miércoles, 23 de julio de 2014

Anforas con restos infantiles




Hemos de destacar, igualmente, que las ánforas podrían haber sido utilizadas como urnas funerarias, como contenedoras de restos humanos, si interpretamos la equívoca denominación de "talla (Bethencourt 1991).

como ánforas, en cuyo interior se encontraron depositados huesos de niños (Barranco de Boxo, Arico), representativos de la práctica del ritual fenicio-púnico del sacrificio infantil (Tofet).También se tiene noticia de que en Huriame y Tubilla Seca (Fuerteventura) existió este rito. Así, para Tubilla Seca nos dicen que les informaron unos pastores de que en el fondo del pozo que llamaban de La Rosa porque había un Rosa (¿Tanit?) (...) se encontré una tarra de barro y una laja blanca puesta encima y la destaparon y había dentro los huesos de un niño todavía están las chozas delos guanches encima. La descripción de la pieza parece corresponder con la cerámica ovoide de gran tamaño tan representativa de la isla.

Junto a este material anfórico, encontramos en el yacimiento del Portichuelo (Cendro. Telde. Gran Canaria), restos de huesos infantiles depositados en el interior de vasijas cerámicas y rodeados de una anormal abundancia de fragmentos óseos animales y distintos restos antropológicos infantiles y carbón...

El término "talla" o "bernegal" se utiliza indistintamente dentro de la cerámica tradicional fabricada a mano, para definir unas piezas de tamaño mediano-grande dedicadas a contener casi siempre líquidos. Es indudable que si J. Bethencourt hubiera visto un "gánigo" lo hubiera denominado como tal, pues era conocedor de la cerámica aborigen de Tenerife. Ya hemos señalado que no será hasta una siglo más tarde cuando se identifiquen como ánforas un tipo de cerámicas hasta ese momento no valorado. Hemos de hacer esta inferencia ya que no se conserva nada del material reseñado.
Ejemplo, de la sepultura de un bebé en el interior de un ánfora de cerámica, una forma de enterramiento muy común entre los siglos IV y VI después de Cristo. esta se encontró en una villa romana.
Maria Gómez Díaz.

Julio de 2014.

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