martes, 21 de mayo de 2013

Orgullosos de ser imazighen (bereberes)




Los canarios Eva y Jonathan portan en su ADN el código identificativo de los primeros pobladores del Archipiélago


Eva Betancor y Jonathan Santana. luis del rosario
MIGUEL F. AYALA | LAS PALMAS DE GRAN CANARIA
Ella es licenciada en Biología. Él, arqueólogo. Pero a los grancanarios Eva Betancor y Jonathan Santana no les une solamente su pasión por las ciencia y la investigación: tres caracteres (U6b1), que en genética determinan algo así como el código de barras de los primeros pobladores canarios –haplotipo se le denomina–, les convierte en herederos de la carga genética que poseían los primigenios isleños. Actualmente, sólo un 30 por ciento de la población canaria lo posee y esta pareja, entre risas, no ocultaba esta semana, en Las Palmas de Gran Canaria, su satisfacción y orgullo por formar parte de esos "aborígenes" del siglo XXI.
"A veces, con mis amigos y compañeros de profesión nos reímos mucho porque me llaman entre ellos el primitivo", explica Santana Cabrera, de 27 años, que junto a Eva Betancor Hernández forma parte del banco de datos elaborado por los autores de la investigación genética multidisciplinar que confirma a los bereberes como los primeros pobladores del Archipiélago canario.
Eva es natural de Arucas, en Gran Canaria, y hereda el haplotipo U6b1 de la rama femenina de su familia, que es la que se ha estudiado gracias al análisis mitocondrial de su ADN. "Me enteré de la noticia este verano", cuenta, "pero me falta saber ahora si también tengo esa herencia genética por parte de padre", dice esta científica de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (Ulpgc).
Jonathan Santana sí tiene claro ya que, por la rama paterna, su herencia genética es nórdica. Sin embargo, revela que el haplotipo heredado de su madre es, si cabe, más especial que el de la mayoría.
"Se trata del U6b1, que es la variante más pura de los haplotipos aborígenes existentes en la actual población de Canarias". Su progenitora, su abuela y su bisabuela proceden de Lanzarote, "pero sería muy aventurado decir que mi haplotipo es endémico de aquella Isla porque los traslados masivos fueron frecuentes durante los siglos de ocupación castellana", añade.
Sorpresa. El joven arqueólogo se encontraba en Siria, trabajando en un yacimiento, cuando recibió un correo electrónico del investigador de la Universidad de La Laguna (ULL) Vicente Martínez Cabrera para darle la noticia. "Recuerdo que estaba en un cíber y di un grito de alegría. Desde pequeño", afirma Jonathan quien añade que "me ha interesado mucho el mundo aborigen y me emocionó un montón formar parte de esa historia".
Pese a la alegría, tanto Eva Betancor como Jonathan Santana relativizan la noticia. "Le damos la importancia que tiene; ni más ni menos", comentaron ante un café en la redacción del periódico antes de relatar que "en casa ha hecho gracia, pero poquito más".
Otro detalle que señala también hacia el antiquísimo linaje canario de ambos son sus apellidos. Sobre todo los de Eva. "Los Betancor, que fue como se castellanizó a los Bethencourt, están en las Islas desde 1403, y el apellido Hernández es de los más antiguos de Canarias", explica Jonathan Santana a una encantada y amable Eva que, por su condición de mujer, podrá transmitir su haplotipo U6b1. En cambio, Jonathan Santana, como hombre que es, sólo podrá transmitir su ilusión y pasión.
Los otros ´300´: de los Montes Atlas a Canarias
M.A. Autero
Los expertos que han venido investigando la procedencia de los pobladores prehispánicos de Canarias, con el concurso de diferentes estudios sobre la industria lítica, la cerámica, la actividad cinegética, los ritos y mitos, la epigrafía, las fuentes antiguas, las crónicas de la conquista y otros vestigios sostienen que la procedencia de esos primeros moradores del Archipiélago se encuadraría en el norte de África, entre el sistema montañoso del Atlas y el actual Túnez. Pero lo que ahora ha estudiado y publicado un equipo de investigadores de la ULL, del Instituto de Patologia e Imunologia Molecular da Universidade do Porto (Portugal) y del IML de la Universidad de Santiago de Compostela es el rastro del cromosoma Y de los aborígenes canarios en la población actual de las Islas. Rosa Fregel, la principal autora de este estudio, señaló ayer a La Opinión de Tenerife que "se tomaron, en principio 300 muestras dentales de aborígenes canarios y se analizaron. Y, curiosamente, otras 300 personas se prestaron para cotejar su ADN con el de las muestras. El único requisito era que sus antecesores conocidos hubieran nacido en la misma Isla. Los resultados tras el análisis del marcador genético U6b1, exclusivo en la población canaria, demuestra que los linajes maternos aborígenes han sobrevivido, con un ligero descenso, mientras que los paternos han disminuido de forma progresiva para ser reemplazados por linajes ibéricos. El estudio demuestra que la mayoría de los varones aborígenes no desaparecieron con la conquista, sino que fueron discriminados y desplazados por los conquistadores, algo que parece que no ocurrió con las mujeres, que sí fueron aceptadas por los europeos asentados.
Fuente; La Opinión de Tenerife.

No hay comentarios:

Publicar un comentario