martes, 10 de septiembre de 2013

YACIMIENTO DEL PORTICHUELO EN TELDE







los especialistas descubrieron restos óseos humanos de neonatos y restos alimenticios, un hallazgo sin precedentes en la arqueología canaria, porque si bien están documentados restos óseos infantiles en determinados yacimientos, aunque no de neonatos, estos nunca habían sido encontrados en contextos aparentemente domésticos, asociados a restos alimenticios a modo de ofrendas.

Los restos óseos de neonatos aparecidos en el yacimiento arqueológico de Cendro tienen entre 800 y 1.100 años de antigüedad. Así lo revelan las dataciones obtenidas a partir del análisis radiocarbónico de tres muestras de semilla de cebada.

En ese yacimiento se dio con un hallazgo insólito, los restos óseos de perinatales humanos (se llama así al niño justo antes o justo después del nacimiento) de al menos 30 individuos. Aparecieron en un depósito sedimentario de casi tres metros de grosor, que aún no ha sido excavado del todo, junto a recipientes cerámicos hoy ya rotos, pero que albergan en su interior tanto restos de neonatos como fauna inmadura de cerdos, cabras y ovejas, carbones, cenizas o restos de malacofauna (moluscos).

Marcaría un hito en la arqueología canaria en tanto que podría erigirse en la primera evidencia física de una práctica de inhumación de la que se daba cuenta en crónicas como la de Abreu Galindo y que guardaría relación con una pauta programada para controlar la natalidad, asociada además a ofrendas alimenticias.

Se trata del llamado Estatuto de matar niñas....Primero, porque no es normal que aparezcan tantos restos de neonatos en un mismo lugar. Si fueran el resultado de una brutal epidemia, se hallarían huesos de niños de otras edades, pero no, sólo hay neonatos. Y segundo, porque en todos los casos son inhumaciones vinculadas a un ritual. Fueron enterrados junto a cerámica ricamente decorada y a restos de fauna también inmadura.

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