miércoles, 31 de julio de 2013

EL NAVIO INGLES GABRIEL MERODEA POR LAS ISLAS





1592
Un navío inglés propiedad de la Reina, de retorno de Santa Cruz de Berbería (adonde se había dirigido para dejar un embajador inglés acreditado cerca del Xarife), decidió darse una vuelta por las Canarias para hacer alguna presa.

El primer puerto donde intentaron los ingleses capturar un navío fue en Santa Cruz de Tenerife; mas el castillo de San Cristóbal con sus certeros disparos logró abortar el asalto. Desde Tenerife los ingleses se dirigieron a La Gomera, donde se les presentó ocasión excelente, pues entonces se hallaba en Vallehermoso un buque flamenco de nombre Tres Reyes, su maestre Giraldo, contratado por el vecino de Garachico Luís Rodríguez, para cargar en aquella isla ejes de carreta y conducirlos a Sevilla.

El navío inglés, por nombre Gabriel, artillado con 25 cañones, asaltó sin reparo a la nao flamenca, desvalijándola de bastimentos y artillería.

Había esta última venido de Irlanda a Canarias con un cargamento “de madera para pipas” destinado a Garachico, Santa Cruz de La Palma y San Sebastián de La Gomera, y ahora finalizada su comisión había sido fletado por el mercader de Garachico, Rodríguez, con el fin indicado. Por el maestre de la nao, Juan Giraldo, supieron los ingleses que en el puerto de Santa Cruz de La Palma estaba fondeado un rico galeón de Indias, y entonces se prepararon sin pérdida de momento para asestar sobre aquel poderoso navío su segundo golpe.

Con tal objeto se acercaron sigilosamente al puerto de Santa Cruz, a cuya vista y con la primera oscuridad se separó del Gabriel una lancha con diez tripulantes, de ellos seis ingleses, tres alemanes y el flamenco Juan Giraldo como práctico, quienes después de bogar toda la noche sin descubrir el puerto, comprobaron con las primeras luces del alba que la fatalidad se había atravesado en su camino, encargándose el mar, impetuoso en extremo, de separarlos para siempre de el Gabriel.

De esta manera, en medio de la mayor desesperación, quedaron aquellos seis ingleses y sus cuatro forzados compañeros a merced de las olas, desorientados y sin saber la ruta que seguir. Primero se dirigieron a La Palma robando una barca de pescadores, por tener vela, mientras abandonaban su lanchón; apenas si pudieron hacerse en esta entrada con algo de vino, pescado y pan. De La Palma volvieron a La Gomera para hacer aguada, y después de vagar diversos días siempre en espera de algún buque compatriota o amigo, tuvieron que acercarse a la isla de Tenerife, extenuados por el hambre y la fatiga, hasta encallar en las costas de Abona, y más concretamente en el surgidero de Montaña Roja.

Los flamencos se ofrecieron para hacer de intermediarios con los naturales, sin otro objeto que recuperar su libertad, y una vez alcanzada se dirigieron a Abona a comunicar el caso al alcalde y al capitán Pedro Soler.

Puestas las milicias en marcha para capturarlos, los ingleses reembarcaron otra vez; mas no teniendo ya fuerzas para nada se entregaron al día siguiente a la primera llamada que se les hizo.

Eran éstos, según la confusa ortografía castellana: Richarte Persi, Guillermo Sebastián, Roberto Estrefi, Constantino Collymgd, Pedro Rodrigo y Francisco Luís.

Por acusaciones de los mismos prisioneros se supo que este último, Francisco Luís, había dado asilo en 1586 a tres marineros del Primrose, procesados por el Santo Oficio, y que  había conducido como fugitivos en su carabela a la isla de Fuerteventura, donde al verse perseguido los desembarcó, mientras el huía a la isla de la Madera, su punto de destino.

De igual manera se supo que Juan Giraldo, flamenco, maestre de los Tres Reyes  había sido uno de los prisioneros del Primrose en 1586 y que se había escapado de Las Palmas cuando tenía la ciudad por cárcel, abusando del buen trato de los inquisidores. Por tal motivo, tanto éste como aquéllos quedaron detenidos.

Desde Abona fueron trasladados a La Laguna, hasta que reclamados por el Santo Oficio fueron embarcados en septiembre de 1592 para la isla de Gran Canaria. (A.Rumeu de Armas, t.II. 2ª pte. 1991).

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