jueves, 21 de noviembre de 2013

CAPÍTULO XXXIX-III



EFEMERIDES CANARIAS
UNA HISTORIA RESUMIDA DE CANARIAS
PERÍODO COLONIAL, DÉCADA 1781-1790 

CAPÍTULO XXXIX-III



Eduardo Pedro García Rodríguez

1784 Febrero.
Se procede a la reparación de la puerta de Triana, abierta en la muralla que desde la Torre de Santa Ana, sirviendo como de baluarte, parte una muralla o cortina de piedra y barro de 737 varas de longitud hasta el pie del risco de San Francisco, con alto de 4 a 5 varas, y su banqueta a la altura de 2 1/2 a 3 1/2 varas y 4 pies de ancho. Esta obra, que venía atribuyéndose al Gobernador Martín de Benavides, fue construida antes de 1578 por su antecesor el Capitán Diego de Melgarejo; era de piedra y argamasa, de pared lisa sin contra fuertes, que se iba ensanchando suavemente hasta formar un plano inclinado con la base. En la cara interna y en su parte alta se extendía, a lo largo de toda ella, un amplio corredor o banqueta desde donde la tropa podía defenderla y atacar a los invasores. La puerta de Triana se abría desviada hacia la Torre y era la única comuni- cación entre la ciudad y el puerto.

Dice Hermosilla, «...á este muro o cerca se le vé repellado por dentro y fuera, fué hecha cuando la Torre y se le advierten varios desplomes, barrigas é indicios de su ninguna fortaleza...»

A 154 varas de la Torre de Santa Ana, existía una puerta que por corresponder al barrio de Triana, tomó este nombre. Por el exterior estaba cubierta con un tambor, que se reducía a una muralla de una vara de altura y sobre ella varias estacas. Tenía un ras-trillo sobre la derecha que daba paso a la campaña. En Febrero de 1784 se reparó esta puerta, que se había derribado a consecuencia de estar estropeada la cantería. (En: José María Pinto y de la Rosa. 1996)

1785 Mayo 26.
Por la metrópoli  se dictó con referencia a fortificaciones en las islas Canarias, la disposición siguiente:

«EXAMINADAS en el Supremo Consejo de Guerra las representaciones que dirigió el antecesor de V:S. Marqués de la Cañada, acerca de la inversión que el Ayuntamiento de la Gran Canaria pretende dar al fondo destinado á la conservación de sus Castillos y Fortalezas, é igualmente el Cabildo de dha ciudad para que se le reintegre en la posesión de proponer los Alcaldes ó Castellanos de los de su dotación y las compañias de los tres Regimientos de Milicias; ha expuesto al Rey su dictamen en consulta de I4 de Mayo del
pasado año, refundiendo en ella las anteriores que hizo en 11 de Septiembre de I775 y I5 de Abril de 1777 relativas al pago del coste de tres (3) cañones que se colocaron en el Castillo del Puerto de Sta. Cruz y al nombramiento de Castellanos que hacen los Ayuntamientos de esas Yslas y el modo de su elección. Enterado S.M. de todo ha mandado conformándose con el Consejo, que para ocurrir a los importantes fines del servicio y evitar competencia en lo sucesivo, se declare y observe puntualmente lo siguiente:

Que en la Ysla de Tenerife se forme una Junta General de Obras de Fortificación, compuesta de V:S. y el Veedor de la Real Hacienda, los Comandantes de Artillería e Ingenieros, dos Regidores nombrados por el Ayuntamiento y un Secretario, que lo será siempre el de la Comandancia General.

Que en las demás Yslas se formen Juntas Subalternas, tanto en las de Señorío como en las realengas, compuestas del Comandante de las Armas, el Corregidor ó persona que ejerza jurisdicción civil, un Regidor nombrado por el Ayuntamiento y un Secretario que lo ha de ser el Escribano del Cabildo.

Que la Junta general y bajo sus ordenes las Subalternas, tengan a su cargo cuanto sea relativo á la fortificación de las Yslas y al vestuario y armamento de las Milicias y Tropas, para cuyos objetos se hallan concedidos los diferentes arbitrios del uno por ciento (1%) sobre los ramos comerciales de entrada y salida y otros varios.

Que las rentas y productos de ellos, bajadas las cargas á que se hallan afectas, se recauden por las respectivas Juntas, y pongan los caudales a disposición de la general en arca de tres llaves para inversion con libramiento formal de los precisos fines de su destino.

Que a estos mismo fines se apliquen los sobrantes que resultaren de los propios sin hacer novedad en cuanto al modo de gobierno, pues este ha de quedar sugeto á los Reglamentos establecidos por el Consejo de Castilla y solo las resultas de cuentas de que se ha de pasar testimonio á las Juntas, se han de percibir por estas.

Que para su gobierno establezcan las reglas que parezcan oportunas y por conducto de V:S. se las remitiran para Real aprobación.

Que se conserve á las Y slas, asi realengas como de Señorio, el privilegio que han tenido hasta ahora de nombrar sugetos para las castellanias; bien entendido que á fin de efectuarlo han de proponer al Rey por medio de  tres personas idóneas para cada empleo y por la Secretaria de Guerra se despachará el Real título correspondiente al que S.M. se sirva elegir; para que el nombrado lo ejerza en propiedad y sin limitación de tiempo.

Que las mismas propongan á los oficiales de Milicias en igual forma que se hace por los Ayuntamiento de la peninsula.

Quiere también el Rey se efectue la ordenanza de esos Cuerpo, uniformándolos en lo posible con las de los Regimientos Provinciales de este continente; y así dispondrá V.S. se forme y me la remitirá para la Real aprobacion.

Finalmente, es la voluntad de S.M.que se sobresea y no se moleste a los Ayuntamientos de esas islas, ni a los Selorios, para el pago de lo que por las liquidaciones que se han practicado se figura en las citadas representaciones estar debiendo, y que solo tratan las Juntas de recaudar 1o que adeudaren personas particulares a la masa de dicho arbitrio.

Participolo aV.S. de su Real Orden para su inteligencia y cumplimiento en la parte que le toca.
Dios guarde a V:S. muchos años. Aranjuez 26 de Mayo de 1785.
Pedro de Lerena.
Al Pie.- Señor Marqués de Branciforte, Comandante General de Canarias. (En: José María Pinto y de la Rosa. 1996)

1788 Enero 3.
En estas fechas el gobernador de la colonia de Canarias General Marqués de Branciforte, se dirigió al Ingeniero militar  Fausto Cavallero solicitando relación del estado en que se hallaban las Plazas Fuertes y Puestos de su jurisdicción, así como la Artillería que tengan y la que necesitan. En cumplimiento de ello se envió el siguiente:

Estado actual de la plazas, castillos, baterías y puestos fortificados que contienen estas Yslas de Canarias, con expresión de la artillería y dotaciones que se requieren para el correspondiente decoro y defensa, así en tiempo de paz como en el de guerra, atendida su importancia, situaciones y objetivos combinados con las circustancias del pays Ysla de Tenerife de S.M. Plaza y Puerto Principal de Santa Cruz.

«Su frente atacable, que haze á las Aguas del Puerto, consta de 2,100 tuesas de Plaia proporcionada para desembarcos, sobstenidos de competente Esquadra, que al mismo tiempo puede batir, bombardear y destruir la Población, principalmente estopinando las Bombas para yncendiar sus Edificios que todos son de Madera de Tea; y para ympedirlo contiene las defensas siguientes, que se dotan; A saber».

A continuación expone un cuadro donde se detalla la artillería, tropa, pertrechos etc de cada una, que carece de interés para nuestro estudio y solo nos limitaremos a relacionar las obras con las observaciones que constan referentes a su estado; estas son: Castillo de Paso Alto, costado izquierdo del frente que se halla en buen estado
Reducto de San Miguel; necesita reparos y aumentos
Batería de Santa Teresa, necesita poco reparo
Espaldon de San Rafael, necesita explanada y composición ,
Reducto de Candelaria, necesita reparaciones
Batería de San Antonio, deben repararse sus edificios
Batería Alta del Pilar, renovar sus explanadas
Batería de Santa Ysabel, renovar sus explanadas y parapetos
Plataforma de San Pedro, id id
Batería de la Rosa, id id
Batería del Muelle, en buen estado pero sin Cuerpo de Guardia
Castillo Principal de San Cristóbal, centro del frente de ataque; amenaza ruina
Batería de la Concepcion, necesita poca reparación
Batería de San Telmo, reparacion y mejora
Batería de San Francisco, id id.
Castillo de San Juan, se halla en regular estado
Batería del Calvario, necesita reparacion y mejorarla
Batería de Degredo, necesita reparación
Batería de Barranco Hondo, reparacion y mejora
Castillo de Candelaria, débil é insuficiente. Necesita reparacion y aumen-
tarlo
Casa Fuerte de Adexe, de Señorío para resguardo del pueblo
Castillo de Garachico, débil é insuficiente; debe mejorarse
Cuatro Baterías del Puerto de la Orotava, deben repararse y mejorarse
Torre y Batería provisional de San Andrés, debe repararse.

«En el anterior detalle se evidencia que solo para montar el referido frente de la Plaza se necesitan quarenta y siete cañones de á 24; quarenta y nuebe de á 16; Diez y seis de á I2; siete de á 8; con 3.820 balas del 1er.calibre; 5.280 del 2°; 800 del 3° y 390 del 4° Seis Morteros con 520 bombas de á 12 y cinco con 260 bombas de á 3; todo con los correspondientes montages, Máquinas, Juegos de Armas, Espoletas y demás que requiere su completo uso y manejo. Ocho oficiales de Ynfanteria con I7 sargentos, 22 cabos y I75 soldados empleados diariamente en tiempo de paz; cuarenta y nuebe oficiales, 50 Sargentos, 60 cabos y 1.372 soldados para la defensa en el de guerra (que entre estos podrán ynterpolarse Milicias del Pays); Un Comandante de Ingenieros con 4 oficiales del mismo Cuerpo; otro Comandante con 10 Oficiales, 9 sargentos y 300 cabos y artilleros. Siendo todos los Oficiales y Sargentos dhos veteranos y una tercera parte de los Cabos y artilleros para ynterpolarlos con los de sus Milicias; I.050 quintales de Pólbora y 20 quintales de balas de fusil».

«Ademas en tiempo de guerra, se án tener alistados todos los paisanos (exclusos los de los Pueblos de la Costa) capaces de tomar las Armas, para que con trescientos Hombres y sus oficiales de Infanteria Veterana (qe serian mas propios de tropa ligera), otros trescientos y sus Oficiales de Milicias; tres Sargentos, seis Cabos y doce Artilleros veteranos ynterpolados con tres oficiales, tres sargentos, seis cabos y treinta y seis Artilleros de sus Milicias; tres Ingenieros con repuesto de útiles, enceres y efectos de trinchera; Y Doze Cañones de Batallón; formen tres Cuerpos ó Retenes volantes que en caso de ymbación se situen puntualmente en tres puestos de la Ysla lo mas proporcionado y equidistante á sus Costas, para acudir a defender las que atacare el enemigo y ymposibilitarle constantemente, la yntroducion en el Pays, pues aunque son ynfinitas las Calas y surgideros que forma la Ysla en las 48 leguas de su circunferencia, son yncómodas, practicables solo con ciertos vientos y tiempos, dominadas por Montes escarpados, de áspera penetración por la escabrosidad de sus arriesgados desfiladeros y precipicios. Suponiendo la mayor vigilancia, exacta y Clara puntualidad de Señales en los Vigias de Atalayas, para que llegue á tiempo el Cuerpo Volante á quien corresponda
la parte ymbadida, que tendrá ya bien reconocido su distrito y premeditados los medios mas seguros y ventajosos para defenderle; y asegurados del verdadero ataque deverán acudir el todo de estos tres retenes á su oposicion. Y también la misma guarnición de Sta. Cruz destacará consideradamente auxilios en este caso á qualquiera otra parte de la Y sla, con todas las Providencias que Juzgue mas oportunas el Comandante General que
residiendo en ella podrá adaptar los contrarrestos segun sus fuerzas y los movimientos del enemigo.- Para Arma dho Paisanage (y el de los Pueblos excluidos de la Costa que han de hazer su misma defensa) se consideran necesarios en esta Ysla, Dos mil fusiles, con sus cartucheras (ó mejor canánas si las hubiera); y para municionar el todo de ellos, sesenta quintales de Pólbora y mil doscientos cartuchos hechos para los cañones de batallón cuya dotación podrá depositarse en los Parques mas propios para Conservarla y uzarla prontamente quando sea menester; y además para acudir á los remplazos de toda esta Ysla (despues de bien armadas sus Milicias) se necesitan mil fusiles, dos mil quintales de Pólbora y noventa y cinco quintales de balas de fusil.- El anterior detalle y dotaciones, evidencian que en la situación y circunstancias de esta Ysla, piden en lo general operaciones de campaña, siendo solo en alguna parte aceptables las de Plaza Maritima; y aun estas sin regularidad, solidez ni precaución de competentes muros, pues unicamente el Castillo de Paso Alto se apróxima á lo necesario para defender sus Aguas cubriendo el costado yzquierdo del fremie dicho los demás puestos (aunque algunos se nombran Castillos) son redutos, torreones y Baterías abiertas y cerradas ynsuficientes, débil y estastas a un golpe de mano.- Lo mismo sucede en las demás Yslas, respectivamente obligadas á retenes ó campos volantes para acudir donde sea necesidad; y la misma guarnición de los puestos principales debe considerarse retén volante para destacar auxilios quando lo pida el caso, se ha demostrado en la de tenerife y su plaza principal de Sta Cruz.- Con este conocimiento, siguiendo las mas justas equitativas consideraciones que alcanzo, van arregladas las dotaciones para las demás Yslas, como sigue:

En la de Gran Canaria de S.M.

Para cubrir los Castillos de la Luz, Buen Ayre, Sta. Catalina, Sta. Ana, de Mata, San Pedro, El Risco, las Baterías de San Fernando, Sta. Santa Isabel, La Torre de Gando, La Plataforma de San Felipe y la Casa Fuerte del Romeeral (esta casa es de Señorío) que solo los cinco últimos puestos se hallan de buen servicio y todos los demás necesitan reparaciones; los retenes ó campos volantes se le dotan: treinta y dos cañones de a 24  treinta y dos de á I6; catorce de á 12; ocho de á 8; cuatro de á 4; Batallón; cuatro Morteros de á I2; seis de á 3; todos con sus correspondientes montages y demás qe requiere su completo uso y servicio. Mil seicientos fusiles; tres mil doscientas Balas de á 24; tres mil doscientas de a 16 quatrocientas de á I2; seiscientas cincuenta de á 8; trescientas de á 4; ochocientos cartuchos para los cañones de Batallón, trescientas bombas de á I2 pulgadas; seiscientas de á 3; mil nuevecientas libras de Pólbora; dos compañias de Infantería en tiempo de paz; Dos batallones de Infantería y sus 3 Regimientos de Milicias en el de guerra;  Un Sargento y Veinte Cabos y Artilleros en el de paz; Seis Oficiales, seis sargentos y ciento ochenta y cinco cabos y artilleros en el de guerra; Un ingeniero en tiempo de paz; Cuatro Yngenieros en el de Guerra y ciento
cincuenta qq de Balas de Fusil.»

En la de La Palma también de S.M.

Para los Castillos de Sta. Catalina, Sta. Cruz, Sn Miguel, Sn Juan, Baterías de Maldonado, Sn Felipe, Clérigos, Saboya y redientes de los quales solo una se mantiene en estado regular y todos los demás puestos dhos  necesitan reparaciones y mejoras: se les dota (yncluso lo correspondiente á un campo, Volante), diez y seis cañones de á 24; diez y seis de I6; diez á te á 8; quatro de á 4; quatro de Batallón; tres Morteros de á I2; quatro de  3 (con sus correspondintes Montajes etc); mil fusiles; mil seiscientas á 24; mil seiscientas balas de á I6; mil de á I2; seiscientas de á 8; quatrode á 4; quatrocientos cartuchos para los cañones de Batallón; trescientas bombas  de á I2; quatrocientas de á 9; mil quatrocientos qqs de polbora dos oficiales, dos sargentos y quarenta cabos y soldados de Infantería,  un sargento y doce cabos y artilleros en Paz; quatro oficiales, argentos y ochenta cabos y artilleros en guerra; dos Yngenieros en tiempo de guerra y sesenta y cinco quintales de Balas de Fusil.»

En la de Lanzarote: es de señorío

Los Castillos de Sn Josef y Sta. Bárbara y las Torres de Sn Gabriel y El Aguila (solo el 1º se halla en buen estado y los tres restantes necesitan composición  y aumento) y para dos baterías provisionales (en guerra) y un Volante: se le dotan, cinco cañones de á 24; cinco de á I6; ocho de á 8; seis de á 4; seis de Batallón; Dos Morteros de á 12; quatro de a  9 (con sus montajes etc); Nuebecientos fusiles; Quinientas Balas quinientas de á I6; ochocientas de á I2; ochocientas de á 8; seis de á 4 y seiscientos cartuchos de Batallón; doscientas bombas de á 12 cuatrocientas de á 3; mil quatrocientos qqs de Pólbora; un oficial, un sargento y veinticinco hombres de Infatería en tiempo de paz, y tres compañías veteranas con su Regimiento de Milicias en  guerra; Un sargento, un cabo y ocho artilleros en paz; tres oficiales, tres sargentos y sesenta cabos y artilleros en guerra; dos yngenieros en guerra sesenta qqs de balas de susil.

En la de Furteventura: de señorío

«Para las Torres de Sn Buenaventura y el Pilar (que necesitan reparacion y mejora) dos Baterías provisionales y un Campo Volante (en guerra) se le destinan dos cañones de á 24; tres de á I6; tres de á I2; quatro de á 8; quatro de á 4; seis de Batallón; Dos Morteros de á 9 (con sus Montages etc); ochocientos fusiles; doscientas cincuenta balas de á 24; trescientas setenta y cinco de á I6; trescientas setenta y cinco de á I2; quinientas de á 4; seiscientos cartuchos de Batallón; quinientas de á 8; doscientas cincuenta bombas de á 9; ochocientos qqs de Pólbora; un oficial, un sargento y veinte hombres de Infataría y su Regimiento de Milicias en guerra con dos compañías; un sargento, un cabo y ocho artilleros en paz; dos Oficiales, dos sargentos y quarenta cabos y artilleros en guerra; un Ingeniero en guerra y quarenta qqs de Balas de fusil.»

 En La Gomera: de señorío

«Para los fuertes del Principal, Buen Paso y parapetos de su pequeña bahia (qe todo necesita reparación) se destinan dos cañones de á 24; tres de á I6; tres de á I2; quatro de á 8; quatro de á 4; quatro de Batallón; Un Mortero de á 3; Quinientos fusiles; Doscientas cincuenta balas de á 24; trescientas setenta y cinco de á I6; trescientas setenta y cinco de I2; quinientas de á 8; quinientas de á 4; cuatrocientos cartuchos de Batallón; Cien Bombas de á 3; Quinientos qqs de Pólbora; un oficial, un sargentos y doce hombres de Infantería, en paz; Dos oficiales, dos sargentos y sesenta hombres de Infanta y sus seis compañías de Milicias en guerra; Un sargento, un cabo y ocho arti-lleros en paz; Dos Oficiales, dos sargentos y treinta y seis artilleros con sus cabos en guerra; un Ingeniero en guerra y veinticinco qqs de Balas de fusil.»

En la del Fierro: de señorío

«Para defender sus caletillas dificultosas y capaces solamente de dos pequeños Barcos de tráfico, se le destinan (para situarlas provicionalmente respecto á las ventajas que ofrece el terreno); Seis cañones de á 4 con sus montages de Marina y 480 Balas de su calibre; 400 fusiles; 260 qqs de Pólbora; Un Sargento, un cabo y ocho soldados de Infantería en paz; Un Oficial, un Sargento, Un Cabo y Veinte hombres de Infantería. para el tiempo de guerra, con las cuatro compañías de Milicias Naturales; Un Cabo y Tres artilleros en paz; Un Oficial, Un Sargento y doce cabos y artilleros en guerra; y 23 qqs de Balas de fusil.»

A continuación hace el autor unos resúmenes en unos cuadros y por último uno general donde consta:

«II8 cañones de 24; I2I de I6; 66 de á I2; 44 de á 8; 3I de á 4; I7 Morteros de á I2; 27 de á 9; IO.980 balas de 24; Io.47° de I6; 5.770 de I2; 3.900 de 8; 2.920 de 4; I.620 Bombas de I2; 2.450 de 3; 40 cañones de Batallón; 4.000 cartuchos para estos; 8.200 fusiles; 543 qqs de balas para estos; I0.790 qqs de Pólbora, Cinco Ingenieros en tiempo de paz y en el de guerra diez y nueve con un ComJle Tropa de Artillería en tiempo de paz: Un Comandante con 8 oficiales 8 sargentos y dos compañias de 70 hombres; en guerra un Comandante con 37 Oficiales, 36 sargentos y 4 compañias de Artillería de veteranos de I20 hombres y además se ynterpolaran con ellos las compañías de Artilleros de Milicias con sus Oficiales.

Tropa de Infantería en tiempo de paz, dos Batallones sobre el pié de 77 hombres por compañía para la defensa; en guerra siete Batallones de Veteranos sobre dicho pié de 77 y sus Regimientos de Milicias.»

NOTAS
« Ia. Que por los estados de existencia que están á cargo del Cuerpo de Artillería, podrán deducirse las faltas para el completo de Piezas, Montages, Máquinas, Juegos de Armas, Municiones y demás dotado; y se ha de considerar el correspondiente respeto de todo para los remplazos de una constante defensa.

2º. Que en los mismos Estados se verá la yrregularidad de los calibres que existen y quando quiera yncluirse en número de los de esta especie consideradamente en el que se pide nunca podrá equivaler; por la menos consistencia de sus delgados, decadencia consiguiente á su mucha antiguedad y poco cuidado; menor alcance y potencia; falta de
Montages y Dotaciones para remplazo de sus consumos; y finalmente por la confusión retardos y perjuicios que puede causar tanta variedad de calibres en el acto de rebatir el Desembarco á los enemigos con el fuego vivo que requiere la acción de esta naturaleza.

3º. Que no se Piden Palanquetas ni Metralla por aver suficiente de esta especie.

4º. Que tampoco se mencionan instrumentos, Enceres ni efectos de trinchera, por existir los Suficientes por haora, y quando llegase la necesidad pudiera hecharse, mano de las herramientas, canastas de Mimbre de todos tamaños, Botas, Sacos, Maderas, Clavazón y otros recursos equivalentes de que abunda el Pays.

5º. No se propone la ymportante redificación y aumento del Castillo Pral.de sn Cristoval y la mejora de las Baterías de Barranco Hondo, el Calvario, Sn Francisco, Concepcion, Sn Pedro, Sn Antonio, Candelaria y sn Miguel, cuyos Puestos si se precaben y robustecen con mejor direccion de sus fuegos bien cruzados con los de Paso Alto, Muelle y sn Juan, serrados como lo requieren sus intermedios de la Linea (que tampoco es suficiente) bastarían para la defensa con mucha mas ventaja y seguridad; Suprimiendo los de Sta. Teresa, Sn Rafael, el Pilar, Sta.lsabel, La Rosa y el Degredo, que pudieran quedar las cuatro últimas solo para serrar la linea al fucil y las dos
primeras como apostaderos de respeto en una defensa.

6º. Tampoco se haze mención del Almacen Gral de Pólbora de Sn Juan que contiene 3200 qqs de ella, mui mal situado, expuestisimo á los fuegos y otras tentativas desde el Mar y amenazando esta Población con su ruina, si llegare la terrible desgracia de volarse por alguno de los muchos acaecimientos que facilmente pueden suceder: Por lo que combiene abilitar y aumentar de obra sencilla los edificios ynteriores de la Batería que se alla sin uso alguno en la Cuesta de la Laguna, Distante I.020 tuesas de esta Población, I.395 del Mar elevada, ventilada y mui resguardada, Dejando el citado Almazen actual para depósito de los Montages y demás dotaciones de artillería des- tinadas al Castillo de Sn Juan, y á las baterías comprehendidas desde el Barrando Hondo hasta sn Telmo ynclusives, que lo necesitan; y para la tropa de retén que corresponde á esta parte de la línea en tiempo de guerra, pues no ay otro Abrigo ni puede situarse mas proporcionado. " ..

Dicurso sobre la defensa

«La defensa de esta Provincia es singular, sin regularidad, semejanza, combinación con la de otra alguna del Continente, pues consta de siete Yslas, distantes entre si desde tres hta Diez y nuebe Leguas, y de la principal de Tenerife, desde nuebe hasta quarenta y cinco yncapaces de mantener sus Abitantes ninguna de ellas sin subsidios y socorros de otras. A más de los que reciben de la Europa en general, De las Américas y la abundan-
tisima pezca que haz en  la Costa de Africa, y sin duda es uno de los tres ramos principales de su sustento.

De esto se ynfiere la yndispensable necesidad de surtirse anticipadamente con todo lo preciso para 4 meses, siempre que aya fundados recelos de próximo rompimiento con Potencia Marítima; Y que quando llegue este Caso, destine S.M. tres fragatas ó Javeques con tres Bergantines ó Balandras de su Real Armada, que contribuyan y Auxilien el citado surtimiento de boca y guerra, permaneciendo constantemente á la ordende este Comandante General para el continuo remplazo de sus Consumos y frequentes providencias que ocurran conforme á las que reciva de S.M. le motiben las que pueda adquirir de los designios del enemigo, y le comuniquen los Gefes particulares de las mismas Yslas.

Con este ymportante auxilio y las Dotaciones detalladas, podrán allarse en el estado de Defensa que admiten sus circunstancias y las de nuestro Exto, quando llegue el enemigo á amenazarlas ynterceptando sus comuni caciones con fuerzas superiores á las de dha pequeña esquadra (suponiendo no venga otra Armada ntra mas poderosa qe la enemiga por si hubiera Seguridad de que este auxilio se verifica sr. á tpo. seria supérfluo todo el
gasto extraordinario que se propone por parte del Exto.); y como desde este punto quedarán totalmente yndependientes, destituidas de socorro, ni aun de noticias una de otra, Será forzoso qe sus Governadores Obren por sí, segun les dicte su ynteligencia y progresos que observen del enemigo.

Aunque sugetos á la anterior ynstruccion del Cmdte. Gral., quien hallaráse en la de Tenerife sin posibilidad de dirigirles, Auxiliarles, ni saber el estado de sus Yslas que las mandan Oficiales de conocida experiencia, constante actividad, amor al Rey y á la Patria, y las demas circunstancias que se requieren para hazer una gloriosa defensa, rechazando al enemigo asta donde alcancen sus fuerzas, y en este Caso -desengañados de la ymposibilidad- exigir onrrosas Capitulaciones, si la tenacidad del Enemigo se empeñase á sacrificar en la Empresa más de lo q. valdría la conquista, Pues en este caso
sin duda pudiera llegar a vencer nuestras fuerzas dotadas respecto que para hacerlas ynsuperables, requieren numeroso ejercito capaz de Cubrir la basta extención de 250 Leguas de Costa que contienen sus Circunferencias, procedentes de 697 Leguas de superficie, sobre 90 de Largo y 52 de ancho, formando ynfinidad de Calas, Surgideros, Radas y Plaias suficientes para desembarcos y con posible yntemacion, aunque desde la mayor parte de ellas sea mui difícil.»  Santa Cruz de Tenerife 2I de Enero de I788
Fausto Cavallero.- Rubricado. (En: José María Pinto y de la Rosa. 1996)
1783 Marzo 14. La merced de Marqués del Buen Suceso es concedida, por Real Decreto al criollo Bartolomé Francisco Hernández Naranjo y Gutiérrez del Castillo Nacido en Winiwuada n Tamaránt (Las Palmas de Gran Canaria) por Carlos III.
1784. Maso, Benehuare  (La Palma). Conflicto suscitado por el reparto de la dehesa de El Mocanal.
1784. Un nuevo técnico, Andrés Amat de Tortosa, ayudado por otro ingeniero militar español, Francisco Jacot, iniciaron las obras de reparación del muelle de Añazu n Chinech (Santa Cruz de Tenerife) Estas consistieron en una mayor cimentación del martillo, cambio de distribución de las escaleras que ahora se entrelazaban entre sí, conducción subterránea de agua hasta las mismas escaleras para el abasto de los buques, fábrica de una casa para los españoles oficiales del muelle y, por último, pavimentación para facilitar el tráfico rodado. Estas obras concluyeron en 1787 quedando Añazu (Santa Cruz) con un muelle con el que había soñado desde su nacimiento como puerto. Los viajeros que recalaban en él nos hablan de un desembarcadero cómodo o de un hermoso muelle de cantería.
1784.  Este año fue especialmente trágico en el Puerto de Añazu (Santa Cruz). Un terrible huracán hizo zozobrar 14 embarcaciones de todos los portes que estaban al ancla. Una goleta llevada por las olas saltó la muralla y quedó en seco en la huerta  llamada de Ventoso.

1784. Fallece en Tamaránt el criollo Estevan Ruiz de Quesada (1698-1794), Capitán de las milicias canarias, mecenas del Templo católico de Santiago de los Caballeros, que construye sobre el antiguo palacio de los Reyes Guanartemes, según los planos de los hermanos Eduardo y Villa Real. Hipoteca su extensa propiedad para sufragar las obras del primer templo católico de Canaria, después de la Catedral de Santa Ana. A lo largo del Siglo XVIII efectúa numerosas compras de tierras desde la costa hasta las medianías, sobre todo entre 1730 y 1780, marcando este hecho el devenir histórico de las medianías de Galdar (Tamaránt) hasta el siglo XIX. De los hijos tenidos de sus tres matrimonios solo sobrevive Esteban de Quesada y Victoria que llegará a ser la heredera universal del Capitán Quesada. Fallece en 1784.

1784 Enero 3.
Continuaba en aquel siglo reducida la educación de la mujer a la que se recibía en los conventos. Labores de mano y curiosos trabajos de repostería alternaban con la lectura, las oraciones o las prácticas religiosas. Los vestidos y las modas seguían con un atraso de muchos años a los que introducían algunos empleados llegados de la Península Iberica y algún negociante extranjero.

Los festejos y diversiones se contaban por las festividades que la devoción había consagrado en ciertos días. También, cuando nacía algún príncipe o los reyes se casaban, había corridas de toros, iluminaciones, comedias y cabalgatas.

Era entonces creencia muy arraigada y sancionada por la autoridad del Santo Oficio que, en esta provincia, existía una raza de mujeres entregadas al espíritu maligno, que tenían de noche sus aquelarres, chupándose los niños y desuniendo o uniendo a su antojo los matrimonios. Con tanto poder no les era permitido sustraerse a las iras de la
Inquisición, que las azotaba y encarcelaba con frecuencia sin extirpar el mal de que todos se quejaban. Llenos están los archivos de procesos contra estas mujeres que confesaban la verdad de sus sortilegios y sus pactos con el demonio. Para poner remedio a estas hechicerías, se reunió el ayuntamiento de Las Palmas y acordó construir una casa de corrección para encerrar a las hechiceras, solicitando la asistencia y cooperación del cabildo eclesiástico. Nombróse una comisión compuesta de los regidores don Antonio Falcón y don Juan Gallego, quienes presentaron a los canónigos un proyecto de cárcel que fue por éstos aprobado, ofreciendo 200 ducados para los primeros gastos de la obra

No se comprende, sin embargo, cómo regidores y canónigos llegaron a creer que las paredes de una prisión pudieran impedir a tales hechiceras sus salidas nocturnas, sus maleficios y sus audaces fechorías. Aplazóse el proyecto no por estas sino por otras causas, hasta que en 1762 los inquisidores resolvieron destinar uno de sus departamentos a lugar de penitencia para las mujeres acusadas de brujería. Tal vez se creyese que pertenecía a esta diabólica secta una compañía de acróbatas que, el 3 de enero de 1784, se paseó por las calles de Las Palmas a son de clarines y trompetas, anunciando sus prodigiosos saltos y hábiles escamoteos que habían de ejecutarse en los días siguientes. Pedida licencia al ayuntamiento, éste la concedió por un mes, fijando el precio de la entrada en dos reales y en otros dos el asiento. Agravióse la Audiencia por
no haberse dirigido a ella la petición y como encargada de la policía prohibió el espectáculo, fundándose en que era contrario a las buenas costumbres.

La compañía pasó a Santa Cruz, dejando en guerra abierta al regente y al corregidor. Al mes siguiente, este mismo corregidor, que tan celoso se mostraba en favor de los acróbatas, prohibía a todas las mujeres de Las Palmas salir a la calle con el rostro cubierto por el manto. (A.Millares T. 1977)

1784 Abril.
Habiéndose derribado en Las Palmas una pared de las casas que fueron del capellán real don Ignacio Salazar, contigua a la de los Carvajales en la plazuela de San Antonio Abad, y siendo esta pared una de las que formaban un sótano que comunicaba con otro, cuya pared estaba tapiada, se halló junto a los cimientos varios huesos humanos calcinados, lo cual confirmó la tradición de que en aquellas casas había estado el Santo Oficio, no siendo extraño que los huesos se encontrasen en aquel sitio para evitar que, enterrándolos, fuesen extraídos por los herejes y venerados como reliquias. (Diario de Romero).

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