miércoles, 2 de julio de 2014

JUAN DE IRIARTE Y CISNERO



 

1771 agosto 23.

Fallece en Madrid (España) Juan de Iriarte y Cisnero

D. Juan de Iriarte y Cisneros, nació en el Puerto de la Cruz, el 15 de Diciembre de 1.702. Fueron sus abuelos paternos D. Pedro Iriarte y López-Aguirre y Dña. Maria de Echevarria y Varrena, sus padres D. Juan de Iriarte y Echevarria (1667-1722) destinado en el Castillo de San Felipe, como alférez de las Milicias, natural de Oñate Guipúzcoa que casó en el Puerto de la Orotava con Dña. Teresa de Cisneros y Escañuelas, hija de peninsulares pero nacida en el Puerto de la Orotava, él tenia 35 años y ella solo 16. Tuvieron 9 hijos, sus hermanos Francisco, Bernardo, Mª Josefa, Antonia, Clara, Ana, José y Pedro. Fue bautizado en la Parroquia de Nuestra Señora de la Peña de Francia, el día 24 de diciembre de 1702 por D. Matheo de Sossa. Imponiendosele los nombres de Juan Bernardo, fue su padrino don Bartolomé de Casa Buena.

Aprende precozmente a leer y escribir, D. Juan “su padre” quería darle la mejor educación posible, no solo velando por su porvenir sino por el resto de sus hijos, comprendiendo que en el Puerto de la Orotava nunca pasaría de ser una decorosa medianía y conocedor del grado de adelanto que había alcanzado en París el estudio de las Ciencias y de las Letras, aprovecho los buenos ofrecimientos que frecuentemente le hiciera su amigo el cónsul de Francia en las Islas Canarias Mr. Pierre Hely, y con once años de edad le da permiso paternal al Sr. Hely y embarcan para Francia y llegan el 18 de diciembre de 1713 a Honfleur (Normandia) y de allí marcharon a París.

Una vez en París, ingresa en el colegio interno en la plaza de la Estraplade donde empezó a aprender francés y latín, pasados seis meses ingresa en el Colegio Du-Coty del Cardenal Le Moine. Pasó después a Rouen en 1.715, en compañía de D. Pedro Hély, y allí hizo progresos admirables en latín con Mr. Maudit y con el padre Joanino, ganando algunos premios y aficionándose a la lectura de los autores clásicos y a la poesía. Regresa nuevamente a París y Ingresa en el Colegio de San Luis el Grande, pasando a ser discípulo del padre jesuita Porée, este célebre maestro le dedico mucho de su tiempo, estudiando el griego, dejando a sus condiscípulos muy atrás. Con el padre La Santé, en filosofía y matemáticas, aquí conoció a Francois Marie Atouet, mas tarde llamado Voltaire (1694 -1778) escritor y filósofo, también conoció a Claude Prosper Jolyot de Crébillon (1707- 1777) escritor y a Denis Diderot (1713 – 1784) escritor.

Después de ocho años de estudios deja París, y Pasa a Londres, regresando poco después a Tenerife, le dieron la noticia del fallecimiento de su padre, mientras permaneció en su casa se dedicó al estudio del inglés. Marcha a Madrid en 1.724 con la intención de estudiar jurisprudencia en alguna Universidad española, su inclinación a la literatura le llevo a la Real Biblioteca fundada en 1712, su afición a la lectura no le dejó libertad para apartarse de los libros. Allí conocieron su talento el bibliotecario mayor D. Juan de Ferreras y el padre Guillermo Clarke, confesor del Rey Felipe V, quienes le nombraron en 1.729 oficial escribiente de la Real Biblioteca, y de allí salió la resolución de su erudición y su garantía, que le proporcionó la honra de ser receptor de los hijos de los duques de Béjar y Alba y del infante D. Manuel de Portugal, hasta que el 4 de enero de 1.732 lo nombra el Rey bibliotecario de asiento.

Se hallaba D. Juan de Iriarte preparado de cuantos requisitos podía exigir este destino, inteligencia de idiomas, de historia literaria, de crítica, de bibliografía. No solo trabajó índices de todos los mejores libros manuscritos e impresos de que tuvo noticia, sino que copió y extractó de su puño y letra muchos de ellos. Fruto de su aplicación fue su precioso catalogo de los manuscritos griegos de la Real Biblioteca que se imprimió con este titulo: Regiae bibliothecae Matritensis codices MSS. Johannes Yriarte eiusden custos, manuscriptorum museo olim praepositus, edemque Regis interpres intimus, excussit, recensuit, notis, indicibus, anecdotis pluribus evulgatis illustravit. Opus Regiis auspiciis, et sumptibus in lucen editum. Volumen prius. Matriti e Typographia Antonii Pérez de Soto. Anno 1769.

Aunque la segunda parte de esta obra quedó concluida, no la dejo tan ilustrada de disertaciones y observaciones criticas como la primera. Mientras formaba en dos volúmenes en folio los índices de la Real Biblioteca pertenecientes a geografía, cronología y matemáticas, escritos con una curiosidad admirable y con estos títulos, Regia Matritensis Bibliotheca Geographica anno 1.729: Regia Matritensis Bibliotheca Mathematica anno 1.730. Había trabajado también en las correcciones y ediciones de la Biblioteca Hispana de D. Nicolás Antonio, en la Paleografía Griega, del que compuso un tomo, reconocimiento y examen del monetario del Rey, como asociado del célebre anticuario D. Pablo Lucas. Cuando la misma Real Biblioteca dió las gracias al monarca por las aportaciones hechas.

El 21 de febrero de 1.742, le nombra el Rey oficial traductor de su secretaria de Estado. Entra en la Real Academia Española, el 6 de Agosto de 1.743, fue de los que mas prodigaron su asistencia a sus juntas y de los que mas contribuyeron con sus observaciones al tratado de la ortografía, al de la gramática castellana y a la enmienda y aumento del diccionario de la lengua, leyó en la Academia un discurso sobre la imperfección de todos los diccionarios de la lengua, una crítica de las endechas de don Antonio Solís a la conversión de San Francisco de Borja, la oración dirigida a Fernando VI con motivo de la muerte de la reina de Portugal.

La Real Academia Española fue fundada en 1713 por iniciativa del Capitán General Juan Manuel Fernández Pacheco, Marqués de Villena y Duque de Escalona, que fue su primer presidente, y aprobada por Real Cédula de Felipe V el 3 de octubre de 1714.
En 1745 su hermano D. Bernardo le escribe para que su segundo hijo llamado Bernardo estudie en Madrid, con diez años el joven Bernardo quedó bajo la tutela y educación de su tío D. Juan, el cual le instruyó para las letras y las artes, sirviéndole de auxiliar.

El ministerio le encomendó la composición de diferentes inscripciones públicas y epitafios. El Rey D. Fernando VI le mandó en 1.754 se encargase de la formación de un vocabulario latino-castellano y castellano-latino, para el cual llego a incluir hasta unos 600 artículos de la letra A, con nueva claridad, propiedad y método. Este mismo año de 1762, su hermano D. Bernardo aconseja a D. Juan para enviar a su desimosexto hijo a estudiar a Madrid, pasando este a residir con su tío y hermano Bernardo a la Calle Leganitos con 15 años de edad, este durante cierto tiempo estudia y aprende el dominio de las lenguas, latín, correctamente francés, alemán y italiano, el dominio de idiomas le sirvió para su entrada en las cortes y su futuro como diplomático.

Sus poesías latinas tanto épicas como epigrámicas, son bien conocidas de todos. La musa de don Juan era la que coronaba el mérito de las distribuciones de premios en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, fundada en 1752 por Fernando VI, de la cual era académico honorario. El mundo de las artes, descubierto por el rey Fernando VI, año de 1754: La entrada de Carlos III en Madrid, 1759: El valor de Velasco y González en la Habana, 1762, fueron asuntos que cantó alli mismo, no sin general complacencia. Fuera de esto, escribió una bella descripción de las fiestas de los toros en la plaza mayor de Madrid. Puso la doctrina cristiana en versos hexámetros, el Te Deum, el principio del evangelio de San Juan. Pero la colección de sus epigramas, para los cuales tenia un numen particular, compone un considerable volumen, con la versión latina de los refranes castellanos.

Añade también en prosa la elocuente Oración Castellana que pronuncio en la misma Academia de San Fernando, año 1.757, la dedicatoria de la Pharmacopea Matritense, a D. José Cevi, la Censura a las epístolas del deán Marti, y diecisiete artículos en el Diario de los literatos de España, del cual formó parte de su redacción no contuvo sus tareas dentro de los márgenes de la poesía, la elocuencia y la critica. No debemos ignorar cuanto le debió la Gramática Latina, escrita con nuevo método y nuevas observaciones que alcanzó ocho ediciones, en verso castellano, con su explicación en prosa, dedicada a los infantes D. Gabriel y D. Antonio en Madrid, por Pedro Marín, 1771. Se puede decir que esta fue la obra de toda su vida, en ella trabajo mas de 40 años.
El 4 de julio de 1764 D. Juan recibe en Madrid a su sobrino Tomás Francisco, decimoséptimo hijo de su hermano D. Bernardo residiendo en la calle leganitos con su tío y hermanos Bernardo y Domingo, Tomás que junto a su tío y hermanos se perfeccionó en latín, se impuso en lengua francesa, se aplico en la inglesa de la que ya tenia principios desde su pueblo natal, empezó los principios de griego y se dedicó a la buena literatura, especialmente a la poética y retórica.

No le debe menos la historia. D. Juan de Iriarte y Cisneros había emprendido una obra, cual era la biblioteca general de cuantos autores han tratado de España, de su geografía, de su historia política y literaria, de sus varones ilustres, de su comercio etc. Pero ansioso, sobre todo, de contribuir a la gloria de su patria con algunos tributos de su talento, había recogido muchas copias de materiales para escribir una historia de las Islas Canarias, con una biblioteca de los escritores que han hecho mención de ellas en todos los tiempos, su pluma supo decir de las Islas Canarias grandes cosas.

¡O Fortunadas Islas¡ O Canarias!
Fértiles como en vinos en ingenios,
Teide compite ya con Panaso
Siendo Baco su padre, su Dios Febo.

D. Juan Iriarte y Cisneros, muere en Madrid el día 23 de Agosto de 1.771, enterrandose en el Camposanto de la Buena Dicha, en secreto, con licencia del Vicario. Contaba con 68 años de edad. (Bernardo Cabo Ramón)

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