domingo, 30 de noviembre de 2014

¿QUIENES SOMOS LOS MAZIGIOS CANARIOS?

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Capitulo XI



Eduardo Pedro García Rodríguez


CALENDARIO GUANCHE

ANTECEDENTES
Los seres humanos de los primeros tiempos  conocieron el tiempo a partir de la observación de fenómenos regulares, como el amanecer y el atardecer, los ciclos del Luna, los cambios en la posición de las estrellas en el firmamento, las estaciones del akano o año, el crecimiento y decrecimiento de las aguas de ríos, mares y lagos y, sobre todo, por el nacimiento, desarrollo y muerte de todos los seres vivos.
Por eso, en su origen, todas las religiones se conformaron en torno a los astros y las divinidades: Chaxiraxi Diosa Madre Universal,  Magek la Diosa-Sol, Achamán-Akorán y las deidades-estrellas, además de Achuguayu Dios del trueno, de la lluvia, de las mareas Etc.
Es Achuguayu quien nos indica mediante los sacerdotes sabios   Kankus y Maguadas el tiempo para que todo suceda, saben cuándo sembrar, cuándo cosechar, cuándo van a crecer las márgenes de los ríos, cuando van a correr los barrancos, cuándo iba a haber sequía, cuándo empezaría la temporada de frío o de calor.

El calendario sagrado de la Diosa es lunar. El tiempo que tarda El Luna en girar alrededor de la tierra es de unos 29 días. Algunos meses tienen 29 días y otros tienen 30, pero generalmente los meses tienen 30 días

Pero ¿Cuándo se originó el tiempo? Hace unos 15 mil millones de años sucedió un fenómeno cósmico llamado Big Bang o "gran estallido" que dio origen, en ese preciso instante, al Universo. En menos de un segundo, se creó toda la materia, energía, espacio y tiempo. Con esta explosión primordial, en donde nubes de gas se condensaron y, al correr de millones de años, se crearon millones de galaxias y de estrellas, se echó a andar una fuerza motriz inicial que hasta hoy hace que el Universo se expande y se expande, y se expande.


LOS CALENDARIOS

Calendario, Es un sistema de medida del tiempo para las necesidades de la vida civil, con la división del tiempo en días, meses y años. Las divisiones del calendario se basan en los movimientos de la Tierra y las apariciones regulares del Sol y la Luna. Un día es el tiempo medio necesario para una rotación de la Tierra sobre su eje. La medición de un año se basa en una rotación de la Tierra alrededor del Sol y se llama año estacional, tropical o solar.
Un año solar contiene 365 días, 5 h, 48 m, y 45,5 s. Un mes se calculaba inicialmente por los pueblos antiguos como el tiempo entre dos Lunas llenas, o el número de días necesarios para que la Luna circunde la Tierra (29,5 días). Esta medición, llamada mes lunar o sinódico[1] días más, daba lugar a un año lunar de 354 días, 11 más corto que un año solar.
Sin embargo, en los calendarios modernos el número de días de un mes no está basado en las fases de la Luna. La duración de los meses es aproximadamente una duodécima parte de un año (28 a 31 días) y se ajusta para encajar los 12 meses en un año solar.
 
CALENDARIOS ANTIGUOS
 
Los antiguos babilonios tenían un calendario lunisolar (ajustable) de 12 meses lunares de 30 días cada uno, y añadían meses extras cuando necesitaban mantener el calendario en línea con las estaciones del año. Los antiguos egipcios fueron los primeros en sustituir el calendario lunar por un calendario basado en el año solar. Midieron el año solar como 365 días, divididos en 12 meses de 30 días cada uno, con 5 días extras al final. Hacia el 238 a.C. el rey Tolomeo III ordenó que se añadiera un día extra cada cuatro años, que era por lo tanto similar al moderno año bisiesto. En la antigua Grecia se utilizaba un calendario lunisolar, con un año de 354 días. Los griegos fueron los primeros en intercalar meses extras en el calendario sobre una base científica, añadiendo meses a intervalos específicos en un ciclo de años solares.

CALENDARIO AMAZIGH
El calendario amazigh continental es el calendario anual usado por los amazigh en el Norte de África, conocido como "Assgwas amaynu, id ssegwas" que significa: Año Nuevo, Noche Nueva. Este calendario es conocido también en Arabe con el nombre "Agricultural". Es usado para regular la cosecha.
El calendario amazigh que determina este evento es un calendario solar, a diferencia del lunar utilizado por los árabes, y que como ocurre en otras antiguas civilizaciones se encuentra organizado en torno a la vida agraria tradicional que se desarrolla en las regiones del Norte de África. El año cero que se toma como referencia es el 950 a.C., año adoptado por la Academia Bereber de París en los 60 como fecha aproximada en la que asciende al trono del Antiguo Egipto, Sheshong I, de origen amazigh, que gobernará durante veintiún años, dando lugar a la fundación de la vigésimo segunda dinastía.
La celebración del Yennayer es una fiesta en la que los imazighen tradicionalmente renuevan la alianza del mundo de los vivos con el mundo de los muertos, en la que se comparte de forma comunitaria la cena, generalmente cuscús de pollo, productos vegetales y frutos secos, con los que también se quiere poner de manifiesto la estrecha relación que el pueblo amazigh ha mantenido siempre con la tierra.
EL CALENDARIO ROMANO

El original calendario romano, introducido hacia el siglo VII a.C., tenía 10 meses con 304 días en un año que comenzaba en marzo. Dos meses más, enero y febrero, fueron añadidos posteriormente en el siglo VII a.C., pero como los meses tenían solamente 29 o 30 días de duración, había que intercalar un mes extra aproximadamente cada segundo año. Los días del mes eran designados por el incómodo método de contar hacia atrás a partir de tres fechas: las calendas[3], o primeros de mes; los idus, o mediados de mes, que caían el día 13 de ciertos meses y el día 15 de otros; y las nonas, o el noveno día antes de los idus. El calendario romano se hizo enormemente confuso cuando los funcionarios que tenían encomendada la adición de días y meses abusaron de su autoridad para prolongar sus cargos o para adelantar o retrasar elecciones.
En el año 45 a.C. Julio César, siguiendo el consejo del astrónomo griego Sosígenes (siglo I a.C.), decidió utilizar un calendario estrictamente solar. Este calendario, conocido como calendario juliano, fijó el año normal en 365 días, y el año bisiesto, cada cuatro años, en 366 días. El calendario juliano también estableció el orden de los meses y los días de la semana tal como figuran en los calendarios actuales. En el 44 a.C. Julio César cambió el nombre del mes Quintilis a Julius (julio), por él mismo. El mes Sextilis recibió el nuevo nombre de Augustus (agosto) en honor de Augusto, que sucedió a Julio César. Algunos expertos mantienen que Augusto estableció la duración de los meses que utilizamos actualmente.

EL CALENDARIO GREGORIANO

El año juliano era 11 minutos y 14 segundos más largo que el año solar. Esta diferencia se acumuló hasta que hacia 1582 el equinoccio de primavera   se produjo 10 días antes y las fiestas de la iglesia no tenían lugar en las estaciones apropiadas. Para conseguir que el equinoccio de primavera se produjera hacia el 21 de marzo, como ocurrió en el 325 d.C., año del primer Concilio de Nicea, el papa Gregorio XIII promulgó un decreto eliminando 10 días del calendario. Para prevenir nuevos desplazamientos instituyó un calendario, conocido como calendario gregoriano, que estipulaba que los años centenarios divisibles por 400 debían ser años bisiestos y que todos los demás años centenarios debían ser años normales. Por ejemplo, 1600 fue un año bisiesto, pero 1700 y 1800 no lo fueron.
El calendario gregoriano recibe también el nombre de cristiano, porque emplea el nacimiento de Cristo como punto de partida. Las fechas de la era cristiana son designadas a menudo con las abreviaturas d.C. (después de Cristo) y a.C. (antes de Cristo)
El calendario gregoriano se fue adoptando lentamente en toda Europa. Hoy está vigente en casi todo el mundo occidental y en partes de Asia. La Unión Soviética adoptó el calendario gregoriano en 1918, y Grecia lo adoptó en 1923 por motivos administrativos, aunque muchos países de religión cristiana oriental conservaron el calendario juliano para la celebración de las fiestas de la iglesia.
Aunque el nacimiento de Cristo fue originalmente fijado el 25 de diciembre del año 1 a.C., los investigadores modernos lo sitúan ahora hacia el cuarto año de nuestra era.
Puesto que el calendario gregoriano todavía supone meses de distinta duración, haciendo que fechas y días de la semana cambien con el tiempo, se han hecho numerosas propuestas para un calendario reformado más práctico. Estas propuestas incluyen un calendario fijo de 13 meses iguales y un calendario universal de cuatro periodos trimestrales idénticos. Hasta ahora no se ha adoptado ninguno.

REFERENCIAS SOBRE EL  CALENDARIO GUANCHE

Son  irrefutables las pruebas de la pervivencia, actualmente del sistema de numeración en base doce (12) pervive entre los pastores canarios que, aún conociendo y dominando también el de base 10, al igual que los primitivos canarios, emplean para el ganado y otras actividades agrarias el duodecimal.

La Iglesia del Pueblo Guanche, ha asumido el ancestral calendario de nuestros antepasados  para uso interno y cómputo del año litúrgico guanche.

SISTEMA DECIMAL: Es pues la pervivencia una vez más, la prueba de nuestra tesis: los antiguos canarios utilizaron, desde el punto de vista matemático, al menos, dos sistemas de numeración: uno es el duodecimal, originado en la astronomía y aplicado posteriormente en otras labores de cierta importancia sociocultural para la supervivencia de la comunidad, como era la ganadería, los ritos y los juegos de reflexión. Estos últimos, en la mayoría de los casos, con connotaciones rituales mágicas y religiosas.

a) El otro sería el decimal, recogido y trasmitido por algunos europeos como el piloto Nicoloso da Recco, de la expedición portuguesa de 1341, o el ingeniero italiano al servicio del rey de España Leonardo Torriani (s.XVI), durante su estancia en las islas.

b) Este sistema fue recogido en la lengua de los antiguos canarios, y es ampliamente estudiado y analizado en su obra “Sistemas de numeración Norteafricano” del profesor Juan Álvarez Delgado y “Aproximación al sistema de numeración Canario” del doctor Ignacio Reyes García (Ambos autores desconocían la pervivencia del sistema en base 12, ampliamente extendida entre nuestros pastores. Si este tipo de numeración, ha llegado hasta nuestros días, ha sido porque sin duda alguna ofrece ventajas prácticas en el pastoreo. Entre dicha ventajas esta un mayor número de divisores y múltiplos, lo que permite un mejor desenvolvimiento práctico

Hacían entre año, (el cual contaban ellos por lunaciones) muchas juntas generales; y el rey que a sazón era y reinaba, les hacía el plato y gasto de las reses, gofio, y manteca, que era todo lo que darse podía; y aquí mostraba cada cual su valor, haciendo alardes de sus gracias en saltar, correr, bailar aquel son que llaman canario, con mucha ligereza y mudanzas, luchar, y en las demás cosas que alcanzaban; y no es poco de maravillar, que hombres tan valientes, de tanta fuerza y ligereza y tan delicados ingenios como dellos han salido.

(Fray Alonso de Espinosa, “Historia de Nuestra Señora de candelaria” Lib. III. Cap. IV, p. 38)  

El mismo autor, en el libro II, cap. II, p. 51, refiriéndose a la posible llegada de la Diosa Chaxiraxi a la isla dice: <<Aunque averiguar el año y tiempo en que esta sagrada imagen apareció sea cosa muy dificultosa, porque ha venido de mano en mano hase ido perdiendo la memoria; con todo aquesto, aprovechándome de las antiguas pinturas que esto refieren y sirven de escritura y de la computación de las lunas y que los antiguos naturales usaban, vendré rastreando a dar con lo más averiguado que es: el año mil y cuatrocientos (...)>>

<<El dia contaban por soles
              y el de meses y años por lunas,
             contaban con buen orden y concierto
             y como eran de cuenta, tenían cuenta<<

            (Antonio de Viana (Canto I, versos 608-611, p. 30)

Abreu Galindo en su Historia de  la Conquista de las Siete islas de Canaria. (Lib. III, cap.IV, p. 270) dice: <<Tenían gran cuenta con los días, por las lunas, a quien tenían gran veneración y con el sol>>.

El historiador canario Tomás Arias Marín de Cubas (1643-1704),  concreta un poco más y nos dice: <<Contaban su año llamado Acano por lunaciones, de veinte y nueve soles desde el día que aparecía nueva empezando por el estío, cuando el sol entra el Cancro (“cancer”=cenit) a veinte y uno de junio en adelante la primera conjunción... (Historia de las Siete islas de Canaria”) (Lib. II, cap. XVIII, p. 254.)

Francisco García Talavera y José M. Espinel Cejas, en su obra: Juegos Guanches Inéditos en uno de los trabajos más serios que hasta la fecha sé a elaborado sobre el tema nos dicen: <<los guanches se servían de sencillos instrumentos para seguir el curso del Sol, elaborados con materiales del entorno, por ejemplo, varillas cruzadas que servían para determinar con gran precisión el paso de Magek, el astro rey, el “Dios”..., por el cenit. El solsticio de invierno, el de verano, el equinoccio de primavera y el de otoño eran igualmente susceptible de ser calculados por este procedimiento. Es lógico, pues, pensar que entre los guanches  pre colonial prevaleciera la idea de computar el tiempo mediante el periodo de revolución lunar en torno a la Tierra, fácilmente determinable por la repetición rápida y regular de las fases de la luna...>>

El Calendario guanche sería bastante exacto y complejo ya que constaba de 365 días al año, contados desde un solsticio de verano hasta su repetición al año siguiente. Es muy probable que este calendario se basara en el “nacimiento heliaco” de Sirio, la estrella más brillante del cielo, que en aquella época aparecía por el horizonte poco antes del amanecer el día del solsticio de verano.

Si esto sucedía así como parece más que probable, explicaría perfectamente que fuera éste último el día señalado para comenzar el cómputo del ciclo anual (S.G.C.A.), es decir el primer día del año guanche.

Durante el transcurso del año y desde que tiene lugar el nacimiento heliaco, Sirio se desplaza, noche tras noche, hasta producir su ocaso heliaco, fenómeno tras el cual quedará invisible durante un largo periodo de tiempo hasta su siguiente aparición (nacimiento heliaco), durante el amanecer del siguiente solsticio de verano...El año, como señalan Marín de Cubas, Gómez Escudero, Chil y Naranjo, Bethencourt Alfonso, Álvarez Delgado y otros, comenzaba con el solsticio de verano (nosotros creemos que el año guanche comenzaba el día 21 de junio, la iglesia católica obligó  a los guanches a trasladar  la fecha al 24 para hacerla coincidir con la festividad de San Juan) día en que se encienden desde tiempo inmemorial, hogueras rituales por toda la geografía del Archipiélago. Esto explica el hecho de que los pastores, aún hoy, rescindan y contraigan los contratos anuales por “San Juan señalado”.

Esta práctica está documentada desde los primeros tiempos de la conquista, en que los contratos entre guanches y de estos con los europeos e incluso con el Cabildo de la isla, se celebran por estas fechas, según están recogidos en diferentes actas del Cabildo.

Como ejemplo de lo expuesto, transcribimos algunos contratos otorgados en el valle y heredamiento de Guimar:

1573, agosto, 16, domingo-San Juan de Güimar. Fol. 69 vº

Francisco Rodríguez, hijo de Francisco Rodríguez, natural de Tenerife (guanche), morador en Ntra. Sra. de Candelaria, por la presente se obliga a pagar a Diego Hernández, cazador y labrador, presente, tres ducados por tres fanegas de trigo morisco, (trigo guanche) bueno y limpio que es simiente, las cuales ya ha recibido de Diego Hernández.
Los tres ducados de a once reales nuevos cada uno, a pagar el día de San Juan de junio de 1574, en esta isla donde se lo pidiera.-
Hecha en las casas de la morada de Alonso Rodríguez.- Tgos. Mateos Hernández. Diego de la Peña, y Alonso Rodríguez, vecs. estantes. Firma: Por no saber escribir el otorgante, Diego de la Peña. Sin derechos.

1573, agosto, 19, miercoles-San Juan de Guimar. Fol. 71 rº

Manuel González, labrador, morador en el pueblo de Ntra. Sra. de Candelaria, dice que por la presente se obliga a pagar a Sebastián González, purgador, morador en Arafo, once doblas de oro de a 500 mrs. Cada una de moneda de Canaria, a pagar el día de San Juan de junio de 1574, en el valle de Guimar o en Ntra. Sra. de Candelaria, por un asno blanco y bueno, que le vendió con su aparejo y albardas.

En cumplimiento del pago, hipoteca el asno, de unos cuatro años que va para cinco y dos vacas: <<Erguida>> y <<Aldonza>> de color bermejas, que serán de siete u ocho años. Sebastián González dijo que conoce al otorgante.- Hecha en las casas de las moradas de Alonso Rodríguez.- Tgos. Diego de la Peña. Alonso Rodríguez y Blas Hernández, vecs. y estantes. Firma por no saber escribir, Diego de la Peña. Derechos un real.

1575, septiembre, 3 sábado, San Juan de Guimar. Fol.478 rº

Mateos de Aday, morador en el valle de Guimar, termino y jurisdicción de San Cristóbal de La Laguna, en esta isla de Tenerife, presente, dice que debe a Simón Hernández, morador en Arafo, vecino, presente, 16 doblas de oro de a 500 mrs. Cada una, por resto de 27 cabrillas que le vendió, a pagar en dineros de contado el día  de San Juan de junio de 1576. En cumplimiento hipoteca 50 cabras que  tiene en Guimar,  donde dicen Guaza. Otorgada en el valle y heredamiento de San Juan de Guimar.- Tgos. Alonso Rodriguez de Guimar, Alonso de Lugo, el mozo y Alonso de Xerez Cardona, vecs. y estantes. Firma: Por no saber Alonso Rodriguez.
[Al margen]
En el valle y heredamiento de San Juan de Guimar, en 10 de junio de 156, ante Sancho de Urtarte, compareció Simón Hernández, de Arafo, y dio por libre y quito a Mateos de Aday, presente, de la 16 doblas.- Tgos. Alonso Rodriguez, Diego Hernández, de Chimazo y Juan de Mallorquín, vecs. y estantes.- Firma: por no saber, Alonso Rodriguez.- Sancho de Urtarte, esc. de S.M.  

1575, septiembre, 16, viernes-Valle de Guimar. Fol. 479 rº

Rodrigo Hernández, canario, morador en Chicayca, vecino, dice que Diego Moreno, difunto, le debe 21 doblas de 6 pagas corridas de un tributo que la ultima paga se cumplió el día de San Juan de junio pasado de 1575, y el censo de ello pasa ante Alonso Cabrera y Rojas, escribano mayor del concejo y publico. Por esta carta da poder da poder especial a Guillen Castellano, vecino para  cobrar a los herederos de Diego Moreno las 21 doblas.- Otorgada en el heredamiento de San Juan de Guimar.- Tgos. Gonzalo Lorenzo, Alonso de Cardona, Diego González y Diego Martín, vecs. Firma: Rodrigo Hernández.

Derechos, cuarenta y seis mrs. De buena moneda.













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