lunes, 29 de septiembre de 2014

CORRALES DE PESCA EN LA PLAYA DE LAS CANTERAS DURANTE EL XVI



La pesca y recolección de lapas, “burgaos”,…, representaba un complemento en la actividad económica del pueblo canarii. Con la conquista de la isla de Gran Canaria (1478-1483), los castellanos y colonizadores de otras procedencias aportaron técnicas pesqueras más evolucionadas.
La Península Ibérica, hasta el momento de la expansión atlántica, había tenido una larga evolución histórica, desde los pueblos prerrománicos, la etapa romana, visigótica, árabe y el proceso de reconquista, finalizado después de la conquista de Gran Canaria, en el año de 1492.
Dentro de las técnicas de pesca aportadas estaban los corrales, que se remontaban a la época romana, muy presente en la costa de Cádiz y Huelva. Su estructura semejante a las cercas de ganado, los corrales, le asigna el nombre, pero no estaban destinadas a guardar, su función era retener los peces en la bajamar para ser capturados:
“Se trataba de construir cercos que quedaran con agua en la bajamar con cierta cantidad de peces. Para ello se buscaban lugares con cierta pendiente para que el agua pudiera salir de estos recintos por gravedad. Se trataba de vaciarlos con la simple salida del agua por las rendijas que dejaban entre sí las rocas que formaban la tapia. Se podía hacer de igual forma levantando algunas compuertas. Los peces quedaban así en seco y resultaba muy fácil captura.”
El 14 de noviembre de 1536, ante el escribano don Cristóbal de San Clemente del Real de Las Palmas, en la isla de Gran Canaria, se realizó el contrato para la construcción de un corral de pesca en la playa de Las Canteras, en el llamado Puerto de Arrecife, junto a la Puntilla, espacio resguardado por la barra.
Rodrigo de Isla y Álvaro López tenían que construir dos muros entre la barra y la playa, que permitía la retirada del agua de la mar y la captura de los peces que habían entrado en altamar.
Apéndice documental
“Rodrigo de Isla y Álvaro López se conciertan con Juan de Ayala para hacerle dos paredes de un corral de pesquería en el Puerto de Arrecife en las Canteras. Las paredes han de ser de largo desde la barra donde bate el mar hasta dos brazas encima de la arena, de la altura que venga a peso y la anchura de siete pies y de seis al terminarla. La obra será de piedra seca bien ripiada y bien trabada, sin ningún maracan y bien liada de piedras grandes. Todo bien hecho a la vista de oficiales que sepan hacerlo. Se obliga a reunir toda la piedra necesaria y a que la pared quede cenada por arriba con lajas que lave el agua, además están obligados a empezar la obra a partir del próximo lunes (el documento está fechado en martes). Pondrán ellos las herramientas y los breros necesarios. Cobrarán por toda la obra cuarenta doblas, pagaderas de tres tercios: al comenzar, a la mitad, y al terminarla.
Fuente: AHPLP. Publicado por: Maria Gómez Díaz, Septiembre de 2014.

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