martes, 24 de marzo de 2015

La Vieja Fortaleza de Anaga, ¿Mito o realidad?


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Resumen: En el antiguo Cantón o Menceyato de Anaga, las referencias en cuanto a la ubicación de la “Vieja Fortaleza Güanche, las fuentes historiográficas, Tamusni o Tradición Oral y la Toponimia parecen entrar en contradicción. La existencia en Anaga de dos Fortalezas Güanches, es la única forma de que todas las fuentes encajen sin contradicciones entre ellas.
Summary: In the old Canton or Menceyato of Anaga, references regarding the location of the "Old Fortress Guanche, the historical sources, Tamusni or Oral Tradition and Toponimia seem to contradict. The existence in two strengths Guanche Anaga is the only way to fit all sources without contradictions between them.

La Realidad histórica.

El origen de esta denominación toponímica del castellano hablado en Canarias [Fortaleza], hace alusión al aspecto físico de los farallones rocosos, picos, montañas, etc., que de lejos dan la impresión de ser Castillos/ Fortalezas que dominan el paisaje con sus moles, donde los Güanches se hacían fuertes cuando la lucha en campo abierto no era posible, y han pasado a la posteridad con este nombre y esta función. Como ya dije, hay muchos ejemplos que confirman este dato, no solo en la Historiografía sino en la Tamusni, que han sido confirmados empíricamente en los últimos tiempos.

Tienen en común todos estos lugares, más allá de su forma, que fueron usados como bastiones defensivos, aunque no tuvieran la forma y distribución de las fortalezas o castillos medievales que se estilaban en Europa y otros lugares en el Siglo XV. Son lugares, altos, muy escarpados y de muy difícil acceso y fácil defensa. Enclaves naturales acondicionados para facilitar la permanencia de tropas en el lugar y soportar un asedio de fuerzas superiores. Con una Orografía especialmente prolífica en barrancos, precipicios, fragosidades y montañas imposibles, restos de los “corazones petrificados de las bocas de lava incandescente que construyeron las islas, no hacen falta muchos arreglos, para convertir cada una en un bastión defensivo; Aún así, hay testimonios directos que atestiguan la adecuación de estos lugares mediante la construcción de defensas y muros de piedra “seca”, es decir, sin argamasa, de cabañas, adoratorios y otras edificaciones.
De ello nos deja constancia el Insigne Hijo de esta Tierra, D. Juan Bethencourt Alfonso, en su Historia del Pueblo Guanche, Tomo III: “...se concertaron desde luego para la lucha, eligiendo también aquellas regiones más riscosas como bases de sus correrías y donde se hacían fuertes..””.. varios de esos sitios han pasado a la historia con el nombre de Fortalezas, tales como la aún llamada Fortaleza de Masca en Teño; la Fortaleza de Ahiyo, hoy roque del Conde entre Adeje y Arona; la Fortaleza de Ivocan o Los Mogotes, en la actualidad la Fortaleza junto a las Vegas en Granadilla, etc...”
En la Península de Anaga, Tenerife, correspondiente al antiguo Menceyato de Anaga, existe un Pico o Roque que se llama de la Fortaleza, nombre que se le puso tras la Conquista europea, aunque Antonio de Viana es el único autor que, en su Poema Antigüedades de las Islas de La Gran Canaria Conquista de Tenerife Aparición de La Santa Imagen de Candelaria, nos dice:

“...Vino aviso al Realejo, adonde estaban,
de que muchos rebeldes naturales
se resistían en un alto risco
del término de Anaga, adonde llaman
por esta causa antigua Fortaleza;...”

 Desconocemos por el momento si tal nombres responde a la realidad o se trata de una más de las numerosas “licencias poéticas” que el autor se tomó libremente; Lo que si resulta evidente y comprobable, es que tras más de cinco Siglos sigue conservando el nombre de Fortaleza. [Antes su nombre era al parecer Aiio o Diyos[1], dato aún por confirmar]; Su nombre, Roque de la Fortaleza, indica que no se trata de la Fortaleza en sí misma, sino su reducto más fuerte, lo que en otras latitudes se llamaría la Acrópolis, por lo que hizo falta un análisis de los alrededores más inmediatos, quedando patente que el lugar, desde el punto de vista militar, domina no solo varios valles sino que, mediante los viejos caminos, luego transformados algunos en “Reales”, en cuestión de 1h de marcha, podían estar, en Eguerew [Actual La Laguna, o en las cercanías de Taborno o Tabornost, localidad de Anaga donde existe otra Fortaleza, y en unas 2h ó 2.30h, en las afueras de la Capital Administrativa del Cantón o el Poblado de Añazo [Actualles Taganana y Santa Cruz de Tenerife, respectivamente], o en cualquier otro lugar central del Menceyato.
No se tienen noticias  de esta Fortaleza, anteriores a la conquista europea de la isla, pero está claro que, existiendo una “fortaleza oficial” en Taborno o Tabornost, resultaría contradictorio que, fuera precisamente aquel día, cuando el ejército invasor estaba acantonado en Realejo, llegaran mensajeros anunciando que “precisamente” en aquel risco de Anaga, se habían atrincherado los Alzados de aquella Comarca, y no en Tabornost, enclave que en las Datas de Repartimientos de tierras tras la conquista europea, figura como “la Fortaleza de Taborno”, tal como se recoge en las Crónicas europeas de aquellos hechos. [...Juan de Badajoz. V. 0 y conquistador de esta isla de T., demás de las tas. que di a vos e Alonso Gutiérrez en Taborno, unos pedazos que están a la redonda de la  Fortaleza de Taborno, en que puede haber cahíz y medio o dos cahíces de tierra. 19.11.1516. Francisca Moreno Fuentes Las Datas De Tenerife. Libro Primero de Datas por Testimonio] ¿Es que solo entonces se dieron cuenta, tras milenios de vivir en el lugar,  de sus virtudes defensivas o es que ya había costumbre de usarla, y la Fortaleza de Taborno tenía otra función más “principal”? Luego volveremos sobre el tema, ahora veamos los datos objetivos.

En el Diccionario Insuloamazigh de D. Ignacio Reyes, encontramos la palabra  del Amazigh Güanche que ha sobrevivido, con la acepción más cercana a “lugar fuerte”, es la palabra Ezeró, que da nombre al antiguo cantón de la Palma que se corresponde a la Caldera de Taburiente, lugar que reúne las condiciones necesarias para ser considerado, desde el punto de vista de los antiguos Güanches [Y de cualquier militar], un lugar fuerte o fortaleza:

Expr. t. Acer,
Acerò, Aceró, Asero, Aseró, Asser, Eccero, Eceró. Var.: Ezero.
― *a-źărūh, s. m. sing. de [Ź·R] ‘muralla rocosa alta y vertical’.

Como decía antes, en el Término Municipal de Santa Cruz de Tenerife, correspondiente al antiguo Menceyato o Cantón de Anaga, existe un topónimo con el nombre de Roque de la Fortaleza. Por otra parte, el llamado Roque de Taborno, más allá de la raíz lingüística de esta palabra, que recuerda a la voz “Tabor o regimiento,” no solo tiene una configuración orográfica que le hace ideal como bastión defensivo, sino que existen evidencias Historiográficas de su uso como tal. Por lo tanto, o bien se denomina erróneamente a uno de estos dos Picos, o en el pasado existieron dos Fortalezas en Anaga, una de “carácter militar y otra de presunto carácter “mágico- religioso”, habida cuenta que la palabra Tabornost parece tener dos acepciones distintas. Pero vayamos por partes y analicemos los datos antes de cada Pico, antes de pasar a las conclusiones.

Nos dice Núñez de la Peña:
“...También algunos vasallos del rey de Anaga y del rey de Tegueste, andaban alzados en sus reinos diciendo, no hablan de obedecer a rey extraño, que si sus reyes de cobardes lo habían hecho, que ellos no... en Anaga se habían fortificado unos en un alto risco, por cuya razón se le quedó el nombre de la Fortaleza,...”[Solo A. de Viana la llama “vieja fortaleza”]

Hasta el presente, ha conservado este risco [En la foto arriba izquierda, el más alto] no solo su nombre, sino una interesante leyenda [No por lo que dice, sino por lo que puede deducirse] que solo los más viejos de la Comarca conservan ya. Se da la circunstancia de que hasta hace relativamente pocos años, había en su cima un lugar donde las aves y otros animales bebían agua, al igual que en una de las dos cuevas que tiene casi en su base. A la izquierda de la fotografía, existe una especie de meseta inclinada donde se podía tener ganado y almacenes, y allí mismo un conjunto de cuevas y refugios rocosos donde un buen destacamento de soldados pueden vivaquear sin problemas. La orografía circundante queda patente de forma significativa, pues la cara sur  de este Pico, es solo un poco menos accidentada que la que está a la vista. La zona está flanqueada por abismos, cortaduras y pasajes de extrema dificultad, cada uno un bastión o fortín en sí mismo, que un reducido grupo de hombres pueden defender sin problemas. Toda la zona es la Fortaleza en sí, siendo el Pico o Roque, lo que podríamos llamar la “Acrópolis” o reducto más fuerte de un conjunto de bastiones defensivos.

 En el Diccionario Insulo Amazigh, encontramos la voz sabor. m. GC. ant. desus. Consejo militar. Expr. t. sambor, tabor (por analogía con la voz turca tābūr ‘batallón’, habitual en el amazighe continental a partir de la colonización islámica) ― *sabar, s. m. sing. de [Š·B·R] ‘cercado’.

Si esta denominación solo podemos aplicarla “después de la islamización” del Norte de África, podemos deducir dos cosas, una de las cuales confirmaría el hecho de que las Islas no estuvieron aisladas hasta la llegada de los europeos [Como afirman muchos para atribuirse el papel de supuestos descubridores], puesto que esta voz viene a confirmar, indirectamente, que antes, durante y tras la islamización del Atlas Medio y la actual Mauritania, siguieron habiendo contactos entre las sociedades Mazigia Continental y Mazigia Insular.
Con la misma palabra, Taborno/ Tabornost, se designa “...un valle y pueblo de Tenerife, en las montañas del NE., donde la gente usa la manta, especie de capa, que recuerda el taniarco de los guanches.—TAB0RN0sT, pueblo de Marruecos en los 30° laf. N. y 8° 35’ 24’ long. O. Tabornost significa Pueblo de las capas. Historia de las Islas Canarias. Edición Ilustrada. Ed. A. J. Benítez”. El parecido de ambas palabras y la costumbre del uso de la manta/ capa en ambos lugares, lleva a considerar, vista la cita anterior del Diccionario Insulo Amazigh, que siendo la presencia Güanche en las islas anterior a la islamización del Norte de África, es más acertado suponer que signifique más “pueblo de las capas que lugar fuerte o fortaleza o cualquier otra parecida”. Por otra parte, este nombre se asocia a la presencia de “tumba/ as”; A este respecto, en el lugar fue descubierta una necrópolis, desconociéndose por el momento si es como consecuencia de la existencia de un asentamiento cercano, o el asentamiento es debido a la existencia de la necrópolis, algo que podría aclararse si se confirmara que también en Marruecos, Tabornost está asociado a la existencia cercana de alguna tumba/ necrópolis de cierta importancia o relevancia. Esto vendría a cuento, pues existe una Leyenda sobre la posible ubicación del “saxo” o cadáver momificado de Beneharo, el Mencey loco de la Leyenda, en algún lugar del Pico de Taborno o sus cercanías.
En Las Datas de Tenerife, Libro Primero de Datas por testimonio, nos encontramos en referencia a Taborno:
“Fortaleza de Taborno, superior izquierda sobre el Mar de Nubes. “...223 Juan de Badajoz. V. 0 y conquistador de esta isla de T., demás de las tas. que di a vos e Alonso Gutiérrez en Taborno, unos pedazos que están a la redonda de la fortaleza de Taborno, en que puede haber cahíz y medio o dos cahíces de tierra. 19.11.1516. "Digo que vos do los dichos dos cahíces en el dicho lugar en nombre de sus altezas sin perjuicio de tercero". El Adelantado”

Demuestra que, ya por entonces tenía el actual Roque de Taborno, el carácter de Fortaleza. Ahora bien, esto no contradice ni la Leyenda antes mencionada, ni la posibilidad de que el lugar tuviera cierta consideración “mágico- religiosa” debido a la necrópolis o por otra causa, ya que es frecuente en Canarias la existencia de Fortalezas “dobles” en muchos otros Cantones insulares con distinto carácter, unas de tipo militar y las otras de tipo espiritual, pero coexistiendo “por parejas” en un mismo contexto político, bien sea por Cantones o Menceyatos, bien sea a nivel netamente insular, en el caso de las Islas más pequeñas.

Como los hechos de la Conquista demuestran, en ambos casos fuera cual fuera su carácter, se produjeron hechos violentos, pues a medida que esta se desarrollaba, los intentos de resistencia desesperada, llevaban a los Guanches a refugiarse en estos lugares Sagrados para ellos y por lo tanto un lugar neutral en sus Guerras; Vana creencia, como se demostró más tarde en todas y cada una de las islas, pues aunque para ellos estos lugares sagrados no podían ser violados/ violentados por nadie, dado su carácter mágico- religioso, situación que toda su sociedad respetaba, quienes tenían enfrente no respetaban ni sus propias creencias si con ello obtenían algún beneficio material, por lo que tampoco respetaron las ajenas.

Siguiendo esta hipótesis [2 Fortalezas con carácter diferenciado], despejamos cualquier posible duda o contradicción entre  la Historiografía, los hechos y evidencias arqueológicos, ni de la Tamusni [Tradición Oral de nuestros Magos u Hombres libres hijos de la Sol], ni de las Leyendas que tras la Conquista, sustituyeron la Historia Viva del Pueblo Güanche, ya que sería la clave para “ordenar” todos los datos que se barajan, formando un “cuadro” perfectamente posible dentro de la Sociedad de Tenerife, y que no solo no contradice ningún hallazgo arqueológico, ni la Historiografía ni la Tamusni ni ninguna otra fuente de Conocimiento, sino todo lo contrario, las confirma pues vendría a demostrar la existencia en Anaga de dobles Fortalezas, al igual que por todo el territorio Insular, una de carácter militar y otra de carácter religioso, haciendo encajar todos los datos, repito, para que nos muestren un relato coherente, en el que cada dato apoya al resto, de la misma forma que el conjunto de datos que hemos visto, confirman a cada uno por separado.

Entonces, siendo concebible dos fortalezas dentro de Anaga, analicemos ahora su capacidad militar, ya que al menos de momento no podamos hacerlo del carácter presuntamente espiritual de la de Taborno.
Menceyato o Cantón de Anaga.

Anaga se encuentra en el vértice de un triangulo, con dos potentes rivales en su frontera [Línea roja en la foto de la Izquierda]: Tegueste y Güimar. Al Noroeste se encontraba el rico y potente Cantón de Tegueste y el más pequeño de Zebenzui, el Hidalgo Pobre, del que se cuenta que no siendo hijo legítimo del Gran Tinerfe, hubo de conformarse con un minúsculo territorio que se correspondería con la actual Punta del Hidalgo hasta el Barranco de los Batanes, aproximadamente. Al Suroeste, más o menos por la actual Montaña de Taco y Barranco del Hierro, estaba la divisoria con el Cantón de Güimar, otro potente y rico Menceyato, encontrándose en medio de ambos la zona de Eguerew, actual San Cristóbal de la Laguna, que era territorio neutral por ser un lugar Sagrado para la Sociedad Güanche, pues creían que en aquella deliciosa vega con una laguna, moraban los espíritus de los que en vida habían sido valientes y honorables, siempre.

Por tanto es perfectamente razonable, situar al Noroeste y al Suroeste, dos contingentes militares que mantengan “un ojo a visor” en ambos puntos, no solo para rechazar cualquier expedición que partiera de cualquiera de ellos, sino como elemento disuasorio, pues nadie se arriesgaría a dejar a sus espaldas dos contingentes militares y avanzar hacia la capital administrativa de Anaga y las fuerzas que allí estuvieran, pues quedarían encerrados entre dos frentes. Y si alguien trataba de eliminar primero las fortalezas, debía combatir igualmente entre dos frentes, contra la Fortaleza y contra las fuerzas del Menceyato que acudirían en su socorro; No en vano, quien quiera sitiar a alguien, primero tiene que dominar el territorio circundante o se expone a ser blanco de cualquiera, los de fuera o los de dentro, que no olvidemos que “están dentro porque quieren, y si tienen la oportunidad de salir a causar estragos y volver dentro, no se van a privar si pueden..”

Para una mayor efectividad militar, ambas fortalezas debían estar comunicadas entre sí, y con la capital administrativo- religiosa, lo que conseguían mediante el uso de ahumadas, como ya expuse en otro sitio [De Ahumadas Silbos y Atalayas] Para ello, a medio camino entre ambas y en un lugar a mayor altitud, por encima del Mar de Nubes o cualquier otra circunstancia meteorológica que impidiera la visión directa entre ambas fortalezas, sería necesario que hubiera una Atalaya que las ponga en Comunicación, sino que además garantice, frente a cualquier contratiempo climático o de otro tipo, la Comunicación directa con el Centro Administrativo Religioso y Capital del Cantón de Anaga [Incluso enviando mensajeros] Muy rara vez el Mar de Nubes llega a superar el Pico del Inglés, y mientras no lo haga por encima del Cabezo de Taborno, las cimas de ambas Fortalezas sobresalen en medio de las nubes, como islas en medio del Mar.

Siguiendo la lógica de la Orografía de Anaga, esta Atalaya estaría situada en el Cabezo o Cruz de Taborno [Foto izquierda], antiguo cruce de “Caminos Reales”[Trazados sobre los anteriores de los Güanches], hoy desaparecido por las instalaciones del supuesto Radar de AENA [A menos de 1 Km. del cercano Pico de las Aguilas o del Inglés, foto de la izquierda], lugar de paso obligado por tanto de cualquier incursión procedente de otros menceyatos [Que aprovechara la Zona Neutral o Comunitaria desde Las Cañadas del Teide hasta Aguere como lugar de paso], ya que al estar dentro de un espeso bosque que corona la Cordillera de Anaga, les permitiría avanzar, camuflados en él, hasta las afueras de la misma Capital, Taganana, pues de otra manera serían prontamente avistados y se daría la alarma.

Al mismo tiempo, desde allí [Cabezo de Taborno] se divisan perfectamente dos lugares que pondrían en comunicación directa al resto del Menceyato, la Capital ya mencionada y la zona del actual San Andrés e Igueste de San Andrés, zona densamente poblada de gran riqueza en aquellos tiempos, lo que permitiría la rápida concentración de las tropas en caso necesario. Por descontado, que siendo visibles las ahumadas a gran distancia, dependiendo de la causa, a la primera señal de alarma es de suponer que la noticia llegaría no solo hasta quien detentara el mando, sino a todos los rincones del Menceyato.

Como ya dije antes, la influencia de los Alisios puede ocasionar problemas de visibilidad, por lo que es de suponer que tuvieran previstas otras ubicaciones de reserva para comunicar a la Capital las noticias y recibir órdenes, etc., que para el caso de Taganana, lo más razonable es suponer que habría un puesto o atalaya en los picos que separan Taganana del Valle de Afur, visible tanto desde Taborno como desde el cabezo del mismo nombre en la cercanías del Pico del Inglés. La otra se encuentra materialmente encima de toda la zona ocupada por el Centro Administrativo de Taganana y tiene una amplia visión panorámica de buena parte de la Isla, tanto por la Costa Norte como por la Sur, por la primera superando el Puerto de la Cruz y por el Sur la zona de Arico, naturalmente en días despejados más allá; Por descontado, ambas fortalezas son visibles desde allí, lo mismo que la zona del Pico del Inglés. Para la parte más oriental de la Península de Anaga, a partir de la zona de Chinobre en dirección Este, son probablemente el Cabezo del Tejo y Tafada los lugares donde estarían situadas otras tantas atalayas, para comunicar aquella parte con el resto del Cantón.

Descripción de la zona anexa al Roque de la Fortaleza y estimación de su potencial humano y de recursos cercanos.

Describe Valentin Fernandes, comerciante portugués de aquellos tiempos, el importante poblado Güanche de Añazu o Añazo, actual ciudad de Santa Cruz de Tenerife, tal como era antes de la conquista europea, el que por cierto habla de una organización y una “tecnología” que nos habla de sistemas de riego y de almacenes; Para un comerciante, más en aquellos tiempos, la existencia de estos almacenes donde se acumulaban los excedentes de alimentos y otros productos, solo podía tener como fin último el Comercio, pues en ningún reino europeo el rey tenía la obligación de asegurar el reparto de alimentos, como tenían por obligación los llamados “reyes” güanches. En efecto, el Mencey de cada Cantón o Menceyato, anualmente distribuía las tierras y sus recursos, de cuyos frutos se guardaba una parte para el común, para todo el Pueblo, en silos y almacenes que, como dejó escrito, eran vigilados por guerreros.

Viene a cuento esta referencia, porque al igual que en el resto de la Tamazgha [Tierra de los Amazigh] continental, los Güanches solían tener sus silos o almacenes en lugares fortificados, como el actual Cenobio de Valerón en Gran Canaria, o Agadir en el actual Marruecos. Por lo tanto, sería perfectamente normal e imprescindible, que en las cercanías de ambas Fortalezas los hubiera. En concreto, en las cercanías del Roque de la Fortaleza existen buen número de cuevas y refugios rocosos, además de las construcciones de piedra “seca” que sabían construir, que deberían abastecer a la guarnición permanente y excedentes suficientes para un asedio más o menos largo.

La existencia de ganado queda asegurada puesto que, en tiempos de paz pueden pastar y ramonear tanto en los valles y barrancos próximos, como en las laderas más escarpadas, pues las cabras pueden hacerlo tranquilamente; Además, es de destacar que antiguamente el ecosistema circundante no estaba degradado como en la actualidad, lo que significa que tanto el Bosque Termófilo como el de Laurisilva, ofrecían no solo forraje para el ganado, sino los frutos y recursos [Maderas y leñas] necesarios para el establecimiento de un grupo humano numeroso. Por otra parte, atendiendo a la Toponimia actual y la Historia de la zona de la Fortaleza, Término Municipal de S/C de Tenerife, podemos afirmar que la zona era en el pasado excepcionalmente rica en Agua, pues solo en la zona hoy conocida como Monte de Aguirre, por encima del embalse o Charca de Tahodio, existen una treintena de antiguas “galerías de agua o Foggaras”, auténticas minas que horadan la tierra hasta las bolsas de agua que atesora. Multitud de fuentes y referencias toponímicas a cultivos y árboles que no existen en lugares pobres de agua.

Si tenemos por fiable la descripción legada por Valentin Fernandes, hace referencia  a la existencia de cuatro ríos que desembocan en el poblado de Añazu y sus cercanías; Esto es posible, si tenemos en cuenta que el bosque de Laurisilva tiene la virtud de condensar en forma de gotas de agua la humedad que en forma de vapor de agua transportan los Alisios a su paso sobre el océano. Habiendo en aquella época una masa forestal primigenia casi, que cubría desde la zona costera hasta las cumbres, se explica esta abundancia en agua de la zona; Baste decir que tanto en la cima del Roque de la Fortaleza, como en la mayor de sus cuevas [Hoy completamente inaccesible por derrumbes en la zona de acceso], habían pequeñas fuentes que eran especialmente aprovechadas por las palomas en los  rigores del Verano, cosa sabida por los cazadores de la zona, alguno de los cuales se apostaba en las cercanías de esos “bebederos” para cazarlas. Por otra parte la zona de la Fortaleza está en la cabecera de importantes Valles y grandes barrancos a cuya desembocadura había poblados permanentes, lo que quiere decir que había agua todo el año.

Visto que había condiciones para que en este lugar se estableciera un contingente militar, nos queda solamente estimar su cuantía. Habla algún cronista, para “intentar quitarle hierro al asunto”, que en la Batalla de Ufru [Actual Montaña de Ofra, Término Municipal de S/C de Tenerife], movilizó el Mencey de Anaga a 1.500 guerreros contra Francisco de Maldonado y sus tropas [Cuentan que dijo Maldonado tras la ocasión: ¡Contra guanches nunca más! Y murió sin volver a la isla] A parte de que la cifra está exagerada para intentar mitigar la derrota, decir que el Menceyato de Anaga, según las estimaciones modernas, podría haber tenido una población similar a la actual, es decir, unas tres mil almas aproximadamente, pues no podría mantener a más habitantes con los Recursos disponibles, luego no salen las cuentas. En Tenerife, eran hombres de armas casi todos, según nos dicen los viejos relatos y crónicas de la conquista, pero es de suponer que habrían ancianos, mujeres, niños, enfermos y gente exenta de ese servicio, además de que el Mencey no podía mandar a toda su gente dejando desprotegido todo el territorio y todas las importantes tareas cotidiana, indispensables para la supervivencia del grupo. Es más acertado suponer que enviaría contra Maldonado, un contingente de entre 400 y 500 guerreros [En otro momento y lugar me ocuparé más detalladamente de esta batalla], pues el curso de los acontecimientos que se narran de ella, no hacen suponer que se tratara de más cantidad.

 La prontitud con que se concentró el contingente Güanche en las cercanías de Argijón [Actual zona de La Cuesta, entre S/C de Tenerife y La Laguna], a la espera de la llegada de los invasores, y la contundencia y prontitud con que fueron rechazados, así como la no intervención de tropas de otros Menceyatos cercanos [Por entonces ya se tenía conocimiento de las arribadas de europeos a la Isla y que intenciones traían], lleva a dos conclusiones. La primera es que las tropas estaban más o menos cercanas y la segunda es que no se trataba mayoritariamente de tropas “regulares”.
Sabido es que los Güanches, además de los Asantemir o Assa n-t_mirt [Guerreros Sagrados, Sacerdotes/ monjes- guerreros o con Protección de la Divinidad], dividían a sus hombres entre Katuken [De Katú- Valor. Tropas especiales,  experimentadas], las tropas normales o Regulares, y las de “leva” o principiantes [Cada contingente diferenciado por distintivos propios, para que cada cual supiera con quien se enfrentaba- Tamusni-] Es perfectamente razonable que, salvo las dedicadas a la guardia personal del Mencey y algunos lugares “sensibles”, el grueso o al menos la mitad de los Katuken o guerreros con más experiencia y probado valor en el combate, fueran los encargados de ocupar y habitar las dos Fortalezas del Menceyato, situadas como ya dije antes, en las fronteras del mismo y aun paso de los principales lugares o regiones del Cantón, para responder prontamente a cualquier contingencia en cualquier lugar donde fueran precisas. Esto explicaría la “acometividad y ferocidad” de los Güanches que les acometieron, según dejaron constancia.
A este respecto, creo que es acertado suponer, que dada la cuantía de habitantes que pudo tener Anaga en el pasado, y los recursos de uso inmediato de ambas zonas, cada fortaleza albergaría un contingente de no más de entre 150 a 200 guerreros escogidos, que serían [Junto a los provenientes de Añazu y el cercano poblado de las cercanías de la actual Montaña de Taco], los encargados de expulsar a los saqueadores que mandaba Francisco de Maldonado.
Naturalmente, la teoría aquí expuesta, sobre la existencia de dos Fortalezas en Anaga, una de carácter militar y la otra espiritual, tal como en el resto de las Islas, tendrá que ser ratificada o desmentida por la Arqueología y los Estudios e Investigaciones que se hagan al respecto, ya que esto es solo una conclusión personal y por tanto subjetiva, que surge al tratar de encajar todos los datos que he podido reunir sobre este asunto, y las aparentes “no contradicciones” pero sí “desajustes o inconsistencias” que algunos pueden sugerir a primera vista.
Desde la Vieja Fortaleza, Rukaden Ait Anaga.
14 de Marzo del 2015






[1][1] Existen en Tenerife varios lugares con el aparente mismo nombre [O al menos que suenan igual o parecido], todos diferentes aparentemente, por lo que resulta aún más difícil encontrar el posible significado de esta palabra Güanche, ya de por sí difícil tratándose de una lengua muerta en trance de recuperación. No he podido encontrar paralelismos en el Amazigh continental, lo que puede ser debido a que en los registros historiográficos y por consiguiente en toda la literatura posterior, las palabras recogidas por los cronistas y relatores de la conquista española de las Islas Canarias, lo eran tal como les “sonaban o escuchaban literalmente”, no existiendo un preocupación de recogerlas tal como en realidad se pronunciaban y menos su significado real. Entre estos lugares se pueden mencionar el barranco de Agua de Diios ó de Dios o la Fortaleza de Ichasagua o actual Roque del Conde en los antiguos Cantones deTegueste y Adexe respectivamente.

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