La muerte del cabrero
Por Paco Déniz (*) - Canarias Semanal
Desde que el mundo es mundo, y probablemente mucho
antes -escribe PACO DÉNIZ - los antepasados de Toño, el cabrero de Tafuriaste,
han pastoreado su ganado por el Valle de Taoro (...).
Desde que el mundo es mundo, y probablemente mucho antes, los
antepasados de Toño, el cabrero de Tafuriaste, han pastoreado su ganado por el
Valle de Taoro. Entonces llegaron los del chalet y se quejaron del olor de las
cagarrutas, de las moscas y de las plantas rapiñadas. Escrupulosos con las
cabras no les molesta la mierda y los ladridos de sus perros, pero el sustento
de Toño pa' descanse sí. Por eso inician una campaña de acoso y derribo al
cabrero. Tienen abogados, políticos, leyes a su favor; tienen todas las de
ganar. Nadie habla con él, sino que van a la prensa, a sanidad, e incluso
presentan propuestas para eliminar su actividad ganadera. En las comisiones del
Ayuntamiento de la Orotava,
los concejales del PP insisten una y otra vez en que hay que sacar las
cabras de ahí. El Ayuntamiento gobernado por CC no hace nada, no da soluciones,
no dialoga y cede a las presiones de la avanzadilla política de los nuevos
ricos. Sanidad le manda advertencias por escrito. El ayuntamiento le encierra
las cabras cerca de dos meses, dos meses sin salir a comer alguna hierbilla.
Cuesta mucho el pienso y la economía del cabrero se resiente. Llega entonces la
amenaza municipal de 72 horas para desalojar el barranco. Pero las cabras están
preñadas de baifos. Todo el mundo lo sabe, los baifos anuncian la navidad y las
cabras no se pueden mover. Pero no hay luces en los responsables políticos
municipales, no hay amor por lo nuestro ni por los nuestros, sólo un plazo de
72 horas, un plazo que finaliza también con vida de Toño. Una persona buena,
excelente, afable. Las presiones del chalets, los silencios y las amenazas
notificadas acabaron con su vida, asesinándolo, igual que matan a la
agricultura y a la ganadería. Matando a disgustos a los ganaderos. Creando
alarma social por una fiebre sin consecuencias que arruina a las cabreras que
no venden su queso porque la prensa retrata tus cabras en las portadas como si
fueran animales corruptos. Eso sí, al entierro asistieron las autoridades
políticas, las mismas que no dieron una solución, las mismas que admitieron la
presión a trámite, que no se sentaron a hablar, las mismas que subvencionan la
carne y el queso foráneo y arruinan al del país.
¡Qué le vamos a hacer! La vuelta
al feudalismo es lo que tiene, que la venganza y la inmolación se convierten en
una salida política. Pero no es aconsejable volver a esos tiempos, porque las
pasiones se enconan y la gente se suicida, y se enviolentan, y se enredan una
manta a la cabeza y no sabe uno lo que puede pasar.
(*) Paco Déniz es profesor de la Universidad de La Laguna y miembbro de Alternativa Sí se Puede por Tenerife.
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MIÉRCOLES,
24 DE OCTUBRE DE 2012
LA OROTAVA. EL DIA.
Dolor y rabia en Benijos
Benijos
se paralizó ayer para enterrar a Antonio Dóniz Melchor, el cabrero que se quitó
la vida este lunes, día en que se cumplía el plazo dado por el ayuntamiento
para desalojar sus cabras del barranco de Tafuriaste. El Cabildo pidió ayer
posponer la decisión final sobre los animales "por respeto al
fallecido".
RAÚL SÁNCHEZ, La Orotava
El barrio orotavense de
Benijos se paralizó en la tarde de ayer para despedir al cabrero Antonio Dóniz
Melchor, que según los informes preliminares de la autopsia se habría quitado
la vida este lunes tras ingerir algún tipo de veneno. Su muerte se produjo
justo el día en que expiraba el plazo que le había dado el Ayuntamiento de La Orotava para desalojar sus
cabras del barranco de Tafuriaste, debido a la aparición de un brote de fiebre
Q. El entierro de este hombre de 51 años, casado y padre de tres hijos, aunó
dolor y rabia por una muerte trágica que familiares, amigos y vecinos
consideran que pudo evitarse.
Cientos de personas
acompañaron el féretro de Antonio Dóniz Melchor en la cripta de Benijos y los
bajos de la parroquia de Santa María de la Cabeza y San Isidro Labrador.
Casi todos en el barrio
vinculan la trágica muerte de "Toño el cabrero" con el proceso de
desalojo obligado de sus cabras del barranco de Tafuriaste, junto a las de
otros dos cabreros. Desde hace casi dos meses, Dóniz afrontaba un conflicto que
terminó por superarle. Este lunes cumplió una amenaza que había repetido a
mucha gente, desde amigos hasta concejales de La Orotava.
En Benijos, la muerte de
este vecino ha causado mucho dolor por su pérdida y por ver una familia
destrozada, pero también mucha rabia, sobre todo entre quienes creen que se ha
empujado a los cabreros hacia un callejón sin salida.
El consejero insular de
Agricultura y Ganadería, José J. Bethencourt, que ayer acudió al sepelio
acompañado del alcalde villero, Isaac Valencia, y del edil Juan Dóniz, pidió
posponer la decisión final sobre las cabras de Tafuriaste "por respeto al
fallecido". Además, recalcó que "ahora es mucho más urgente reflexionar
sobre lo ocurrido que reubicarlas".
ANC cree que la tragedia se
pudo evitar
ANC criticó ayer la
"mala gestión" del gobierno de La Orotava (CC) en el desalojo de las cabras del
barranco de Tafuriaste y consideró que "si se hubiera actuado de otra
manera en este asunto, el suicidio de este cabrero podría haberse
evitado". Según ANC, "tanto el Cabildo como el ayuntamiento debieron
actuar mucho antes, ofreciendo a los cabreros lugares aptos para desarrollar su
actividad". ANC aseguró que "el propio fallecido había amenazado a
concejales con que se quitaría la vida si desalojaban sus cabras". Para
esta formación, "el pastoreo es una actividad milenaria en el Valle, que
forma parte de nuestra cultura tradicional, por lo que merece un respeto y reconocimiento
que jamás han tenido de las autoridades y que, tras más de 30 años de gobierno
de CC en La Orotava,
se ha llegado a marginar e, incluso, criminalizar".
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