lunes, 27 de abril de 2015

Gabinete de Crisis (Buzanada)


(Obra en 7 actos, estrenada en Buzanada, 20 de junio de 2010)

(Protagonista principal Benigna, 50 años descuidada y tacaña. Su marido, Cipriano, tiene el sonotone averiado, que no arreglan para no gastar)
Acto 1
(Benigna haciendo cuentas)
Entra La Boba: ¡¡Llegó la crisis!!
BENIGNA: ¿Qué crisis ni coño crisis? La crisis… ¿Quién es esa?
BOBA: No sé. Yo sé que en la venta de Candelaria todo el mundo está hablando de la crisis. Pero yo no sé quién es.
BENIGNA: Será alguna cantante.
BOBA: Puei ser ¿Y es guapa?
BENIGNA: Yo qué sé, pos no te digo que yo no sé quién es.
BOBA: Pos yo pensé que usté la conocía.
BENIGNA: Voy a conocer, voy a conocer, con lo liada que estoy yo voy a conocer a nadie. ¿Te dijeron si es de aquí? Nada, nada, déjame seguir aquí con mis cuentas no me líes con esas mujeres de la tele que esas a mi no me dan nada.
BOBA: Pos adiós, seña Benigna, ya le contaré cuando sepa algo más de esa crisis.
(Benigna sigue con las cuentas. Pos sí, que hay perritas, con esto nos da pa comprar un catre nuevo y hasta pa darnos un viaje. Ves, por no dejar ir al Cipriano a la cantina mira como se ahorra. Y el traje, que se aguante, que igual por las fiestas le compro una camisa, hombre, que la del año pasado todavía está buena. Un catre, ¿pa qué quiero yo un catre? pal uso que uno le da, que asegún te acuestas te levantas ¿pa qué quiero yo otro catre?)

(Se retira. Sale a comprar)

Acto 2

MERYLINDA: Buenos días, seña Benigna. ¿A dónde va tan dispuesta?
BENIGNA: ¿A dónde voy a ir? A la venta. Aquí en este pueblo sólo se va a la venta y a la misa. Una mujer casada, por no decir viuda (en voz baja), como yo, a dónde va a ir.
MERYLINDA: Oh, pues qué sé yo, podría ir a la butig esa nueva que han puesto a ver si hay algo ageitadito para usted, o a pasiar, que usted todavía está bien nueva y más que sea pa que la miren.
BENIGNA. ¡Por Dios! Los diablos te lleven, a quién se le ocurre pensar eso, una mujer casada y respetosa como yo. Dios mío y la Virgen de….
MERYLINDA: Bueno, seña Benigna, no se ponga usted así, que es sólo una broma, que hay que darle alegría a la vida, todo no es trabajar y rezar, que luego llega una crisis de esas y se va todo al garete.
BENIGNA: Pos adiós, me voy a ca` Candelaria a ver si arreglo algo para mi Cipriano.
MERYLINDA: Ya usted ve, eso sí que es importante, al marido hay que tenerlo a bien, más que sea por las penitas del corazón que le quitan a uno de vez en cuando (con malicia).
(Benigna se va, pensando: ¿Quién será esa Cristina, esa Crisanta, qué sé yo, algo de crisig es? ¿Y cómo sabe esa que ya mi Crisanto no me jace nada. Esto lo tengo que arreglar yo)

Acto 3

(Cipriano sentado en un sillón echándose un vaso de vino. Se queja de la crisis, del dinero, de que no oye nada. Como esto siga así vamos a tener que volver a trabajar en las galerías)

CIPRIANO: Ajá ¿y a dónde vienes tú asín, de esas manera? Que pareces un carnero emplumado, yo nunca te había visto de esa manera.
BENIGNA: Pos yo vengo de la butishsh esa que han puesto nueva.
CIPRIANO: Mía tu…
BENIGNA: Pero bueno, te gusta… o no te gusta?
CIPRIANO: Pos más bien no, ¿tú no has oído aquello de que aunque la mona se vista de seda…?
(Benigna sale detrás de él amenazándolo con darle un escobazo por malcriado y se queda rezongando: voy a hablar con el cura, yo no me quedo tan tranquila, vaya a saber si ya Cipriano no se fija en mí por culpa de la crisis esa...)

Acto 4

(Visita del Sr. Cura)

CURA: Buenos días Benigna, la paz esté contigo. ¿Qué te pasa que se te ve algo disgustada?
BENIGNA: Y con usted Padre. Pos sí, estoy disgustada porque tengo una duda y no sé a quién preguntarle.
CURA: Pues fíjate, que si es una duda del alma y yo puedo contestarte estaré gustoso de hacerlo. Ahora, si es una pregunta más banal no sé si estaré al día, porque con estos tiempos que corren…
BENIGNA: Pues Padre, que yo llevo tiempo notando que mi Cipriano no…no…nada. ¿Usted me entiende? Y como me he enterado que hay una tal Cristina, rubia, a saber de dónde vino, que tiene a todos los hombres de este pueblo locos perdidos, yo he pensado que igual es que ya no tiene interés por mí.
CURA: Mujer, pues no sabía nada de esa persona, como ya la gente ha perdido el hábito de confesar y hace días que no voy por la Venta de Candelaria, no estoy al tanto. ¿Y de dónde es? (El cura muestra interés)
BENIGNA: Pues yo no sé, padre, sólo sé que me trae de cabeza.
CURA: Bueno, Benigna, de todas maneras, al esposo hay que quererlo hasta que las muerte os separe y quizá te falte un poquito de geitiito para engatusarlo como cuando se enamoró de ti. Tu entiende que el fuego hay que tenerlo siempre encendido porque sinó… ya tu sabes. El huerto siempre tiene que estar regadito.
BENIGNA: Pues será eso Padre, habrá que volver a entonarse una un poco. Muchas gracias Padre y a ver si la Virgen de… me da un poco de luz para arreglar las cosas.
CURA: De acuerdo Benigna, aunque yo te sugiero que no te advoques a la Virgen para esa obra, que al fin y al cabo…hay que guardar un poco de recato. Si puede ser a otro ser celestial pues mejor. Nada, queda en paz y ya nos vemos.

BENIGNA. Gracias Padre, gracias por su bendito consejo.

Acto 5

(Benigna en su patio trastiando, otra vez bien arreglada y entran Boba y Merylinda. Benigna no les da mucha importancia y sigue con lo que está. Comentan que Benigna no invita ni a café, pero la van a fastidiar un poco)

BOBA Y MERYLINDA: Hola Seña Benigna, ¿cómo anda?
BENIGNA: Pos cómo voy a andar, con los pies. Bien te gusta sacarme de mis casillas. Y ustedes ¿Qué buena nueva les trae por esta humilde casa?
MERYLINDA: Pues nada, aquí que venimos del centro cultural, que el alcalde acaba de dar unas noticias, a ver si nos sacamos de encima esta crisis.
BENIGNA: ¿Cómo es eso? ¿Y qué dice el alcalde? ¿Qué noticias son esas?
MERYLINDA: Según el alcalde, para meter esto a camino, la gente tiene que controlar más lo que come, los hombres tienen que ir menos a la cantina y por lo visto hay que ponerse otra vez a coger cochinilla
BENIGNA. ¿A coger cochinilla? Válgame Dios ¿y qué tiene que ver una cosa con la otra?
MERYLINDA: Pues no sé, eso dice el alcalde, y usted sabe que él es bien estudiado y busca lo mejor pal pueblo. Por algo será. Nada, no la molestamos más, que seguro que está muy ocupada con sus cuentas, como usted no tiene problema de crisis. ¡Ay!, por allá abajo parece que huele a café, vámonos Boba. Adiós Seña Benigna.
BENIGNA: Adiós. Que les aproveche el café.
(Benigna se queda refunfuñando: esta fisgona, ¿cómo sabe ella que el Cipriano me tiene a dos velas? Esto hay que arreglarlo, pues si el alcalde dice que hay que coger cochinilla, coger cochinilla.)

Acto 6

(El marido bebiéndose la taza leche y entra Benigna preparada para coger cochinilla, con todos los atarecos)

CIPRIANO: Ajá ¿y a dónde vas hoy preparada pa`coger cochinilla? Si ya hace tiempo eso está todo seco?
BENIGNA: Ay, Ay Virgen de…. ¡Que está todo seco! ¡que está todo seco! Bien me lo decía el padre, que si el jardín no se riega. A mi me da algo. Ay Ay, me falta el aire. Cipriano, búscame el jalador del aire, que voy a estirar la pata.
(Cipriano va a ayudar a su mujer sin mucha sangre, y cuando se acerca a subir del suelo, ella lo agarra y lo aperruña. Hay un estropicio de sillas y telas, se les tapa)

Acto 7

(Benigna camina muy presumida por la calle y se encuentra con Merylinda)

MERYLINDA: Buenos días, Seña Benigna. (triste)
BENIGNA: Buenos días, Merylinda. (sonriente)
MERYLINDA: Aquí andamos, a ver qué sacamos, porque parece que con lo que dice el alcalde no funciona porque la cosa sigue igual, y aquí no hay quien levante nada.
(Benigna sonríe con malicia)
BENIGNA: Usted dirá lo que quiera pero a mí la cochinilla bien que me ha venido. (Se gira hacia el público). Como a mí me fue bien, doy el consejo: pa ti y para todas aquellas que me están viendo, y que parece que están pasando penas, cuando llegue una crisis de esas, si no sirve pa una cosa sirve pa otra, asín es que si el huertito ya se está secando,

¡TODO EL MUNDO A COGER COCHINILLA!

Juan Antonio Jorge Peraza


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