viernes, 9 de enero de 2015

"VACAGUARE" (Quiero morir)




“Ella es nuestra madre común y como á tal no debemos olvidarla en manos de quien poco le interesa”.(Secundino Delgado)


Todavía no ha nacido el poeta que cante la patética historia de este pueblo guanche, perseguido y sufrido, pero noble y amable.(Olivia Stone)


Vacaguaré es la expresión que utilizaban los antiguos canarios, y en particular los awaritas cuando se sentían acorralados eran cogidos como esclavos. Consistía en un suicidio ritual, como símbolo de la amada libertad a la que nuestro pueblo estaba acostumbrado Vacaguaré que significa "quiero morir" no solo era utilizado por hombres y mujeres en tiempos de guerras,también por aquellos que eran mayores, enfermos o impedidos, cuando consideraban que ya no eran útiles, pedían ser depositados en una cueva escogida por ellos a priori, y allí dejaban repostado su cuerpo, despues de haber pedido morir..

Algunas historias nos hablan de esta gallardía. orgullo del canario que prefería morir antes que ser esclavo. Asi tenemos a Beneharo, mencey de Anaga ,que después de luchar y acabar con la vida de varios de sus perseguidores se tiró por un risco para evitar ser hecho prisionero.

Bentor, se lanzó al vacío en Tigaiga (Tenerife) después de la derrota en Acentejo
Bentejuí y el Faicán de Telde, junto a dos mujeres, tras increpar a Fernando Guanarteme que había pactado con los conquistadores, se arrojaron por Ansite (Gran Canaria) antes de aceptar la rendición.

Tenemos a Guayanfanta, mujer guerrera de La Palma, de gran belleza, peleó con los conquistadores y viéndose acosada, embistió a uno de ellos y tomándolo por el brazo, intentó arrojarse al vacío con él.

Tanausú, en la isla de La Palma, fue capturado con engaños y se negó a comer, hasta morir de hambre en el barco que lo llevaba a la España, como prisionero y esclavo.
El Vacaguaré sigue hoy transitando por la vida de este pueblo colonizado, castigado y olvidado. Aún seguimos cargando a cuestas con la cruz de nuestra libertad perdida. Aún seguimos siendo unos pocos los que gritamos que nos están quitando el pan y la sal de nuestras manos.


Maria Gómez  Díaz. Enero de 2015.

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