miércoles, 2 de julio de 2014



 

1882.

Llega a Cuba Luís F. Gómez Wanguemert. Allá, en las Afortunadas, bañadas por las suaves brisas del gigante Teide, en la antigua patria del valiente y honrado Tanausú, hay una pintoresca población, llamada Los Llanos, donde cupo la suerte de ver la luz primera en el año 1863 el patriota ilustradísimo a quien con gusto dedicamos esta página, publicando a la vez su retrato.

Nuestro biografiado llegó a Cuba el año 1882 cuando apenas tenía diecinueve años, estableciéndose en las ricas localidades vueltabajeras de San Juan y Guane, donde se cultiva el mejor tabaco del mundo.
En el tiempo que nuestro comprovinciano lleva de avecindado en la Isla, provincia de Pinar del Rio —que no es mucho relativamente comparado— goza ya de un crédito ilimitado y de una posición social ventajosísima.
Extractamos algunos de sus hechos más notables porque ellos vienen a significar, una vez más, la influencia civil, militar y política que los Canarios ejercen en América, cualquiera que sean sus creencias, porque esto, y no otra cosa, es lo que nos hemos propuesto al escribir la historia de los Canarios en estas latitudes, a partir de 1466 y hasta nuestros días.
Nuestro compatriota Luis Felipe Gómez Wanguemert ha sido concejal y teniente de alcalde en los términos de Guane, y San Juan y Martínez, y en la actualidad es secretario de la Junta Administrativa creada recientemente en el Valle de Weyler (Luis Lazo) por disposición del Excmo. Sr. general en jefe y capitán general.
En la parte más occidental de la provincia de Pinar del Rio, donde existen muchos miles de hijos de canarias le llaman “El cónsul”.
En todas las desgracias de Vuelta Abajo, jamás nuestro paisano ha dejado de estar en su lugar. De manera que, cuando ha sabido que en algunos de los pueblos de Vuelta Abajo se han cometido, o tratado de cometer, atropellos con hijos de Canarias, allí ha acudido siempre dispuesto a defenderlos, dándose el caso, en más de una ocasión, de que sus exaltadas defensas, o sus vivos ataques, le envolviesen en procesos de los que siempre salía absuelto.
En la calle Real de Suárez, frente al Casino Español, fue acometido una noche por tres empleados del Juzgado de Instrucción que le dispararon varios tiros, defendiéndose Gómez con todo el valor y sangre fría de que es capaz un hijo de las Afortunadas, y todo por haber reprobado el atropello cometido contra su comprovinciano, J. Leon María Camacho, que estaba imposibilitado de poder defenderse por estar enfermo de calenturas.
Desde muy joven (a los 15 años) se afilió en Canarias al Partido Republicano. En Cuba comenzó a hacer política en 1887 cuando se inicio la disidencia izquierdista del partido de Unión Constitucional, luego tomó parte en el movimiento económico y, creado el partido reformista, fue comisionado en unión de distinguidas personalidades para hacer propaganda por los pueblos más occidentales de Vuelta Abajo, Guane, Martínez, Baja, Remates y otros donde era poderosa la Unión Constitucional.
El resultado de los discursos pronunciados por los comisionados fue la creación de importantes comités y el triunfo en los comienzos.
Gómez es miembro del Comité Regional, vice-presidente del Sub-comité de Punta de la Sierva, y secretario del local de Guane.
Como periodista inteligente ha colaborado en La Idea, Las Dominicales, El Radical, La Alborada, La Fraternidad, El Eco de Canarias, Las Afortunadas y Las Canarias, y en Paz y Concordia, órgano oficial de la Respetable Logia de su nombre establecida en la capital de Pinar del Río.
Se ha distinguido por sus sentimientos caritativos y exaltado patriotismo.
En el Valle de Weyler ha prodigado muchos beneficios a los centenares de familias reconcentradas y presentadas, facilitándoles comida y dinero.
Como oficial de voluntarios ha prestado grandes servicios, ha sido práctico de columnas con los generales Mann, Suárez Valdés y Meguizo, y ha tomado parte en varios encuentros, algunos importantes, y ha llevado al cuerpo de voluntarios centenares de jóvenes.
En la actualidad está terminando la organización de un escuadrón del cual será nombrado Comandante, según se dice.
Fue el iniciador en la provincia vueltabajera de la suscripción para el aumento de la Escuadra Nacional.
Es miembro de la Asociación Canaria. En Punta de la Sierra, donde poseía el Hotel «Marina», tenía una escuela gratuita y una modesta biblioteca puesta al servicio público. Todo fue destruido cuando el incendio del pueblo por los revolucionarios.
En la actualidad se dedica al cultivo del tabaco y a su compra para las fábricas de la importante casa «Henry Clay». Es apoderado de varios dueños de vegas y almacenistas de víveres de La Habana.
Por último, le gusta hacer sus poesías.
Y como aficionado a lo instructivo y bello, ha organizado veladas literarias y suscripciones para fines benéficos, entre ellas para socorrer a las víctimas de los terremotos de Andalucía y para auxiliar a la desgraciada señorita Emilia Villacampa, y es corresponsal especial del Diario de la Marina.
Como hombre político hállase nuestro compatriota Gómez Wanguemert dignificado con el partido reformista local de Cuba, al cual viene, según lo anotado en otro lugar, prestando sus valiosísimos servicios con toda lealtad y el elevado criterio de patrióticas miras, desde que la facción izquierdista de «Unión Constitucional» hizo su primera evolución hacia el programa de Gobiemo, siendo Ministro de Ultramar el Sr. Maura.

En política, como en todas las manifestaciones humanas, el estacionamiento es un grave pecado, un absurdo, y por eso escribía Fernando Corradi en su famoso y antiguo periódico El Clamor Público (1847), nosotros somos: «Más liberales hoy que ayer. Más liberales mañana que hoy».  (Los Canarios en América / José Antonio Pérez Carrión: )


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