NIEVES HERNÁNDEZ GARCÍA
Vecina de nuestra
familia en la calle El Calvario de La
Villa de La
Orotava , se fue a vivir al Puerto de la Cruz , donde caso con el
portuense Alejandro García pariente de mi abuelo materno Bruno Abréu Rodríguez.
Que al igual que mi abuelo era músico tocaba el violín, la bandolina en la
agrupación de pulso y púa Eslava de la
Villa de La
Orotava y en El Tronco Verde de Santa Cruz de Tenerife,
operario - contable de la empresa “La Viuda Yánez ” con sede en la Plaza La Paz de La Orotava , fue concejal del
Ayuntamiento del Puerto de la
Cruz en la segunda Republica Española e inspector de la Banda Municipal de
Música de dicha ciudad. El matrimonio Nieves y Alejandro tuvo dos hijos Nievita
fallecida ex concejala del Ayuntamiento del Puerto de la Cruz y Miguel Ángel
gran amigo mío de toda la vida.
Sus
padres don Lorenzo Hernández Castro impresor y músico y su madre Doña Dolores
García ama de casa, a la que traté como una madre en mi infancia, siempre que
nos veíamos desde la ventana de mi casa y ella en el balcón de su casa me
preguntaba por mi salud productos de enfermedades infantiles. A su padre don
Lorenzo le conocí ciego padecía diabetes, siempre le esperaba en la puerta de
mi casa para ayudarle a cruzar la calle El Calvario, lo que me ofrecía
voluntariamente por esa compasión una peseta de las que llamaban rubias.
A Nieves la fui a
buscar a su casa del Puerto con su hermano Francisco, para realizar un programa
en la Televisión
Local ATV del
amigo Ángel Sálamo sobre la vida y la memoria de la calle El Calvario de La Orotava. En mucha ocasiones
retrasmitimos por la misma emisora y en directo los festejos de las fiestas
mayores de la primera ciudad turística de Canarias, desde un apartamento -
terraza frente al muelle pesquero, donde se celebraba allí las fiestas del
Carmen. Ella me decía que había aprobado las oposiciones para telégrafo, pero
que no le dieron la plaza. Tuvo a muchos pretendientes entre ellos a Antonio
García padre de Salvador García Llanos ex alcalde del Puerto de la Cruz , hasta que consiguió el
amor de su vida Alejandro García y contrajo matrimonio con él en la Iglesia de Nuestra Señora
de La Concepción
de La Orotava ,
con la bendición del entonces cura párroco y arcipreste de dicho templo el
ramblero don Manuel Díaz Llanos.
Su hermano Nazario
Hernández García conocido por Chile que ya no está entre nosotros, me envió un
artículo dedicado a su hermana titulado "CUANDO
NOVENTA ES MÁS QUE UN 9 Y UN 0”, en distinción al
cumplir los 90 años de edad, que reproduzco íntegramente: Se llama
Nieves Hernández García, aunque en el Puerto de la Cruz , le dicen Doña Nievitas.
Nació en La Orotava , allá por el mes
de Marzo, concretamente el día 4 del año 1920. Sus padres Don Lucio Lorenzo
Hernández Castro y Doña María Dolores García Rivero, es por lo tanto hermana
mayor de un "rancho" de hermanos y hermanas, que vinieron al mundo de
la mano de su madre Doña Lola, No se asusten, por favor. Pero fuimos catorce
hijos los que venimos al mundo por obra y gracia de nuestros padres.
Yo no sé, como se
vivía en aquella época, si bien, o no tan bien y si lo aires bélicos que aun se
respiraban después de la guerra del 14, la que se conoce como primera guerra
mundial, repercutieron de alguna forma, pero sí estoy seguro que dejó una
huella de fortaleza y vitalidad en todas las gentes de aquella época. Pata mi
no tiene otra explicación el hecho de tantos matrimonios de familias tan súper
numerosas, como se dice ahora. Pero lo cierto es que, por alguna razón era
frecuente.
Tampoco se, si por
el hecho de ser la primera, mi hermana Nieves recibió unos tratos y cuidados en
grado superior al que recibimos el resto de hermanos. Yo creo que como nuestros
padres eran tan cariñosos con nosotros, Dios les dotó de otros maneras más
afines que hiciesen llevaderos los medios de subsistencia, pero lo cierto es
que todos al menos los once últimos, superamos el listón de conservación,
todavía quedamos 8 en pie de guerra.
Cuando fue
creciendo y al mostrar buenas dotes para los estudios le pusieron una profesora
de inglés, pero sobre todo, según me contó un día mi tía Carmen, hermana de mi
padre, el tener que ayudar a mi madre con tantos hijos, le fue creando un afán
en el trabajo y sobre todo en su responsabilidad y con bastante frecuencia
quizá no como la que ella hubiese deseado, echaba una mano. Creo que eso influyó
acertadamente en la formación de su carácter, siempre abierto, cariñoso y
responsable. Aunque me contaban una anécdota sobre los cuidados que me
otorgaba, muy simpática, pero pobre y triste para mí. Y era que cuando me daba
el biberón que tenía que ser rico en vitaminas, porque yo era muy delicado de
salud y reacio a comer, ella se tomaba más de la mitad, para terminar antes,
pero la treta fue descubierta al notar mi madre que ella aumentaba en peso y yo
en manera proporcional disminuía. Ella comía e iba hacia delante y yo al
contrario. y es que la medicina es muy sabia y al final, las cosas se
descubren.
Como era tan
dinámica su listeza aumentó y aprovechó sobre manera los estudios. Empezó a
trabajar en Telégrafos y tenía mucha diligencia para enviar telegramas, cosa
que a mí me parecía muy complicada por aquello de que había que enviar noticias
con el menor número de palabras, por razones de espacio pero sobre todo porque
la situación era difícil y el dinero no abundaba. Recuerdo de esa época a Doña
Lola Murillo que era su superiora en telégrafos y que tenía un
corazón abarrotado de bondades, mas tarde paso a ocupar la plaza de
funcionaria en el ayuntamiento de la
Villa concretamente en el departamento de intervención, bajo
el asesoramiento de Don Felipe González Méndez, donde su afán de trabajo y no
estarse quieta, eran ejemplares. Pero aparte de esas ocupaciones
"formales" siempre tenía tiempo para ocupaciones benéficas. Ayudaba a
mi padre a llevar la tesorería del Liceo de Taoro en su sede que ocupaba donde
hoy se encuentra el banco Santander antes Hispano Americano. También ayudaba a
nuestro padre a llevar la secretaría de las distintas comunidades de agua, de
las que era secretario titular.
La recuerdo
ensayando los bailes típicos en el domicilio de Don César Hernández Martínez
bajo la dirección de Don Leoncio Estévez en las vísperas de la Romería de San Isidro
Labrador.
Cuento todos estos
pasajes de su vida, porque es una mujer que jamás dejo de estar ocupada y
metida en actos y maneras que significasen una ayuda a alguien.
En el Puerto de la Cruz , ayudó en la
inauguración del Hotel Magec desde su puesto de gobernanta, en las tareas
difíciles que lleva implícita la puesta en marcha de un complejo hotelero de
esa magnitud.
También en el
Puerto de la Cruz ,
contribuyó con el esfuerzo y el entusiasmo que siempre la ha caracterizado en
el Instituto de Estudios Hispánicos.
Otro
desprendimiento, propio de su cariño hacia mí y que nunca olvidaré de ella, fue
aquel rato tan alegre que disfrutamos el domingo de la Romería de San Isidro del
año 1949, cuando cumplíamos el servicio militar en el lejano Sidi Ifni.
Nos envío un pequeño cargamento de papas bonitas para cuando fuera la hora del
paso de la Romería
por la Calle Calvario ,
nos acordásemos todos los villeros de tal momento. Su único fallo, fue que no
nos explicó aquello de la sal que había que ponerle al agua sin advertimos que
tuviéramos en cuenta que el agua de mar ya tiene sal. Pero aunque estuvieran
muy saladas nos supieron a gloria.
Gracias por todo, querida
Nieves. Y mi mayor y más cariñoso recuerdo a los que tanto quisimos en nuestras
vidas, tu marido Alejandro y tu hija Nievitas, ten seguro que yo nunca los
olvidaré. (Bruno Juan Álvarez
Abreu)
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