viernes, 13 de septiembre de 2013

CAPITULO XVI-III





EFEMERIDES DE LA NACION CANARIA

UNA HISTORIA RESUMIDA DE CANARIAS

ÉPOCA COLONIAL: SIGLO XVII


DECADA 1601-1700


CAPITULO XVI-III




Guayre Adarguma Anez’ Ram n Yghasen

1611 marzo 18.
Templos y prelados católicos en la colonia de Canarias según el criollo  clérigo e
historiador José de Viera y Clavijo.

Fundación del convento de Hermigua
El  convento de San Pedro apóstol del valle de Hermigua, en la isla de La Gomera, se fundó el día 18 de marzo de 1611, viernes, a las ocho de la mañana, en la antigua ermita de aquel santo. Habiendo concedido la licencia el gober­nador, provisor y vicario general del obispado, con comisión al bachiller don Roque Merino, be­neficiado de la iglesia de Guía de Canaria y visi­tador de La Gomera, para que diese la posesión a los frailes, la tomaron personalmente el padre fray Juan Marín, hijo del convento de San Pablo de Sevilla y vicario provincial de esta provincia de Candelaria, el predicador general fray Zenón de Clavijo y fray Antonio del Espíritu Santo, a quie­nes se entregaron igualmente todos los ornamen­tos y alhajas de la ermita, con un término de col­menas salvajes.

Tomada, pues, la posesión, ganaron los vecinos de Hermigua un despacho del mismo gobernador del obispado, para que los beneficiados de la villa de San Sebastián no se opusiesen a que los reli­giosos les administrasen los sacramentos, sir­viendo su convento de verdadera parroquia del lugar, en donde cumpliesen con el precepto pas­cual de la iglesia, en atención a la distancia. Este privilegio, de que se aprovecharon los frailes por espacio de 36 años, era demasiado extraño y con­tra el derecho común, para que los curas benefi­ciados de la isla lo mirasen con indiferencia. Pu­sieron pleito; pero se dice que lo perdieron en vista y revista; hasta que por los años de 1649, habiendo edificado los vecinos una nueva iglesia de la Encarnación, hubo transacción con los frai­les, y se puso en ella por primer cura a don Fran­cisco de Pineda Serrano, pariente del padre prior de aquel convento, el cual era también el primer prior, pues en 1648 fue cuando se erigió en prio­rato. Es de once a doce religiosos. Su situación muy cómoda, porque desde ella se registra toda la frondosidad de aquel valle, y su iglesia, fabricada de nuevo, es muy decente.” (José de Viera y Clavijo, 1982, T. 2: 356 y ss.)

1611 abril 23.
El segundo convento de monjas, el de Santa Catalina de Sena, fue fun­dado- en 1605 por el capitán Francisco de Cabrejas y su esposa, María de Salas, previo concierto con los frailes dominicos. Para ello adquirieron un amplio solar—donde un día tuvo las casas de su morada el primer adelan­tado don Alonso Fernández de Lugo y donde estuvo asentada la primitiva ermita de San Miguel—con vistas a la plaza del Adelantado, calle de la Carrera y calle de la Caza. El edificio es modesto, como casi todos los de aquella época., y apenas si destaca la iglesia, de una sola nave, con algunos retablos dignos de admiración. Las monjas fundadoras, que procedían de los conventos de dominicas de Sevilla, entraron en clausura el 23 de abril de 1611.

Señalamos entre las ermitas existsntes en La Laguna en el siglo xvi las de San Miguel de los Ángeles, San Cristóbal y San Juan. Pues bien, en las centurias que historiamos tan sólo la ermita de San Miguel sufrió alteraciones y cambies, ya que las otras dos sólo sufrieron las restaura­ciones y reparos corrientes que imponen los añcs en los edificios. La er­mita de San Miguel de los Ángeles fue reedificada por completo a mediados del siglo xvni—sin duda por amenazar ruina la anterior construc­ción—por don Andrés José Jaime, rico hacendado tan piadoso como municente. El pequeño templo era muy modesto y sin nada digno de ser señalado.

Diseminadas por la ciudad hubo también en estas centurias diversas capillas o pequeñas ermitas levantadas en honor de la Santa Cruz. Mere-can ser destacadas las que estuvieron en las calles de Herradores, plaza de la Antigua, puente de San Juan, calle de Juan de Vera y calle del Lau­rel o Jardín.

Las otras ermitas, San Benito, San Lázaro, Nuestra Señora de Gracia y San Roque, estaban fuera del casco urbano de la ciudad y no han de internarnos particularmente. (A. Rumeu de Armas, 1991. t. 3:378-90-1).
1611 abril 23.
Templos y prelados católicos en la colonia de Canarias según el criollo  clérigo e historiador José de Viera y Clavijo.

Fundación del convento de dominicas de La Laguna
“Desde que en Tenerife se fueron avivando los deseos de que hubiese algún monaste­rio para establecimiento de las señoras isleñas que quisiesen abrazar la vida monástica, se había pensado hacer en la ciudad de La Laguna una fundación de religiosas de Santa Catalina de Sena, a cuyo fin se procuró en 1524 quedase libre el primer terreno que el adelantado y ayuntamiento habían señalado a los frailes del orden de predi­cadores. Pero no habiendo tenido efecto por entonces el proyecto, durmió casi un siglo, hasta que por los años de 1605 el capitán Francisco de Cabrejas y doña María de Salas, vecinos de La Palma, determinaron consagrar sus bienes a este piadoso objeto y celebraron con los referidos pa­dres dominicos escritura de patronato.
Para esto compraron en la plaza de San Miguel ciertas casas que estaban arruinadas y, concluida la obra, se verificó la fundación el día 23 de abril de 1611, habiendo pasado las fundadoras desde Sevilla, a saber: la madre María de Santa Floren­tina, priora, que salió del monasterio de Santa María de Gracia, y del de la Pasión de la misma ciudad, otra María de Santa Florentina, subpriora, María de Santo Domingo, su hermana, y María de San Diego, a quien nuestro cronista don Juan Núñez conoció en 1674, «que era ya señora de mu­cha edad y muy capaz».

Todavía en 1612 no había más religiosas que éstas en aquel monasterio; pero posteriormente creció tanto la comunidad, que el mismo escritor contaba más de cien profesas, con suficiente renta, bajo la filiación de los padres de Santo Domingo.” (José de Viera y Clavijo, 1982, T. 2: 368 y ss.)

1611 Julio 15.  Información a instancia de D. Cristóbal Pérez de Barrios, ante el alcalde mayor de de La Laguna, en juicio contradictorio con D. Ignacio Álvarez.

"En estos autos -dice D. Elias González Espínola en un curioso artículo publicado en "El Museo Canario,” tomo 2°, pág. 337-, se encuentra certificación de un expediente ad perpetuam instruído con citación y audiencia del Síndico Personero general de la isla de Tenerife en el año de 1611, día 15 de julio, de la que resulta que declararon trece testigos de 70 a 95 años, unos de ciencia propia y otros por haberlo oído a sus mayores, y ser público y notorio que la infanta Dácil, hija de Bencomo, Rey de Taoro, se llamó después de bautizada Dña. Mencia Bencomo, que casó con el Rey de Abona, Adxoña o Adichona, llamado después de su bautismo D. Gaspar Hernández, y que de este matrirnonio hubieron una hija llamada Catalina García Bencomo, que casó con el capitán, comandante de la Caballería en la isla de Tenerife, Hernando García del Castillo, caballero del hábito de Santiago y natural del pueblo de Castillo, arzobispado de Burgos». Parece que el héroe de Viana, Gonzalo García del Castillo, no asistió a la conquista de Tenerife. Núñez de la Peña llama al capitán de la Caballería Fernando, y Viera lo repite. Tomo 3°, pág. 107. (En: Agustín Millares Torres; 1977, t. I:189. Nota al pié de página).

1611 julio 30.
Cabildo colonial de Tenerife. Hay un memorial presenta­do al Consejo de Indias por el capitán Lope de Mesa, procurador de las islas de Gran Canaria, Tenerife y La Palma, en que pide la suspensión de la medida que se está estudiando, por relación siniestra del Consulado de Sevilla, de limitar la carga y pedir fianzas para el comercio de Indias. Los argumentos del procurador son: 1.° ya hubo un intento anterior en igual sentido, y Felipe II había resuelto en favor de las islas; 2." la afirmación que el comercio canario entorpece al de Sevilla es un pretexto siniestro, porque cuando los envíos a las Indias eran libres, Sevilla vendía más que cuando se limitaron las salidas de Canarias; 3.° es cierto que hay contrabando de gé­neros extranjeros, pero los canarios son los primeros interesados en que desaparezca, porque no son ellos los contrabandistas y porque la presencia de los géneros merma la venta de los vinos, que es su único interés; 4.° quienes ayudan y permiten la inter­vención del comercio extranjero son los jueces de Indias, que «siendo los officios no muy largos ni de mucho aprovechamiento, vienen ricos y traen mucho caudal»; 5.° si se obliga a los canarios que hagan su registro en Sevilla, se les saboteará y no hallarán fiadores. El 5." punto parece haber llamado la atención al Consejo, porque está mar­cado al margen (AHN: Estado 6402/1).

1611 septiembre 12.
Notas en torno al asentamiento colonial europeo en el Valle Sagrado de Aguere (La Laguna) después de la invasión y conquista de la isla Chinech (Tenerife).

Los riesgos del incipiente desequilibrio. La evolución y situación del cultivo de la vid durante el siglo xvi.
La lucha por la reducción de viñedos.
“En el s. xvii el peligro de una expansión desaforada e incontro­lada es intentado frenar por el Cabildo de forma harto ineficaz, prohibiendo reiteradamente, primero el cese de nuevas plantaciones, y por último promoviendo incluso el descepe en algunas áreas, como Geneto. Desde la segunda década comienza, al menos teóricamente, la función inspectora y fiscalizadora del Ayuntamiento, valiéndose de la provisión real de 12-IX-1611 que le autorizaba a ello. Entre 1605 y 1615, incluso años antes del recorte en el mercado america­no, se produce un cambio en la actitud municipal, aunque lógica­mente el último año citado se plantee con más fuerza la necesidad de adoptar medidas urgentes y radicales. En enero se inicia un polémico intento regulador que incluía descepes, a propuesta de una extensa y lúcida exposición del regidor Fiesco, que cabe encuadrar dentro de un selecto grupo de intervenciones de esos siglos que constituyen un testimonio expositivo y analítico más expresivo y clarificador de la situación que algunas elaboraciones historiográficas actuales. La­mentaba el citado regidor: las muchas y grandes viñas que en esta ysla ay, y particular­mente en este benefisio desta rrepública, que a ssido y es tanto el essesso que en esto ay que a caussado muy notorios daños; como es el primero, comprar de dies años a esta parte el trigo caro, y se trae de fuera, como es de Flandes y de las islas de Langarote, y assí el uno como el otro se bende cada fanega a treinya y más reales, y de valer estos pressios dicho trigo lo an caussado y caussan la superabundancia que ay de binas, que quando se quedara la ysla con las questaban puestas dies años a, no se hubiera encaressido tanto el balor del trigo y de los demás mantenimientos; porque a este tienpo, las viñas questa­ban puestas heran sufissientes para sustentar a cada uno con el fruto que de su viña coxía, y sustentaban su cassa y famillia muy a gusto porque vallía el vino, y el trigo que se conprava hera de la tierra y abía muchas tierras que de los dies años a esta parte se an plantado que servían mejor para pan, y lo daban larga­mente, que no para binas, por ser malos puestos. Y en aber estas tierras plantado a ssido prinsipio de una total destruysión, como lo emos visto y por esperiengia lo tenemos, porque de los dichos dies años a esta parte se ba cojendo la mitad del vino del que antes se coxía, y por lo contrario se a desminuido el cojer pan por aberse ocupado las que daban el pan con las dichas viñas. Y es tanta manera, que los labradores que trataban en sus labran­zas las an dejado, y las tierras que traían de su senbrada las an puesto de binas, con lo qual se a seguido, como a dicho, un mi­llón de trabajos a los pobres vesinos deste benefisio. Y nasse de lo referido otro costo muy grande, y es que abrá dies años que por traer una bota de mosto de la hasienda donde la cojían a esta giudad llevaban ocho rs. de acarretos, y agora con el acres-sentamiento de las viñas no la quieren traer menos de beinte o treinta rs., y no es pusible poder traer todo el mosto que en las hasiendas se coge por ser mucho y las carretas pocas, y el des-mero que toma el diesmo no puede hallar carretas para poder ensenar su mosto que le dan de diesmo, y assí se biene a perder mucho en los canpos, y el que se ensierra en ellos no se vende como el que lo trae a la ciudad, y de llevarlo desta ciudad al puerto de Santa Cruz, ques donde lo enhorcan, questa cada pipa de ponerla en el puerto quinse y más reales, de manera que los acarretos se llevan la tersia parte del balar del bino, y con lle­var los dueños de las carretas a los pressios dichos no ganan cossa, antes al cabo del año salen endeudados por costarles caro el sustento de sus bueyes, que son havas, y éstas bienen de fuera y conpran cada fanega a veinte y quatro y más rs. Y apún­tase con esto otros muchos daños caussados de las dichas plantadas, como es conprar todo el mantenimiento con que plantan v hassen sus viñas del que biene de fuera, como son pargos y pes­cado salado, questo eslava a dles años en esta ciudad muchas lonjas llenas dellos mucho tienpo, y por no venderse se perdía mucho pescado del, y desde dies años a esta parte y en este tien­po pressente no se puede alcanzar un pargo, y antes que suban a esta ciudad están ya vendidos y se bienen a quedar la mitad de los vezinos sin ellos, que como cassi todos tienen viñas, les has­sen muy gran falta no poderlos haber. Y además de lo dicho, se a encaresido en este tienpo rreferido balen los más de otros años una pipa bassta sinco o seis ducados, y tanbién dan una bota de mosto por una pipa basía por el mucho que se coje y no aber cascos para enserrarley sólo el acressentarse estas viñas a ssido un gran bien y ganansia para los estrangeros que venden su ttrigo y el demás legunbre como quiere y la madera que ttra-en para pipas. Por lo consiguiente, y demás de lo dicho, viene a tanto este daño, que las viñas que oy ay no es pusible poder el fabricar en ninguna manera, porque la comida que un jornalero come en un día y su jornal cuesta seis rs., y esto es lo menos, y la mucha suma de las viñas hasen aber pocos jornaleros; y es en tanta manera el costo que tienen, que si una viña da ttreinta botas, el mosto a menester quarenta para hasserse, y nasse desto andar los señores dellas afligidos, hiendo muy encaresidos los mantenimientos y el fruto de las viñas a muy baxo pressio. Y ocurre a esto ottro daño muy grande, y es que como se an corta­do y quitado los pastos a los ganados, no se halla carne en esta rrepública como antes que se plantaran las dichas viñas se ha­llaba abundantemente a pressios muí moderados, que al cont-trario lo son oy muy subidos, y no se halla sino muy pocas ves-ses y no para comer cada día una moderada pitanga, sino para un día de fiesta, y qualquier quartesillo de carnero ocho o dies rs., y uno de cabra seis, y un cabrito ocho o nueve, y un quarto de ganado de serda dies o dosse rs. Y con ser a estos pressios lan subidos no se halla por aberles quitado, como a dicho, los pastos y puéstolos de viñas y no poderse criar los ganados por no tener tierras como de antes tenian.Ysigues.se otro daño, que no es pequeño: que los encomenderos questán en esta ysla com­pran los vinos de buenos puestos y ottros de malos, y todos los mese lan y los cargan para las partes del Brasil, y llegado allá se dañan por caussa del mal vino que mesclaron con el bueno, y todo esto biene en gran daño desta ysla, caussado de lo que de dies años a esta parte se a plantado, que todas son viñas de mal puesto, y éstas an caussado todo lo rreferido en esta propuesta en gran daño de los vesinos y moradores desta ysla, los quales ílo de lo susodicho. Y si Su Magestad no lo rremedia y questa desventura pare, será la ysla más pobre que Su Magestad tendrá en éstas de Canaria, y poniendo remedio en lo susodicho se ebi-tarán y atajarán muy grandes daños que por momentos se acressientan y se van aumentando, todos nassidos de las planta­das que de los dichos dies años a esta parte se an echo y los puestos que se an de mandar que paren, que son todos los malos, y que en lo que se a plantado de dies años a esta parte se mande consumir y quitar las dichas viñas, y las que al pressente se ponen se les ponga perpetuo silensio por convenir así lo uno y lo ottro y ser negossio que Dios nuestro señor se servirá dello y Su Magestad real, por ser de tanto perjuicio a todos los que oy están nassidos como a los por nasser. Y las viñas puestas que an caussado los dichos daños de los dichos dies años a esta parte son del Realexo de arriba hassia la montaña, y toda la parte de Yga, que se entiende del camino de Los Realejos para arriba hassia la dicha montaña, y saliendo de La Orotava hassia el ba­rranco de Ruis del dicho camino arriba hassia la montaña, y del dicho barranco hasta el pueblo del Sausal del camino arriba, y del dicho pueblo del Sausal, tomando del camino que va a las montañas de las Beatas, y deste camino arriba, y todo el pago de Heneto, que al pressente se va plantando con mucho cuida­do; y assí en este, pago como en los de arriba deslindados, se van continuando con muy gran solisitud y cuidado las dichas plantadas, las guales nos an caussado y caitssan tantas calami­dades que ninguna podemos remediar, que son en tanta manera que abrá dies años abía en este benefissio desta república ttreinta requas de caballos y oy no ay ocho, y el no tenerlas los dueños que antes las tenían y ottros a sido la caussa el sustento, que como entonces se cojía en esta ysla las tenían todos y ttraían todos sus frutos con ellos y hassían ottros serbisios a pressios muy moderados y baratos; y como agora se ttrae la haba y sebada de fuera, ques el sustento para estos cavallos, la conpran muy cara por caussa de las dichas plantadas, y considerando todas estas tragones se mire lo contenido en esta propuesta con ojos de misericordia, doliéndose todo este Cabildo de los yerros y essessos que por momentos se han aumentando en estas plan­tadas y el gran daño que todos en general resiben, que sólo es bien como dicho tiene, para los estrangeros, questos son los que ttraen todos los mantenimientos, como es ttrigo, senteno, habas y madera para pipas, los guales benden a nu/v subidos pressios y se llevan el poco caudal que la ysla tiene, dejando nessesita-dos a los vesinos.Ypara remediar lo susodicho, se deve mandar por buen govierno separe con la dicha plantada y se ponga per­petuo silensio, y en las hechas, como está dicho, de dies años a esta parte, se manden quitar y consumir, y dello se haga orde-nanqa por este Cabildo y se ynbíe a Su Magestad...
Tan ordenada enumeración de males no cayó en saco roto. Una confluencia de intereses generales con los particulares de los miem­bros del Ayuntamiento alienta el inicio de una serie de tentativas por atajar la expansión desmesurada que no convenía ni al necesario equi­librio insular ni a los viñedos de los grupos de presión que hablaban por boca de la mayoría de los regidores.

En los siguientes meses de 1615, los regidores Sanmartín Cabre­ra, Salazar y Fiesco habían redactado unas ordenanzas para organizar las áreas de cultivo y castigar los excesos, y después de someterlas a la consideración del personero se discuten en el pleno. El regidor Carvallo de Miranda criticaba meses después que Fiesco la demasía vitícola y su perjudicial corolario: falta de pan, entrada de grano de fuera, la saca de dinero por los mercaderes extranjeros, la falta de pastos que se traducía en disminución del ganado y carestía de la carne, aumento de jornales y acarretos, deficiente labranza de los vi­ñedos, falta de rentabilidad de dichas explotaciones... Su propuesta se inscribía en una línea dura y firme: prohibición de plantío vitícola du­rante 20 años, pasados los cuales fuese precisa la licencia concejil para autorizar las peticiones que se le cursasen para permitir más vi­ñedo. En realidad, lo que hacía el regidor era matizar las ordenanzas que se exponían a los asistentes, pues éstas ya aconsejaban esa prohi­bición. Otro discurso que merece ser tenido en cuenta es el de Alonso de Llarena, quien refresca la memoria a sus compañeros y al tiempo nos reafirma en algunas hipótesis: según este regidor, entre 1562 y 1600 la isla gozó de gran prosperidad por el vino y suficiencia de pan sin necesidad de importarlo del extranjero, circunstancia ésta que desde hacía poco tanto estaba empobreciendo a la isla llevándose el dinero fuera. Añadía la importancia de la exportación ilimitada que hubo a Indias (antes de la reglamentación de 1611), pero a esas altu­ras la situación era ruinosa, lo que se manifestaba en las rentas reales, y si no se acordaba urgentemente el arranque de cepas todo empeora­ría, suprimiendo en primer lugar lo plantado en malos puestos.
Dados los estrechos vínculos vitícolas de los regidores, la dispari­dad de criterios estaba asegurada. Más que discutirse la inoportunidad de la medida, se dudaba de su efectividad para detener las plantacio­nes que se estaban acometiendo, o entendían que no debía extenderse la veda a veinte años. Alguno plantea una reflexión: ¿debía afectar el cese de plantío a todo tipo de nuevo viñedo o sólo a los malos pues­tos? El regidor Gaspar Agustín Barbosa discrepaba de la limitación y descepe que se pretendía, pues las zonas señaladas para erradicar la vid no eran de utilidad para cereal ni para pasto porque eran de clima­tología exigente que raras veces se acomodaba a su calidad, mientras la experiencia había mostrado cómo los esquilmos de viñedo eran fructíferos, e incluso más seguros que los ubicados en la zona de plan­tación antigua que se quería preservar.

Trujillo de la Coba precisaba que los malos puestos se destina­ban al pan con anterioridad, de modo que la merma de éste había en­carecido extraordinariamente la fanega hasta superar los 40 rs. Como la mayoría de los regidores eran favorables a las ordenanzas propues­tas, Salazar conmina al teniente de gobernador a que acepte la volun­tad general, con el añadido de que debían entrar en vigor provisio­nalmente durante 6 meses a la espera de la confirmación real, lo cual acepta el teniente para evitar la picaresca, porque en ese intervalo de tiempo los vezinos se darán prissa a plantar, de modo que quedaba vedado el nuevo plantío de viñas bajo pena de 50.000 mrs. y pérdida del fundo y planta, además de una multa de 10.000 mrs. de buena moneda.
Aunque la mayoría municipal era partidaria de actuar con mano de hierro, las reticencias de algunos hacían prever que la iniciativa iba a poseer escasa operatividad, pues lesionaba intereses de algunos poderosos y de no pocos modestos vecinos que labraban tierras pro­pias o de aquéllos, y por consiguiente esperaban participar de la bo­nanza económica que para muchos había supuesto el vino en las dé­cadas precedentes. Inútil era el pretender convencer con argumentos de productividad, de prestigio vinícola de la isla o de nuevas dificul­tades de comercialización, a quienes reclamaban también una mejo­ría en su nivel de vida. Si a esto le añadimos la inobservancia siste­mática que prestaban a las decisiones municipales buena parte de los miembros de la institución, comprenderemos la razón de la casi inu­tilidad de los esfuerzos de unos pocos. Por ejemplo, en los años treinta el regidor Pedro Fernández de Ocampo cedió tierras para nuevas plantaciones de viñedo en Valle de Guerra y Afur en régimen de enfiteusis.

A todas estas, en el s. xvii se reafirma la importancia cualitativa de los viñedos de Tegueste dentro del beneficio lagunero. Aunque no disponemos de series que puedan dan sólido apoyo a nuestras afirmaciones, los documentos consultados apuntan a una mayor va­loración de la fanegada en esa zona o en Valle de Guerra que en Ta-coronte.

Algunas compraventas de heredades en los años treinta de esa centuria en Tegueste el Nuevo (en tomo a San Gonzalo) atestiguan la alta cotización: en 1632 se enajena una heredad con su casa, lagar y bodega por 40.000 rs., un alto precio si además se considera que la propiedad se hallaba gravada. Otra heredad con los mismos elementos, y también con cargas tributarias, cambia de manos en esa zona en 1634 por 36.500 rs. En cuanto a los datos sobre Tacoronte y Valle de Guerra, en 1631 se pagan 800 rs. por una fanegada de viñedo en el pri­mer lugar indicado, y 1.200 rs. por 8 almudes de viña y un pequeño te­rreno calmo en el segundo.
En cuanto a las relaciones de producción, la explotación indirecta continúa siendo relevante, y dentro de ella las medias ocupan un lugar importante, tanto en Tegueste como en Punta del Hidalgo, Geneto, o en áreas muy próximas al núcleo capitalino, como el Llano de San Juan o el barrio de la Rúa, si bien oscilando el tiempo que regían las mismas (1, 2, 4, 6, 9 años...), sin sobrepasar los 10 años de duración. Sin em­bargo, en Taganana la familia Huésterlin, liquidada prácticamente la explotación cañaverera desde finales del Quinientos —parte reconverti­da en cereal y parte en viñedo—, en la década de los treinta del s. xvii consolida la viticultura de sus posesiones en ese término mediante una serie de enfiteusis con renta en metálico, cediéndoles a los censatarios dulas de agua de diversa importancia.

La crisis comercial de finales de los años treinta y principios de los cuarenta origina un serio replanteamiento concejil de la cuestión, y el resultado es la obtención de la R.C. de 20-VIII-1641, que prohibía aumentar la superficie vitícola en la isla. El proceso había comenzado a principios de ese año con el nombramiento de una comisión formada por d. Bernardo Justiniano y el capitán d. Lope Ponte para que infor­masen sobre la posible erradicación de las viñas de Geneto y de demás pagos inútiles. El objetivo era arrancar los puestos y viñas altas, que se entendían dañosos para la vivienda de los vecinos. El informe de di­chos regidores se une a la provisión real de 1611 sobre ese tema para remitirlo al corregidor, y el 6 de mayo se decide escribir al rey para que ordene el cese del plantío por yr los veginos poblándola toda de ellas /viñas/ sin dexar tierras en que se pueda senbrar trigo y otras legumes, pues se quería rectificar el desequilibrio entre los subsectores agrícolas de suerte que en la dicha ysla se conparta el ocupar la tierra, de nía-ñera que cada tierra se aproveche para los frutos convenientes.

No es que un documento regio constituyese una panacea, pues en 1643 se denuncia que continúan las plantaciones en Geneto con la misma libertad que antes de la cédula, pero valiéndose de ese instru­mento legal se emprendieron algunas acciones contra los infractores, como la que afectó a Juan Pérez Cocón, Francisco González, Lorenzo Pérez y otros, a los que se encarcela como responsables de nuevos plantíos en la citada zona. aunque aún así persistieron las coloniza­ciones vitícolas clandestinas, como se advierte en el debate concejil de 1651. En 1664, una sobrecarta de la cédula de 1641 ordenaba la des­trucción de los viñedos plantados desde esta última fecha. Se mencio­naban como lugares más afectados las cabezadas de Geneto, Tacoronte, La Matanza y La Victoria, y se imputaba a esos viñedos la carestía de pan y carne.

Pero toda contundencia parece abocada al fracaso, pues en 1673 nuevamente se plantea la necesidad de una provisión de la Real Audiencia para atajar el mal, a lo que accede el tribunal canario el año siguiente. El objetivo era delimitar un área concreta a nivel insular en la que debería quedar constreñido el cultivo, mas el empeño era tan ambicioso como difícil de ejecutar, pues en lo que atañía a la comarca lagunera suponía un duro golpe al pretender arrancar la vid de los valles de Anaga, de Geneto, de las cabezadas de Tegueste Nuevo y Viejo y de las zonas altas de Tacoronte, El Sauzal, La Victo­ria y La Matanza. No es de extrañar, por tanto, que en 1687 se señale en el Cabildo que no se había cumplido la R.C. de 1641 sobre minora­ción de viñas. Es más, en un informe dirigido a la Corona ese mismo año, se afirma que las tres cuartas partes de la banda norte estaban cu­biertas por este cultivo porque no son capazes de otro fruto'.” (Miguel Rodríguez Yánez. La Laguna 500 años de historia La Laguna durante el Antiguo  Régimen desde su fundación hasta el siglo XVII. Tomo I. Volumen II.: 529 y ss.)

1611 Noviembre 17.
El Conde de la Gomera Antonio Peraza de Ayala, gobernador de Guatemala.

[fol. 24v] En la ciudad de Santiago de guatemala en diez [25] y siete dias del mes de novienbre de mill y seiscientos y onze años su señoria del señor conde de la gomera don antonio peraza de ayala y rojas conde de la gomera governador y capitan general en estas provincias presidente desta rreal audiencia dixo que luego que su señoria llego a esta ciudad la primera vez que entro en la cathedral della y otras yglesias Los predicadores Le adbirtieron y pidieron con grande ynstancia que conquistase los negros y mulatos cimarrones del guayaval de la costa de yzquintepeque por los daños que hazian a los yndios y demas personas en los caminos y ottras partes y por los mayores que amenazaban sacandolos y sonsacando los esclavos desta ciudad y de la comarca para que cesase lo susod[ic]ho su señoria nonbro a juan ruiz de aviles vez[ino] desta ciudad en beinte y uno de octubre pasado deste presente año para que fuese a la parte [25v] y lugar donde estaban Los dhos negros por los mejores modos que pudiese los prendiese a todos el qual en cunplimiento de la comision que tubo fue a la dha costa y ayer que se contaron diez y seis deste presente mes llego a esta ciudad el dho Juan Ruiz de abiles y trajo presos dies y seis negros y negras con un mulato y una yndia como consta del memorial que su señoria manda se ponga en estos autos para que adelante se escusen semejantes delitos y se castiguen Los culpados mando hazer caveça de proceso conttra ttodos por las fugas y delitos que an cometido y se aberigue Los que an bido y quien les dio favor y ayuda y como fueron presos y lo que mas en el caso sucedio y para ello La ynformacion y diligencias siguientes y su señoria lo rrubrico y que se notifique [26] al alcayde Los tenga con prisiones a buen rrecaudo ante mi francisco de vargas “En la ciudad de Santiago de guatemala en diez y nuebe dias del mes de novienbre de mill y seiscientos y onze años su señoria del señor conde de la gomera governador y capitan general en estas provincias presidente desta rreal audiencia que en esta dha ciudad rreside para la ynformacion que esta mandado se reciva mando parecer ante si a Juan Ruiz de abiles vezino desta dha ciudad del qual se rrecivio Juramento y este hizo por dios y la señal de la cruz en forma de derecho so cargo del qual prometio de dezir verdad de lo que supiere de fuese preguntado por el tenor del auto de cabeça de proceso dixo que lo que del save es que Luego que su señoria del señor conde llego a esta ciudad La primera vez que [26v] fue a la yglesia mayor oyo que don felipe ruiz del corral dean de la dha yglesia desde el pulpito della estando predicando entre otras cosas pidio con ynstancia a su señoria que hiziese prender los negros y mulatos que estavan huidos en el guayaval por los muchos daños que hazian a los yndios y a los vezinos desta ciudad donde benian a sonsacarles ottros esclavos de manera que ningun amo tenia esclavo seguro de que se podia relebar mayores daños y esta era voz comun de todo el pueblo y este testigo pidio a su senoria le hiziese m[e]r[ce]d de cometerles la prision conquista y pacificacion de los dhos negros dandole armas y polvora para ello por que este testigo le offrecia a hazer este serbicio a su magestad a su costa y el dho señor presidente a cavo de de algunos dias que se ynformo de lo susodho dio comision a este t[estig]o [27] Para la dha rreducion y conquista y le dio una dozena de arcabuces que le pidio una arroba de polvora con lo qual este testigo a su costa y minsion enprendio la dha conquista buscando jente para ello y se fue con quarenta personas poco mas o menos a soldados y pagados por el te[s]t[ig]o y entro por muchos pantanalles barras y esteros al lugar que llaman nagualat por lo pasaron a nado y estando en este lugar envio este t[estig]o dos espias españoles y ottros dos yndios los españoles se llaman diego piçarro y diego del castillo y Los yndios francisco y Juan naturales del pueblo de gueguetenango los quales por mandado deste testigo por ser los españoles conosidos de los dhos negros y que tratavan con ellos y lo _____ los dhos yndios fueron al lugar llamado tulat donde solian acudir los dhos negros cimarrones de que se trataba de enbiar [27v] jente sobre ellos por lo qual se avian allado y rretirado de la rrancheria donde solian estar asentados con sus casas una legua y media mas arriba al monte y los dhos dos españoles y dos yndios cunplieron lo que este testigo les mando y a los nuebe deste presente mes fue este t[estig]o con la dha jente puesta en su orden desde la parte llamada nagualat a la parte de tulat donde estaban que son siete leguas caminandolas a pie y antes que amaneciera el dho dia tenia su gente rrepartida en enboscada en el dho monte y este testigo hizo un agujero en tierra donde se metio porque no le viesen los dhos cimarrones para que luego que llegasen en la canoa se la pudiese este testigo ganar [28] y abiendo visto los dhos negros cimarrones a los dhos piçarro y castillo en la playa salieron a ellos entendiendo que les llebaban ciertas encomiendas que les abian prometido para asegurarles yendo ocho de los dhos cimarrones en la canoa que tenian ttrayendo consigo cinco perros de ayuda y luego que llegaron cerca de tierra con la canoa llegaron los dhos perros diziendo sale uno en tierra a ver si esta la Playa segura lo qual oyo este testigo por estar cerca dellos metido en el dho hoyo cubierto con una Palma y Luego saltaron en tierra los dhos cimarrones y los perros que trayan rreconosieron la jente que estaba enboscada y enpesaron a ladrar por lo qual se alborotaron los dhos cimarrones y con sus machetes y dardos en las manos se juntaron queriendose volver a la dha canoa diciendo ttraycion ay y a esto [28v] este testigo arremetio a la dha canoa con su espada y rrodela llamando santana que era el nonbre que tenia dado a los que estaban enboscados para que acudiesen y los dhos negros arremetieron hazia donde estaba este testigo y le tiraron botes de lança y machetazos de que le alcançaron tres machetazos y una lançada en el escaupie y este testigo les defendio de entrar en la canoa procurando rrendirlos y hirio a tres dellos que se acercaban mas de tres cuchilladas y estando en este estado llego la jente de su conpania deste t[estig]o de la enboscada donde estaba y procuraron prender como en efeto prendieron a todos los dhos negros ecepto a uno que se echo al agua y se dexo ahogar por no ser preso y ottro que era el capitan llamado [29] diego que era esclavo de juan de colindres difunto que viendose herido y que no podia tomar la canoa se echo al agua por no ser preso y se ahogo en el dho rrio y estero y juan gomez mulato esclavo de Luis azetuno que estava huido y cimarron con los dhos negros enbistio a este testigo para matarle con un machete que traya y este testigo se fue siguiendo para rrendirlo y se metio en ese agua tras dello asta que el agua le llegaba a la boca y por no saber nadar le asio a la punta de la espada de este t[estig]o y lo saco a la playa y lo prendio con los demas y luego pasaron dies y seis soldados con este testigo adelante la montaña adentro y dejandolos demas soldados en guarda de los presos llebando este testigo consigo a uno de los dhos negros por guia para que enseñase [29v] el lugar a donde estaban rrancheados de nuebo con las negras que tenian consigo y andubieron todo el dia sin comer pasando muchos pantanos y cienagas y Junto al anocheser llegaron a la rrancheria antigua donde estavan hechas nueve casas grandes y una troxe grande de maiz que tenian de comunidad y luego ottro dia al amanecer llegaron a la rrancheria nueba donde se avian pasado y coxieron seis negras esclabas y una mulata libre muger de uno de los dhos negros esclavos de nuño saez y a una yndia que abia llebado hurtada el dho juan gomez y a un negrito hijo de una negra de nuño saez y otro de francisco de mesa vezino desta ciudad los quales todos prendieron y un negro de nuño saez marido de la dha mulata que se avia escapado se bino a su boluntad aquella noche [30] y se entró a este t[estig]o viendo que su muger y los demas estavan presos sin aver quedado ninguno todos los quales eçepto la dha mulata e yndia este testigo truxo presos y los puso en la carcel real deste corte donde al presente estan y dio noticia a su señoria y lo que mas save es que los dhos negros tenian hechas millpas y cantidad de maiz coxido y rrepartido en tres o quatro partes comida y preguntandoles este testigo que personas tratavan y contratavan con ellos y les davan comida bestidos y armas y ottras cosas y les _____ el pescado e yguanas que coxian le dixeron a este testigo que las dos espias llamados francisco y Juan que tiene declarado yndios del pueblo de mazatenango les llevaban hachas machete y dardos tabaco [30v] rropa y otras cosas y assimismo un mulato llamado Anton de leres les avia llevado machetes y lançuelas y Juan de çacarias yndio del pueblo de zamayaque y pedro blanco y _____ escrivano yndios de mazatenango y Juan Jui del dho pueblo de mazatenango y que asimismo tratavan con los dhos negros los dhos pizarro y castillo y que los dhos negros declararon a este testigo que avia nueve años que se enpesó aquella población por un negro de la villa de zonçonate que estava de presente preso y que un negro de un harriero llamado aguado y otro de Juan martinez de mondragon llamado hernando que no es el que tiene las narizes horadadas [31] venian a buscar a esta ciudad las negras que tenian alla y ottras cosas que abian menester y tomar aviso de lo que aca se trataba por ser como son estos dos ladinos y que el dho Juan gomez mulato esclavo de luis acetuno es el mas perjudicial de todos porque los traya abasallados y amotinados amenazando a todos los dueños de estancias y obrajes que les avia de poner fuego a sus haziendas y quemallos en ellas echando cerca dello muchos votos e juramentos y que aunque lo desocasen y fuese arrastrado avia de cumplir lo susodho y que no save este testigo que ottra persona les aya dado favor y ayuda ni mas de lo contenido en el dho auto lo qual es la berdad para el juramento que hizo fue le [31v] Leydo este dho y se ratifico y lo firmo de su nonbre y declaro ser de hedad de quarenta y quatro años y lo firmo su señoria de su nonbre y este test[ig]o el conde de la gomera Ju[an] Ruiz de aviles ante mi fran[cis]co de bargas.

1611 Noviembre 25.
El hecho de poseer un suelo joven y permeable en la zona de Cumbre Vieja -lugar de las erupciones más recientes en la historia palmera - hace que los barrancos existentes en la comarca este no destaquen por su profundidad, todo lo contrario que ocurre hacia el norte de La Palma. El nivel de infiltración de las aguas de lluvia es alto y son escasas, por lo tanto, las aguas de escorrentía. Con todo, estos aguaceros tan intensos han hecho correr considerablemente los barrancos e incluso se han llegado a producir grandes avenidas que han acabado en catástrofe.
Entre otros grandes desbordamientos y riadas, se recuerda la imponente avenida del barranco de Las Nieves que puso en peligro la primera ermita de Santa Catalina y que se hallaba construida en las cercanías del cauce. Le hizo grandes destrozos como también a todo el barrio.

1611 diciembre 2.

Notas en torno al asentamiento colonial europeo en el Valle Sagrado de Aguere (La Laguna) después de la invasión y conquista de la isla Chinech (Tenerife).

Proteccionismo isleño y abasto capitalino lagunero.
A pesar del excedente productivo, en determinadas fechas se sus­citó algún problema de abastecimiento del mercado local, lo que obli­gó al municipio a adoptar, como en los primeros años de colonización, medidas limitadoras de saca, como en 1651.

Más problemas originó la entrada de vino de otras islas, en con­creto de La Gomera y El Hierro. El asunto aparece en las actas muni­cipales con más preocupación de la que podría pensarse. En 1611 será una de las materias que los diputados de visita planteen a sus compa­ñeros de corporación, a los que advierten del creciente auge de esa realidad, motivada por la propagación del viñedo en aquellas islas de señorío. Los perjuicios alcanzaban tanto a los viticultores tinerfeños, en cuanto se depreciaban sus caldos, como a las rentas reales, pues ese decremento en el valor se traducía en una merma de los derechos aduaneros de salida; por otra parte, el reparto de los «beneficios» deri­vados del vino con otras islas repercutiría negativamente en determi­nados elementos esenciales para la producción y saca del vino (made­ra de pipas, salario de trabajadores, pescado).
La reacción es rápida y apoyada por la Corte, pues en noviembre de 1612 la ordenanza que prohibía la entrada de vino de otras islas estaba confirmada y se pregonaba. Se recordará que ya en 1542 el Cabildo había dictado ordenanza en ese sentido, cuando el viñedo no ocupaba ni el tercio de la superficie de la primera década del s. xvn. Pero la legalidad no logró detener la introducción de vino gomero y herreño. que se mesturaba con el tinerfeño, por lo que en 1621 se teme que la pérdida de crédito de los caldos de esta isla hiciera peli­grar la demanda extranjera.

Las entradas clandestinas aumentan en la segunda mitad de la centuria, como ya hemos puesto de manifiesto en otro trabajo'", agre­gándose ya por entonces las aportaciones de aguardiente, que sobre todo en las últimas décadas es introducido por ingleses.” (Miguel Rodríguez Yánez. La Laguna 500 años de historia La Laguna durante el Antiguo  Régimen desde su fundación hasta el siglo XVII. Tomo I. Volumen II.: 547 y ss.).


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