jueves, 2 de octubre de 2014

De mistificaciones y mistificadores.



Bastante a menudo me encuentro con que alguien al mismo tiempo que hace preguntas en las redes, sobre los Güanches y su Cultura, vierte “opiniones” llenas de los clásicos tópicos, comparaciones y referencias que, en último extremo –Dicen-, tienen por objeto “no mistificar a unas gentes desaparecidas y de las que casi no se sabe nada, y que son objeto de una politización...”
Estas opiniones, ya digo que sazonadas por las “viejas teorías”, tienen por objeto cuestionar todo lo que “huela a pancanarismo o simplemente a clarificar el pasado”, puesto que con ello, perviven las dos grandes teorías del Poblamiento Insular, bien como emigrantes franco- cantábricos que vía Andalucía y el Magreb, arribaron a Canarias, o bien como auxiliares de las industrias del garo, salazones y purpura púnico- romanas; En el primer caso como europeos sabrían navegar por sí mismos y en el segundo, como bereberes y no Mazigios, es decir bárbaros, no sabrían navegar y tuvieron que ser traídos. En resumen, las viejas teorías del ibero mauritano falangista, reeditado posteriormente cuando empezó a venirse abajo ésta, pues desde la lógica eurocéntrica de esta gente, es del todo inaceptable que “bereberes o proto bereberes” fueran capaces de traer Cultura o Civilización a estos peñascos.

Aunque la “Prehistoria” está en constante revisión, aunque la prueba más antigua conocida de navegación humana (130. 000 a.n.e., 100 Km hasta la isla de Creta) esté siendo cuestionada por indicios que sugieren que se debe retrasar, yo no voy a pensar que los primeros pobladores canarios, la “población más antigua, de sustrato” que decía D. Luis Diego Cuscoy, haya venido en tiempos paleolíticos como dice la teoría de las migraciones a través del Estrecho en dirección Sur (Cultura Iberomauritánica) Hoy día se sabe que en realidad fue justamente al revés, que Metchoides norteafricanos de la Cultura Oraniense hicieron ese mismo recorrido de Sur a Norte y hacia el Este hasta llegar a las islas. No sé si en el Paleolítico, aunque “los aportes culturales de esa Cultura de Sustrato” así lo sugieren, pero sí afirmo con rotundidad que en el Sexto Milenio a.n.e., había en el Sur de Túnez/ Sureste de Libia una Cultura de un Pueblo/ s proto ganaderos o ganaderos, con caracteres negroides que “mirlaban” a al menos algunos de sus muertos, con técnicas bastante parecidas a las Güanches y más avanzadas a las que por entonces había en Egipto. En realidad, en aquella época, las únicas momias que había en el Valle del Nilo eran las que el extremo rigor climático y la acentuada sequedad del terreno, producían de una forma casual (Época Pre- dinástica) Por tanto puede afirmarse que salvo que dicha costumbre funeraria fuera traída desde Sudamérica, lo que resulta bastante improbable, o futuros descubrimientos, que fue en el Sureste libio, en un Uan Muhuggiag, donde nació esta peculiar costumbre funeraria y llegó a Canarias, milenio más milenio menos. En todo caso, mucho antes de lo que la Arqueología Oficial basada solo en lo que puede demostrar empíricamente, está dispuesta a admitir en el caso canario, y mucho menos la clase política, empeñada en fingir un europeísmo inexistente en aquellos tiempos.
En cuanto a los “contactos e influencia de Cartago” en Canarias, y la supuesta explotación comercial de sus recursos naturales, su protagonismo en el poblamiento y las pretendidas “inscripciones latinas”, no es que sean peregrinas en sí mismas, que lo son, sino que son pura carnaza para el debate vacuo y vacío sobre entelequias; Mientras se debate sobre esas boberías no se debate sobre otras cosas más importantes y reveladoras. En cuanto al poblamiento, está demostrado ya fehacientemente que al menos 1. 000 años a.n.e., unos 200 años antes de la fundación de Cartago, arribó una ola de pobladores continentales a las islas. Que coetáneamente a la fundación de Cartago, la Cueva de los Güanches en Icod, Tenerife, estaba habitada. Y los 1.000 años a.n.e. tampoco son relevantes en sí mismos, pues mañana puede descubrirse otro saxo o resto biológico y hay que retrasar todavía más el umbral de las olas poblacionales; Salvo por la constatación de que poco a poco, desde Álvarez Delgado (Situó el Poblamiento en época histórica bajo dominio romano) hasta hoy, a regañadientes han tenido que reconocer, poco a poco y a golpe de “dataciones”, que el Poblamiento Güanche es mucho más antiguo de lo que decían.
¿Y qué se les podía perder a los cartagineses en Canarias? Pero si estaban ocupados en consolidar “el asentamiento de su ciudad y su expansión por los alrededores y las islas frente a la costa (Baleares, Sicilia, Córcega, etc.), lo que originó la Primera Guerra Púnica con Roma, y posteriormente su expansión hacia la Península Ibérica, lo que ocasionó la Segunda Guerra Púnica. ¿Para qué ocuparse de Canarias? ¿Por sus recursos naturales? Seamos serios, para las Industrias del Garo, Salazones o Purpura, se necesitaban unas instalaciones de tal envergadura que, aunque en tiempos pasados fuera, hubieran dejado una huella indiscutible e incuestionable en forma de ruinas y yacimientos arqueológicos costeros que ya se habrían descubierto, pues si algo está explorado/ saqueado en Canarias es nuestro litoral. Y para acceder a la riqueza pesquera del Banco Canario- Saharaui no hace falta venir tan lejos; Por otra parte, la teoría de que venían solo a buscar materia prima para su posterior procesado en el continente, estaría bien si se hubiera contado con grandes y rápidos medios de transporte marítimo, lo que no es el caso. Venir desde el cercano continente a buscar unos fardos de orchilla, unas ánforas de pescado o murex, en una peligrosa navegación con medios precarios y de larga duración (Varios días hasta Mogador), cuando allí tenían materia prima suficiente, al lado mismo de las Instalaciones e Infraestructuras, es un sinsentido. Mantener las infraestructuras, medios de transporte, vigilancia y seguridad de las factorías como sus alrededores y las rutas de transporte y aprovisionamiento, hubiera resultado demasiado oneroso para justificarse mediante solo el yacimiento de Lobos. Mantener una escuadra o varias flotillas con solo eso, es un disparate.
Por otra parte se sabe ya que “Las Purpurarias” que tanto han dado que hablar y escribir, eran los Islotes de Mogador, donde sí que se han encontrado pruebas de la existencia, desde la ocupación fenicia, de estas industrias, cuyas ruinas son perfectamente apreciables con Google Maps, y en tanto que centro productor de Garo, Salazones de pescados y purpura, necesitaba unas instalaciones de mampostería que ni se han encontrado en Canarias, ni pueden sustituirse con cuatro charcos inter mareales ni con los muros de piedra que a modo de trampas, levantaban los Güanches en la zona de influencia de la pleamar y la bajamar; Y los lugares donde de forma más o menos natural y con algo de artificio, donde es muy probable que se aprovisionaran de sal, no justifican unas salinas de la suficiente envergadura para sostener el consumo interno y la gran cantidad de sal necesaria para las industrias relacionadas con los recursos marinos, garo, salazones y purpura.
Cualquiera puede hacer una búsqueda en Google con las palabras “garo, salazones y purpura”, y ver las imágenes de las ruinas de las instalaciones púnicas y romanas que de esas industrias quedan. De “eso en canarias no hay”, y pretender justificarlo con lo que se pueda recolectar en cuatro charcos inter mareales, que no bastarían para dar de comer a los Auchones cercanos es ir demasiado lejos. En cuanto a las pretendidas inscripciones Líbico- latinas, es otra tomadura de pelo.
La diferencia entre líbico latinas y líbico bereberes, estriba en que de las primeras se tiene una traducción, pues aparecen en textos bilingües, bien sean cartagineses o romanos o de otros (Árabes, bizantinos..). Esto las sitúa en un contexto histórico o temporal conocido. El problema estriba en que por un lado el lenguaje y la escritura evolucionan con el paso del tiempo, y ni “la plantilla” del púnico ni la del romano, sirven para traducir las inscripciones “líbico bereberes”, ni con la del resto de culturas y pueblos que han ocupado o pasado por el Norte de África, luego son anteriores al paso o establecimiento de todos estos pueblos y Culturas por allí. Luego si las “inscripciones latinas” de Canarias no pueden traducirse con las plantillas conocidas en el Norte de África (Salvo alguna excepción), quiere decir que “el corpus de inscripciones canarias” es anterior a las llamadas inscripciones latinas, por lo que han sido errónea o interesadamente etiquetadas; Que las inscripciones canarias son líbico bereberes, hechas por gentes que no tenían nada que ver ni con Cartago ni con Roma.
Por otra parte, es lógico pensar que si pobladores norteafricanos vinieron a Canarias, es que algún conocimiento de su existencia o como mínimo, eran divisables desde la costa continental o por navegantes de cabotaje (Yo he visto una sola vez en mi vida Fuerteventura desde Anaga (Unos 700 metros sobre el nivel del mar), y que como el Poblamiento no se produjo de una sola vez, sino que las islas tuvieron aportes poblacionales y culturales en diferentes momentos (Están constatadas por ejemplo todas las fases neolíticas norteafricanas en las islas), es o sería normal que en tiempos protohistóricos o históricos (Otra perversión semántica de tintes racistas) navegantes de cabotaje o simples colonos llegaran a algunas islas. Es más probable para explicar esas “excepciones” de alguna inscripción, que la de suponer un proceso colonizador y meterlas todas en un mismo caso. Porque entre otras razones, está la de que la mercancía más valiosa de aquellos tiempos eran los seres humanos, los esclavos, y que se sepa, a Canarias ni llegaron las Legiones romanas tras los cartagineses, ni las Hordas bárbaras tras los romanos, por lo que nadie ha sabido explicar que ambos dejaran atrás a varios miles de esclavos, de ganados que se pueden sacrificar y salar o secar la carne y aprovechar los cueros, y todo el grano acumulado; Todo ello una riqueza inmensa, pues por ejemplo para Tenerife se ha llegado a estimar en unas 100. 000 cabras para atender a las necesidades de su población, lo que nos puede dar una idea del computo total. Solo de cabras (Ovejas, cochinos...). Es más, ¿Porqué huir de aquí para ir a meterse en la devastación y barbarie de la guerra, si permaneciendo aquí estaban a salvo hasta que se calmaran las cosas por allá (Tras la caída de Cartago y Roma)? ¿Y en todo caso, porqué abandonar toda aquella “riqueza” y no volver a buscarla?

Todo esto me lleva a la inevitable conclusión de que esos que “intentan evitar la mistificación” de los Güanches y su politización, ellos que han mistificado tantas mentiras en torno a los orígenes supuestos de una supuesta raza que solo existe en su imaginación calenturienta, construida a golpes de “colorines del Jabato, el Capitán trueno y el guerrero del antifaz” en el B.O.E., de que todos estos bien intencionados realmente son “creadores de opinión y manipuladores al servicio españistaní o criollos acomplejados”, respondiendo los primeros, principalmente al perfil de “funcionario jubilado (Sobre todo militares, policías de o de juzgados) o “rentista residente” (obviamente franquista recalcitrante), con “títulos” (El 99,99% de las veces no tienen nada que ver con la Arqueología o la Historia, pero los esgrimen como prueba de “su razón”)

Que no nos engañen, claro que algún contacto con cartagineses o romanos o comerciantes o gentes mazigias que estaban en contacto con ellos, arribarían a Canarias en algún momento, pero eso no significa nada (Por ejemplo, hay fundadas sospechas de peregrinaciones anuales a Tenerife desde el continente a rendir culto a nuestra “Magné Chaxiraxi”); “También hay vida fuera de la historia y la historiografía oficial u oficiosa”, acomodaticia a los intereses políticos de turno y pronta a extender la mano.
Que no nos distraigan esos voceros que aparecen de tarde en tarde, unos a aparentar cordura o mesura y otros a insultar y menospreciar. Ambos persiguen el interés de hacernos dudar o de hacernos perder el tiempo en nuestros deberes de aprender, estudiar, investigar nuestros verdaderos orígenes y pelear por nuestra Tierra y nuestro Pueblo. Su ganancia está en nuestra desunión e ignorancia, pues un pueblo inculto y desconocedor de su historia pasada y presente, ni hace Revoluciones ni alcanza la Libertad ni se sacude el yugo de la dependencia colonial; Sin embargo, uno culto y consciente de su propia realidad histórica, aunque sea con uñas y dientes, no solo hace revoluciones, sino que las consolida y mantiene en el tiempo frente a todas las dificultades que surjan, rompiendo todas las cadenas físicas y psicológicas con la metrópoli, volando por sí mismo sin ataduras extranjeras.
Desde la Vieja Fortaleza, Rukaden Ait Anaga.
Octubre de 2014.


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