lunes, 6 de julio de 2015

Reflexiones tras mi bautizo por el Rito de la Iglesia del Pueblo Guanche.



Para un auto- convencido como yo, de que inexorablemente la Sociedad Humana acabará asumiendo la más pura esencia de la Filosofía Marxista y no “babiecadas burocratizadas”, y de que las Religiones, todas ellas, son el “opio del Pueblo” cuando son institucionalizadas y dejan de predicar con el sencillo ejemplo de “sus creencias”, no deja de resultar paradójico el paso que libremente decidí dar.


En la comunidad científica internacional, hay quienes reconocen abiertamente que si todos los componentes de la Tabla Periódica De Elementos, no estuvieran ordenadas y combinadas de la manera en que lo están, y todo lo que forman [El Universo en su conjunto] no estuviera sujeto a las mismas Leyes de la Física [“Conocidas”], en todo el “conjunto que conocemos o suponemos”, ni el Universo y la Vida tal como la conocemos en su infinita variedad, Existirían tal como son, tal como las percibimos; Hay quienes ven un cierto “orden inteligente” en todo esto..., no lo sé.
Asumiendo que siempre respeté como única Madre a la Naturaleza, que cada día me regalaba con la vida, y que ante un paisaje, una árbol, una flor, un amanecer u ocaso, en cualquier de sus manifestaciones, percibo sensaciones que me hacen sentirme bien conmigo mismo y con el resto de todo lo demás, empatía, comunión con un todo que me transciende y no sé explicar; Si yo hubiera nacido en tiempos de los antepasados, hubiera pasado por este rito a bien temprana edad. A esta, lo hago de una forma libre, por decisión propia.
Como heredero de aquellos que refundaron la Matria en Adexe, sobre las pavesas humeantes de la primigenia, eligiendo como Líder a quien de forma natural fue reconocido como “el primero entre sus iguales”, el achicaxna [Trasquilado] Ichasagua, como Alzado, era no solo un acto de Comunión con mis antepasados, sino con sus descendientes, y también un acto político de reafirmación personal de continuación de la Resistencia, la recogida simbólica del testigo de quienes se refugiaron en las más inaccesibles escarpaduras, para desde allí continuar la lucha.
Fue además, en un bello y emotivo acto o ceremonia ante un sencillo altar, con el llamado “Ídolo de Tara” representando esa “Comunidad Universal” que decía antes, sellar un Pacto [De colactación se llama] con los herederos actuales de aquellos antiguos Inekaren que pudieron estar presentes. Un pacto tal como lo hacían nuestros antepasados, pasando un cuenco con leche de cabra, de mano en mano, y aquellos/ as que libremente asuman reconocerse integrantes de la Comunidad de Alzados, y reconozcan como tales a los presentes y se comprometen a asumir todas las consecuencias que nos depare continuar la Resistencia y la Lucha, beber un sorbo de leche, a la vista de todos/ as los/ as Inekaren presentes.
Antes de eso, tras ser sumergido en el mar tres veces como símbolo de purificación, por la Maguada y su asistente, salir orgulloso del agua y recuperar las chanclas miré hacia atrás, y no vi sino una especie de tenue e inofensiva melancolía que tal vez me asaltara de vez en cuando desde el pasado, pero lo único que llenaba todo el campo visual, era lo que representaban aquella entrañable pareja, la esencia misma de Mi Pueblo y su Cultura, y de su “insaciable sed de Libertad”. Así pues, levanté la barbilla y avancé entre un grupo de atónitos/ as, curiosos/ as o de quien sabe que, apacibles bañistas, hasta el Altar donde otro hermano, me dibujó un círculo de ungüento sagrado en la frente, símbolo de un renacer, una nueva vida dentro de la Comunidad de mi Pueblo. Desde el Hombre de Neandertal se usa el ocre rojo para que acompañe a los muertos, por lo que se le da el carácter se sagrado “como sangre de la tierra”, como sangre traemos al nacer, por tanto es necesaria para ese paso llamado muerte. Significaba, que dejaba atrás toda mi vida anterior, y renacía a una nueva dentro de la Comunidad de Guaxit [Hombre. Género “Ser Humano”] Alzados/as.

Continuar respetando a la Naturaleza y sus Leyes como dadoras de Vida, seguir defendiendo a esta Tierra que es Nuestra y a mi Pueblo y su Inalienable Derecho a Vivir como él decida libremente, con nuestra sencilla forma de ser, con Dignidad y Libertad, con todas las consecuencias que ello pudiera depararme. Así lo asumí libremente junto a 24 Hermanos/ as el pasado domingo en la Playa de Chimisay, Menceyato de Guimar, que dieron el paso al mismo tiempo que yo. Otros/ as nos seguirán en el futuro, aumentando nuestras filas y demostrándole al mundo que La Raza Vive pese a los siglos de opresión, que sigue resistiendo, y que se tarde lo que se tarde y cueste lo que cueste, Este Pueblo Volverá a Ser Libre como antes, porque está formado por hombres y mujeres libres, ferozmente orgullosos/ as de serlo. Nernu Inekaren, Siempre Alzados/ as, hasta la Victoria. Tierra Libre, Matria/ Patria o Muerte. ¡Venceremos!
Desde la Vieja Fortaleza, Menceyato de Anaga, Rukaden Ait Anaga
6 Julio 2015.


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