martes, 6 de noviembre de 2012

CARTAS DE PEPE JUAN DESDE TAMARANT (VII)





La muerte del cabrero



Por Paco Déniz (*) - Canarias Semanal
Desde que el mundo es mundo, y probablemente mucho antes -escribe PACO DÉNIZ - los antepasados de Toño, el cabrero de Tafuriaste, han pastoreado su ganado por el Valle de Taoro (...).
Desde que el mundo es mundo, y probablemente mucho antes, los antepasados de Toño, el cabrero de Tafuriaste, han pastoreado su ganado por el Valle de Taoro. Entonces llegaron los del chalet y se quejaron del olor de las cagarrutas, de las moscas y de las plantas rapiñadas. Escrupulosos con las cabras no les molesta la mierda y los ladridos de sus perros, pero el sustento de Toño pa' descanse sí. Por eso inician una campaña de acoso y derribo al cabrero. Tienen abogados, políticos, leyes a su favor; tienen todas las de ganar. Nadie habla con él, sino que van a la prensa, a sanidad, e incluso presentan propuestas para eliminar su actividad ganadera. En las comisiones del Ayuntamiento de la Orotava, los concejales del PP  insisten una y otra vez en que hay que sacar las cabras de ahí. El Ayuntamiento gobernado por CC no hace nada, no da soluciones, no dialoga y cede a las presiones de la avanzadilla política de los nuevos ricos. Sanidad le manda advertencias por escrito. El ayuntamiento le encierra las cabras cerca de dos meses, dos meses sin salir a comer alguna hierbilla. Cuesta mucho el pienso y la economía del cabrero se resiente. Llega entonces la amenaza municipal de 72 horas para desalojar el barranco. Pero las cabras están preñadas de baifos. Todo el mundo lo sabe, los baifos anuncian la navidad y las cabras no se pueden mover. Pero no hay luces en los responsables políticos municipales, no hay amor por lo nuestro ni por los nuestros, sólo un plazo de 72 horas, un plazo que finaliza también con vida de Toño. Una persona buena, excelente, afable. Las presiones del chalets, los silencios y las amenazas notificadas acabaron con su vida, asesinándolo, igual que matan a la agricultura y a la ganadería. Matando a disgustos a los ganaderos. Creando alarma social por una fiebre sin consecuencias que arruina a las cabreras que no venden su queso porque la prensa retrata tus cabras en las portadas como si fueran animales corruptos. Eso sí, al entierro asistieron las autoridades políticas, las mismas que no dieron una solución, las mismas que admitieron la presión a trámite, que no se sentaron a hablar, las mismas que subvencionan la carne y el queso foráneo y arruinan al del país.
 ¡Qué le vamos a hacer! La vuelta al feudalismo es lo que tiene, que la venganza y la inmolación se convierten en una salida política. Pero no es aconsejable volver a esos tiempos, porque las pasiones se enconan y la gente se suicida, y se enviolentan, y se enredan una manta a la cabeza y no sabe uno lo que puede pasar.


(*) Paco Déniz es profesor de la Universidad de La Laguna y miembbro de Alternativa Sí se Puede por Tenerife.
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MIÉRCOLES, 24 DE OCTUBRE DE 2012
LA OROTAVA. EL DIA.
Dolor y rabia en Benijos
Benijos se paralizó ayer para enterrar a Antonio Dóniz Melchor, el cabrero que se quitó la vida este lunes, día en que se cumplía el plazo dado por el ayuntamiento para desalojar sus cabras del barranco de Tafuriaste. El Cabildo pidió ayer posponer la decisión final sobre los animales "por respeto al fallecido".
RAÚL SÁNCHEZ, La Orotava
El barrio orotavense de Benijos se paralizó en la tarde de ayer para despedir al cabrero Antonio Dóniz Melchor, que según los informes preliminares de la autopsia se habría quitado la vida este lunes tras ingerir algún tipo de veneno. Su muerte se produjo justo el día en que expiraba el plazo que le había dado el Ayuntamiento de La Orotava para desalojar sus cabras del barranco de Tafuriaste, debido a la aparición de un brote de fiebre Q. El entierro de este hombre de 51 años, casado y padre de tres hijos, aunó dolor y rabia por una muerte trágica que familiares, amigos y vecinos consideran que pudo evitarse.
Cientos de personas acompañaron el féretro de Antonio Dóniz Melchor en la cripta de Benijos y los bajos de la parroquia de Santa María de la Cabeza y San Isidro Labrador.
Casi todos en el barrio vinculan la trágica muerte de "Toño el cabrero" con el proceso de desalojo obligado de sus cabras del barranco de Tafuriaste, junto a las de otros dos cabreros. Desde hace casi dos meses, Dóniz afrontaba un conflicto que terminó por superarle. Este lunes cumplió una amenaza que había repetido a mucha gente, desde amigos hasta concejales de La Orotava.
En Benijos, la muerte de este vecino ha causado mucho dolor por su pérdida y por ver una familia destrozada, pero también mucha rabia, sobre todo entre quienes creen que se ha empujado a los cabreros hacia un callejón sin salida.
El consejero insular de Agricultura y Ganadería, José J. Bethencourt, que ayer acudió al sepelio acompañado del alcalde villero, Isaac Valencia, y del edil Juan Dóniz, pidió posponer la decisión final sobre las cabras de Tafuriaste "por respeto al fallecido". Además, recalcó que "ahora es mucho más urgente reflexionar sobre lo ocurrido que reubicarlas".
ANC cree que la tragedia se pudo evitar
ANC criticó ayer la "mala gestión" del gobierno de La Orotava (CC) en el desalojo de las cabras del barranco de Tafuriaste y consideró que "si se hubiera actuado de otra manera en este asunto, el suicidio de este cabrero podría haberse evitado". Según ANC, "tanto el Cabildo como el ayuntamiento debieron actuar mucho antes, ofreciendo a los cabreros lugares aptos para desarrollar su actividad". ANC aseguró que "el propio fallecido había amenazado a concejales con que se quitaría la vida si desalojaban sus cabras". Para esta formación, "el pastoreo es una actividad milenaria en el Valle, que forma parte de nuestra cultura tradicional, por lo que merece un respeto y reconocimiento que jamás han tenido de las autoridades y que, tras más de 30 años de gobierno de CC en La Orotava, se ha llegado a marginar e, incluso, criminalizar".


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