Hasta el momento, en el barranco de Los Canarios se han iniciado procesos de exploración arqueológica en tres yacimientos. El más importante de ellos es el solapón funerario que todavía, y aproximadamente durante una semana más, se encuentra en fase de excavación. En el interior de una pequeña cueva ubicada en una de las laderas del valle ha aparecido un solapón funerario delimitado con una estructura de piedra, en cuyo interior se han identificado huesos humanos de al menos tres individuos distintos. Además, se han rescatado interesantes vestigios culturales como vasijas con motivos aborígenes y cuentas de collar, lo que confirma el carácter ritual del enterramiento.
Una parte de las muestras extraídas de este yacimiento han sido enviadas a uno de los laboratorios de mayor prestigio en torno a este ámbito localizado en Miami para su análisis detallado. Por primera vez la arqueología de la Isla contará con un estudio contextualizado y apoyado en dataciones radiocarbónicas (C14) pruebas genéticas de ADN y estudios antropológicos en un enterramiento aborigen, dado que el último yacimiento de este tipo fue descubierto en el año 1987 en Villaverde ¿se encuentra expuesto en el Museo de Antigua- pero su excavación se llevó a cabo con métodos antiguos e imprecisos.
En cuanto a la vasija restaurada y presentada hoy, fue excavada en otro punto de la montaña donde existe un yacimiento de tipo arquitectónico. Su localización tuvo lugar hace poco más de un año pasado cuando la empresa Tibicena se encontraba realizando la Revisión de la Carta Arqueológica Insular, un proyecto encargado desde el Departamento de Patrimonio Histórico del Cabildo. Un técnico especialista en restauración se encargó de la rehabilitación de esta vasija, posibilitando un estudio más detallado de la tipología de la cerámica. Junto a ella se excavó otra vasija de mayor tamaño pero en peor estado, lo que impidió su restauración. En ambos casos se trata de dos vasijas ovoides de fondo apuntado y decoración acanalada. El análisis del material extraído de su interior permitirá conocer con detalle si se trataba de recipientes de uso ritual o doméstico.
Un tercer yacimiento ha sido localizado en zonas más altas del barranco, el cual todavía debe ser estudiado y valorado en profundidad.
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