Nos situamos en esta ocasión en Gran Canaria, zona norte de la isla, más concretamente en el municipio de Santa María de Guía, lugar de grandes tradiciones canarias, romerías y procesiones donde todo el pueblo disfruta de las fiestas de sus orígenes en este municipio mágico. Pero no todo es tradición en este lugar, ya que el norte de la isla ha sido muchas veces protagonista del mundo del misterio por sus casos ocultos como grandes avistamientos ovnis que han sido comentados a nivel nacional, u otros casos de apariciones o lugares encantados, que es en esta ocasión en lo que nos centramos.
En el lugar de Guía conocido como Casas de Aguilar, cerca del pueblo de Santa Inés, se encuentra una pequeña urbanización de casas antiguas y fincas que, antes del boom de la globalización y desarrollo de las ciudades y la capital, se encontraba bastante poblado. Son casas que han sido heredadas de generación en generación, de construcción propia, que poco a poco las generaciones familiares han ido adaptando a sus gustos, aumentando el número de pisos, habitaciones, etc., poco a poco, sufriendo una metamorfosis cada domicilio que dan una imagen muy familiar al lugar. Pero existe una de estas casas que no ha sufrido cambio alguno, conservando su pequeño tamaño inicial, que consta tan sólo de un pequeño salón y una habitación contigua, aparte del terreno colindante y el gallinero.
En el lugar de Guía conocido como Casas de Aguilar, cerca del pueblo de Santa Inés, se encuentra una pequeña urbanización de casas antiguas y fincas que, antes del boom de la globalización y desarrollo de las ciudades y la capital, se encontraba bastante poblado. Son casas que han sido heredadas de generación en generación, de construcción propia, que poco a poco las generaciones familiares han ido adaptando a sus gustos, aumentando el número de pisos, habitaciones, etc., poco a poco, sufriendo una metamorfosis cada domicilio que dan una imagen muy familiar al lugar. Pero existe una de estas casas que no ha sufrido cambio alguno, conservando su pequeño tamaño inicial, que consta tan sólo de un pequeño salón y una habitación contigua, aparte del terreno colindante y el gallinero.
Su estado de abandono no es producto de la casualidad, sino que es debido a una serie de fenómenos que ocurren en su interior, de origen incierto. Según cuentan en el vecindario, son varias las familias que han abandonado la casa a lo largo de los años, testigos innatos de los misterios que han ocurrido en esas pequeñas cuatro paredes que han conseguido repeler a decenas de personas de su interior. Los habitantes de las casas colindantes narran de que los vecinos que llegaron a vivir en esa casa hablaban de sonidos de cadenas en el interior y sobre la casa, goteras inexistentes que se escuchaban constantemente, poniendo de los nervios a los mas susceptibles, golpes en las paredes desde el exterior, e incluso escuchar en el gallinero adyacente a la casa como alguien masacraba sus gallinas, las cuales seguían durmiendo plácidamente al comprobar su estado el dueño, alertados por los ruidos. Estos sucesos, seguidos de varios más de la misma índole, hacían que huyeran del interior de la casa cientos de inquilinos, aumentando las historias sobre el domicilio que posteriormente quedó abandonado al nadie querer volver a alquilarlo.
Los habitantes del pequeño pueblo llamaron a esta casa “La casa de los miedos” ya que toda persona que había residido en su interior la había abandonado por haber conocido en ella el límite de sus miedos.
El origen de estos fenómenos es incierto, ya que nadie conoce con exactitud a partir de cuándo empezaron a ocurrir, si bien es cierto que una de las teorías sitúa a una pareja recién casada en su interior, rencorosa y muy interesada en conseguir dinero y fortunas, lo que les llevó a engañar y timar a una serie de personas, las cuáles se tomaron la justicia bajo su puño y una fría noche, deslizándose entre las sombras de la finca, asesinaron a sus gallinas y ganado. La pareja alertada por el ruido salió a defender sus animales, encontrando el mismo final que ellos bajo sus deudores. Los vecinos no se percataron de nada, desapareciendo de la noche a la mañana la pareja de aquel lugar.
Debido a la acritud y personalidad arisca de la pareja, nadie se preocupó en qué había ocurrido con ellos, recibiendo de buen agrado a los próximos vecinos que se mudaron al pasar los meses. Si bien esta leyenda no se ha podido probar si fuera cierta o no, muchos son los testigos que admiten tener miedo a los espíritus de la pareja vengadora, que aún vaga en el plano fantasmal por su casa, buscando un por qué a su inesperado final.
(canariasmisterio.blogcindario.com/)
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