miércoles, 12 de junio de 2013

BRUJERIA Y APARICIONES: HISTORIAS DE SEÑA ROSA-IX







 Mónica Díaz Tabares
LA CASA DEL MIEDO
Esa casa estaba (o está) en San Juan de la Rambla, en... el chorro del agua, a la pri­mera calle no, a la segunda, a la parte abajo, saliendo pa fuera, a la derecha.
Y según dice la abuela nadie podía vivir en ella, pues hasta de día hacia miedo...

Mi madre (en paz descanse), soñó que se día a vivir a San Juan de La Rambla a una casa de dos pisos, y que al subir la escalera había una cabra amarrada.
(La cabra era el símbolo de lo malo)
Antes había vivido allí una maestra, y se tuvo que dir; la casa era de una mujer de Santa Catalina; conque fuimos a vivir a ella porque le salió a mi padre una porción de trabajo (de casas de ajuste' pa hacerle las puertas y ventanas... lo de carpintero...), en Las Aguas (ya ves que Las Aguas están por allá de San Juan de La Rambla), y fuimos a vivir a la casa esa, pero mira, en la ventana vías tú un hombre escruzao2, y por donde quiera andaba...; a mí no me importaba nada «el miedo»; y al subir la escalera (que había un codo arriba), había un cuarto (el escritorio del), y aquel cuarto no se podía abrir ni con el día.
¿Por qué?
Porque era «miedoso». ¡Ni con el día! Una noche matemos3 un cochino, convidemos4 a una mujer que vivía al lado, y al subir la escalera (nosotros estamos todos pa'llá, en la cocina...), la escupieron (del escritorio. Ella era «una mujer de mundo»5, pero ¡qué cono!, aunque fuera del mundo no se debe escupir tampoco). Entró Dolores por allí pa dentro, y nos ve a todos en la cocina, cayó con un ataque; cuando se le quitó «aquello», dicen: —¿qué
1              Sust. Trabajo que se realiza en un tiempo límite o mínimo. te pasó—, y dice ella: —que yo creí que me habían escupido los muchachos que estaban en la escalera, y están aquí—. Ella no volvió más nunca a entrar de noche, más nunca!
Y ¿dónde está esa casa?
Está en el chorro del agua de San Juan de La Rambla, a la primera calle no, a la segunda; a la parte abajo, saliendo pa fuera, a la derecha .
¿Todavía estará?
No sé si la habrán esconchado, porque esa casa ya es vieja...; conque... nosotros dormíamos en el comedor, la casa tenía una puerta al subir la esca­lera, estaba otra pa la cocina, estaba otra pa'l6 bater7, estaba otra pa'l patio; y todo eso eran salidas. Al peso del medio día díamos al patio, nos sentába­mos allí a pelar papas, y sentíamos en el salón (que tenía unas rejas de hierro en la ventana), sentíamos llegar, abrir una caja; y sentíamos el ferrojo8 de la caja; y dispués de abrir la caja se estaban registrando; dispués le daban un taponazo, la cercaban, y se ponían a martillar arriba (era de un ferrojo de ca­jas de antes que tenían un gancho pa trancar); y yo le decía a mi madre —¡ah madre!, ¡¿qué es eso?!—; y ella decía —¡déjalo, pa que se joda!—. Una noche desperté (las camas de mis hermanos estaban «así», y las nuestras «así»; las de los varones a un lado, y las de las hembras a otro; y dispués ha­bía un pasillo).
¿Dormían todos en la misma habitación?
Sí, desde que lleguemos9 nos pusimos en el mismo cuarto. Despierto y me lo veo empatanado mirando pa nosotros...
¿Un hombre?
Un hombre, el cabrón ese; llamé —¡ah madre!, un hombre aquí, al lado de la cama mía—, dice —¡cállate muchacha, que eso son beberías!—. A la otra noche agarramos los colchones y los pusimos en la sala (que la sala daba pa la calle de arriba, y tenía unas tres ventanas), y mi padre tenía un montón de madera allí; conque agarro el colchón y digo —esta noche duer­mo en la sala, ¡cono!, a ver si ese cabrón viene atrás de mí—. Nos echamos el primer sueño, pero cuando despertamos estaban lavando barricas con ca­denas... ra, ran, ran, ...con cadenas.

¿En el sótano?
Sí, en el salón de abajo, y cuando acabaron de traquinar10 con las cade­nas, como el que está fregando (ya ves que las barricas las fregan'' después del mosto), se botan arriba al tablado y empezaban a rasguñar como el que se está ahogando y quiere salir, y dije —¡ah madre, venga pa que vea este baile!—; fue mi madre, fue mi padre, y dicen— ahora mismo agarran los colchones y hagan la cama donde estaba; a aquella hora agarramos los atri­les12 y volvimos a hacer la cama donde estaba. Y a mi madre se le apareció dos veces al pie de la cuna (tenía a mi hermano Cándido pequeño, de unos cinco o seis meses), ella estaba virada pa la pared (y los fósforos los metía debajo de la almohada, y la casa tenía todas las ventanas de vidrio), cuando dice que sintió al chico llorando se viró pa'lante13 y lo vio a «él», al pie de la cuna. Era un hombre ni alto ni bajo, tenía un pantalón negro y una camisa blanca, y estocado '4, bien peinado, con el pelo pa tras. Dispués nos fuimos a trabajar a otro lado y estuvimos allí sólo dos años.
Una gente que estaba enfrente, que las llamaban «las viejas Tejeras» de­cían: —pero ¿cómo esa gente vive ahí con el miedo que hace?—, y cuando mi padre llegó, (porque salía a trabajar fuera, fue por la noche, que él siem­pre día pa'bajo15, pa la fonda, ya ves que la fonda estaba antes en la calle, a la parte abajo), y al querer entrar en la casa y dir abrir la puerta con el lla-vín, se la encontró cerrada por dentro, y no podía abrir. Le dio una patada a la puerta y se rompió la canilla, y le dijo a mi madre: —vamos a marchar­nos ya de aquí, a quitar los chicos porque hace mucho miedo—. Pues aga­rremos16 y nos marchemos17.


2  Verb. Pres. Cruzado de brazos.
3  Verb. Pres. Matamos.
4  Verb. Pres. Convidamos. Convidó.
5  Sust. Prostituta.
6  Contracción. Para él.
7  Sust. Retrete.
8  Sust. Cerrojo.
9  Verb. Llegamos.
10 Verb. Trajinar.
1' Verb. Prest. Friegan.
12   Sust. Distintos utensilios de poco valor.
13   Prep. + Adv. Contracción. Para adelante.
14   Adj. Sin sombrero.
15   Prep. + Adv. Contracción. Para abajo.
16   Verb. Agarramos.
17   Verb. Marchamos.


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