lunes, 27 de octubre de 2014

LA PESADILLA CONTINÚA



Kebehi Benchomo*

Los reyes de España Juan Carlos I y su esposa Sofía como estaba previsto llegaron a Chinech (Tenerife) desde donde iniciarán una visita de estado a todas las islas de la colonia. A pesar de la descomunal campaña desarrollada por los medios de comunicación afectos al colonialismo, la repuesta popular a esta visita  ha sido ciertamente muy significativa, el pueblo no ha mostrado ningún interés por estos personajes, hasta el punto de que en los actos hasta ahora llevados a cabo los comité de recepción han estado compuestos por los componentes de las respectivas corporaciones, el séquito de los reyes, la policía colonial tanto los uniformados como los cientos de paisano y no más de un par de docenas de curiosos ciudadanos en los actos programados. En Añazu (Santa Cruz) donde el presidente del parlamente supuestamente canario, el español Gabriel Matos entregó al rey de España la primera medalla de oro de la entidad, en un acto de servilismo y gesto de fidelidad hacía quien hace posible que se llenen los estómagos y los bolsillos de “Sus Señorías”. En los actos de Eguerew (La Laguna) donde la alcaldesa Ana Oramas – descendiente por línea directa de Juan Doramas, un converso que se puso al servicio de los invasores conquistadores castellanos luchando con éstos contra su pueblo (la historia se repite)- entregó al rey español “las llaves de la ciudad” cuestión que no entendemos teniendo en cuenta que la ciudad de Eguerew (La Laguna) jamás tuvo murallas ni puertas de entrada o salida desde el primer asentamiento europeo en los llanos de La Jardina. Los medios de comunicación españoles en Canarias, especialmente las cadenas de Televisión no pudieron ofrecer ni siquiera un plano donde hubiese más de setenta u ochenta personas presenciando el paso de la comitiva, a pesar de las tácticas manipuladoras de las imágenes que son habituales en estos medios, y a pesar de la ingente campaña que éstos mismos medios han venido sosteniendo desde hace varios meses con la intención de alienar una vez la mente de los ciudadanos canarios,  es evidente que el pueblo ya ha superado la etapa en que los españoles le engañaba con el cambio de cuentas de vidrio por cabras y orchilla. Por otra parte, el cabreo ciudadano ha sido monumental por las enormes retenciones del tráfico de más de cuarenta y cinco minutos motivada por el paso de la caravana de los visitantes, en Eguerew en la autopista del norte entre Padre Anchieta y San Benito y en la carreteras adyacentes el clamor de las bocinas de los vehículos fue épico, sin contar con que el centro de la ciudad estuvo literalmente tomada por las fuerzas de ocupación españolas en la isla.

Como es habitual la policía colonial no desaprovecho la ocasión para recordarnos quienes son los que realmente mandan en la colonia, así un grupo de ciudadanos que protestaban pacíficamente en la Plaza de San Francisco por la indeseada presencia de los monarcas españoles, fueron cacheados, brutalmente arrojados al suelo y obligados a identificarse.

¿Es justo que los ciudadanos tengamos que sufrir estas demostraciones de fuerza e innumerables molestias cada vez que nos visita algún extranjero supuestamente importante según el criterio de quienes dicen representarnos?

En fin, seguiremos informando si antes no nos aplican el concepto que de la libertad de expresión tiene diseñado para Canarias el gobierno colonial.

Ciudad colonial de Eguerew 23 de octubre de 2006


*Asociación Sociocultural.

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