sábado, 10 de mayo de 2014

LA REAL JODIENDA NO TIENE ENMIENDA






Capitulo X

Chaurero n Eguerew

Los supuestos hijos bastardos de Juan Carlos I:

Ingrid Sartiau y Albert S. Jiménez. Foto: Tura Soler
“Ella es belga, él catalán. Se conocieron en Gerona. Nunca antes se habían visto, pero los dos tienen algo en común: reclaman la paternidad del rey Juan Carlos. Tras conocer los resultados de unas pruebas de ADN que confirman que ambos comparten progenitor,  los dos hermanos se preparan para anunciar la noticia a Casa Real. “Vamos a mandar un fax a Zarzuela para comunicarles el resultado de los exámenes”, explica  Albert Solà Jiménez, quien asegura ser el primogénito del Rey.
Por su parte, Ingrid Sartiau reside en Gante y tiene 46 años. Su madre le comunicó la identidad de su progenitor mientras veía la televisión. “Este hombre es tu padre, me dijo, cuando aparecían unas imágenes del Rey de España en una cadena belga”, según narra ella misma. La joven sostiene que su madre, Liliane Sartiau, conoció al monarca en 1956, en Francia. La pareja se reencontró en 1966, en una feria en Luxemburgo, y nueve meses más tarde nació la pequeña Ingrid.
Pese a descubrir hace años el nombre de su supuesto padre, empezó a indagar su ascendencia hace solo unos meses. Convencida de su relación con el monarca, buscó información sobre los Borbón. Casualmente, buceando en internet encontró a una persona en su misma situación: Albert Solà Jiménez, un hombre de Gerona que desde los años noventa intenta demostrar su parentesco con el Rey. “Encontró una entrevista que concedí a una cadena de televisión holandesa y se puso en contacto conmigo”, comenta Solà.
Desde hace ya varios años, Albert tiene clara su relación filial con el monarca. A mediados de los años cincuenta, el por aquel entonces príncipe Juan Carlos, hizo un viaje desde la academia militar de Zaragoza, donde se encontraba estudiando, a Barcelona. Allí, siempre según el relato del gerundense, conoció a María Bach Ramon, hija de una familia de conocidos banqueros de la ciudad, que daría a luz a Albert en 1956. “Poco antes de nacer yo, el Rey le comunicó la noticia a varios de sus amigos”, sostiene Solà.
Tras el parto, unas enfermeras de la Maternidad de Barcelona arrebataron el niño a María Bach y lo llevaron a Ibiza, lugar en el que estuvo hasta 1961. Pasada su estancia en la isla balear, regresó a Barcelona y en 1964 fue adoptado por la familia Solà Jiménez, de Sant Climent de Peralta. Al empezar a investigar sobre su familia biológica, Albert descubrió en unos documentos que aparecía la expresión “chupete verde”, una acotación que, según algunos historiadores consultados por él, hace referencia a los bebés de sangre real. “Estuve viviendo en México, volví para investigar mi adopción. Pero desde entonces no puedo salir del país, dicen que por seguridad. Estoy encerrado como en una jaula”.
 “Sí, los resultados han sido positivos. Soy hija del Rey”, explica Ingrid desde Gante. Ni ella ni su marido, Jean Marie Martí, han tenido tiempo de asimilar esta nueva situación, por lo que se muestran todavía muy precavidos en sus declaraciones. “Nos hemos enterado hace unas semanas, estamos todavía impresionados. No queremos sacar nada de esta situación”, comenta el esposo de Sartiau.

Tras entablar conversación hace unos meses, los hermanos decidieron hacerse unas pruebas de ADN. “Le mandé el material necesario al profesor Jean-Jacques Cassiman, un genetista de la Universidad de Lovaina, reconocido a nivel mundial”, dice Solà. El catalán envió al científico los resultados de su perfil ADN para que los comparara con los de Ingrid y saber qué probabilidad de parentesco existía entre ambos. Dos meses después tenían los resultados. La primera en conocerlos fue ella, pero inmediatamente se los transmitió al español: eran hermanos al 91 por ciento.” (Humberto Rosario Díaz).

Esta es la primera vez que la inviolabilidad del jefe del Estado se extiende a cuestiones relacionadas con el Derecho de Familia y, aunque es recurrible ante la Audiencia de Madrid, la Fiscalía impugnaría los recursos no sólo por el argumento de la inviolabilidad, sino porque también las demandas están “absolutamente huérfanas de un mínimo principio de prueba”.
Tal y como publica El Mundo, las demandas no se tramitarán en virtud de, en primer lugar, la inviolabilidad que la Constitución reserva al jefe del Estado. Un factor que, según las magistradas, otorga al Rey un “estatus o protección especial” en el ámbito civil y el penal.
Los juzgados de Primera Instancia de Madrid número 19 y 90, especializados en procesos de familia, han rechazado las demandas de Alberto Solá e Ingrid Sartiau, de nacionalidad belgas, en las que se pedía resolución “que declare que es hijo/a por vía consaguínea de don Juan Carlos Alfonso Víctor María de Borbón y Borbón-Dos Sicilias”.
El rechazo de las demandas se fundamenta en que, de acuerdo con el artículo 56.3 de la Constitución, “la persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad”. El auto del Juzgado de Primera Instancia número 19 se argumenta que "recogiendo la tradición histórica e internacional, atribuye al Rey un estatus o protección especial confiriéndole inviolabilidad e irresponsabilidad".
A juicio de la magistrado, la inviolabilidad que la Constitución reserva al jefe del Estado “implica la imposibilidad no sólo de exigir responsabilidad penal sino también la de dirigir contra el Monarca acciones ante la jurisdicción civil”.

Algunos chanchullos de familia:

Enrique de Orleáns:


 Conde de París, cabeza de la rama segunda que aspira al trono de Francia, ha difundido en Francia una declaración en la que, para intentar descalificar al pretendiente de la rama primera, Luís Alfonso de Borbón Martínez Bordiú, afirma que los Borbones de España son ilegítimos. Estas declaraciones habrían sentado muy mal en Zarzuela, ya que desaprueba la “legalidad'” de la monarquía española, según afirma Monarquía Confidencial.
El conde de París argumenta que la reina María Luisa de Borbón Parma, esposa de Carlos IV, mantuvo una relación con Manuel de Godoy de la que nació Fernando VII en 1784. De este modo, Isabel II, hija de Fernando VII, ya no tendría linaje Borbón, pero sí su marido, Francisco de Asís, el primogénito del tercer hijo de Carlos IV. Sin embargo, y atendiendo al hecho de los numerosos amantes de Isabel II habría nacido Alfonso XII, que ya no tendría sangre azul, y del que procede tanto el rey  Juan Carlos como el hijo de la nieta de Francisco Franco.  
María Luisa Sanz de Limantour:


Tal como recoge Sara Olivo: A Juan Carlos le sale una nueva tía bastarda María Luisa Sanz de Limantour y guarda un lejano parecido con la Infanta Cristina. De nacionalidad francesa y residente en Marbella, presunta nieta de Alfonso XII y de la cantante de Ópera Elena Sanz, reivindica su derecho a utilizar el apellido del monarca, como ya hiciera Alfonso de Borbón.

En una entrevista publicada por el diario El Mundo, María Luisa Sanz de Limantour narra toda su experiencia vital.
No fue hasta los quince años cuando tuvo noticia de sus ilustres orígenes. Su progenitor, Alfonso, y su tío Fernando Sanz, fueron el fruto de los amores "prohibidos" del Rey Alfonso XII y la cantante de Ópera, emparentada con la aristocracia, Elena Sanz.
En la película "Donde vas Alfonso XII, interpretada por Vicente Parra y Paquita Rico en los papeles del díscolo Rey y su esposa María Cristina, se menciona a Elena Sanz, de una forma que no le gusta nada a su descendiente. Según María Luisa Sanz de Limantour la relación entre su abuela y el Rey perduró hasta la muerte de éste.
Le escribía cariñosas cartas en las que hablaba de sus hijos como "mis nenes" y hasta Isabel II, que guardaba un extraordinario cariño a Elena Sanz, la consideraba "mi nuera ante Dios". No tan buena fue la relación con la segunda esposa del Rey, la Infanta María Cristina, bisabuela de Don Juan Carlos, quien obligó a firmar unos misteriosos papeles a la amante de su marido cuando éste falleció. María Luisa quiere hacer valer los derechos de sus nietos a usar el apellido Borbón “que es muy importante en este país. Y además es nuestro apellido”. (Sara Olivo, 2006).
El conde de Girgenti:
Esposo de la Infanta Isabel “la chata” se suicidó.
Antonio de Orleáns:
(1873-1930) dilapidó en amoríos su gran patrimonio y, finalmente, los jueces lo incapacitaron.
Fernando de Baviera y Borbón:
 (1884-1958) se hizo republicano en 1931. 
Alfonso de Borbón y Batemberg: 



Príncipe de Asturias y Conde de Covadonga, nacido en 1907. Hijo primogénito del rey Alfonso XIII y la reina Victoria Eugenia de Batemberg; y, sin embargo, un niño hemofílico. Enfermedad, que había heredado de su madre, la reina Victoria Eugenia, y transformaría su vida ya que nunca le permitiría ser nada más que un niño triste.
De ahí quizá vino esa posición de desgana personal hacia todo lo que le rodeaba, su escaso interés por la política y los asuntos de Estado y, también, sus malas relaciones con el Rey. Un Rey que nunca superó que su hijo mayor fuera un enfermo, cuando lo que se pedía a un heredero era precisamente fortaleza y salud... Y un heredero. Y Alfonso no mostraba intención alguna de contraer matrimonio. Incluso había rechazado, a sabiendas de que como heredero a la corona de España tenía que casarse para perpetuar la dinastía, a la princesa, Ileana, hija de la reina María de Rumanía.
En 1931, con la caída de la Monarquía, la Familia real española parte hacia el exilio. Los Reyes deciden separarse, comienzan los problemas de dinero y la salud del príncipe Alfonso va a mucho peor. Se le ingresa, entonces, en una clínica de Lausana, Suiza, y es allí, justo cuando menos se lo espera, cuando conoce a Edelmira Sanpedro. La hija de un hacendado cubano, con porte aristócrata y el pelo y los ojos de color azabache.

El Rey Alfonso XIII se enteró por la prensa de la relación de su hijo con la joven cubana y se opuso frontalmente a un matrimonio tan desigual. El verano de 1933, en Lausana, el Príncipe de Asturias, don Alfonso de Borbón y Battemberg, convencido de que nada se podía hacer para arreglar la situación, renunció oficialmente a sus derechos a la corona de España, así como al de sus sucesores.
Días después, el conde de Covadonga –ya no era Príncipe de Asturias- contrajo matrimonio con Edelmira en una sencilla ceremonia. A la boda, celebrada en Lausana, asistieron solamente la reina Victoria Eugenia y las infantas Beatriz y Cristina.
Dos años después, y tras una larguísima luna de miel, de vino y rosas, la Puchunga -así era conocida entre la Familia real- decidió poner tierra entre los dos y regresar a Cuba. Don Alfonso de Borbón, que permaneció sólo en París por un tiempo, terminó desesperado y se embarcó rumbo a América con la intención de recuperar a su mujer.

Se rehizo el matrimonio y se impusieron los buenos tiempos hasta que con el estallido de la Guerra Civil española, el príncipe Alfonso cayó gravemente enfermo. Entonces, Edelmira que ya no estaba dispuesta a seguir soñando con que un día sería de verdad princesa, le abandonó para siempre.
Dos meses después de su divorcio, el conde de Covadonga volvió a contraer matrimonio. En esta segunda ocasión, también, con una hermosísima cubana, Marta Esther Rocafort Altuzarra, hija de un dentista de la Habana y modelo reconocida de alta costura en Nueva York. Una mujer de impresionante belleza, muy parecida a la primera, a la que conoció en una fiesta en Manhattan.
Don Alfonso murió solo, el 6 de septiembre de 1938, durante una noche en la que conduciendo su coche por las calles de Miami, se estrelló contra un poste de teléfono. A su entierro no fue apenas nadie. Y la única persona le envió flores fue su madre, la reina Victoria Eugenia.
Beatriz de Borbon:


El tercer hijo de Alfonso XIII nació muerto. Y después vinieron dos niñas, a las que ni siquiera se tuvo en cuenta. Pero, al menos en el caso muy concreto de la infanta Beatriz, era mejor no reivindicar el derecho de la mujer a heredar el trono, si tenemos en cuenta lo que acabó dando de sí su descendencia. Beatriz, que junto con su hermana Margarita era uno de los peores partidos de la realeza en toda Europa, por el hecho de ser posibles portadoras de la hemofília, se hubo de con casarse con Alessandro Torlonia, un personaje de discutible reputación que tenía un título grandilocuente, príncipe de Civitella-Cese, pero de escaso valor. Su primogénita Sandra huyó para casarse con un playboy llamado Clemente Lecquio, que había sido embajador de la Italia fascista en Madrid entre 1940 y 1943, y después había vivido varios años en Perú como productor cinematográfico.
En 1963 el pretendiente al trono de Italia, Humberto de Saboya, que fue muy amigo de Don Juan en Estoril, donde compartían exilio, le hizo la gracia de inventarle el título de conde, que nunca tuvo validez legal en Italia. De Sandra y Clemente nació Alessandro Lecquio. Sí, el famoso conde Lecquio de los escándalos rosa, que podría haber sido hoy en día el rey de España.
Luís Fernando de Orleans y Borbón:


Nació en Madrid, en 1888 durante la minoría de su primo, Alfonso XIII. El 4 de noviembre de 1888 su tía, la reina regente Maria Cristina decretó: ...vengo en disponer que el hijo o hija que diere a luz mi dicha hermana Doña Marí Eulalia Francisca de Asis) goce las prerrogativas de Infante de España y mando que se le guarden las preeminencias, honores y demás distinciones correspondientes a tan alta jerarquía.[
En 1899 Luís Fernando y su hermano Alfonso fueron enviados a Inglaterra para ser educados por los Jesuitas en el Beaumont College, y no regresaron a España hasta  1904. En 1900, tras varios años de discordia e infidelidades mutuas, sus padres se divorciaron, hecho que causó un gran escándalo en el seno de la familia Borbón. Desde aquel momento, Luis Fernando comenzaría a tener una relación indiferente hacia su madre, que dedicaba su tiempo a viajar por varios países europeos, y cortó cualquier vínculo con su padre, que por aquel entonces mantenía una tormentosa relación con su amante,Carmen Gimnnez Flores, a la que posteriormente Alfonso XIII otorgaría el título de vizcondesa de Térmens.
En octubre de 1924 Luís Fernando fue expulsado de Francia por haber estado envuelto en un caso de tráfico de drogas. Como respuesta por el escándalo, su primo el rey Alfonso XIII de España anuló sus privilegios como infante de España y le retiró el título el 9 de octubre de dicho año, a pesar de las protestas de don Luís Fernando. Incapacitado para vivir ni en España ni en Francia, don Luís Fernando se trasladó a Lisboa. En marzo de 1926 fue arrestado nuevamente intentando cruzar la frontera hispanoportuguesa  disfrazado de mujer, y fue acusado de contrabando.
El desmesurado nivel de vida de Luís Fernando de Orleans obligó a su mujer a vender su castillo y sus tierras en Chaumont. En febrero de 1935 Luís Fernando fue nuevamente extraditado de Francia, pues había sido detenido en una redada de la brigada antivicio. Desde hacía años se había cuestionado su orientación sexual de Luís Fernando, abiertamente amanerado y al que el populacho madrileño llamaba "el rey de los maricas". Una vez que Luís Fernando dilapidó la fortuna de su esposa éste la abandonó. Ella moriría en 1943. Él pasó los dos siguientes años viviendo en París. Falleció en un hospital de París en 1945, tras una dolorosa operación de castracion para extirparle el cáncer de testículos que padecía. Está enterrado en la iglesia del Corazón de María, en la rue de la Pompe, en París. (wikipedia).

Otros bastardos reales españoles notorios:
Leandro de Borbón:


El caso más conocido es el de Leandro de Borbón, antaño conocido como Leandro Ruiz Moragas. El hijo bastardo de Alfonso XIII fue reconocido en mayo de 2003. Había presentado un expediente de más de 400 páginas que resultó irrefutable para la justicia. Fruto del romance entre el difunto rey y la actriz Carmen Ruiz Moragas, describió la sensación que le produjo ser el hijo no reconocido del monarca en “El Bastardo Real” y se paseó por no pocos platós de televisión.

Kanarias noviembre de 2013.

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