Eduardo Pedro García Rodríguez
Nos desposeyeron de nuestra tierra y nuestra libertad, han destruido nuestro suelo, desde hace siglos han venido vendiendo nuestra Matria trozo a trozo.
Nos controlan y mercantilizan el agua que nos envía Achuguayu, especulan con los rayos de luz y calor que nos proporciona Magek.
Han distorsionado nuestra identidad. Han enfermado nuestras mentes y minado nuestros principios éticos y morales, han envenenado nuestros sentimientos.
Han tratado de “dignificarnos” haciéndonos descender de esclavistas, piratas, asesinos y ladrones.
Nos desposeyeron de nuestros Espíritu Libre y de nuestro Espíritu Vital.
Nos robaron nuestra Diosa-Madre y nuestras Divinidades.
A cambio nos dotaron de un “Alma” pecadora, predestinada a sufrir eternamente en un infierno de horrores.
Pero como prueba de su bondad, nos dan la posibilidad de sustituir los futuros y eternos sufrimientos y tormentos del “Alma” en su infierno, a cambio de experimentarlos en esta realidad, bajo la promesa de un trozo de paraíso en el “cielo de la otra vida”.
Y para conseguirlo sólo debemos ser “buenos” es decir, sumisos, pasivos y serviles, y además, nos dicen que debemos ser como rebaños de mansos corderos que debemos seguir a nuestros impuestos pastores, para ser trasquilados una y otra ves, hasta que al final seamos sacrificados y nuestra carne consumida en Navidad.
Y como prueba del inmenso amor que sienten por nosotros y por el resto de la humanidad, nos inducen a un consumismo compulsivo por encima de nuestras posibilidades, hipotecando a cambio nuestra libertad de decisión, sometiéndonos a la nueva esclavitud, la esclavitud económica.
Nos incitan al consumo desmesurado de alimentos, de los cuales miles de toneladas van a parar a los vertederos de basuras, mientras media humanidad perece de hambre.
Consumimos y posteriormente arrojamos a la basura millones de juguetes inútiles, mientras que los niños de media humanidad carecen de una libreta y un lápiz.
Destruyen millones de toneladas de alimentos básicos para mantener los altos precios de mercado.
En nombre de una supuesta “calidad de vida” arrojamos a la basura toneladas de medicamentos, mientras media humanidad muere por causa de enfermedades simples y de fácil curación con medicamentos básicos.
Y a todo este cúmulo de inhumanos despropósitos llaman Espíritu Navideño y Civilización Occidental…
Diciembre de 2007.
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