domingo, 18 de enero de 2015

EL MENCEYATO DE TEGUESTE



APUNTES PARA SU HISTORIA

CAPITULO VIII-VI




Eduardo Pedro García Rodríguez

No quisiéramos terminar estas páginas sin hacer constar una serie de merecidos agradecimientos. En primer término, a la Junta Rectora de la Sociedad Cooperativa Agrícola Cosecheros de Tejina, que confió en este equipo de investigadores de la Universidad de La Laguna para la realización de este libro conmemorativo. Queremos destacar también el apoyo prestado por el personal administrativo de la entidad, y en particular de Don Hernán Tejera Oval, de Doña Jacinta González Hernández y de Doña María José González González, que siempre atendieron, de manera solícita y sin perder el buen ánimo, nuestras peticiones de información. Y como no, a los socios de la Cooperativa, que son el principal activo de la misma, por haber creído en este proyecto. En particular queremos expresar nuestra gratitud a los herederos de Don Andrés Hernández González, a Don Antonio Miguel Rodríguez Acosta y su esposa Doña María del Carmen Hernández González, y a Don Pedro Adrián Bello, historia viva de la Sociedad, por el tiempo que nos dedicaron para la realización de unas entrevistas que, sin lugar a dudas, han contribuido a enriquecer de manera sustancial el texto que ahora se presenta.(Tomado de: Pasado y futuro de la agricultura en la comarca 60 aniversario).

Industrias agro alimetaria

Cosecheros de Tejina, primera empresa canaria en obtener el sello RUP en rosas y strelitzias

Atención, abrir en una nueva ventana.La Cooperativa Cosecheros de Tejina ha recibido, recientemente, el permiso para utilizar el símbolo gráfico de las RUP en su producción de rosas y estrelitzias al cumplir con las exigencias establecidas por la Unión Europea en cuanto a calidad diferenciada, materia prima básica originaria de Canarias en un 90% del volumen y métodos de producción respetuosas con el medio ambiente, lo que la convierte en la primera empresa ornamental canaria que usa este etiquetado.
Anteriormente, esta cooperativa- en su búsqueda por crecer y mejorar su producción para adaptarse a los cambios y a las exigencias dentro de los mercados locales y de terceros países- se le había otorgado la utilización de este sello en el área hortofrutícola, concretamente, en: Papaya, aguacates, calabacines, melón, pepinos y pimientos dulces entre otros. En respuesta a si los consumidores canarios conocen este símbolo, Tejera respondió que “existe un gran desconocimiento de lo que significa este distintivo. Por eso es importante que se realicen campañas informativas para que den a conocer que las producciones que lo lleven son netamente canarias y, que con ello, se están incentivando los productos locales y la rentabilidad de quienes trabajan en el sector agropecuario, y por tanto, a una parte de la economía canaria”.
Y finalmente la Cooperativa finiquitó victimas de las deudas económicas, vemos algunos recortes de prensa de la epoca:

“Las deudas internas hunden a la Cooperativa de Tejina

La Cooperativa de Tejina vive el momento más complicado de sus 65 años de historia. La entidad se encuentra al borde de la bancarrota como consecuencia sobre todo de las deudas internas, y el preaviso de huelga indefinida anunciado el jueves por sus trabajadores puede convertirse en un golpe definitivo.
De nada han servido, hasta ahora, las medidas adoptadas. Ni siquiera las millonarias cantidades invertidas por las entidades públicas, desde el Cabildo Insular al Ayuntamiento de La Laguna, que desde hace tres ejercicios viene subvencionando esta actividad con 60.000 euros anuales. Se estima que la deuda que mantienen los agricultores y socios con la cooperativa ronda en la actualidad los seis millones de euros. Los empleados, que hace cuatro años eran 200, hoy apenas llegan a 40 y, encima, acumulan siete meses consecutivos sin cobrar sus nóminas. La resignación es cada vez más notoria entre el personal y, salvo un giro radical de la situación en las próximas horas, todo apunta a que la entidad fundada en 1948 tiene los días contados.
La Cooperativa Cosecheros de Tejina llegó a contar con 200 trabajadores.
Huelga indefinida
La puntilla podría ser la huelga indefinida que comenzará el próximo miércoles día 28. Una medida que pretende paralizar la poca poca actividad que aún mantiene la Cooperativa, y a la que hay que sumar el ERE extintivo puesto en marcha hace unas fechas y de cuyo desenlace deberá hacerse cargo, seguramente, el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa).
“La situación es tan insostenible que la totalidad de la plantilla ha presentado demandas en el juzgado solicitando la extinción de los contratos”, ha confirmado el comité de empresa, que culpa a las distintas juntas rectoras de la entidad de “mala situación económica” actual. El último equipo de dirección entró el pasado 29 de julio, pero poco ha conseguido hacer hasta el momento para revertir la situación. “La situación es aun peor, ya que el último ingreso efectuado, de 500 euros, a los trabajadores fue el 3 de julio, con lo cual ha pasado más de un mes y medio sin recibir un solo céntimo para poder hacer frente a nuestros gastos”, denuncian los empleados, que el próximo martes podrían vivir su última jornada de trabajo en las dependencias de la Cooperativa.”
(J.F.J. En: Diario de Avisos 24 agosto de 2013)

“La Cooperativa de Tejina despide a todos sus empleados y cierra su sede

Los trabajadores logran que algunos de los socios morosos salden sus deudas para cobrar los seis meses de salarios que les debían y las indemnizaciones

La Cooperativa de Cosecheros de Tejina ha cerrado definitivamente sus puertas. El cese de la actividad de esta emblemática organización agrícola, que llegó a ser la más importante de Canarias, se produce 66 años después de su fundación y tras el despido de los últimos 36 empleados que quedaban en la nave de la calle Camino Palenzuela. Los trabajadores regresaron a sus puestos en octubre, después de 40 días en huelga, para liquidar la empresa y reunir fondos de los socios morosos para poder cobrar los seis meses de salarios que les debían y sus indemnizaciones.
Candelaria Sánchez, portavoz de los trabajadores, aseguró ayer que la plantilla está satisfecha por haber podido tener "una salida digna" después de un año de penurias económicas. "No podíamos seguir trabajando sin cobrar. Era una situación terrible para nuestras familias. Ahora, por lo menos, hemos cobrado lo que nos debían y hay un grupo de compañeros que ya están cobrando el paro y los últimos nueve que salimos comenzaremos a cobrarlo el 10 de enero", puntualizó.
Los 36 trabajadores habían presentado en agosto una demanda ante la Dirección General de Trabajo del Gobierno de Canarias para exigir la extinción de sus contratos porque llevaban meses sin ingresos o cobrando únicamente pequeños adelantos de sus nóminas, de alrededor de 200 euros. Sánchez destacó ayer la labor de intermediación que realizaron el Ayuntamiento de La Laguna y el Cabildo de Tenerife ante el consejo rector de la Cooperativa y el comité de empresa para que se alcanzara el acuerdo que ha permitido poner punto y final a esta situación. Según los plazos fijados en dicho documento, la plantilla terminará de percibir en marzo la indemnización.
Sin nada que vender, con su sede fuera de ordenación en el nuevo Plan General y pérdidas por cerca de seis millones de euros por el impago de sus asociados de los préstamos que recibieron de la antigua Caja Rural para construir invernaderos y modernizar sus instalaciones, la que otrora fuera la gran cooperativa del Nordeste, que abastecía a las grandes cadenas de supermercados y exportaba frutas, verduras y flores a China, Canadá y Europa, ha terminado por marchitarse.
Consultado ayer por este periódico, José Capel Tordecillas, presidente de la Cooperativa desde el 26 de julio, declinó hacer declaraciones. El comité de empresa considera que "ha hecho lo posible por salvar la compañía" y responsabiliza de su declive "a las anteriores juntas gestoras". En especial critican la "mala gestión" realizada durante los últimos cuatro años, en los que se produjeron bajas masivas de asociados, pasando de más de 1.000 a 50 agricultores, y la presentación de dos Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) extintivos, que redujeron su plantilla de 200 a 36 trabajadores, bajo la presidencia de Pedro Adrián Bello.
Para evitar la desaparición definitiva de la entidad agrícola, el Cabildo ha ofrecido ayuda a sus directivos para convertirla en una pequeña comercializadora. Si eso sucediera, los trabajadores despedidos tendrán prioridad para volver a ser contratados, según explicó Candelaria Sánchez.” (Laura Docampo En: La Opinión de Tenerife 17.12.2013)
“Vivimos en una sociedad con poca memoria. Solo miramos por lo inmediato, lo coyuntural. No le damos ningún valor a lo pequeño, lo local, lo nuestro, el esfuerzo, el trabajo; solo prestamos atención a lo virtual, “la modernidad”, sin raíces, sin mirar hacia atrás a nuestra historia, a nuestra cultura.
Tejina se sitúa en la zona de contacto de los materiales antiguos de Anaga y las lavas recientes que cubren el valle de Tegueste. Allí, junto a una pequeña fuente que aflora donde el barranco de Agua de Dios abrió una ventana en el cauce, nació el pueblo de Tejina.
En los inicios del siglo XX se construyeron primero una acequia de tierra y luego de mampostería para alimentar charcas de barro entre el barranco y la zona de Porlier. Esos precarios depósitos de agua para regar fueron construidos bajo la dirección de maestros venidos de Tamaraceite y San Lorenzo, en la vecina isla de Tamarán.
En años posteriores, se construyó una presa de mampostería gracias a una sociedad de regantes del barranco, con su correspondiente canalización hacia la costa de Tejina y Valle de Guerra, implantándose cultivos de tomates, plátanos y otros regadíos de la zona. En los años treinta del pasado siglo, llegaron a la zona importantes caudales de las galerías procedentes del valle de Güímar por el canal de Araca y posteriormente Río Portezuelo. Gracias a ello, la comarca se convirtió en uno de los emporios más importantes en el cultivo de tomates y plátanos de Tenerife.
La crisis de valores del mundo agrario que hemos sufrido en las últimas décadas ha dejado gran parte de las infraestructuras agrarias infravaloradas o infrautilizadas: la presa cargada de sedimentos, algunos canales en estado ruinoso, charcas de barro en abandono.
La cultura agraria ha perdido totalmente su valor, y la sociedad vive de espaldas al entorno donde se asienta. Es incomprensible que hace apenas dos meses hubiera serios problemas ante la falta de agua de riego en la zona. El agua de algunos pozos es de una calidad muy problemática.
A ello se suma que en estos momentos agua de buena calidad corra por el barranco hacia el mar, olvidando las importantes infraestructuras de aprovechamiento construidas cuando éramos pobres.
Mientras, amplias fincas y estanques carecen de actividad agraria, tierras balutas al fin y al cabo, con una tasa de paro muy preocupante y sufrimos limitaciones en el suministro de alimentos frescos. Tenemos una grave falta de cultura agraria; las instituciones y el sistema educativo y formativo tienen mucho que hacer.
Hemos de recuperar una cultura del ayer que puede alumbrar el mañana; tenemos en Tejina numerosos maestros, como don Domingo González, que son una biblioteca de la historia y la cultura y sobre todo del conocimiento del medio.
Los duros caminos que han abierto los tejineros en tiempos no tan lejanos parece que tendremos que volver a abrirlos, cortando y limpiando de zarzas y pese a la burocracia alejada de la realidad.
La producción de alimentos y la cultura de la tierra nos obligan a optimizar cuantos recursos tenemos en las Islas. Lo que está ocurriendo en la costa de Tejina y otros puntos de las Islas nos obliga a recordar el famoso proverbio chino atribuido a Confucio sobre enseñar a pescar de hace ya más de dos mil quinientos años.
El estado de los canales y estanques abandonados, con el agua de los barrancos terminando en el mar, nos indica que algo funciona mal en nuestra tierra; hasta hace unos años esto era un vergel agrícola. Hemos de reconducir esta situación. El sudor de la frente, el trabajo y la sabiduría popular son una alternativa al paro y a las tierras abandonadas.
Hagamos de esta tierra un pueblo socialmente más justo y ambientalmente más sostenible. Gracias, don Domingo.” (W. Rodríguez Brito)
Al pasar por la carretera que lleva de la ciudad de La Laguna al barrio de Bajamar (TF-13), a la altura de Tejina, se puede observar cómo el embalse que hay en el barranco de la salida del pueblo vierte agua a través de una tajea que hace de rebosadero. Luego corre barranco abajo hacia la costa, donde se pierde en el mar.
Como éste caso hay otros tantos en Tenerife, situaciones en las que la capacidad de almacenaje se deja de lado en beneficio de la gestión de galerías que pertenecen a sociedades privadas. La entidad Balten, del Cabildo de Tenerife, embalsa agua sobrante en diversas charcas cuyas obras se financiaron con dinero público, pero que suelen albergar el excedente de galerías privadas.
Luego, en épocas de estío, cuando el agua de riego se hace más necesaria, nadie se acuerda de aquellos metros cúbicos que discurrieron barranco abajo por Tejina u otros sitios de la isla. ¿Es bueno prepararse para tiempos de sequía? (Rafael González).

Feria de Artesanía "Artejina"

Se celebra la primera semana de Junio en la Plaza de la Iglesia de Tejina y en el Complejo parroquial donde reúne a más de cien artesanos de las islas. Es una de las más completas de Canarias y solo se expone artesanía canaria pura.




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