sábado, 25 de agosto de 2012

Capitulo XXV-II


Capitulo XXV-II
Eduardo Pedro García Rodríguez

Erbania (Fuerteventura)

Viviendas en superficie



“Las casas de su morada eran de piedras secas y fuertes, y las puer­tas angostas y
 pequeñas, que apenas cabía una persona por la entrada.

[...] Hacían las casas con piedra seca; las casas bajas, y las calles estrechas, de modo
que apenas podían pasar dos hombres, al encontrarse.” (Abreu Galindo, 1977:56-57)

Los mahos de Erbania construían sus viviendas de superficie adaptadas al clima semi árido caluroso y ventoso   de la isla, la solución para estos inconvenientes climáticos fue realmente ingeniosa, en lugar de construir las viviendas a partir de la superficie del suelo como en Chinech, Tamarant o Benahuare (Tahawwara según Suárez Rosales), cavaban en tierra un espacio acorde con el tamaño deseado para la vivienda y a su alrededor levantaban un muro de   piedra seca. Una vez rebasado el nivel del suelo en poco más o menos un metro, cubrían la   habitación con grandes losas dispuestas en bóvedas y sobre   ellas colocaban tierra amasada, frecuentemente mezclada con   ramas secas o paja, para impedir las filtraciones de agua. A   estas edificaciones se les ha dado el nombre de “casas   hondas”. Suelen ser de planta rectangular o redonda predominando las de forma ovoide.

Es digno de destacar el dominio que tenían los antiguos mahoreros en la técnica de construcción de techumbres abovedadas, técnica que a pesar de carecer –por lo menos en ciertos periodos históricos- de herramientas metálicas empleaban habitualmente, aunque como es natural de forma más rudimentaria. Este sistema de construcción de bóvedas  formado por un casquete semiesférico que suele descansar sobre un muro circular u ovoide formando un círculo, es una estructura muy apropiada para cubrir espacios arquitectónicos amplios con piezas pequeñas por el método de “piedra en seco”. La solicitación predominante en sus elementos es de compresión, los materiales empleados en su construcción en la antigüedad era preferentemente la piedra,  y eran denominadas dovelas.
Esta técnica dominada por los primeros mahos desde siglos antes de la invasión europea, no fue desarrollada en Europa hasta muchos siglos después, un ejemplo de esta técnica en la Península Ibérica es el del Castillo de Bellver que fue construido en el siglo XIV (1314).

Poblados
Uno de los poblados guanche de la isla Erbania más significativos es el de de La Atalayita, situado en el Municipio de Antigua, en el cual las autoridades coloniales recientemente han creado un parque arqueológico para mostrar a los turistas el hábitat de los antiguos mahos.
Se encuentra situado en el sector centro-oriental de la isla, en la margen derecha del Valle de Pozo Negro junto a una pequeña elevación que se denomina La Atalayita, la cual le ha dado nombre castellano al poblado, y dentro del malpaís que formaron las lavas procedentes de las erupciones de la Caldera de La Laguna y la Caldera de Liria.


Los estudios arqueológicos sitúan   la ocupación en la época precolonial y ha sido reutilizado, de forma continuada, por los pastores después de la invasión, conquista y colonización de la isla. Esta característica es común para la mayoría de los asentamientos precoloniales de la isla, al pervivir, posiblemente, en  población colonizadora las mismas estrategias económicas-culturales de los mahos para el cuidado y mantenimiento del ganado.

Como en la mayoría de los asientos habitacionales del resto de la isla, el poblado está compuesto por estructuras abovedadas. De dimensiones reducidas y planta circular o elíptica, de escasa altura, alrededor de 1,5 m y de pequeño tamaño, 15-2 m de diámetro, aproximadamente. Son espacios angostos con vanos de entrada muy estrechas y bajas, presentando, generalmente, el suelo como hemos dicho rehundido. La techumbre consiste en una bóveda, formada por la aproximación de sucesivas hiladas a base de piedras planas y alargadas que proporcionan una mayor estabilidad y seguridad al techo.

Éste se rellena con piedras de dimensiones más pequeñas que ayudan a tapar los huecos, posteriormente se cubre con una torta de barro y paja para impermeabilizar.

El empleo de la piedra es el principal elemento en estas edificaciones, utilizando las rocas volcánicas del malpaís e intercalando, en ocasiones, otro tipo de piedra más compacta, como basalto, en muros y dinteles. Hasta ahora, la mayoría de los investigadores han planteado que estas estructuras se hacían con piedra seca, sin ningún tipo de argamasa, aunque se ha comprobado que existen edificaciones guanches donde se aprecia una masa cimentadora compuesta por arcilla, piedras pequeñas y restos de conchas entre las piedras que conforman los muros de las construcciones. La finalidad de esta argamasa, aparte de reforzar y dar estabilidad a la propia edificación, es actuar como elemento aislante frente a las inclemencias meteorológicas. Los muros de las viviendas son fuertes y anchos, generalmente de 1 metro de espesor. Los suelos son de tierra apelmazada.

La ausencia de ventanas es común en todo el poblado, limitándose el único hueco al de la entrada, en su mayoría orientados al s-sw, en dirección opuesta a los vientos dominantes durante la mayor parte del año en la isla.

Son varios los asentamientos humanos precoloniales objeto de estudios arqueológicos tales como el Poblado Tinojay, localizado en la ladera media del barranco del mismo nombre en el Municipio de La Oliva; Poblados guanches de: Argana, Maneje y,  el Lomo, los tres localizados en Elguinaguayra (Arrecife); Poblados situado al pie de la Montaña Sagrada de Tindaya etc.
Es muy común como en los demás poblados guanches la presencia, en las proximidades de sus viviendas de Tagoros circulares o elípticos. 

Los Taros son utilizados como lugares de almacenamiento de pastos o como simples refugios agrícolas/ganaderos, Son muchos los que aparecen en los actuales  municipios, sobre todo en los campos de cultivos enarenados artificiales en las inmediaciones de la montaña de Tenéza. La construcción suele ser de base circular, con techo cupuliforme y construidas con materiales de mampostería, aunque presentan diferentes tipologías constructiva. En los siglos pasados se mencionan una gran cantidad de Taros vinculados a viviendas.

Grabados rupestres


Un legado de la cultura precolonial en la isla Erbani de valor  científico incalculable y que a nuestro juicio deberían ser declarados-con los de las otras islas- Patrimonio Cultural de la Humanidad, son los yacimientos de grabados rupestres.

Las primeras referencias sobre grabados rupestres de Fuerteventura se conocen en el último tercio del siglo XIX, cuando en 1874, Luís Benítez, Marqués de la Florida, encontró en la Península de  Jandía una piedra con una serie signos grabados. Con posterioridad, en 1878, R. Fernández Castañeyra localiza otros en el Barranco de la Torre (La Antigua).

La información de esto hallazgos sólo se conoce por las referencias del tantas veces citado Antropólogo francés Sabin Berthelot, en su obra Antigüedades Canarias.
Como en el resto de archipiélago la ubicación espacial de los yacimientos de grabados rupestres no siguen una norma fija, encontrándose en diferentes cotas, ya que se encuentran en puntos elevados que llegan a alcanzar las alturas máximas de la isla, como es el caso del “Pico de la Zarza”, situado en la Península de Jandía a 807 m.s.n.m., así como en bloques sueltos en zonas de llanura.

La técnica de ejecución de estos grabados es igual a la empleada en las otras islas, elaborados siempre a base de incisiones, muy finas unas veces, y otras, con trazos más profundos, con un surco de sección en V. En ocasiones el trazo ha sido repasado hasta obtener unas líneas acanaladas de sección en U, siendo los de motivos geométricos el grupo más característico, y de manera singular, los escaleriformes y triangulares de indudable adscripción religiosa, son algunos de las múltiples representaciones  secundarias de la Diosa Tanit o Diosa Chaxiraxi, símbolos ampliamente representados en los yacimientos rupestres de las demás islas del archipiélago.


Al respecto la investigadora  María del C. del Arco recoge: “El signo más conocido de la Diosa es el triángulo en cuyo vértice superior descansa una barra horizontal que puede tener sus extremos levantados. Sobre el vértice y la barra un pequeño círculo o un disco. Esta representación la encontramos grabada en el Pozo de la Cruz (San Marcial del Rubicón (Lanzarote), acompañada de inscripciones de tipo neopúnico y en una de las cuevas situadas en la parte trasera del yacimiento de Cuatro Puertas (Telde, Gran Canaria), importante hipogeo convertido en cuevas habitacionales con posterioridad.” (María del Carmen del Arco Aguilar, 2000)
Otro aspecto constructivo relacionado con el mundo ritualistico precolonial son las denominadas cazoletas, ampliamente representadas en todas las islas, preferentemente en afloramientos de toba roja (el rojo ocre es el color sagrado de la Diosa Tanit). Para la isla Erbania Tejera Gaspar señala: En el Morro de las Piedras (Valle de Santa Inés, Betancuria) a 300 m de altitud, se encuentra este afloramiento rocoso del complejo basal de tobas traquíticas soldadas, que destaca en el terreno por poseer cantidad de piedras de gran tamaño, rodeadas por un suelo recubierto parcialmente de materiales calizos. En la cara Sur se encuentran tres orificios excavados en posición cenital, las denominadas cazoletas, orientadas Norte-Sur. Se ubican en la parte media del afloramiento en dirección al Valle de Santa Inés, en un bloque de gabro que mide l, 33m de largo por l,5 m de ancho. Las dimensiones de las cazoletas son 14cms por 13,5cms en la boca y 9 cms de profundidad. La segunda mide 15,2 por 13,7 y 10 cms de profundidad y la tercera 15cms por 9cms y ll,5 cms de profundidad. La primera cazoleta se distancia de la segunda, 7cms y la segunda de la tercera, 5 cms.

Las cazoletas se hallan en el entorno de una zona con interés ganadero. Hacia el Este se encuentra una cueva, así como las otras cazoletas del Pico de la Fortaleza y el Pico Miregua. En la parte alta del cerro se encuentran también círculos de piedra de factura semejante a los que nos hemos referido en otros apartados.” (A. Perera Betancort y A. Tejera Gaspar, 1997)

Construcciones cultuales



[...] Tenían cas                             [...] Tenían casas particulares, donde se congregaban hacían sus de­vociones, que llamaban
llamaban                                       efetfuenes, las cuales eran redondas y de dos pa­redes de piedra; y entre pared y pared, hueco.
Tenía entrada por don de se servía aquella concavidad. Eran muy fuertes, y las entradas
 pe­queñas. Allí ofrecían leche y manteca. No pagaban diezmo, ni sabían qué cosa era.

El ídolo que adoraban era de pie­dra y de forma humana; pero quién fuese, o. qué clase de
dios, no se tiene de ello ninguna noticia. Y el templo en que hacían sacrificio se llamaba
fquenes,… cuya forma se ve en el dibujo. (L. Torrriani, (1959:73)

Si ha existido un pueblo al que podemos atribuir una ciencia,  una política social y una moral “sagradas”, es sin duda el antiguo pueblo canario. No cabe duda que esta tierra bañada por la Sol y fecundada por los alisios, ha sido especialmente bendecida por la Divina Diosa-Madre Chaxiraxi en sus varios aspectos o paredros; Magek, Achuguayu, Chayuga, en sus diversas manifestaciones en las islas, unas Divinidades cuya presencia subyace inmanente en la Naturaleza y cuya energía ilumina todos los actos de la vida del  hombre y la mujer guanche. Es por eso que sus propias instituciones gubernamentales del estado dirigidas mayormente por Guadameñes, Kankus, Maguadas y Amusnaus son ante todo “sagrados”, ya que ultérrimamente cualquier función, cargo o profesión, conforma en esencia una forma de sacerdocio a través del cual el hombre guanche sirve a la  norma de Magek, colaborando así con el orden cósmico de la existencia establecido por la Diosa-Madre Chaxiraxi al inicio de los tiempos.

La religión reglada de nuestros ancestros así como la de sus descendientes es netamente espiritual, no se trata de una religión en el sentido que damos a esta palabra hoy en día, sino que en relación al Archipiélago Canario habría que emplear el término latino religare en su más profundo significado etimológico.

Entonces podríamos decir que todo el archipiélago posee un vínculo trascendente con lo divino, un vínculo que se renueva periódicamente en los templos a través de nuestros rituales, nuestras ofrendas divinas, nuestras fiestas sagradas, nuestras ceremonias de regeneración e incluso por medio de nuestros trabajos y tareas cotidianas, religándonos una y otra vez con los principios cósmicos emanados de Nuestra Magné Chaxiraxi que hacen posible la generación y regeneración de la vida en todos los planos de la existencia.

Marcadores astronómicos

La cultura occidental actual resaltan las figuras de astrónomos como Copérnico, Tycho Brahe, Kepler, Galileo Galilei, etc., como si estos hubiesen sido los fundadores de esta ciencia, en muchos casos sin tener en cuenta que estos bebieron de las fuentes de los astrónomos griegos y romanos quienes a su vez lo hicieron de babilonios, persas y egipcio, quienes desarrollaron los conocimientos en este campo trasmitidos por civilizaciones anteriores.
La primera referencia histórica escrita a un grupo de estrellas data del año 2500 a.e.a. En unas tablillas del imperio sumerio (uno de los pueblos que habitó en Mesopotamia) se menciona a las Pléyades como Mul-Mul, que significa literalmente astro-astro. En esa época, para firmar las tablillas de arcilla se usaban cilindros-sello cuyas figuras podrían representar constelaciones, aunque no está claro que fuera así, y menos en todos los casos.

En este aspecto permítame el posible lector hacer una digresión que nos sirva de ejemplo de cómo algunas sociedades denominas por la prepotencia occidental en sentido peyorativo como primitivas o neolíticas ya usaban de los fundamentos astronómicos en que se basan los conocimientos actuales en esta materia:


El calendario astronómico más antiguo localizado hasta la fecha según la arqueología está situado en la Playa Nabta que es una cuenca ubicada en el desierto de nubia, Egipto. Esta situada al sur de Cairo a 800 Kilómetros y a 100 al oeste de Abu Simbel.

Es caracterizada por sus numerosos yacimientos arqueológicos. En el siglo X fue de gran atracción para las personas que se acentuaron en el lugar por su pluviosidad, por sus fuentes de agua y pasto para el ganado. Según la arqueología los primeros asentamientos humanos en el lugar datan del décimo y octavo milenio antes de la era occidental actual. Utilizaban materiales cerámicos adornados usando peines, y usaban hornos de fuego,

Su alimentación incluía legumbres, frutas, sorgo y tubérculos, tenían un alto nivel de organización ya que se han encontrado profundos pozos que mantenían el agua todo el año y pueblos diseñados con esquemas preparativos.

“Los  Estudios arqueológico  demuestran que una gran parte de las poblaciones que allí inmigraban procedían del África subsahariana y de que el área era mayormente poblada en verano debido a la abundante presencia de pastos y agua.

 En el VI milenio antes de la era occidental actual aparecen rastros de una religión que sacrificaban el ganado y lo enterraban en cámaras techadas con arcilla. Es probable de que sea una temprana manifestación de la Diosa Hator del Antiguo Egipto la cual fue adorada como la protectora de las zonas desérticas.

En el V mileno a.e.a. este pueblo creó lo que algunos arqueólogos dicen que pudo ser un calendario prehistórico que marcaba el solsticio de verano. Aunque según Thoms G. Brophy esto indica mucho mas. El calendario forma un círculo con 4 pares de piedras. Brophy indica que las piedras centrales se refieren al cinturón de Orión y las demás forman parte del Hombro y la Estrella principal de Orión.”  (Equipo arquitectura y construcción de Arqhys.com)

La práctica de las observaciones astronómicas como medio de conocimiento del transcurso del tiempo para organizar la vida diaria y los ciclos de cosechas, la reproducción del ganado y las festividades religiosas es propia de los pueblos intelectualmente avanzados.

La observación astronómica jugó un papel fundamental en el desarrollo de la civilización canaria precolonial. Como resultado de esta práctica fue posible la elaboración de un sistema calendárico que transfirió los diversos períodos de cuerpos celestes a la sociedad, para así organizar toda actividad humana.

En particular la observación de la posición aparente del disco solar en el transcurso del año permitió establecer una relación, temporal y espacial, entre accidentes del horizonte local y varias fechas de gran importancia astronómica y religiosa.

En este aspecto, la investigadora mahorera Mª Antonia Perera nos dice: “La existencia en Canarias de marcadores astronómicos de los Solsticios y los Equinoccios está debidamente estudiados y documentados por la arqueo astronomía, cuando éstos refieren la importancia de tales fechas en los calendarios guanches. Entre los equinocciales destacan en Fuerteventura los registrados en el Tablero de los Majos.

Estos marcadores se basan en el hecho de que los ocasos solares en el equinoccio se producen sobre rasgos topográficos reconocibles en el horizonte de cada sitio, o que la sombra en dicho momento produce fenómenos ópticos reconocibles sobre elementos artificiales del propio yacimiento.

Se ha determinado que los grabados rupestres conocidos como podomorfos  esculpidos por los antiguos majos en la Montaña Tindaya siguen un patrón de orientación que manifiesta una justificación a la vez arqueo astronómica, orientación al solsticio de invierno y fenómenos celestes asociados y arqueo topográfica, orientación al Teide y Gran Canaria.” (Mª Antonia Perera).
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Entre los diferentes puntos geográficos en la isla Erbania con Orientación astronómica Tejera Gaspar destaca los siguientes: “Morro de Miregua” (Tetir). Se halla a 625m de altitud en un afloramiento rocoso en la cima de la cordillera de El Aceitunal-Castillejo Grande, formada por lavas de la Serie I. El motivo referido es un triángulo que mide 16 cms, tomando como punto el vértice norte. Los lados miden 17 y 19,5cms. En el centro de la figura hay un agujero situado a unos 8 cms del vértice y de los lados, que mide 2cms de diámetro. La anchura de los acanalados oscila entre l,6-2cms, y 1cm; y su profundidad entre 0,77 y l,5cms de máximo. Se trata de un grabado cenital, realizado sobre una roca de superficie irregular. Es de destacar que el vértice de esta figura se halla orientado al Norte, en dirección a la Montaña de Tindaya; el vértice Este hacia “El Castillejo”, en donde se documentan grabados con motivos de dameros, y el orientado al Oeste lo está hacia el Teide en las pocas ocasiones en que durante el año se hace visible. Acompañan a este motivo otros grabados geométricos, así como una cazoleta.

Al pie del Pico de Miregua, se halla la fuente del mismo nombre, sobre la que existe la tradición de que hombres y mujeres tenían la costumbre de acudir allí en alguna ocasión determinada para jugar, pintándose el cuerpo de negro.


Un motivo geométrico igualmente singular es el del yacimiento de «La Atalayeja de las Brujas» en Betancuria, a 687m de altitud. En un bloque de 88cms de largo por 70cms de ancho, ubicado en la zona amesetada del pico, se encuentra un grabado en posición cenital. Es una figura subcua-drangular que mide 22cms de largo por 18cms de ancho.

En el centro, a unos 12cms de los lados se encuentra excavado un pequeño orificio de unos 3 cms de diámetro y 1,5 cms de profundidad.” (Tejera et al, pag. 1997: 111)







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