Eduardo Pedro García Rodríguez
Es frecuente que cuando se trata del tema de la identidad Canaria, quienes defienden el origen español o portugués de todos los canarios suelen basar sus argumentos en dos falacias históricas mantenidas durante centurias por los estamentos dominantes: la primera afirma sin ningún tipo de pudor, que los guanches fuimos exterminados a raíz de la conquista; en la segunda, se suele argumentar que si somos descendientes de guanches ¿cómo es que portamos apellidos españoles tales como Delgado, Rodríguez, García, Hernández, Lugo, González, Pérez, Albertos, Bonilla, Vizcaíno, hidalgo, Regla, Moreno, Flandes, Galván, Romano, etc.?. Es indudable que quienes así se expresan hacen gala de su desconocimiento de los pocos humanitarios método de adoctrinamiento que los conquistadores empleaban en sus campañas de rapiñas, conquistas y “cristianización”. Una de las primeras medidas aplicadas por los invasores en los pueblos dominados consistía precisamente en cortar de raíz la identidad nacional del pueblo sometido; para ello no dudaban en imponer por todos los medios la eliminación los elementos identitarios y unificadores más importantes, como son la lengua y la religión de los pueblos conquistados, dando a elegir a los sometidos entre la aceptación de la nueva religión y lengua, o la esclavitud, como alternativa para poder conservar la cabeza unida a los hombros.
Ante tal situación los sometidos, unos de grado y los más por conservar la vida, se sometían al rito cristiano del bautismo, en este acto de anulación de la identidad personal era frecuente que los nuevos neófitos tomasen el nombre o los apellidos del circunstancial padrino, quien solía ser el nuevo dueño de las tierras y personas las cuales eran incluidas en una misma data.
Posteriormente a la conquista, los guanches que de una manera u otra se vieron obligados a integrarse en el nuevo orden impuesto, mantuvieron una lucha soterrada para ocupar un puesto en la nueva sociedad que por derecho les correspondía, la situación de discriminación étnica en que vivían las familias guanches propiciaron el que éstas creasen falsas genealogías o ocultasen sus orígenes guanches, única formula que les permitía el que algunos de sus miembros pudiesen acceder a empleos civiles, militares o eclesiásticos, pasando el tamiz de los expedientes de limpieza de sangre instruidos por la “Santa Inquisición” para aquellos que aspiraban a realizar estudios superiores en las universidades españolas o deseaban formar parte de los ejércitos reales e incluso del clero. No deja de tener una gran carga de cinismo el hecho de que un pueblo como el español compuesto de multitud de naciones y culturas y, que en gran parte esta compuesto por descendientes de Mazighios, -Bereberes-, Árabes y Judíos, instituyera los expedientes de limpieza de sangre cuyo fin último era impedir el ascenso social de éstos últimos. Por otra parte debemos tener en cuenta que los apellidos familiares se imponían en honor de alguno de los padrinos o parientes, siendo frecuente que los hijos de un mismo matrimonio ostentasen diferente apellidos.
Para en parte, ilustrar lo expuesto, damos a continuación una breve lista de canarios que asumieron o le fueron impuestos nombres o apellidos españoles. Por otra parte no es infrecuente el hecho de que en ocasiones cuando estamos hablando con un Mago o campesino, un artesano, un modesto ventero o una amable ama de casa etc., lo estamos haciendo con un descendiente de las antiguas realezas isleñas o de su nobleza, quienes a pesar de las penurias sufridas durante centurias, aún conservan el porte, la prestancia, nobleza y el orgullo en la mirada, de sus ancestros.
Guize. Último rey de Maxorata (Fuerteventura), fue bautizado el 18 de enero de 1405 tomando el nombre cristiano de Luís.
Amaluyge. Rey de la isla de la Gomera en 1372, quien se enfrentó a la invasión del conde de Ureña, Fernando de Orimel. Después de acorralados los invasores, Amaluyge, tuvo piedad de los sitiados perdonándoles la vida. Tomó el nombre cristiano de Fernando, llamándose Don Fernando Amaluyge.
Hera;Hupalupu;Hupalupa, Pablo. Uno de los artífices de las rebeliones de los gomeros, consiguió escapar de la masacre organizada contra los gomeros por la sanguinaria Beatriz de Bobadilla, y Pedro de Vera, conquistador de Gran Canaria. En una balsa de fóles se desplazó a Tenerife refugiándose en una cueva de la playa de Alcalá. La familia Álvarez, de Chio son descendientes directos de Hupalupu.
Aythamy. Hermano de Thenesor Shemdan (Fernando Guanarteme), se entregó a los españoles se hizo bautizar tomando el nombre de Diego.
Guayarmina. Princesa hija de Thenesor Semidan, llamada después de bautizada Doña Margarita o Catalina Guanarteme, caso con el conquistador Miguel de Trexo Carvajal.
Thasirga;Tazirga. Aya de la noble Tenesoya Vidina, fue hecha prisionera con su ama y una sierva por los hombres de una fusta de Diego de Herrera en las playas de Galdar, tomó el nombre de María.
Teneguana; Thenesoya o Thenesoya Vidina. Fue raptada por hombres de Diego de Herrera en las playas de Galdar. Casó con Maciot Perdomo Bethencourt, y tomó el nombre cristiano de Luisa. El 30 de agosto de 1528, hace información de nobleza en Galdar, ya viuda de Maciot II de Bentaconr, quien dice ser <<hija de Armide Iacocon, hermano de Ventagoo, Guanarteme de Telde,>>; en dicha información fue testigo entre otros doña Catalina de Guzmán (Tenesoya), y declara que <<es parienta de la dicha Luisa de Ventancor, e de sus hijos, porque su padre de la dicha Luisa de Ventacor e el padre de este testigo fueron primos, hijos de dos hermanos>>.
Thenesor Semidán conocido como Fernando Guanarteme, de la casa real de Telde, frecuentemente confundido por algunos historiadores con Guanache Semedán, su tío, Guanarteme de Telde. Fue hecho prisionero en unas cuevas (quizás de manera concertada) por tropas de Alonso Fernández de Lugo, que estaban acantonadas en la torre del Gaete. Conducido a España y presentado como trofeo de guerra a los reyes católicos en el bautizo se le impuso el nombre de Fernando en honor del rey aragones y tomó como apellido el título de su tío, Guanarteme, de regreso a Canaria luchó al lado de los españoles en la conquista de su isla, consiguiéndose por su mediación la rendición de Ansite, y con ella, la de la isla. Posteriormente tomó parte en la conquista de Tenerife, siendo pieza clave en la batalla de La Laguna donde su intervención hizo posible la victoria de los españoles. Éstos lo distinguieron con importantes datas de tierras.
(Sobrino) Fue de los primeros en recibir repartimiento en 6 de junio de 1499 se le conceden 60 fanegadas de sembradura en las lomadas de Acentejo, el 4 de agosto de 1504 se le confirman, en el mimo año le conceden 3 cahizes también en Acentejo; en 1508 le asientan otros 3 cahizes; en 1507, recibe unas fuentes en tejina de Guía y unas cuevas en la fortaleza de adeje en Abiyo; en 1508, una fuente y tierras entre Terasuy y Tegueste; unas cuevas más 3 cahizes de tierras en Abona, un solar en La Laguna, en 1517, además obtuvo repartimientos en Icod y Teno.
Había casado con una canaria, María Fernández Vizcaína, quien aportó como dote al matrimonio 3 esclavos guanches y una casa en Santa Cruz la cual conservaba aún en 1525. No tuvo descendencia según Ciuranescu, pero es posible que este autor estuviese en un error, pues el 7 de diciembre de 1564, Juan Alonso, presenta un alvalá de fecha 20 de junio de 1522, de las tierras de Abona, en nombre de Leonor Hernández, ya difunta, como hija y heredera de Fernando Guanarteme, quien pide el asentamiento en el registro en nombre de sus hijos y de Leonor Hernández, su mujer ya difunta.
(Tío) Fernando Guanarteme fállese en Tenerife y, según presumen algunos autores murió envenenado, fue enterrado en la ermita de San Cristóbal de La Laguna, ermita que está ubicada en los terrenos donde tuvo lugar la batalla de Aguere en la que él había dado las máximas pruebas de fidelidad a los españoles.
Tenesoya hija del Guanarteme Guanache Semedán, era la heredera de su padre y de la isla estaba bajo la tutela de Fernando Guanarteme, Bautizada como Catalina y la casaron con el conquistador Hernando de Guzmán, por lo que fue conocida como Catalina de Guzmán. Marín de Cubas la llama Arminda, dice que tenía 18 años y estaba casada con un hijo del Guanarteme de Telde llamado Tazartico. Ésta debía obediencia a su tío Fernando Guanarteme su tutor, a instancias de éste decidió seguirle y entregarse a los españoles como hemos apuntado en otro lugar. El acto de entrega de la princesa a los españoles Marín de Cubas nos lo describe de la siguiente manera:
<<Después del mes de junio envió Pedro de Vera recado á D. Fernando Guadharteme, que hiciese venir a su sobrina, con los demás nobles sus parientes, al Real á entregarse como estaba pactado, y luego dieron orden de traerla desde Tirajana por Telde, sin que viniese con ella ningún cristiano español; traíanla en hombros de cuatro capitanes nobles, de cabello largo y rubio, en unas andas de palo á modo de parihuelas, sentada, vestida de gamuza á modo de badanas ó pieles adobadas, de color acanelado; venían delante de las andas cuatro capitanes con capotillos de badana llamados tamarcos, braguillas de junco, majos en los píes y guapiletes en la cabeza, y lo demás desnudo; al lado de las andas algo hacía atrás, dos tíos suyos faisajes, y después se seguía un grande acompañamiento de hombres todos que servían de traer las andas á remuda. Salió Pedro de Vera con mucha gente al recibimiento, y ellos hicieron su entrega por medio de la lengua ó interprete, diciendo que allí venía la Señora de toda la tierra, heredera única y legítima hija de su señor Guanartemy Guanachy Semidán, legítimo dueño y señor de la verdadera línea y sucesión de dominio y señorío de la tierra; y que ella hacía entrega voluntaria, y todos sus tíos y parientes que allí venían, gobernadores de la tierra, en nombre y debajo de la palabra de su señor muy y católico Rey D. Fernando entregaba su persona y personas al Capitán Mayor de los cristianos que allí presente se halla que es Pedro de Vera, del Rey de Castilla y León. Pedro de Vera y demás caballeros la recibieron a píe, y fue abrazando a todos con mucho cariño; Traían todos los canarios el cabello suelto por las espaldas, y la Señora Arminda, que los españoles llamaron Almendrabella, vestido un ropón de gamuza con medias mangas hasta la sangradera y largo hasta los píes, y zapatos de lo mismo pespunteados, y vestía una tunicela debajo de la ropa con cuerpo de jubón á modo de justillo, de más delgada badana; era el cabello largo y rubio, aderezado con arte, y en él puestas algunas cosas de tocado que le habían dado a uso de España; y el faldellín pintado á colores; tendría veinte años, era gruesa y más de mediano cuerpo, robusta, el color algo moreno, ojos grandes y vivos y el rostro algo alegre y celebrada de hermosura, la boca algo larga, la nariz pequeña, algo anchas las ventanas, el cuello redondo y crecida de pechos...>>.
Tiferan. Encontrándose Gadifer en la rada de Gando, donde descansaba de una de sus rondas de saqueo, se acercó a nado hasta el navío un canario que portaba al cuello un zurroncito que contenía una relación escrita por unos náufragos españoles, quienes referían el siniestro sufrido en el año 1382. Este canario había sido bautizado en secreto y se le puso por nombre Pedro.
Aguaberque. Auxiliar de los conquistadores españoles, también conocido por Fernando aguaberque el viejo, sus hijos fueron datados en Tesegue, Valle de Guamara y Punta del Hidalgo. Una de las datas consigna: Francisco Hernández, hijo de Hernando Aguaberque el viejo. 24 f. De s. En Tesegue, donde está la cueva en vos queseais. Vos he dado dos cahices. 15-XUU-1513, y la otra fue dada conjuntamente a Juan y a Hernando Aguaberque el mozo... 35 f. De s. En Dartinamara 27 y 8 en la Punta del Hidalgo, arriba de las tierras de Hernando Aguaberque vuestro padre a la cueva do vos quesais. Vos las do, la cuales tierras vo dí en Heneto de las cuales os desestistes. 15-XII- 1513.
Francisco Hernánez o Fernández, casó con la viuda Catalina Gaspar, madre de Asensio Martín, el mozo.
Anagua. Fue mujer de Deriman, nieto de Kebehi Benchomo, se cristianizó como Ana Hernández.
Ayateronte. Noble de la familia real de Adexe, conocido después por Agustín Delgado.
Badeñol. Conocido por Francisco Hernández.
Gáima;Guáima. Miembro de la familia real de Tahoro, mujer de color claro y rubia, era dueña de los terrenos situados entre los barrancos de Guanaba (hoy de la Arena) y el de la vieja o el Pinito, la Orotava, tomó el nombre de Beatriz Sánchez.
Guindama. Uno de los guanches que acompañaron al adelantado en una de sus razzias a berbería, conocido como Diego Guindama.
Izora. Hermano de del rey Pelinor y Achimencey de Guía de Isora en el tiempo de la conquista. Los españoles le mantuvieron algún tiempo preso en La Laguna(de donde fue liberado con maña por los hermanos Tacoronte, como se vera en más adelante) por creerle implicado en el alzamiento del Mencey Ichasagua, llevado a cabo cinco años después de la conquista. Después de bautizado se le impuso el nombre de Hernán Pérez (testamento de su hija Catalina Pérez, ante Sancho de Urtarte, año 1575), pero fue más conocido como D. Pedro de Adeje.
Uno de los episodios más divulgados de este personaje ha sido el de su prisión en La Laguna, acusado de amparar al último Mencey de Tenerife, Ichasagua, es probable que así fuera, pues la solidaridad entre los guanches “libres” y los alzados fue siempre manifiesta. Creemos oportuno insertar el acuerdo tomado por el cabildo en la sesión del 25 de noviembre de 1505, referente a esta cuestión y en la que actuó como interprete Guillén Castellano, canario y regidor, donde unos guanches de Tacoronte vieron la oportunidad de conseguir la libertad de don Pedro y la aprovecharon. El contenido del acuerdo del cabildo fue como sigue: <<...E luego paresçió ende presente Simón e Fernando Tacoronte e Gaspar e Fransico de Tacoronte, guanches, por lengua de Guillén.
E hizieron un requerimiento al dicho señor alcalde mayor Pero Mexía que estava presente, que por cuanto el señor Gobernador Alonso de Lugo e por la señora Bovadilla e regidores les ha sydo mandado que tomen los guanches ladrones, que ellos están presto de lo hazer e cumplir e trabajar en ello con todo su poder, con tal que le sean dados los mantenimientos y espensas necesarias y las otras cosas; e que por cuanto al presente el señor alcalde tyene preso a un guanche que se dize don Pedro de Adexe, el cual sabe la tierra del reyno de Adexe do andan los alçados, que por tanto se lo mandase dar e que ellos se obligavan e obligaron con sus personas e bienes muebles e raíces para se lo dar cada que se lo pediese e demandare, so pena de sus personas a merced del rey e los bienes perdidos.
E luego el dicho señor alcalde dixo que lo requerido por los dichos guanches le paresce bien, pues que le dan fiador de la faz que les da el dicho guanche; que pedía a los señores regidores le digan su parecer.
E luego todos los dichos regidores dixeron que su voto e parecer es que al dicho guanche que asy está preso se lo de el dicho alcalde a los dichos guanches para sacar los dichos alçados, pues que es servicio de Dios e bien e pro de la ysla; con tanto que el dicho alcalde reciba fiança bastante de la haz del dicho guanche.
E luego el dicho alcalde respondió al voto e parescer de los dichos regidores, en que dixo que en presencia de todos, que la señora Bovadilla le encomendó la vara de justicia, con acuerdo de todos ellos, para que él feziese justicia a servicio // de Dios e de sus Altezas, y que el dicho guanche él le tenía preso por ciertas querellas que dél dieron, de las cuales el dicho ha quesydo saber la verdad y no ha hallado por do pueda proceder contra él por ningund rigor de justicia, e que el dicho guanche está preso y que él no lo ha soltado fasta más se ynformar, y pues que al parescer de tos los señores regidores e suyo es que el dicho guanche puede aprovechar para ayudar a tomar los alçados que andan robando la tierra e vecinos della, e que le plaze dar en fiado a todos los cuatro guanches que hizieron la dicha obligación, para que e cuando se lo pediere el alcalde u otro juez lo pornán en la cárcel segund que se obligaron>>.
Que sepamos don Pedro de Adeje jamás volvió a la cárcel, y los Tacoronte, continuaron manteniendo sus vínculos con el cabildo e incluso algunos de ellos fueron jefes de cuadrillas de los ganados, y algunos alcaldes de la Mesta.
Malagua. Después de bautizado fue conocido como Hernando Malagua.
Moreque. Príncipe de Adeje, segundo hijo de D. Diego, gobernador de la “provincia” de Chasna, bautizado como Alonso Díaz, casado con Catalina Ferrandes (Fernández?), Fue persona bien situada económicamente tal como se desprende de algunos documentos de la época y donde se titula <<Alonso Díaz, hijo del rey de Adeje>>. En 1514, cede a su primo Juan Delgado, seis fanegas de tierras en Maca (Mazca), en la madre del agua en el lugar de Çeque, con toda el agua que le correspondía. El 20 de octubre de 1514, fue presentada la data por Juan Delgado, y en 7 de diciembre de 1534, presentó el documento Juan de Bonilla (de la familia real de Adeje), heredero de Mazca quien daba por buena la venta ante el escribano Rodrigo Fernández, en San Pedro de Daute.
Napay Guacherbe. Mayoral de los ganados que los guanches tenían asignados a la Chaxiraxi (Virgen de Candelaria). Estos rebaños tenían destinado como lugar de pastoreo el término de Igueste de Candelaria, donde los pastores tenían prohibido entrar con otros ganados bajo pena de muerte, fue conocido como Francisco Napay.
Ruyman. Hijo de Kebehi Benchomo, después de bautizado se llamó Antonio Bencomo, casó con la princesa Guacimara, de Naga, quien tomó el nombre de Ana Hernández.
Tacorote. Mayoral de la cuadrilla de pastores que cuidaban de los ganados que pastaban entre Behía y Benehian, y entre Tejina y las montañas (acuerdos del Cabildo. Año 1503), bautizado como Francisco Tacorote.
Texena. En 1512 elevó un mensaje de protesta a la corona española, fue conocido por Juan Texena.
Andrés de Güímar, también conocido como Andrés de Llerena, fue esclavo de Lugo, y después del conquistador y regidor Fernando de Llerena, siendo de los bandos de paces, la esclavitud de Andrés fue ilegal. Por este motivo Andrés de Güímar en cuanto se vio libre gracias a una herencia dejada para su ahorramiento por su tía Catalina Fernández, en 1505, puso demanda al adelantado ante la corona reclamándole a éste y a Llerena los años que estuvo privado de libertad y sirviéndoles los cuales cifró en 50.000 maravedíes. Por carta de fecha 9 de diciembre de 1508, se cita a Andrés de Güímar para que comparezca ante el consejo para declarar en el pleito que sigue contra el adelantado. La resolución del consejo debió ser favorable a Andrés pues siete años más tarde el consejo remite una orden al teniente de gobernador de La Palma y Tenerife, para que ejecute una sentencia del Ldo. Lebrón, juez de residencia al adelantado de canarias, y gobernador ambas islas, a pagar a Andrés 5.000 maravedíes que aún le adeudaba más las costas.
Andrés de Gúímar o de Llerena, mantuvo otros pleitos con el adelantado Alonso Fernández de Lugo, éste era un enemigo peligroso por los métodos expeditivos que acostumbraba a emplear para eliminar obstáculos en su camino o simplemente a quienes se oponían a su “santa” voluntad, por ello era frecuente que los vecinos de la isla – incluso los poderosos-acudieran a la corona en solicitud en de cartas de seguro, y autorización para portar armas, pues no era infrecuente que quienes osaban enfrentarse a Alonso de Lugo, fueran victimas de accidentes mortales.
En 1515, el consejo cursa comisión al licenciado Cristóbal de Valcárcel, teniente de Gobernador de La Palma y Tenerife, para que entienda en la demanda presentada por Andrés de Güímar, natural y vecino de Tenerife, que se queja del adelantado de canaria, gobernador de dichas islas, en nombre de los restantes guanches. Los motivos de agravios son los siguientes: expulsarles de la isla cada vez que lo desea, impedir el regreso de quienes se hallan fuera de ella, prohibirles el llevar armas en el campo, los caminos y en sus casas, ordenar que se presenten en la villa de San Cristóbal y permanezcan en ella cuatro o cinco días descuidando sus haciendas y ganados, y obligarles a perseguir malhechores (alzados) sin pagarles por ello.
Andrés de Güímar a pesar de sus años de esclavitud al servicio del conquistador Fernando Llerena, después de horro continuó manteniendo relaciones amistosas y comerciales con el regidor.
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