martes, 11 de agosto de 2015

"La historia necesita al menos dos caras para ser contada y acercarse a la verdad".




Hagamos un recordatorio del encuentro violento que hubo entre nuestro pueblo y su cultura. Hablar de victorias y de recordar las derrotas. En esta aventura histórica, donde el reino de España fue la parte militar y política victoriosa; los que estuvieron allí, los otros, los que fueron vencidos y cuyos relatos fueron truncados para que no se pudieran transmitir de generación en generación para convertirnos en un pueblo sin historia.

Me imagino a nuestros antiguos pobladores espiando cada movimiento, cada acto o reacción de aquellos bárbaros de lengua extraña que llegaban en grandes barcos y ponían sus pies de extrañas armaduras, vestidos de hierro deslumbrante, infundiendo temor, el temor que tuvieron que sentir nuestros menceyes por miedo a perder su nación, por ver masacrado a su pueblo. y que más tarde esos guerreros más fuertes nos convertirían en sus esclavos. En nuestras coplas y memorias se debería olvidar como una maldición una última estrofa: "Donde llegaban los españoles, todo quedaba desolado"
"No se si fue triunfo o derrota. Pero si, el doloroso nacimiento del pueblo mestizo en el que se convirtió nuestra Patria, nuestras islas Canarias.

Lo único que cabe señalar es que en nuestro recuerdo histórico miremos hacia el presente, y que si se subrayan los derechos pendientes del pasado es para romper una manera actual de hacer política que no sabe avanzar sin cobrarse nuevas víctimas..La historia que divulgaron los conquistadores españoles escrita por sus cronistas y perpetuada por sus educadores y evangelizadores, tiene muchos vacíos y mentiras mal contadas para negar el pasado.

Maria Gomez Diaz) Agosto de 2015.


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