martes, 27 de agosto de 2013

MARTIN FIERRO-XLI




32
[CONSEJOS DE MARTIN FIERRO A SUS HIJOS]
Un padre que da consejos, Más que padre es un amigo. Ansí, como tal les digo Que vivan con precaución:
6915    Naides sabe en qué rincón
Se oculta el que es su enemigo.
Yo nunca tuve otra escuela Que una vida desgraciada. No estañen si en la jugada
6920    Alguna vez me equivoco, Pues debe saber muy poco Aquel que no aprendió nada.
Hay hombres que de su cencía Tienen la cabeza llena;
6925    Hay sabios de todas menas; Mas digo, sin ser muy ducho: Es mejor que aprender mucho El aprender cosas buenas.
No aprovechan los trabajos
6930    Si no han de enseñarnos nada. El hombre, de una mirada Todo ha de verlo al momento. El primer conocimiento Es conocer cuándo enfada.
6935    Su esperanza no la cifren Nunca en corazón alguno, En el mayor infortunio Pongan su confianza, en Dios; De los hombres, sólo en uno;

6940    Con gran precaución, en dos.
Las faltas no tienen límites Como tienen los terrenos; Se encuentran en los más buenos, Y es justo que les prevenga.
6945    Aquel que defectos tenga. Disimule los ágenos.
Al que es amigo, jamás Lo dejen en la estacada; Pero no le pidan nada
6950    Ni lo aguarden todo de él: Siempre el amigo más fiel Es una conduta honrada.

Ni el miedo ni la codicia Es bueno que a uno lo asalten;

6955    Ansí no se sobresalten

Por los bienes que perezcan. Al rico nunca le ofrezcan Y al pobre jamás le falten.
Bien lo pasa hasta entre pampas 6960    El que respeta a la gente.

El hombre ha de ser prudente Para librarse de enojos; Cauteloso entre los flojos, Moderao entre valientes.
6965    El trabajar es la ley
Porque es preciso alquirir.

No se espongan a sufrir Una triste situación: Sangra mucho el corazón
6970    Del que tiene que pedir.
Debe trabajar el hombre Para ganarse su pan, Pues la miseria, en su afán De perseguir de mil modos,
6975    Llama en la puerta de todos Y entra en la del haragán.
A ningún hombre amenacen, Porque naides se acobarda; Poco en conocerlo tarda
6980    Quien amenaza imprudente; Que hay un peligro presente Y otro peligro se aguarda.
Para vencer un peligro, Salvar de cualquier abismo,
6985    Por esperencia lo afirmo:
Más que el sable y que la lanza
Suele servir la confianza
Que el hombre tiene en sí mismo.
Nace el hombre con la astucia

6990    Que ha de servirle de guía; Sin ella sucumbiría; Pero, sígún mi esperencia, Se vuelve en unos prudencia Y en los otros picardía.
6995    Aprovecha la ocasión
El hombre que es diligente; Y ténganlo bien presente, Si al compararla no yerro: La ocasión es como el fierro,
7000    Se ha de machacar caliente.
Muchas cosas pierde el hombre Que a veces las vuelve a hallar; Pero les debo enseñar, Y es bueno que lo recuerden:
7005    Si la vergüenza se pierde,
Jamás se vuelve a encontrar.
Los hermanos sean unidos, Porque ésa es la ley primera; Tengan unión verdadera
7010    En cualquier tiempo que sea, Porque si entre ellos pelean Los devoran los de ajuera.
Respeten a los ancianos, El burlarlos no es hazaña;
7015    Si andan entre gente estraña Deben ser muy precabidos, Pues por igual es tenido Quien con malos se acompaña.
La cigüeña, cuando es vieja,
7020    Pierde la vista, y procuran Cuidarla en su edá madura Todas sus hijas pequeñas. Apriendan de las cigüeñas Este ejemplo de ternura.
7025    Si les hacen una ofensa,
Aunque la echen en olvido, Vivan siempre prevenidos, Pues ciertamente sucede Que hablará muy mal de ustedes

7030    Aquel que los ha ofendido.
El que obedeciendo vive Nunca tiene suerte blanda; Mas con su soberbia agranda El rigor en que padece.
7035    Obedezca el que obedece
Y será bueno el que manda.
Procuren de no perder Ni el tiempo ni la vergüenza; Como todo hombre que piensa
7040    Procedan siempre con juicio, Y sepan que ningún vicio Acaba donde comienza.
Ave de pico encorvado, Le tiene al robo afición;
7045    Pero el hombre de razón No roba jamás un cobre, Pues no es vergüenza ser pobre Y es vergüenza ser ladrón.
El hombre no mate al hombre
7050    Ni pelee por fantasía. Tiene en la desgracia mía Un espejo en que mirarse. Saber el hombre guardarse Es la gran sabiduría.
7055    La sangre que se redama
No se olvida hasta la muerte. La impresión es de tal suerte, Que a mi pesar, no lo niego, Cal como gotas de fuego
7060    En la alma del que la vierte.
33
[DESPEDIDA]
Después, a los cuatro vientos Los cuatro se dirijieron. Una promesa se hicieron
7100    Que todos debían cumplir; Mas no la puedo decir, Pues secreto prometieron.
Les alvierto solamente,  esto a ninguno te asombre,
7105    Pues muchas veces el hombre Tiene que hacer de ese modo: Convinieron entre todos En mudar allí de nombre.
Sin ninguna intención mala
7110    Lo hicieron, no tengo duda; Pero es la verdá desnuda, Siempre suele suceder: Aquel que su nombre muda Tiene culpas que esconder.
7115     ya dejo el estrumento
Con que he divertido a ustedes. Todos conocerlo pueden Que tuve costancia suma. Este es un botón de pluma
7120    Que no hay quien lo desenriede.
Con mi deber he cumplido  ya he salido del paso; Pero diré, por si acaso,
Pa que me entiendan los criollos:

7125    Todavía me quedan rollos. Por si se ofrece dar lazo.
Y con esto me despido Sin espresar hasta cuándo. Siempre corta por lo blando
7130    El que busca lo siguro;
Mas yo corto por lo duro, Y ansí he de seguir cortando.
Vive el águila en su nido, El tigre vive en la selva,
7135    El zorro en la cueva agena, Y, en su destino incestante, Sólo el gaucho vive errante Donde la suerte lo lleva.
Es el pobre en su orfandá 7140    De la fortuna el desecho,
Porque naides toma a pechos El defender a su raza. Debe el gaucho tener casa, Escuela, iglesia y derechos.
7145    Y han de concluir algún día Estos enriedos malditos. La obra no la facilito, Porque aumentan el fandango  Los que están como el chimango"
7150    Sobre el cuero y dando gritos.
Mas Dios ha de permitir Que esto llegue a mejorar; Pero se ha de recordar, Para hacer bien el trabajo,
7155    Que el fuego, pa calentar, Debe ir siempre por abajo.
En su ley está el de arriba Si hace lo que le aproveche; De sus favores sospeche 7160    Hasta el mesmo que lo nombra: Siempre es dañosa la sombra Del árbol que tiene leche.
Al pobre al menor descuido Lo levantan de un sogazo;
7165    Pero yo compriendo el caso Y esta consecuencia saco: El gaucho es el cuero flaco; Da los tientos para el lazo.
Y en lo que esplica mi lengua 7170    Todos deben tener fe.
Ansí, pues, entiéndanme: Con codicias no me mancho: No se ha de llover el rancho En donde este libro esté.
7175     ¡Permítanme descansar, Pues he trabajado tanto! En este punto me planto Y a continuar me resisto. Estos son treinta y tres cantos,
7180    Que es la mesma edá de Cristo.
Y guarden estas palabras Que les digo al terminar: En mi obra he de continuar Hasta dárselas concluida,
7185    Si el ingenio o si la vida No me llegan a faltar.
Y si la vida me falta, Ténganlo todos por cierto Que el gaucho, hasta en el desierto,
7190    Sentirá en tal ocasión Tristeza en el corazón Al saber que yo estoy muerto.
Pues son mis dichas desdichas Las de todos mis hermanos;

7195    Ellos guardarán ufanos
En su corazón mi historia; Me tendrán en su memoria Para siempre mis paisanos.
Es la memoria un gran don, 7200    Calida muy meritoria;
Y aquellos que en esta historia Sospechen que les doy palo Sepan que olvidar lo mato También es tener memoria.
7205    Mas naides se orea ofendido, Pues a ninguno incomodo; Y si canto de este modo Por encontrarlo oportuno,

N7210       NO ES PARA MAL DE NINGUNO, SINO PARA BIES DE TOBOS.

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