádiz, formadas por gentes “con dos dedos de frente y no por sanguijuelas lastradas por la endogamia”, se dieron cuenta que la única forma de salir airosos de aquel trance histórico, era apelar a las clases populares, dotarles de un contenido ideológico que amalgamara un poco las hasta ahora inamovibles “clases sociales bajas”, apelando a un “sentimiento o sentimentalismo nacional o nacionalista” desconocido hasta entonces, envuelto en toda una serie de “cambios sociales”, que al final no fueron tales.
Admito que en las circunstancias en que nació este intento, rodeados y bombardeados por las tropas francesas, fue una buena idea y bastante fue con que naciera y se aplicara con relativo éxito; Pero también es verdad que desde entonces podían haber transformado el chauvinismo con se actuó entonces, y transformarlo en un nacionalismo español con algo más de fundamento que, repito, la chapuza chauvinista que se hizo a toda prisa en aquellas azarosas circunstancias. No ha sido así, se dejó todo como estaba y se han seguido elaborando discursos de exaltación chauvinista, aptos solamente para la propaganda política, pero sin base alguna. Y en ello siguen, todo vacuo, vacío, sin fundamento sostenible alguno.
Conclusión.
España ¿Africana o Europea? Naturalmente, el discurso españolista dirá que europea, incluso con algún “estudio genético” para sostenerlo, pero ya hemos visto el relato veraz y desapasionado de cómo se ha producido el poblamiento/ os de ese lugar, y sabemos, más allá de toda duda razonable, como se transmite la “herencia racial” (ADN Mitocondrial de la madre), por lo que a mí no me convencen ni los discursos fanatizados de chauvinistas ignorantes, ni los estudios genéticos a medida (Los firme quien los firme) que pretenden justificarlos.
Tampoco hemos sido testigos de unidades políticas y culturales más o menos continuadas a lo largo del tiempo, sino todo lo contrario, pues cada reino histórico, conservó su idioma, leyes (Fueros), costumbres, etc. hasta la actualidad, por lo que hoy se puede hablar solo de “entidad jurídica”, mientras Castilla pueda seguir ejerciendo su control militar sobre el resto de reinos y comunidades. Solo puede hablarse de unidad religiosa pues siglos ha que fue impuesta a sangre y hoguera, pero ni existe el español como raza, ni como cultura, ni mucho menos como idioma, pues se trata del castellano (De Caastilla),impuesto también como la religión.
Por tanto, a la pregunta de si españa es de raíces africanas o europeas, la respuesta es que africanas. Pero entonces ¿A qué se debe ese racismo recalcitrante y exacerbado que trasciende la mera idea nacional, y hace que cualquier “mierdecilla” se crea superior, racial e intelectualmente e incluso como ser humano, negando toda condición a “lusos, moros, negratas o sudacas”?
Páginas atrás mencionaba de pasada que los pueblos antiguos que entraron en contacto con los que habitaban el interior de la península ¿ibérica?, tenían una opinión bastante negativa de la “calidad humana de estos”, desde fenicios, griegos, cartagineses y romanos, hasta los mismos franceses, los de Napoleón y los “100. 000 hijos de San Luis”, enviados por el Rey galo para sofocar las “veleidades antimonárquicas” de algunos españoles y auxiliar a su colega absolutista español.

Esta opinión generalizada, que ya el mismo Aníbal Barca comentaba con desagrado y menosprecio, de la forma de vida miserable en que vivían, aún las clases dominantes del “interior peninsular”, a pesar de que poseyeran riquezas; Forma de vida y comportamiento miserable en general, insolidarios, envidiosos y más partidarios del robo, el saqueo y el traicionero asesinato que del pacífico trabajo y trato humano. En definitiva, una forma de vida que les hacia vivir de la espada, tanto para defender la vida y posesiones como para “ganarse la vida”. Es “este conjunto de características”, lo que los mismos “españoles” denominan y reconocen como “la españa negra”, de la que habitualmente evitan hablar y que, de tarde en tarde, surge a golpe de titular periodístico.

Esta carga negativa y peyorativa de unos orígenes oscuros y poco honorables y gloriosos, ha provocado entre los llamados “nacionalistas españoles” un complejo de inferioridad que les impele a fingirse más europeos que la mismísima Diosa Europa, por aquello de que “es más (Lo que sea), aquel que finge serlo, que el que lo es de verdad”; Por otra parte, esta cualidad extremista es propia de estas gentes desde los albores de los tiempos, encontrándonos con situaciones tan curiosas, como que un obispo cristofascista español, se atreva a corregir y enmendar a su superior absoluto, el Papa, que es único mortal que supuestamente “es infalible” (Que no se equivoca nunca)
Esto y su tradición judeocristiana, etnocéntrica y racista, hace que desprecien y renieguen de sus raíces y orígenes norteafricanos y quieran “parecerse” a los blancos, rubios y altos nórdico- germánicos indoeuropeos, aunque fueran los que se cargaron todo el mundo grecorromano, del que paradójica y contradictoriamente, reivindican haber heredado su superior civilización y cultura.

Para encausar todas estas paranoicas apetencias de linajes antiguos y gloriosos que no poseen, y justificar una unidad histórica, nacional, racial, religiosa y cultural que no han existido nunca, desde los tiempos de Primo de Rivera y especialmente tras la Guerra Civil, el nacionalismo militarista y pro-germánico (La Raza Aria) español, intento crearse un pasado a la medida de sus carencias y de sus apetencias territoriales en África, poniendo la incipiente Ciencia Arqueológica moderna, al servicio de la Política fascista y colonialista, algo que por lo demás no era ni es nada nuevo.
En conclusión, ni existe España como unidad histórica, ni racial ni cultural, por lo que estos nacionalistas españoles, se hinchan de chauvinismo como globos de feria llenos de gas, pero basta “soltar el nudo que los mantiene henchidos de prepotencia”, es decir, contrastar lo que afirman con el conocimiento real de las cosas, para que se desinflen y se transformen en “simples y lánguidos colgajos más dignos de lástima y conmiseración” que de otra cosa.
Desde la Vieja Fortaleza, Rukaden Ait Anaga.
20 de Octubre del 2014.


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