domingo, 4 de agosto de 2013

MARTIN FIERRO-XXXI




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[EL OFICIAL DE PARTIDA]
Un ñapóles mercachifle Que andaba con un arpista
5535    Cayó también en la lista Sin dificulta ninguna: Lo agarré a la treinta y una7a Y le daba bola vista .
Se vino haciendo el chiquito,
5540    Por sacarme esa ventaja; En el pantano se encaja,
Aunque robo se le hacía: Lo cegó Santa Lucía  Y desocupó las cajas.
5545    Lo hubieran visto afligido Llorar por las chucherías. «Ma gañao con picardía», Decía el gringo y lagrimiaba, Mientras yo en un poncho alzaba
5550    Todita su merchería .
Quedó allí aliviao del peso, Sollozando sin consuelo; Había caldo en el anzuelo Tal vez porque era domingo,
5555    Y esa calida de gringo
No tiene santo en el cielo.
Pero poco aproveché De fatura tan lucida: El diablo no se descuida,
5560    Y a mí me seguía la pista Un ñato muy enredista Que era Oficial de partida.
Se me presentó a esigir La multa en que había incurrido,
5565    Que el juego estaba prohibido, Que iba a llevarme al cuartel. Tube que partir con él Todo lo que había alquirido.
Empecé a tomarlo entre ojos 5570    Por esa albitrariedá.
Yo había ganao, es verdá, Con recursos m, eso sí; Pero él me ganaba a mí Pund5575    Decían que por un delito Mucho tiempo anduvo mal; Un amigo servicial, Lo compuso con el juez, Y poco tiempo después
5580    Lo pusieron de Oficial.
En recorrer el partido Continuamente se empleaba, Ningún malevo agarraba, Pero traía en un carguero
5585    Gallinas, pavos, corderos Que por ahí recoletaba.
No se debía permitir El abuso a tal estremo. Mes a mes hacía lo mesmo,
5590    Y ansí decía el vecindario: «Este ñato perdulario Ha resucitao el diezmo» ra.
La echaba de guitarrero Y hasta de concertador m;
5595    Sentao en el mostrador
Lo hallé una noche cantando Y le dije: «Co... mo... guiando" Con ganas de oír un cantor.»
Me echó el ñato una mirada
5600    Que me quiso devorar; Mas no dejó de cantar Y se hizo el desentendido; Pero ya había conocido Que no lo podía pasar.
5605    Una tarde que me hallaba De visita... vino el ñato, Y para darle un mal rato Dije fuerte: «Ña... to... ribia, No cebe con la agua tibia.»
5610    Y me la entendió el mulato.
ao en su autoridá.

Era él todo en el juzgao, Y como que se achocó  Ahí no más me contestó: «Cuando el caso se presiente
5615    Te he de hacer tomar caliente Y has de saber quién soy yo.»
Por causa de una muger Se enredó más la cuestión: Le tenía el ñato afición,
5620    Ella era mujer de ley,
Moza con cuerpo de güey, Muy blanda de corazón.
La hallé una vez de amasijo, Estaba hecha un embeleso,
5625    Y le dije: «Me Intereso
En aliviar sus quehaceres, Y ansí, señora, si quiere, Yo le arrimaré los güesos» "•„
Estaba el ñato presente,
5630     Sentado como de adorno; Por evitar un trastorno, Ella, al ver que se dijusta, Me contestó: «Si usté gusta, Arrímelos junto al horno.»
5635    Ahí se enredó la madeja   , Y su enemista conmigo; Se declaró mi enemigo, Y por aquel cumplimiento Ya sólo buscó un momento
5640    De hacerme dar un castigo.
Yo veía que aquel maldito Me miraba con rencor, Buscando el caso mejor De poderme echar el pial;
5645    Y no vive más el lial'"
Que lo que quiere el traidor
No hay matrero que no caiga, Ni arisco que no se amanse. Ansí, yo, dende aquel lance

5650    No salía de algún rincón,
Tirao como el San Ramón m Después que se pasa el trance.

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