miércoles, 26 de marzo de 2014

EFEMÉRIDES DE LA NACIÓN CANARIA








UNA HISTORIA RESUMIDA DE CANARIAS

ÉPOCA COLONIAL: DECADA 1901-1910



CAPITULO –IV



Eduardo Pedro García Rodríguez
1901 Mayo 1.
Se celebró por primera vez en Canarias el 1º de Mayo, expresión de la capacidad de organización y de conciencia de clase de los trabajadores, está ligada en Canarias a la aparición de organizaciones obreras según un esquema del sindicalismo moderno y se celebra al, igual que en el resto del mundo, como símbolo de emancipación de los trabajadores. Su análisis ofrece la oportunidad de profundizar en importantes aspectos cualitativos de la historia del trabajo, siendo una pista segura e imprescindible para determinar las características organizativas e ideológicas del sindicalismo, especialmente en el siglo XX. Se celebró por primera vez en Canarias en 1901, por tanto, con notable retraso con respecto a otros lugares, muestra de la tardía aparición del movimiento obrero organizado en las islas.
En efecto, La Asociación Obrera Canaria (AOC), se fundó en Santa de Cruz de Tenerife en agosto, con 5 gremios y unos 1.500 asociados y tenía como portavoz a El Obrero. Un año después contaba en su seno con 23 gremios y 3.242 asociados. En la misma fecha se creó en Las Palmas la Asociación Gremial de Obreros (AGO), con el Luís Suárez Quesada como presidente y unos 2.000 agremiados y tenía a El Trabajo como medio de expresión.
Pero el rápido y explosivo crecimiento del asociacionismo obrero se diluirá en los años siguientes, hasta casi desaparecer hacia 1905. En esta dinámica se plasma una de las características más significativas del inicial sindicalismo canario: su evolución “a saltos”, de tal manera que el alto nivel de organización y de capacidad de movilización del primer quinquenio del siglo, seguirá una caída del asociacionismo hasta diluirse en el anonimato en los años siguientes.
Fue en Santa Cruz de Tenerife donde tuvo lugar la primera manifestación del 1º de Mayo en Canarias. Convocada por la AOC, contó con la presencia de más de 5.000 manifestantes en la calle, a pesar de ser día laborable, pues esta fecha no fue declarada festivo sino años después 1913. Días antes (el 30 de abril) se había difundido un manifiesto-proclama, donde se recogen las reivindicaciones más importantes; su contenido es esencialmente económico y social (jornada legal de 8 horas, leyes de protección para los trabajadores, construcción de escuelas de artes y oficios, serán los más destacados), sin que aparezcan aspectos de matiz político.
En el manifiesto difundido con motivo de la celebración del año siguiente, se ponen de manifiesto las diferentes opciones ideológicas que conviven en el seno de la AOC. La corriente de raíz libertaria se pronuncian en un manifiesto por “la huelga general, la agitación revolucionaria fuera de toda intervención legislativa”, amén de la reivindicación de la clásica jornada de 8 horas; mientras que la opción socialista, además de las reclamaciones económico-sociales, hace hincapié en la necesidad de organizar “a los obreros bajo una disciplina”, aconsejando la lucha electoral y aceptar el parlamentarismo.
Sorprende la fuerza e influencia socio-política que rápidamente había conseguido el 1 de Mayo. A los ojos de la mentalidad actual, es significativo que a la manifestación de 1902 en Santa Cruz asistiera el Gobernador Civil, el alcalde, el Comandante de Marina y un ayudante del Capital General. Debemos valorar la presencia en la manifestación de las autoridades, como un rasgo de la mentalidad de la época y también del carácter interclasista de las organizaciones obreras, si bien la influencia ideológica predominante –especialmente en Gran Canaria- será la republicana en su vertiente socializante, representada por el Partido Republicano Federal y su líder carismático José Franchy y Roca.
La siguiente etapa se inicia en la década de 1910, cuando se fundan, tanto en Santa Cruz de Tenerife como en Las Palmas, las federaciones obreras locales (municipales) impulsadas por los republicanos, incluso algunas sindicatos sectoriales se vincularon a las centrales sindicales estatales, como es el caso del Centro de Dependientes de Las Palmas que lo estaba a la UGT. El punto álgido se alcanza en 1914, cuando al Federación Obrera Local de Las Palmas tenía 15 asociaciones y entre 1.500 y 2.000 afiliados, teniendo capacidad para comprar un solar con los propios fondos y comenzar la construcción del la Casa del Pueblo en la Isleta. Por su parte, la Federación Obrera Local de Santa Cruz de Tenerife, mostraba un fuerte componente anarquista entre los asociados a sus siete sindicatos sectoriales, que aún se denominaban “gremios”.
Para esta etapa tomamos como referente la foto de las manifestaciones del 1 de Mayo de 1911 y 1912 celebradas en Las Palmas y publicada en la revista Canarias Turística. Quizá sea éste el primer documento gráfico que se conserva de una manifestación obrera en Canarias. Las imágenes son muy expresivas respecto a las características del evento y de las personas que participaban: Junto a los estandartes de las secciones y entidades convocantes, se hacen notar los dirigentes bien trajeados; pero quizá conviene detenerse en la presencia de mujeres ataviadas con la mantilla canaria, símbolo de la importancia de la festividad. Muchos manifestantes portaban, según el texto que acompaña a la foto, una chapa con el retrato del político republicano federal y él mismo figura a la cabeza de la manifestación; el texto da claves importantes para valorar el carácter de las organizaciones obreras canarias, resaltando que “la asociación y la cultura son armas que bien esgrimidas producen naturales efectos”.
Tras el desplome como consecuencia de la crisis económica y social debida a la Primera Guerra Mundial, el pulso organizativo se retoma en 1919 y con ello la celebración de la fiesta obrera, manteniendo la continuidad a partir de esa fecha, aunque sin mayor relevancia hasta la proclamación de la Segunda República.
A la altura de 1931, el movimiento obrero había logrado un notable nivel organizativo en Canarias, de lo que es expresión el Primer Congreso Regional canario en el Hotel Santa Catalina de Las Palmas, al que asistieron delegados de los sindicatos de todas las islas en representación de unos 30.000 afiliados. Pero no tuvo continuidad, pues la intención de repetirlo el año siguiente y proceder a constituir una organización suprainsular no tuvo éxito, sin que, al contrario de lo que se ha creído y escrito, nunca se fundó la mítica Federación Obrera Canaria (FOC), reinventada y reivindicada como organización unitaria en la Transición posfranquista.
El máximo nivel de organización territorial alcanzado, fue la Federación Provincial de Sindicatos Obreros de la Provincia de Las Palmas, así denominada después de un Congreso celebrado en Las Palmas en 1933, con asistencia de delgados de Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura, estos últimos como invitados. Pero importa señalar que las federaciones insulares, fue una fórmula original y adaptada a la realidad geográfica de las islas, donde convivían las más diversas opciones ideológicas.
También hay que señalar como otro importante encuentro de las organizaciones de varias islas, el Congreso de la Confederación Regional del Trabajo de Canarias celebrado den Santa Cruz de Tenerife en 1933, donde se dieron cita los delegados que representaban a unos 11.810 obreros de sindicatos y federaciones canarias vinculadas ideológicamente a la CNT, corriente que era mayoritaria entre los obreros sindicados de la capital tinerfeña.
Este clima de exaltación de los intereses de los trabajadores llega a su cota más alta en la celebración del 1º de mayo de 1936, una vez que ha triunfado el Frente Popular, como se pone de manifiesto en la página del periódico La Provincia que reproducimos. La imponente manifestación que recorrió las calles de Las Palmas y otras en muchas ciudades canarias es una muestra indubitable del auge alcanzado por el movimiento obrero canario. (Miguel Suarez Bosa,
(Miguel Suárez Bosa , 2007, en Fundación Canaria 2021)
Un 1º de mayo republicano
La del 1º de Mayo de 1931 tendrá un significado especial, ya que poco antes se había proclamado la Segunda República en España. Se celebró tanto en las capitales como en varias ciudades del archipiélago, como en Arucas donde fue convocada por la federación obrera local, muestra del notable auge del movimiento obrero organizado a nivel municipal y no sólo en las ciudades capitalinas. La defensa del régimen republicano como forma política más adecuada para los intereses de los trabajadores, se pondrá de manifiesto por parte de las alocuciones de los dirigentes en los diversos actos organizados. Y no deja de ser significativo que se hagan convocatorias conjuntas entre las federaciones obreras y los partidos de filiación republicana, el federal y el socialista. Por ejemplo, en la manifestación celebrada en Las Palmas abrían la marcha los directivos de las diversas sociedades que componían la Federación Obrera de Las Palmas y le acompañaban los dirigentes de los partidos mencionados.
1901 Mayo 3.
Se inscribe en el registro de la propiedad los terrenos donde se construiría la Comandancia de Ingenieros del ejército de ocupación español en Winiwuada n Tamaránt (Las Palmas de Gran Canaria). Tal como recoge José Mª. Pinto de la Rosa: “...Así como la de Artillería linda por el Norte con el Gobierno Militar, la de Ingenieros lo hace por el Sur, formando entre los tres edificios un bloque limitado por la Calle Mayor de Triana al Este, Bravo Murillo al Norte, Eduardo al Oeste y Buenos Aires al Sur. Tiene una superficie de 324,54 m2, inscrita el 3 de Mayo de 1901 al tomo 338, folio 132, finca número 2823, inscripción 3a, cedida como la anterior. Consta también de planta baja, entresuelo y principal; en las dos primeras están las oficinas del Destacamento en Las Palmas de la Comandancia de Ingenieros de Canarias en sus dos secciones de Obras y Fortificaciones, y en el piso principal el pabellón vivienda del Jefe del Destacamento, Ingeniero Comandante de la Plaza. Tiene el mismo origen que los dos anteriores y construida en la misma época. En Enero de 189 3 estaba instalada esta
Comandancia en la calle de Castillo número 15.”.

1901 mayo 17.
Algunos colonos y criollos europeos no españoles que han tenido alguna notoriedad en la colonia de Canarias, durante diversas épocas.

Fallece en Madrid (España), el criollo canario  Bernado Jacinto Cólogan y Cólogan.

“Era el verano de 1900, Europa se recreaba con la espectacular Exposición Universal de Paris donde se mostraban los últimos ingenios europeos y norteamericanos. En el otro lado del mundo, en China, los representantes de los países occidentales se enfrentaban a una rebelión que ponía contra las cuerdas a todo el cuerpo diplomático acreditado en la capital china.

Las embajadas estaban situadas en el Barrio de las Legaciones (Legation Quarter) situado entre las murallas de la ciudad Prohibida y la ciudad Tártara. Los motivos que llevan a esta situación son varios, por una parte el empecinamiento de Inglaterra en mantener los puertos de China abiertos al comercio del Opio y la actitud de los obispos cristianos que ejercen una autoridad que es rechazada por los líderes populares. El joven emperador Guang-Xu está sometido por la emperatriz Ci-Xi y apoya el levantamiento popular, si bien, mantiene una actitud de aparente neutralidad frente a las potencias occidentales.
El cuerpo diplomático está encabezado por el embajador de España en Pekín, Bernardo Cólogan y Cólogan quien las representa pues es el decano del cuerpo diplomático, por ser el representante que había presentado sus Cartas Credenciales ante el Emperador con mayor antigüedad.

El día 20 de junio, el barón de Ketteler, representante de Alemania y su intérprete, Heinrich Cordes, parten antes de las diez de la mañana hacia el Zongli Yamen [Tsungli Yamen], la oficina de asuntos exteriores del Gobierno Chino. Abandonan el barrio en dos sillas de seda, yendo el barón al frente. Ambas sillas estan cubiertas con paños de color escarlata y verde para mostrar el estatus oficial de la comitiva. A ritmo lento dejan detrás de si una escolta armada de cuatro soldados alemanes que pensaban podrían provocar un motín. Las dos sillas con sus porteadores solo se acompañaban de dos jinetes desarmados al igual que lo iban el barón y su intérprete. Cuando alcanzaron la calle Hata fueron repentinamente detenidos por un soldado manchú que disparó su rifle contra la comitiva. De forma simultánea las dos sillas cayeron pues los porteadores huyeron presas del terror. Sonaron varios disparos más y Cordes fue herido en un muslo pero pudo correr calle abajo hasta girar en el callejón narrow.  En ese instante pudo mirar hacia atrás pero no vio signos de vida en el cuerpo de Ketteler, el disparo fue certero y von Ketteler murió en el acto. En ese mismo instante se desata el ataque y el barrio se cierra, los militares destacados se organizan, se emplea todo lo que está a mano sacos, barriles, cualquier cosa que permita realizar empalizadas para contener el ataque. Las mujeres organizan la intendencia, los niños se ponen a cubierto de las balas, se reparten las municiones y todo el armamento disponible. Comienzan los 55 días en Pekín.

Tras los 55 días de combates, sin alimentos, sin agua, prácticamente sin municiones las legaciones fueron rescatadas por tropas que vinieron en auxilio. Una vez restablecido la paz, se reconstruyó la zona del asedio y se inició el proceso de negociación con China que concluyó un año mas tarde con la firma del protocolo bóxer. La firma del documento se celebró en la embajada española en Pekín, en el lado izquierdo los representantes occidentales, liderados por Bernardo Cólogan y Cólogan y en el derecho los representantes del Gobierno Chino.

Mucho se ha escrito sobre los 55 días en Pekín (the siege at Pekín), pero nunca se ha mostrado el verdadero papel que desempeñó el representante Español en aquellos días. La película, rodada en España en los años 60, le otorgó un papel menor, y posiblemente lo fuera en el aspecto militar y de influencia política, pero Bernardo desempeñó un rol que permitió aglutinar y consensuar los intereses de las potencias occidentales. Y para que no quedara duda, lo reflejó en su libro de memorias. Este libro de recuerdos de aquellos días, aún inédito, guarda el testimonio del cuerpo diplomático, con fotos y firmas de todos los representantes.

Igualmente muestra la franca relación de amistad que tuvo antes y después con el emperador y su entorno, algo que difícilmente pueden mostrar otros representantes. Y a eso se le puede llamar diplomacia, ¿y por que nó?, elegancia.
(Carlos Cólogan Soriano, 2011)
Nota: Las información de este artículo está extractada del libro Los Cólogan de Irlanda y Tenerife, publicado en noviembre de 2010 por el autor, Carlos Cólogan Soriano.


1901 mayo 18.
Gremio de librantes y albañiles de Tenoya (Gran Canaria)
Bajo este título se escribe un artículo el día 18 de mayo de 1901. Se dice que hacía algún tiempo que entre los labrantes y albañiles de Tenoya se agitaba la idea de asociarse, buscando en la agremiación y en la unión con los demás compañeros un remedio a las calamidades que sobre ellos pesaban, como sobre los demás obreros canarios. El pensamiento no había podido realizarse hasta aquel momento porque los trabajos de organización de los gremios de Las Palmas reclamaban la preferencia, pero al final se pudo llevar a efecto y por cierto con resultados que no se esperaban, según la prensa de aquel entonces. En la tarde del domingo 12 de mayo, del año en cuestión, se trasladan a Tenoya, procedentes de la Capital, Ricardo Vera, Juan Viera, José Quintero y José G. Cárdenes, a los que acompañaba el director del semanario El Trabajo, Luís Suárez Quesada, con el objeto de proceder a la constitución del gremio.
Los comisionados se dirigieron a la casa del compañero Manuel Henríquez, uno de los más decididos y enérgicos defensores de nuestra idea en Tenoya, y a los pocos momentos se encontraba el local abarrotado de gente. Cuentan que en medio de un entusiasmo extraordinario, que no hubiera causado extrañeza en Las Palmas pero que no pensaban encontrar nunca en Tenoya. Tomó la palabra Luis Suárez Quesada, el director del citado semanario obrero, expresando que se trasladó a Tenoya a trabajar por un partido, el partido obrero canario, que iniciado en Las Palmas y ya sólidamente constituido quería extenderse y ramificarse por todos los pueblos de Gran Canaria, para que todos se beneficiaran de los beneficios de la Asociación y ver unidos a todos los obreros de la isla. Se hizo alusión y reconocimiento a los compañeros de Las Palmas y de Tenerife y también se refirió a los que con malas artes hacían propaganda contraria a los obreros, a los que se les negaba la mejora de la situación precaria que atravesaban en aquellas fechas.
Seguidamente se procedió a constituir el gremio, inscribiéndose en el mismo todos los individuos del oficio que se hallaban presentes y nombrándose en el acto el Consejo Gremial porque ha de regirse aquél, con lo que se dio por terminada la reunión en medio de una animación indescriptible. Los comisionados fueron invitados, una vez terminado el acto, por D. Antonio Mateo a su casa, dónde fueron atentamente obsequiados, regresando inmediatamente a Las Palmas.
Desde el semanario El Trabajo, publicado en Las Palmas de Gran Canaria, se les daba la enhorabuena a los compañeros de Tenoya. Se recalcaba que al Gremio de Labrantes y Albañiles de Tenoya les cabría la gloria de haber sido los primeros, entre todos los obreros del resto de los pueblos del campos, en alzar su voz para defender sus derechos, desconocidos o menospreciados en la mayoría de las ocasiones, emprendiendo así el camino de las reivindicaciones legítimas por los caminos del orden y de la legalidad.

En este artículo quiero hacer un reconocimiento y homenaje al Pueblo de Tenoya por su rico Patrimonio Cultural, Artístico e Histórico, siendo este hecho, el de ser el primer Gremio Obrero, un hito de la clase trabajadora, después del de la Capital, que se organizó en aquel difícil año de principios del siglo XX. (Juan Francisco Santana Domínguez, 2009).
1901 junio.
Se debate en el Ateneo de La Laguna-Tenerife en torno al caciquismo, a partir de la memoria presentada por Costa. Unos meses después se edita la obra de Luís Rodríguez Figueroa, «El Cacique».
1901 Octubre 4. Nace en Uruguay Francisco Espínola, una de las personalidades más importantes de la literatura uruguaya del Siglo XX, nació en San José el 4 de octubre de 1901 en el seno de una familia profundamente vinculada al Partido Nacional. Su abuelo materno, don Fernando Cabrera, según contaba la historia familiar había cuidado una tropilla de don Manuel Oribe en tiempos de la Guerra Grande. Su padre, don Francisco Espínola, había nacido en Islas Canarias y fue caudillo saravista en San José, habiendo participado en los alzamientos de 1897 y 1904, resultando herido en la batalla de Masoller. Luego participaría en un alzamiento contra Batlle y Ordóñez en 1910 y, en 1934, en el levantamiento contra el terrismo junto a su hijo Paco, resultando este último prisionero.
Paco Espínola fue sin duda un gran escritor, pero según cuentan sus contemporáneos, fue también un gran narrador oral. Dice Ana Inés Larre Borges que "hoy, cuando se van raleando las filas de quienes lo conocieron, cuando son menos los que atesoran sus cuentos y pueden rematarlos con el ritualísimo. 'Pero hay que ver cómo lo contaba Paco' (...) Francisco Espínola abandonado de Paco no se pierde: queda en su obra. Los cuentos memorables que escribió, la magistral creación de su 'Don Juan, el zorro', un legado irónicamente póstumo, sustituyendo el encanto de la leyenda por la verdad del arte".
Paco fue un hombre de letras, un gran escritor, tremendamente comprometido con su tiempo.
En 1922, con apenas 21 años, Paco Espínola y otros jóvenes blancos entre los que estaba su amigo de siempre, Luis Pedro Bonavita, arman una lista "rebelde" dentro del Partido Nacional, logrando un diputado que resultó ser Javier de Viana.
En 1933, como fue dicho, Paco Espínola integra la fila de quienes se alzaron contra Gabriel Terra, siendo tomado prisionero en la acción de Paso del Morlán (28 de enero de 1935).
Si bien su vida seguiría otros caminos distintos a la política, nunca abandonó su vinculación con ésta. Se autodefinía "blanco como hueso de bagual" y, desde su condición de blanco, tuvo un acercamiento cada vez mayor con la izquierda uruguaya que culmina, hacia el final de su vida, con su afiliación al Partido Comunista del Uruguay.
Tuvo también una larga y fecunda actuación docente. Dictó cursos en la Facultad de Humanidades, donde fue el creador de la Cátedra de Análisis y Composición Literaria.
Fue un ser querido y respetado por todos, un intelectual que no rechazó el compromiso con su tiempo. Poseedor de una personalidad seductora, vive hoy en su obra literaria y en el emocionado recuerdo de quienes tuvieron la dicha de conocerlo y frecuentarlo.
Murió el 26 de junio de 1973. Dice con acierto Ana Inés Larre Borges que la muerte "fue generosa con el hombre que no vería la inminente persecución de sus camaradas, el encarcelamiento de su hija y el exilio de sus amigos".
Paco Espínola fue sin duda un gran escritor, pero según cuentan sus contemporáneos, fue también un gran narrador oral. Dice Ana Inés Larre Borges que "hoy, cuando se van raleando las filas de quienes lo conocieron, cuando son menos los que atesoran sus cuentos y pueden rematarlos con el ritualísimo. 'Pero hay que ver cómo lo contaba Paco' (...) Francisco Espínola abandonado de Paco no se pierde: queda en su obra. Los cuentos memorables que escribió, la magistral creación de su 'Don Juan, el zorro', un legado irónicamente póstumo, sustituyendo el encanto de la leyenda por la verdad del arte".
Paco fue un hombre de letras, un gran escritor, tremendamente comprometido con su tiempo.
En 1922, con apenas 21 años, Paco Espínola y otros jóvenes blancos entre los que estaba su amigo de siempre, Luís Pedro Bonavita, arman una lista "rebelde" dentro del Partido Nacional, logrando un diputado que resultó ser Javier de Viana.
En 1933, como fue dicho, Paco Espínola integra la fila de quienes se alzaron contra Gabriel Terra, siendo tomado prisionero en la acción de Paso del Morlán (28 de enero de 1935).
Si bien su vida seguiría otros caminos distintos a la política, nunca abandonó su vinculación con ésta. Se autodefinía "blanco como hueso de bagual" y, desde su condición de blanco, tuvo un acercamiento cada vez mayor con la izquierda uruguaya que culmina, hacia el final de su vida, con su afiliación al Partido Comunista del Uruguay.
Tuvo también una larga y fecunda actuación docente. Dictó cursos en la Facultad de Humanidades, donde fue el creador de la Cátedra de Análisis y Composición Literaria.
Fue un ser querido y respetado por todos, un intelectual que no rechazó el compromiso con su tiempo. Poseedor de una personalidad seductora, vive hoy en su obra literaria y en el emocionado recuerdo de quienes tuvieron la dicha de conocerlo y frecuentarlo.
Murió el 26 de junio de 1973. Dice con acierto Ana Inés Larre Borges que la muerte "fue generosa con el hombre que no vería la inminente persecución de sus camaradas, el encarcelamiento de su hija y el exilio de sus amigos".
1901 Octubre 22. Se constituye el Partido Popular Autonomista en el local de la Asociación Obrera de Canarias para participar por primera vez en las elecciones municipales de Añazu n Chinet (Santa Cruz de Tenerife) a celebrar el 10 de noviembre del mismo año.
1901 noviembre 2.
Fecha de jornadas reivindicativas del movimiento obrero canario, en la ciudad colonial de La Laguna tenemos en esta fecha un primer ejemplo, que se repite los días 24 y 31 de mayo de 1902, transcribiendo dos artículos publicados en la prensa local acerca de la cuestión tabaquera. El 12 y 26 de junio se trata de artículos dedicados ala situación higiénica y a las casas de alquiler respectivamente.

1901 diciembre 31.

Cruces del siglo Gran Canaria.

Otras denominaciones: Cruz de la Cueva de la Luna, Cruz de las Vueltas (para las de 1901) y Cruz del Milenio para la de 2001.
Antecedentes: El Papa León XIII, recomendó para recibir el nuevo siglo (tránsito del siglo XIX al XX), la colocación de la Cruz del Redentor en las cumbres mas altas como símbolo de la cristiandad.
Santa Lucía de Tirajana también cumplió con ella y colocó la Cruz del Siglo en Las Hoyas.
Cien años después, en los «Ojos de Santa Lucía», conocido también como Los Agujeros se repite otra ceremonia popular de conmemoración por el doble cambio: «de siglo y de milenio», con la colocación de «otra» cruz. Ambas son visibles desde muchos puntos de El Valle.

Historia: Sorprende que Santa Lucía de Tirajana haya sido el único municipio de la isla que ha recordado la entrada al siglo XXI con «otra» Cruz del Siglo, si bien La Aldea, hizo lo mismo en Las Tabladas, pero trasladando el festejo al día de la Cruz (3 de Mayo de 2001).

La distancia entre las cruces es del orden de los 800 metros y ambas tienen las mismas dimensiones (5,40 m de alto x 3,44 m de sus brazos). Los lugares elegidos para su ubicación son atalayas espectaculares de El Valle por las vistas que se pueden contemplar.

Cruz del Siglo (tránsito del siglo XIX al XX):
La Cruz del Siglo la confeccionó el carpintero José Hernández con la tea extraída del techo de una casa vieja de Tunte, propiedad de José Navarro Sánchez, que la donó para este fin.

Reproduzco un extracto del relato de un vecino, recogido en la prensa local a comienzos de 1901:

«El día 31 de Diciembre, último del siglo que pasó a la Historia, principiaron los festejos llevándose en procesión, sobre los hombros de muchos de los habitantes de este pueblo desde la calle Real hasta la cima de una elevada montaña, una cruz, el solio del Rey de los pueblos; no podía estar mejor representada la humanidad siguiendo afanoso su incierto destino a través de los siglos, que por este pueblo subiendo detrás de la cruz, casi a gatas, por la escabrosa y escarpada montaña. No amenizó, ciertamente ninguna banda de música; pero no faltaron las monótonas, y en este instante solemnes, armonías del rancho de pascuas, esa antiquísima institución musical cuyo origen se pierde en la noche de los tiempos»

En el lugar designado, acondicionado por Francisco Pérez Delgado, se rezó el rosario y el párroco José Domínguez y Martín pronunció un discurso alusivo a este acto.

Posteriormente, a las doce de la noche para festejar las primeras horas del nuevo siglo, se celebró en la parroquia una solemne misa cantada con sermón.

En la actualidad, el camino a la Cruz del Siglo (1901) está restaurado y aunque es ascendente, no presenta dificultad y está debidamente señalizado. No sucede lo mismo con el itinerario a la Cruz del Milenio para el que no existe un camino definido y solo se accede por intuición u orientación, ya que no es visible o identificable desde la primera cruz, ni está señalizado. (crucesgc.blogspot.com/)

1902.
En el inventario de los enseres y alhajas pertenecientes a la parroquia matriz de San Marcos y la auxiliar de San Agustín en Icod que se hizo en el año 1902 se asentó una imagen de San Juan que estaba colocada en el nicho principal del retablo que se hizo en la capilla de San Francisco de Asís, juntamente con la del Crucificado titulado de la Dulce Muerte y la Virgen de los Dolores (20), pero es dudable que fuera la que talló Andujar por cuanto se substituyó por la que posee ahora la parroquia, que no parece representar al apóstol sino a Jesús en el Huerto mudado en aquél, a fines del siglo XIX o principios del que terminó el año pasado. Es la imagen de San Juan que han visto salir siempre en las procesiones de Semana Santa las personas octogenarias y nonagenarias de Ycod. (Espinosa de los Monteros y Moas, 2006).

1902.
Empezó a tomar forma por parte de la colonia británica establecida en el Puerto de la Cruz (Tenerife) la idea de formar un club deportivo. Mientras, residentes como el capitán Hamilton Boyle, el reverendo Arthur Chaplin Humphreys, el doctor Frederick Lisham, señores como Wooley y Osbert Ward, se reunían para jugar unos partidos en la Hacienda de San Antonio (Casa de Los Blanco), donde vivía el Abogado Boreham y su familia, había una cancha de tenis de cemento y un césped para jugar al croquet, un juego de alta sociedad inventado por los ingleses. Los mismos señores se reunieron de nuevo en el Palacete del Robado, la magnífica mansión del coronel Owen Peel Wethered, con el vicecónsul Thomás Reid y el señor Gregory, ya que los jardines de esta casa también jugaban al croquet y al antiguo juego de bolos para tomar el té y para disfrutar de sus picnics.

Cuatro años más tarde, en 1906, al crecer la popularidad de estas reuniones privadas y también la cantidad de visitantes que llegaban al Puerto de la Cruz, estos divertidos y excelentes ejemplos de la sociedad británica de reputación antigua decidieron alquilar los terrenos de la señora Cecilia Zamora, pagando la suma de setecientas cincuenta pesetas de entonces al año. Son los mismos terrenos en donde permaneció hasta recientemente el Club Inglés desde su inauguración el 15 de noviembre de 1906 con el nombre del Orotava Bowling and Recreation Club. En 1907, los gentlemen que preferían el juego de bolos, al que jugaban de una forma meticulosa, algunos de los socios más atrevidos tuvieron la impertinencia de sugerir que ante la ausencia de un auténtico campo de tenis, tal vez podrían jugarlo en el césped de los bolos. Fue el momento que los socios se plantearon dotar al club de unas espléndidas canchas de tenis, las cuales se inauguraron en 1924.

Muy pronto se organizaron los primeros torneos entre clubes (el Hespérides de La Laguna y el propio Club Inglés de Santa Cruz). Al club se unieron más jóvenes y al llegar los vibrantes años veinte se puso de manifiesto la necesidad de incorporar algunos entretenimientos no exclusivamente deportivos y se organizaron estupendos bailes y otras actividades. El club se legalizó en 1908 al registrarse como una sociedad nacional, desgraciadamente llega la Primera Guerra mundial y muchos de los jóvenes británicos abandonaron la isla para dirigirse como voluntarios a la contienda. Años después, el estallido de la Guerra Civil Española y la Segunda Guerra Mundial no dejaron recuperar al club. La vida del club y el número de sus socios se vieron muy afectados. Aunque fue el espíritu británico lo que lo mantuvo en pié durante estas décadas difíciles, fue gracias a algunos socios españoles de las más distinguidas familias de la burguesía local lo que le dio vida deportiva junto con otros factores, influyeron decisivamente en el número de visitantes. Pero después de la Segunda Guerra Mundial, el club recuperó su antiguo esplendor y se incorporaron nuevos socios isleños. De él salieron algunos de los mejores tenistas de la isla. El Club Inglés del Puerto de la Cruz siempre fue patrimonio de sus socios mantuvieron sus costumbres semejante al estilo altamente colonial de los que se respiraba, por ejemplo, en Calcuta o en Nairobi.

A finales de marzo del 2003, fue obligado a dejar su rincón de casi cien años, arreando la bandera británica de su hasta por el Sr. D. David Reid, ultimo presidente del Club fue doblada y entregada en las manos al cónsul británico en esta Isla Mr. Divis Ward. Por esto es justo, al caer otra de esas cosas que han sido importantes piezas en el destino turístico del Puerto de la Cruz, esperamos que para el Club Inglés esto sólo haya sido como una derrota deportiva y que muy pronto sus socios y la generosidad del destino faciliten el hallazgo de otro lugar, donde el legendario British Games Club pueda seguir haciendo historia y sus socios no solamente seguir jugando, sino también atraer a nuevos socios tanto nacionales como extranjeros. No hay duda de que la existencia de un Club Inglés podría ser una pieza fundamental en el atractivo turístico internacional del Puerto de la Cruz. (Bernardo Cabo Ramón, 2003).

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