jueves, 9 de julio de 2015

EFEMÉRIDES DE LA NACIÓN CANARIA


UNA HISTORIA RESUMIDA DE CANARIAS
PERIODO COLONIAL 1501-1600
DECADA 1531-1540

CAPITULO VII-I



Eduardo Pedro García Rodríguez

1531. El Fuero de Tamaránt (Gran Canaria) y posteriormente las ordenanzas de su Concejo recogen las funciones de los regidores,  disponiendo que fuesen dos regidores cada treinta días los que entendiesen en la guarda de las ordenanzas, carnicerías, pesas y medidas, fijar precios a los abastos, visitar los mesones y tabernas, visitas las cárceles y también a los distintos lugares de las islas en compañía de los gobernadores o corregidores, etc. En Chinet (Tenerife) y Benahuare (La Palma), las funciones eran similares, salvo diferencias de matiz respecto al tiempo de duración de la diputación. Por otra parte, el Personero. Como defensor de la colectividad y sus intereses actúa como contrapeso de las tendencias partidistas y oligárquicas del conjunto de los regidores. Su función principal es la defensa de los intereses del pueblo, no sólo fiscalizando la labor de los regidores sino proponiendo medidas en beneficio del común, vigilando los bienes de Propios como patrimonio de todos los habitantes de la isla, representando a éstos y al Cabildo en la Corte como mensajero o actuando como procurador síndico. Interviene en los cabildos generales o abiertos y también en los cerrados para defender los intereses del pueblo, aunque no forma parte de las asambleas celebradas por «la Justicia y Regimiento» ni tiene voto en las mismas. Dado el carácter de su función, se trata de un cargo de elección popular. (Vicente J. Suárez Grimón 1991)


1531.
Cruz del Ovejero
Topónimo con el que se conoce el lugar donde se ubica el cruce de las carretera de Arucas y de Teror (Gran Canaria), que tuvo su origen en la existencia de una cruz en recuerdo de un pastor que murió de forma violenta en dicho lugar, sin que se tengan más noticias sobre el suceso y la identidad del pastor, pues el hecho se transmitió oralmente de generación en generación.

Hay una antigua referencia a este lugar en las Ordenanzas del Consejo de 1531 donde se dice:

«Otrosí que ansimismo se señala por dehesa los lomos Tamaraçayte. de Tamaraçayte segund que está amojonado por mandado de la cibdad que es desde postrer lomo de la Cruz desde el cantón del dicho lomo junto al camino real e desde allí hasta el cabo del dicho lomo e de allí por el camino abaxo hasta el camino que dizen de Tamaraçayte y alderredor del dicho barranco hasta las casas del lugarejo de Tamaraçayte y de ay por el camino real arriba que viene hazia la cibdad la qual dicha dehesa se señala para todos los ganados ecebto cabras ni ovejas e puercos que no an de entrar en la dicha dehesa e porque junto desta dicha dehesa están unas tierras en el lomo postrero do cabe las tierras que diien de Suerobaçe que estas dichas tierras no se an de sembrar syno quando se sembraren todos los dichos lomos como está acordado por la cibdad porque si se sembrasen sería en mucho daño de los ganados que andoviesen en la dehesa pero que cercando las dichas tierras con buenas cercas como los ganados no entrasen en ellas que las pueda sembrar a riesgo del que las sembrare sin llevar pena ni daño ni correr los ganados y esta dehesa de Tamaraçayte se a de, guardar hasta en fin de abril desde principio de octubre » (MORALES PADRÓN, F.: Ordenanzas del Consejo de Gran Canaria. 1531, Sevilla, 1974).

Hay que aclarar que la dehesa, como era la de Tamaraceite, era un terreno limítrofe al ejido dedicado al pasto de caballos y ganado de labor de los pobladores y a reses destinadas a las carnicerías. 
Quedaban convertidas en cotos, donde entraría el ganado permitido en épocas concretas. Cada año la Ciudad elegía una especie vigilantes que examinaban las dehesas, procuraban que los mojones estuvieran alzados, del aprovechamiento de los cañaverales y de las aguas. A dicho fin se elegían doce personas «buenas y honradas», vecinos de la Ciudad, que por parejas debían cada dos meses visitar las dehesas y comprobar su estado y la eficacia de los guardas.
Veinte años después tenemos otra referencia documental en la solicitud de data que hace Juan de Villanueva el 16 de diciembre de 1551, cuando dice: «... çinquenta hanegadas de tierras en Tamaraçeyte desde la cruz grande que esta sobre las cabezas de Tamaraçeyte e como dize el camino un barranquillo abaxo seco que e aguas vertientes de una parte e otra del dicho barranquillo a dar en el barranco grande do dizen Tamaraçayte que va desde el propio barranco al pozo de Guadarteme ...» (RONQUILLO, M. Y AZNAR VALLEJO, E.: Repartimientos de Gran Canaria, Las Palmas de GC, 1998).
Parece describir el que después será conocido como barranquillo de Jacomar, y más recientemente como barranco del Pumpeo, cuando tributa sus aguas al barranco de Tamaraceite tras superar Las Majadillas.

Aunque no se conocen referencias escritas del suceso aquí acontecido, si parece claro que el lugar del lomo de la Cruz sobre el que se asentó el camino real y después la carretera hacia Arucas, tiene al norte el barranquillo de Jacomar, está en el entorno de la antigua dehesa de Tamaraceite, ubicándolo al lado del camino real que va a la Ciudad y el lugarejo de Tamaraceite que no es otro que el después llamado Lugarejo de San Lorenzo por donde discurría el camino real hacia Teror.

Todo ello unido a la condición de "ovejero", parece inferirse que el asunto que dio lugar al topónimo está vinculado al aprovechamiento de la dehesa y los enfrentamientos que siglos atrás se dieron entre ganaderos y agricultores que usurpaban las tierras para su puesta en cultivo. (Humberto Pérez)


1531. En la armada de este año   creada para la captura y esclavización de personas en el continente, fue por capitán el hijo de Pedro Fernández de Lugo su hijo, Alonso Luis de Lugo, que en septiembre de 1534, continuaba practicando la cabalgada desde Chinech (Tenerife).
1531. Carlos V rey de las españas, potencia invasora y colonizadora de Canarias otorga al asentamiento europeo de Eguerew (La Laguna) el título de Ciudad conforme a las normas castellana.

1531. El saqueador Diego de Ordás, famoso ya en Méjico por sus masacres de indígenas, quiere tentar la suerte por Paria y Río Orinoco y obtiene un asiento que le permite marchar con una hueste que refresca en Chinet (Tenerife,) donde compró dos carabelas y «fonió otros cien hombres isleños, buena gente, y proveyóse» según G .Fernández de Oviedo. La verdad es los tales hombre fueron reclutados por los piratas hermanos Silva, hijos del colono portugués Gonzalianez, hacendado en Daute, quienes robaron una carabela a un traficante portugués y además raptaron a su pupila, yendo a saquear las islas de Cabo Verde antes de ir al encuentro de la  expedición de Ordáz.

Las estancias de estas expediciones no eran de horas, sino de días y hasta de meses. Ordás se demoró dos meses. En tan dilatadas permanencia había tiempo para todo: para la deserción, para la picaresca, para el enganche subrecticio, etc. Con Ordás se irán los tres hermanos Silva, actores de una trágica historia en las bocas del Orinoco.


1531  abril 13.

La Inquisición  española en Canarias y sus actuaciones  relacionadas con personajes vinculados a la Vega de Aguatona.

La Inquisición se establece en Canarias por un edicto del Obispo Muros el  28  de  Abril  de  1499:“Nos,  Don   Diego  de  Muros,  obispo   de Canarias… resolvemos hacer investigación en todas esta islas de nuestro episcopado  sobre los pecados de herejía y judaismo  y otros crímenes  y excesos de cualquier  naturaleza  cometidos  contra nuestra  santa fe católica”.

Se implanta  oficialmente  en 1505  con el nombramiento del Inquisidor Tribaldos   que ejerce su función  hasta 1.524, al que le sigue Jiménez hasta 1527,  continúa  Padilla, y ya a finales de siglo Funes. Fue especialmente  virulenta con los judioconversos (criptojudíos) algunos establecidos en la Vega de Aguatona y que fueron  propietarios  de su Ingenio azucarero  a lo largo del siglo,  como  es  el  caso  de  Antón  Pérez  Cabeza,  Alonso  de  Matos  y Martín  Alemán  y su esposa  Beatriz  de Toledo,  que  fueron  reconciliados o penitenciados. Diego  Díaz, que  fue dueño de los ingenios de la Vega de Aguatona  y de Telde  fue juzgado  en 1529  por  blasfemo, logrero. Juan de Tarifa fue relaxado  después de haberse suicidado en la prisión;  personaje  del  que   toma   su  nombre  el  actual   topónimo  “La Tarifa”,

En Real Cédula  expedida en 1523  se ordena: “Inquirir ciertos  hereges  de la ciudad  de Telde  y Agüimes”

Diversas    “testificaciones” contra     los  personajes  que  nos  ocupan sobre su condición  de judíos practicantes  que a continuación relatamos por su  importancia  histórica.

El 27 de Noviembre  de 1505,  Diego de San Martínes testifica “sobre el número  de conversos que  ha visto entrar  en la casa de Luís Alvarez, donde  generalmente  se supone  que se celebran  reuniones  judías, que la casa del  testigo  da  a  la citada  casa, y ha  visto  entrar  allí de  noche  a muchos   conversos,   entre   otros   a  Martín   Alimán   y  a  su   hermano Francisco y Diego de Carmona, Alonso Gutiérres, Fernando  de Soria, etc.

El 28 de Junio de 1527  el licenciado Fernando  Arguayo testifica que: Luís Alvarez celebraba  reuniones  heréticas, entre  los que iban  a su casa se encontraba Martín Alemán.

El  bachiller   Cristóbal   Vanegas  expresa     en  una  denuncia   contra
Martín Alemán:

“Lo tiene por converso y no lo ve mui devoto en la yglesia y es ombre mui ambiçioso  y diligente  en las cosas de ganar y adquirir  haçienda  y a oído que la a adquirido  con malos tratos.”

Martín  Alemán, mercader  de  Sevilla, es acusado  por  otro  testigo  de “malquisto y hacer escrituras falsas”. En 1526, es condenado por trabajar festivos al pago de cuatro  reales a la iglesia. En 1527  Martín  Alemán se le acusa de reuniones,  sábados, blasfemias, no ir a misa, contra  el Santo Oficio, logrero y trabajar  festivos. Absuelto.


El 5 de Octubre  del mismo año María Morisca declara:

“ María Morisca, de piel blanca, esclava de Pedro Descalona, vecina de el Real de  Las Palmas, Gran  Canaria,  citada  por  orden  del  Inquisidor  Luís Padilla, después  de  haber  prestado  juramento  en  la forma  acostumbrada, declara que lleva trece años en el país; interrogada  sobre si ha visto u oído que alguien haya hecho  o dicho algo que, para aliviar su conciencia, tenga que decir a este Santo Oficio, dice: Que hace unos dos años, más o menos, un cierto Juan de Tarifa, mercader, que en estos momentos  es prisionero  del Santo Oficio, vivía en la calle Juan de Herrera de esta ciudad, y en esa época tenía una esclava llamada Fátima, natural  de Berbería; y el amo de esta testigo vivía enfrente de dicho Juan de Tarifa. Y que la citada Fátima acostumbraba a tener conversaciones con ella, y en una ocasión le preguntó  a la testigo sobre  cómo  cocinaba  las comidas  de su amo; la testigo que lavaba el tocino  y lo metía dentro  del caldero con la carne; y la mencionada  Fátima observó; “Bueno, yo no cocino  la carne de esa forma, pues mi amo me ha dicho que fría una cebolla pequeña  en el aceite   de la olla, y que entonces ponga  los garbanzos; y que  después  le añada  un  poco  de agua y, a continuación,  que lave la carne y la ponga  dentro.” Y también  dijo: “Antes que tenía otro  amo, pero  éste solamente  comía cocidos como  los suelen  hacer los cristianos, poniendo  dentro  la carne, el tocino, y después  los nabos, los garbanzos  y las coles.” Unos días más tarde, la testigo fue a casa de Juan de Tarifa, no estando él allí, y vio que la citada Fátima, su esclava, estaba haciendo el cocido en la forma antes descrita; y le preguntó  que si ella cocinaba de esa forma por no tener tocino, a lo que Fátima contestó  que no, pues había medio jamón en la casa, sino porque  su amo le había ordenado  cocinar de esta manera. Y la testigo observó  que tenían  el jamón  desde hacía mucho tiempo, sin haber  comido  nada de él; y que luego lo tiraron  porque  estaba muy rancio.

Que durante  la época de la que habla, la citada Fátima le contó a la testigo que su amo, Juan de Tarifa, quiso acostarse con ella, pero que lo rechazó diciendo  que era mora y que nunca  se acostaría con un cristiano; y que como se negó, él la golpeó y tuvo que huir; y dicho Juan de Tarifa, le puso grillos, lo que ella contó  a esta testigo y a Catalina, esclava de Aguilar; pero no sabe si el mencionado Juan de Tarifa se acostó con ella. Y esto es todo lo que sabe; y a la testigo esa forma de cocinar le parece equivocada, pues nunca  ha visto cocinar de esa forma a ningún  cristiano; y el citado Juan de

Tarifa regañaba a su esclava y le prohibía que dejara entrar a testigos en su casa; y no sabe decir si fue porque  ella vio esa forma de cocinar.”

La esclava guanche Catalina declara un diálogo entre el mercader converso Juan de Tarifa y María  Hernández: “señora, ynquisiçion es venida, a lo que respondió  ella, no es nada, que todo se hará bien.”

Juan de Tarifa, natural  de Sevilla, mercader  residente  en Canaria; hijo de Diego de Tarifa, converso y de Catalina López, “reconciliada”  fue encarcelado en 1530; no encontrando medios para salir de la cárcel y no queriendo  sufrir la pena que le esperaba se suicidó en su mazmorra colgándose de una viga. Sus restos  permanecieron en depósito esperando  la sentencia. Acusado de reuniones, sábados, comidas judías, sexo;cuando llegó la órden  de ser “relaxado”, su cuerpo puesto en un ataúd fue entregado al “brazo seglar” y consumido por las llamas junto con su estatua. La sentencia también dictamina que sus bienes fueran confiscados de cuarenta años atrás y sus descendientes  por línea masculina, hasta el segundo  grado y por  la femenina  hasta el primero,incluisive  fueron declarados inhábiles y privados de oficio.

El 13 de Abril de 1531  Francisco Galván testifica “que hace unos  ocho o nueve días vio salir un perro de la casa de Anton Peres Cabeça, que llevaba en la boca un pan plano; y que al intentar  el testigo quitar  el pan al perro, una esclava mora al servicio del citado Anton Peres Cabeça se lo impidió; pero en otra ocasión logró quitar el pan al perro y le pareció que era pan ázimo. El testigo  deja  el pan  al inquisidor,  que  después  cita  a comparecer  a Diego  de Carmona, reconciliado hace cuarenta años por la Inquisición de Sevilla, a quien, después  de declararse competente para dar una  opinión  sobre  el tema, se le muestra el pan y  dice que no es ázimo”.

También  fue juzgado por La Inquisición  el molinero  portugués  Hernando Rosado, cristiano viejo, por “proposiciones”, penitenciado a llevar sambenito  en 1547. Era propietario  de unos parrales en la Vega de Aguatona. (1-2).
(Rafael Sánchez Valerón y Felipe Enrique  Martín Santiago. Génesis y desarrollo de Ingenio durante el siglo XVI)


FUENTES:
(1) LUCIEN  WOLF:   Judíos en las Islas Canarias (Calendario de los casos judíos extraidos de los archivos de la Inquisición  canaria de la colección del marqués  de Bute).
(2) LUIS ALBERTO ANAYA HERNÁNDEZ: Judeoconversos  e  Inquisición   en    las  Islas. Canarias (1402-160

1531 Mayo 4.
1.216-45.-Juan de Vergara, yo 3 f. de ta. de s. con un corral e cuevas q. están dentro de las dhas. tas. junto con el Realejo, linde tas. de vos el dho. J. de V., q. primero fueron de Diego de Mesa. de otra parte ta. de los herederos de Mateo Viñas q. fueron de Gonzalo Rodrigues e con las toscas q. alindan con las tas. de los hermanos de Mary Fernandes, natural de Gran Canaria. Digo quatro de mayo. 4-V-1531. (Datas de Tenerife, libros I al IV)

1531 junio 27.
JUAN DE PASTRANA RECONOCE  UNA DEUDA DE AZÚCAR, A PAGAR EN EL INGENIO   DE AGUATONA. Las Palmas.  “Juan de Pastrana, vecino, reconoce  que debe  a Juan Alemán, vecino, ausente, catorce arrobas de azúcar, que éste le compró. Se lo dará en el ingenio de Aguatona, el mes de Mayo de 1532.” 

1531 julio 5.
RECONOCIMIENTO DE DEUDA   POR COMPRA DE AZÚCAR,  A PAGAR EN EL INGENIO  DE AGUATONA.  “El bachiller  Fernando  Ortiz, vecino, reconoce  que debe  pagar a Juan Alemán, vecino de Sevilla, y a Martín  Alemán, vecino de la isla, hermanos, ausentes, cincuenta arrobas de azúcar blanco que Martín Alemán le compró. Se obliga a pagarlas en el ingenio  de la vega Aguatona desde hoy hasta el mes de Mayo, del próximo año.”

1531 julio 14.

RECONOCIMIENTO DE DEUDA POR AZÚCAR   A PAGAR EN EL INGENIO  DE AGUIMES.  Las Palmas.   “Juan Martínez  de Bilbao, vecino de Gran Canaria, reconoce  deber  a Juan Alemán, vecino de la ciudad de Sevilla, y a Martín Alemán, vecino de la isla, seis arrobas de azúcar blanco que compró. Se obliga a pagarlas en el ingenio de Aguatona el año siguiente”

1531 julio 28.
CONTRATO  DE ACARREO DE LEÑA Y CAÑAS PARA MOLIENDA EN EL INGENIO  DE AGUIMES.   “Alonso López,  labrador   y  vecino  de  Gran  Canaria,  concierta   con Francisco Sánchez de los Palacios, de la misma vecindad, para acarrear con sus bestias toda la leña y cañas para la molienda  que ha de hacer en el ingenio de Agüimes, en el año próximo de 1532  con las condiciones  siguientes: Alonso López se compromete a acarrear con sus bestias toda la leña necesaria y recoger todos los cañaverales que molieran en la zafra, así de primera cocha, como de espumas y reespumas, de las cañas que estén en la comarca de Agüimes y del carrizal, haciéndose  cada día ocho calderas por lo que se cobrará cuatro  mil quinientos  maravedises; él y ninguno  de los almocrebes que se emplearon  en el acarreto  que sería a costa y misión  del otorgante, pide además una caldera de remiel para el mantenimiento de cada recua de cuatro bestias más el anticipo de lo que necesite para los cortadores de leña, más toda la cebada para mantener  las bestias que comprará el mismo al precio que tuviera en marzo o abril del año próximo. Además del herraje que gastará en todo el tiempo  que esté a su servicio con las bestias.”   (Rafael Sánchez Valerón y Felipe Enrique  Martín Santiago. Génesis y desarrollo de Ingenio durante el siglo XVI)

1531 Octubre 31.
268-?-.Francisco Ximénez. A. de Vallejo, escribano mayor; ante mí paresció F. X. va desta isla e me hizo ralación ...quél tiene nescesidad de un título de tas. q. fueron dadas a Juan e a Hernán Martín portugueses. El bachiller de Avila Ala Sanches.
31-X-1531 [Reverso, recepción de la orden por el notario].

1531 diciembre 15.

FRANCISCO SÁNCHEZ DE LOS PALACIOS RECONOCE  UNA DEUDA POR AZÚCAR,  PAGADERA  EN EL INGENIO  DE AGUIMES.   Las Palmas.  “Francisco Sánchez  de los Palacios, vecino de Gran Canaria, reconoce que debe a Lorenzo Pérez, mercader, genovés treinta arrobas de azúcar que le compró.  Se obliga a pagarlas en el ingenio  de Agüimes a fines de Julio próximo.”













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