CHAMANES DE PLÁSTICO, COLONIALISMO INTELECTUAL Y
APROPIACIÓN INTELECTUAL ENTRE MOVIMIENTOS DE NUEVA ERA
Joseba I. Arregi (CV)
josebasonia@yahoo.es
La realidad colonial que acosa a los Pueblos Indígenas sigue presente en nuestros días y continua generando nuevos escenarios de opresión, vinculados al desarrollo de modelos alternativos, al éxito del Desarrollo Sostenible (DS) y el reconocimiento de la importancia de la biodiversidad en el siglo XXI. El presente artículo muestra tres procesos de apropiación biológica y cultural que constituyen un nuevo capítulo en la larga historia de agresión colonial y resistencia indígena.
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Arregi, J.I.: Chamanes de plástico, colonialismo intelectual y apropiación intelectual entre movimientos de nueva era, en Contribuciones a las Ciencias Sociales, mayo 2011, www.eumed.net/rev/cccss/12/
CHAMANES DE PLÁSTICO Y COLONIZACIÓN “VERDE”
Hodeitxuri Druida Beltzaren istorioa kontatu zidalako
Mireya eta Ritxi Arregirentzat. Aro Berriaren errealitateak ulertzen
laguntzeagatik
Desde el comienzo del encuentro entre indígenas y no indígenas en 1492
la cultura euroamericana ha mostrado una gran incapacidad para entender a las
culturas indígenas en sus propios términos. Se trata de la crónica de un
desencuentro, del choque con una gigantesca diversidad étnica y, finalmente, de
la incapacidad de ver al otro como igual, pero a la misma vez como diferente y
con derechos (Todorov, 1992:42). Fruto de este desencuentro ha surgido una
relación colonial asentada sobre una imagen del “indio” construida desde el
poder y la predominancia de la sociedad dominante. La sociedad euroamericana,
en relación con los PIs, se ha debatido históricamente entre la alterofobia y
la alterofilia (Arregi, 2006), el buen salvaje idealizado que encarna nuestras
utopías o el salvaje cruel que desata nuestros miedos más profundos. Tanto en
un caso como en el otro, los Pueblos Indígenas (PI) han sido considerados como
“pueblos en vías de extinción”, “vanishing Indians, primitivas entidades no
desarrolladas, pertenecientes a estados iniciales de la evolución humana. El
mito del indígena en vías de extinción ha generado un marco opresor
colonialista que ha despojado, enajenado y sojuzgado a PIs de todo el planeta.
Como consecuencia de esta situación, las sociedades dominantes sufren de una
ceguera cultural y política (Spicer, 1992:47) respecto a los, a los PIs que les
impide verlos como entidades singulares, con culturas y realidades políticas
complejas y contemporáneas. Esta realidad colonial sigue presente en nuestros
días y generando nuevos escenarios de opresión, vinculados al desarrollo de
proyectos alternativos, al éxito del Desarrollo Sostenible (DS) y el
reconocimiento de la importancia de la biodiversidad en el siglo XXI.
Conservación mediante la confiscación de los territorios indígenas
Se trata del viejo colonialismo con ropajes nuevos. Desde la Cumbre de
Rio de Janeiro en 1992, muchos de los ataques contra los PIs han sido
promovidos por los Estados y una gran variedad de organizaciones
internacionales en un intento de asegurarse la ocupación, control y gestión de
los ecosistemas y recursos indígenas por parte de sujetos no indígenas
(Nietschmann, 1990), pero esta vez realizada bajo la bandera del Desarrollo
Sostenible y la conservación del medio ambiente Estos proyectos se han
desarrollado con la ayuda de numerosos grupos conservacionistas nacionales e
internacionales (Andrade, 2001;e Ramachandra, 1997). La participación de las
ONGs ecologistas es fruto de la gran influencia desarrollada por este tipo de
organizaciones y de su mayor presencia en proyectos de gestión medioambiental impulsados
o amparados por organizaciones internacionales. Esta presencia junto a
gobiernos y organizaciones del sistema ONU es especialmente notoria en la
gestión de parques naturales (Rodríguez, 2000), donde prima una visión
conservacionista que tiende a limitar la presencia y el uso de los ecosistema
tradicionales por parte de los PIs. Se produce así lo que Andrade (2001)
denomina conservación mediante la confiscación de ecosistemas. Esto no es
sorprendente si tomamos en cuenta que uno de los símbolos mundiales del
conservacionismo mundial, el parque de Yellowstone, se erigió en territorios
confiscados y enajenados a los nativos americanos (Spence, 1999) y que es
durante el periodo colonial, 1872 – 1961, cuando se produce la creación de los
grandes parques a escala mundial (Igoe, 2005:6). Este autor describe este
modelo como de conservación fortificada, un modelo altamente punitivo que
fomenta la imposición de los métodos científicos foráneos en detrimento de los
modelos tradicionales basados en el conocimiento indígena y limita el acceso a
las poblaciones que tradicionalmente han utilizado estos ecosistemas. No corren
mejor suerte los nuevos métodos, disfrazados de conservación participativa ya
que en la gestión se produce una zonificación y existen espacios donde se
limita e incluso prohíbe la presencia o actividad humana (Igoe, 2005). En estos
casos, se zonifica el territorio, sin tomar en cuenta los modelos de
utilización del entorno y la significancia política, cultural, económica,
social o religiosa que estos tienen para los PIs. Mediante la zonificación se
produce la imposición de patrones de utilización ajenos a la realidad indígena.
Además, poco a poco, los gestores decidirán quién es indígena, qué elementos de
la cultura indígena son valiosos, qué mantener y qué promover dentro de los
territorios bajo su control (Dumoulin, 2005) hasta llegar a definir qué tipo de
“comportamiento ecológico” (Hames, 2007) deben desarrollar los indígenas para
poder seguir accediendo a los territorios bajo administración del parque. En
este nuevo modelo el comportamiento ecológico, la armoniosa interacción entre
hombre y naturaleza, que sólo responde a la percepción ideal de ésta que tienen
muchos grupos ecologistas, constituye una precondición para residir en áreas de
parques nacionales. Está expectativa fruto de una idealización basada en el
estereotipo moderno del buen salvaje es todavía más palpable en el siguiente
caso de Sri Lanka que describimos
Algunos funcionarios gubernamentales piensan que los nativos deben
llevar sólo una tela que les cubra el torso, y vivir en un simple refugio. La
cacería sólo debe realizarse con arcos y flechas, mientras que las latas de
salmón y las bicicletas son incompatibles con la tradicional vida vedda. Otros
están de acuerdo en que los wanniyala-aetto puedan usar un sarong, andar en
bicicleta, y usar fusiles para cazar, pero sólo para su propio consumo. No
puede haber ninguna venta de productos del bosque a los forasteros (IWGIA,
2000, 331-332).
Turismo: La colonización del exotismo indígena
Vivimos en un mundo globalizado y profundamente interconectado donde la
cultura, los ecosistemas, la artesanía o las creencias religiosas se han
convertido en productos de consumo potenciados por una industria turística
global Además, por parte de organizaciones internacionales como el Banco
Mundial, durante las décadas de los 80 y 90, se ha producido una decidida
apuesta por el turismo como motor de desarrollo de numerosos países,
especialmente del Tercer Mundo. Por otra existe en la sociedad global de nuestros
días, un deseo de visitar y consumir información sobre exóticas culturas
remotas. Vivimos en un periodo en el que convertirse en aventurero está al
alcance de todo el mundo, y asistimos al surgimiento de modernos Marco Polos.
Hoy, ser explorador es un oficio; oficio que no sólo consiste, como
podría creerse, en descubrir, al término de años de estudio, hechos que
permanecieron desconocidos, sino en recorrer un elevado número de kilometros y
acumular proyecciones, fijas o animadas y si es posible en colores, gracias a
lo cual se colmará una sala durante varios días, con una multitud de oyentes
para quienes vulgaridades y triviliadidades aparecerán milagrosamente
transmutadas en revelaciones, por la única razón de que en vez de plagiarlas en
su propio medio, el autor las santificó mediante un recorrido de 20.000
kilometros…¿Diremos entonces que nuestros modernos Marco Polo traen de esas
mismas tierras, ahora en forma de fotografías, libros y relatos, las especias
morales que nuestra sociedad sintiéndose naufragar en el hastío necesita con
mayor apremio? (Levi-Strauss, 1988:42).
Dirigiéndose a este selecto club y en un afán de diferenciar su oferta,
las estrategias turísticas han explotado, frecuentemente, la oferta de su
diversidad biológica encarnada en sus parques naturales, vinculada a la imagen
de sus pueblos indígenas. Esta oferta combina las ideas de exotismo,
primitivismo y el atractivo de paraísos vírgenes, casi perdidos, todavía no
corruptos por la sociedad globalizada. En este contexto se han promovido
modalidades de turismo cultural o ecoturismo que resultan altamente lucrativas
para los tour operadores que no dudan en aprovechar el exotismo cultural, la
riqueza biológica, y el bajo precio de la mano de obra y el bajo nivel de vida
existente en el Tercer Mundo (Carling, 1998). Los impactos no resultan tan
beneficiosos para los PIs que pierden su acceso a recursos básicos que resultan
vitales para su subsistencia, para su seguridad alimentaria y el desarrollo de
su identidad cultural singular. Al igual que hemos descrito en el caso de los
parques naturales, los derechos sobre los recursos naturales existentes en los
ecosistemas indígenas y sus derechos de propiedad intelectual son diariamente
violados por turistas que acuden a sus territorios. También a la vez que se
zonifican territorios se prohíbe el acceso a muchos de ellos que son dedicados
exclusivamente al goce de los turistas. Esta prohibición es todavía más grave
cuando se enajenan territorios que son vitales para la práctica religiosa de los
PIs (Trask, 1998).y paralelamente sus prácticas religiosas se convierten en
productos turísticos.
CHAMANES DE PLASTICO Y APROPIACIÓN CULTURAL
Siguiendo este patrón de explotación y apropiación de los territorios y
culturas indígenas resulta especialmente preocupante el fenómeno de los
chamanes de plástico que constituyen otro claro ejemplo de colonización y
violación de la autodeterminación indígena (Hobson, 1978). Si bien en los casos
anteriormente mencionados la agresión era llevada a cabo por organizaciones y
grandes corporaciones, en este caso la agresión se desarrolla principalmente a
escala individual. Tal y como hemos señalado la apropiación de recursos y de la
imagen de los indígenas realizada por algunas sectores del conservacionismo
radical tiene también su prolongación en la apropiación cultural y espiritual
que sufren los PIs y que describe la activista indígena Janet McCloud:
First they came to take our land and water, then our fish and game …Now
they want our religions as well. All of a sudden, we have a lot of unscrupulous
idiots running around saying they're medicine people. And they'll sell you a
sweat lodge ceremony for fifty bucks. It's not only wrong, it's obscene.
Indians don't sell their spirituality to anybody, for any price. This is just
another in the very long series of thefts from Indian people and, in some ways,
this is the worst one yet.? (En Churchill 1992: 217).
Deloria (1999) considera que este fenómeno tiene que ver con una
característica histórica entre los blancos norteamericanos que les lleva a
idealizar y simular al indígena en un afán de enraizarse en el continente
norteamericano. Los primeros antecedentes de interés en la espiritualidad
indígena se remontan a principios a finales del siglo XIX y principios del
siglo XX, cuando el movimiento espiritista utilizó la espiritualidad indígena
en sus practicas (Aldred, 2000). Pero es quizás durante los 70 cuando Carlos
Castañeda, y su obras sobre el presunto curandero yaqui Don Juan, despertó el
interés moderno en la espiritualidad indígena. Sus obras que combinaban
crecimiento espiritual con la ingesta de peyote, muestran la ruta seguida por
gran parte de los chamanes de plástico capaces de producir auténticos best
sellers y generar lucrativos mercados . A esta categoría de prolíficos autores
pertenecen Dyhani Ywahoo y Lynn Andrews autores ambos de numerosas obras que
rebasan la producción realizada por genuinos autores indígenas sobre el mismo
tema (Hagan, 1992; Johnson, 1994; Churchill, 1996).
Según Hagan (1992), la gran explosión de este movimiento se produce en
la década de los 80 cuando se convierte en un fenómeno de consumo masivo de
productos indígenas vinculado al movimiento llamado Nueva Era. Aldred, (2000)
destaca que sus miembros pertenecen a la clases acomodadas, que sueñan con la
llegada de una Nueva Era, plena de espiritualidad, y de armonía con la
naturaleza y entre los seres humanos. El advenimiento de esta Era es
considerado como un periodo de máximo desarrollo humano mediante el crecimiento
espiritual y la transformación personal en el plano físico, mental y espiritual
generado por la aplicación de conocimientos alternativos. Dentro de este
movimiento existe una rama interesada en la espiritualidad de los PIs que
persigue una conexión con la naturaleza y una pertenencia a una comunidad
(Hemachandra, 2003) que inexistente en la sociedad del consumo de masas. Los
seguidores de la Nueva Era incorporan la “indigeneidad” mediante su
participación en talleres y otras actividades organizadas durante el tiempo
libre, y sobre todo mediante el consumo de textos y productos que consideran
genuinamente indígenas (Smith, 1991). De hecho los hijos e hijas de la Nueva
Era buscan conseguir un acceso a la espiritualidad alternativa y la
identificación cultural con los PIs mediante la adquisición de productos y
servicios que identifican como indígenas.
En el centro de esta estructura se encuentra el Chaman de plástico. Se
trata de una denominación peyorativa referida a impostores, individuos que se
autodenominan chamanes sin ser líderes espirituales tradicionales, que imitan
prácticas sin tener vínculos ni un conocimiento profundo de las culturas
indígenas. Es un término endémico de Siberia y ningún pueblo indígena americano
llama así a sus líderes espirituales, que son denominados como hombres/mujeres
medicina (Takatoka, 2007). Sin embargo, el término fue adoptado por los
académicos que lo han relacionado con una variedad de tradiciones espirituales
contemporáneas que comparten ciertas semejanzas y son denominadas Nueva Era.
Este término se utiliza para referirse a cualquier tipo de trayectoria
espiritual independiente de las tradiciones religiosas
jerárquicas-estructuradas, definidas por la existencia de una serie de líderes
y dogmas, y caracterizada por la apropiación cultural, el eclecticismo y
conexiones espirituales personales.
Según Aldred (2000:2) estamos ante un movimiento conformado
primordialmente por consumidores de productos indígenas. Esta identificación
cultural a través de la simulación evocación y el acto del consumo del otro
diferente resulta fundamental para entender este fenómeno. Se trata pues de
sectores alternativos de la sociedad mayoritaria proclives al consumo de una
nueva versión imaginada de los indígenas que combina el exotismo, la ilusión de
una sociedad con mayor igualdad de género y otra forma de entender la hombría,
el equilibrio con la naturaleza, la pertenencia a una comunidad y la
espiritualidad alternativa (Johnson, 1994), desarrollada por culturas genuinas,
que no habiendo sido corruptas por nuestro mundo globalizado manteniendo
conocimientos ancestrales olvidados por el hombre moderno (Arregi, 2006).
Desgraciadamente la comunidad indígena que idealizan es imaginada,
construida y no corresponde a ninguna realidad histórica, geográficamente
concreta y resultante de complejas relaciones sociales. Las manifestaciones
indígenas son descontextualizadas y reconstruidas produciéndose una
apropiación, una enajenación de una cultura que es simultáneamente idealizada y
desfigurada para el consumo de nuevos Marco Polos (Lewis, -Straus, 1988), o
buscadores de sistemas alternativos (Johnson, 1994). Es en este terreno donde
florecen los chamanes de plástico
Numerosos pueblos indígenas consideran que los chamanes se valen de una
mística basada en tradiciones culturales indígenas, que crece en una ambiente
complejo caracterizado por una anomia generalizada (Noguerol, 1999), una
negación de la larga historia de opresión y resistencia de los PIs y su derecho
a la autonomía espiritual y política (Smith, 1994), la existencia de una mala
conciencia y sentimientos de culpa (Jhonson, 1994) y fomentada por la
curiosidad legítima de buscadores sinceros de sistemas alternativos,
interesados en su crecimiento personal (Ibíd.). Esta explotación puede implicar
la venta de ceremonias espirituales "tradicionales" falsas, de
artefactos falsos, de libros, viajes ilegítimos a sitios sagrados, y visitas a
chamanes verdaderos . Además de apropiaciones en el terreno espiritual, también
son frecuentes las realizadas en el campo de la artes desde la literatura a la
música (Hemachandra, 2003) o la artesanía, donde lo “auténticamente indígena”
ha generado un lucrativo negocio (Blakeney, 1999) dirigido a este incipiente
mercado. La actividad de los chamanes de plástico es perfectamente visible en
las secciones de ocultismo de los grandes almacenes de cualquier parte del
mundo (Jean, 2000). Esta prolífica publicación de libros dedicados a esta
pseudo espiritualidad indígena constituye su área de actividad principal que es
complementada con la realización de conferencias, talleres sobre espiritualidad
o supervivencia, retiros (Jennkins, 2005) cuyo precio resulta insultantes para
los PIs que en su mayoría sufren situaciones de carencia económica severa
(Churchill, 2003). Estos actos provocan el rechazo por parte de los
representantes indígenas que critican la explotación, distorsión y
trivialización a que se somete a las culturas y prácticas espirituales
indígenas (Ramachandra, 1997).
Según sus críticos, el peligro es que los buscadores que acuden a tales
individuos pueden exponerse a riesgos tanto en el plano físico , psicológico
como en el espiritual. Esto es así porque los métodos usados pueden haberse
inventado o adaptado sin referencia a una tradición verdadera, a unas genuinas
ceremonias sagradas y las pautas para el comportamiento ético que éstas
conllevan. Además, pueden dañar las reputaciones de las culturas y de las
comunidades que demandan representar porque trasmiten falsedades sobre la
espiritualidad y ceremonias indígenas. Hagan (1992) denuncia especialmente la
apropiación de símbolos de carácter social y colectivo que son convertidos en
objetos espirituales e individualizados para su rápido consumo. Esta autora
destaca el carácter comunitario que subyace en la práctica y experiencia
religiosa indígena donde individuos, comunidad y medio ambiente conforman una
realidad sistémica. Tal y como ocurre con el Conocimiento Indígena no es
posible separar las partes del todo y aislar las prácticas religiosas de su contexto
social o ecológico. En ambos casos se trata de realidades sociales, generadas
durante siglos, cuya relevancia, es ante todo, de carácter local y
profundamente conectada con pueblos y ecosistemas concretas. También existen
otro peligro aún mayor que es la perpetuación de un marco opresor y
colonialista, que niega la larga historia de resistencia, y la lucha actual por
los derechos de los PIs. Una perpetuación realizada desde el desconocimiento y
la idealización que refuerza la opresión, enajenación, encubrimiento,
domesticación e invisibilización sufrida durante siglos por unos PIs, que
siguen siendo en nuestro imaginario colectivo Vanishing Indians.
Los indígenas consideran que los abusos perpetuados por estos fraudes
espirituales son sólo posibles cuando hay desconocimiento sobre las culturas
que los chamanes dicen representar. Esta cuestión provoca que exista una seria
barrera entre indígenas y no indígenas que dificulta cualquier tipo de
colaboración para hacer frente a problemas globales.
Non-Indians have become so used to all this hype on the part of
impostors and liars that when a real Indian spiritual leader tries to offer
them useful advice, he is rejected. He isn’t ‘Indian’ enough for all these
non-Indian experts on Indian religion. Now, this is not only degrading to
Indian people, it’s downright delusional behaviour on the part of the instant
experts who think they’ve got all the answers before they even hear the
questions. ..The bottom line here is that we have more need for intercultural respect
today than at any time in human history. And nothing blocks respect and
communication faster and more effectively than delusions by one party about
another. We’ve got real problems today, tremendous problems, problems which
threaten the survival of the planet. Indians and non-Indians must confront
these problems together, and this means we must have honest dialogue, but this
dialogue is impossible so long as non-Indians remain deluded about things as
basic as Indian spirituality (Oren Lyons en Churchill, 2003).
GUERREROS CONTRA EL GENOCIDIO CULTURAL
Los activistas indígenas trabajan para deshacer este enredo y no
solamente para exponer la distorsión y la explotación fraudulenta de
tradiciones indígenas, sino también para educar a los buscadores sobre las
diferencias entre las culturas tradicionales y algunas ofertas espirituales
modernas . Junto a las iniciativas de concienciación y educación se han
desarrollado actividades de denuncia, durante la década de los 90 numerosos
artículos publicados en periódicos indígenas evidenciaron la existencia de
chamanes de plástico (Deloria, 1999); además en Internet existen webs y
artículos periodísticos (Norrell, 2002) dedicados específicamente a este
menester. También líderes indígenas como Russel Means o académicos indígenas
como Vine Deloria, o Ward Churchill han desenmascarado esta nueva forma de
colonización . En definitiva la actividad desarrollada por los chamanes de
plástico y sus seguidores ha generado enorme preocupación entre los PIs del
mundo, (Churchill, 2003) llegándose incluso, en los EEUU, a aprobar iniciativas
de confrontación abierta, persecución y denuncia directa de las actividades
realizadas por los chamanes de plástico. En este capítulo debemos destacar el
liderazgo ejercido por el Traditional Elders Circle que en 1980 y 1989
efectuaron acciones de denuncia y animaron a grupos de activistas indígenas a
perseguir una actividad que consideraban lesiva para las culturas y
espiritualidad indígena. Quizás una de las características que más contrastan con
la trayectoria de resistencia y las señas culturales de los PIs es su carácter
individualista y la creencia de que el cambio no vendrá por obra de una acción
política concertada, dirigida contra las estructuras existentes, sino a través
de la experiencia personal y la consecuente transformación individual. Deloria
(1999) considera que hay una preponderancia de derechos individuales frente a
los derechos sociales de carácter colectivo de los años 60 o 70.
La seriedad de este ataque contra la cultura Lakota llevó en 1993 a que
la V Cumbre Lakota, que reunió a más de 500 representantes de más de 40 tribus
diferentes de los Lakota, Dakota and Nakota de Canada y EEUU, aprobase de forma
unánime la "Declaración de Guerra contra los Explotadores de la Espiritualidad
Lakota”. (DLN Issues). Esta actitud de pública confrontación activa queda clara
en las palabras de Russel Means, histórico lider y señalado activista indígena.
You can either respect our basic rights or not respect them,” … “If you
do, you’re an ally and we’re ready and willing to join hands with you on other
issues. If you do not, you are at best a thief. More importantly, you are a
thief of the sort who is willing to risk undermining our sense of the integrity
of our cultures for your own perceived self-interest. That means are you
complicit in a process of cultural genocide, or at least attempted cultural
genocide, aimed at American Indian people. That makes you an enemy, to say the
least. And believe me when I say we’re prepared to deal with you as such
(Churchill, 2003:4).
Se trata pues de defender los derechos indígenas y hacer frente a un
nuevo intento de colonización cultural por Pam Colorado, activista Oneida.
The process is ultimately intended to supplant Indians, even in areas of
their own customs and spirituality. In the end, non-Indians will have complete
power to define what is and is not Indian. Even for Indians. We are talking
here about an absolute ideological/conceptual subordination of Indian people in
addition to the total physical subordination they already experience. When this
happens, the last vestiges of real Indian society and Indian rights will
disappear. Non-Indians will then "own" our heritage and ideas as
thoroughly as they now claim to own our land and resources." (En Rose, 1992:
405).
Las religiones indígenas no son universalistas ni practican el
proselitismo sino que se basan en la existencia de una comunidad y un sistema
de relaciones físicas sociales y espirituales entre sus miembros. Participar en
su vida y sus luchas es una buena forma de vincularse con sus religiones. Es en
el seno de estas comunidades donde se reproduce la espiritualidad indígena, y
es la comunidad la que identifica y mantiene a los hombres y mujeres sagradas.
Es a través de un largo periodo de formación, lleno de prohibiciones y
responsabilidades , en comunión con la comunidad a la que se sirve como se
reproduce la espiritualidad indígena. Es a estas comunidades y a sus pueblos a
quienes corresponde definir y proteger sus contenidos culturales. En estos tiempos
en los que pueden contemplar como sus culturas son parasitadas por la sociedad
dominante, más que nunca resulta necesario establecer control sobre la
información, la imagen y la forma es la que es trasmitida su cultura,
especialmente en lo que se requiere a rituales tradicionales, lugares sagrados
de peregrinación e historias sagradas (Brown, 1998). Este derecho a la propia
imagen está íntimamente ligado a la autodefinición y al derecho de
autodeterminación, y se encuentra recogido en los artículos 12 y 31 de la
Declaración Universal de los Derechos de los Pueblos Indígenas aprobada por la
Asamble General de la ONU, el 13 de septiembre de 2007. Así mismo la
Declaración de Mataatua de 1993 recalca en su artículo 1.8 a) “preservar y
controlar la comercialización o de otra manera las propiedades culturales
indígenas en dominio público” y en su artículo b) recomienda “en general
aconsejar y alertar a los Pueblos Indígenas para tomar medidas de protección de
su herencia cultural.
CONCLUSIÓN
La apropiación ecológica y cultural que sufren los PIs nos aleja de una
genuina sociedad más justa y más intercultural, reforzando un modelo de
dominación y subordinación intercultural histórica que pretende suplantar a los
indígenas incluso en los aspectos más íntimos y personales de su existencia. Es
una culminación de los procesos de etnofagia descrita por Díaz-Polanco (2005),
que suma a la subordinación física la ideológica y espiritual.
La alternativa es combatir el mito del indígena desaparecido, luchar
contra el encubrimiento de sus culturas, la invisibilización de sus luchas,
destruir el estereotipo para CONstruir una imagen real de sus vidas, y utilizar
nuestro poder solidario en beneficio indígena. Se trata de concienciar sobre la
existencia e influencia negativa del mito y la necesidad de destruir la
estructura de racismo colonial subyacente, que impide el desarrollo de un
conocimiento e intercambio genuino entre indígenas y no indígenas. Se trata de
convertirse en aliados de los PIs en su lucha por la justicia y la igualdad en
la diferencia. De educarnos en la lucha y realidad que afrontan los PIs. No se
trata de no visitar a los PIs y sus territorios o no indagar en sus religiones
sino hacerlo desde el respeto y el conocimiento en un entorno que no resulte
destructivo para los indígenas. Es pasar de apropiarnos de sus culturas a
compartir nuestras culturas
BIBLIOGRAFIA
Aldred (2000)
“Plastic Shamans and Astroturf Sun Dances: New Age Commercialization of Native
American Spirituality”. Consultado en 1-4-2000 muse.jhu.edu/demo/american_indian_quarterly/v024/24.3aldred.pdf.
Andrade, G. (2001).
“Conservation through Confiscation”. Conservation Biology, 15(5), 1467–1469
Arregi J. I. (2006) “Oro Verde y Biopirateria. Cara y Cruz de un
Reconocimiento Instrumental de los Pueblos Indígenas” En Bernal, H; Onaindia,
M.; Ibabe, A.; Bermejo, R. (coords.), Amazonia. Biodiversidad Sostenible.
Bilbo: Euskal Herriko Unibertsitatea-Universidad del País Vasco.
Arregi J. I. (2006) Medios de comunicación y empoderamiento indígena:
EnREDando con las nuevas tecnologías. En Mikel Berraondo (ed.), Los derechos de
los pueblos indígenas: esperanzas, logros y reclamos . Bilbao: Universidad de Deusto.
Blakeney, M. (1999). Intellectual Property in the Dreamtime-. Consultado en
23-4-2000 en www.oiprc.ox.ac.uk/EJWP1199.pdf .
Bordewich, F. (1996) Killing the White Man's Indian: Reinventing Native
Americans at the End of the Twentieth Century. New York : Doubleday
Boucher, T. (2005).
How to Spot a Fake Shaman. Consultado en 9-3-2008 en http://www.timboucher.com/journal/2005/09/30/how-to-spot-a-fake-shaman/.
Brown, (1998).
“Cultural Records in Question: Information and Its Moral Dilemmas” Cultural
Resource Management National Park Service, 21 (6).
Carling, J. (1998)
“Tourism and Indigenous People in the Cordillera/Philippines” Contours, 8(3):7.
Churchill, W
(2003). Spiritual Hucksterism:The Rise of the Plastic Medicine Men. Consultado en
23-1-2008 en
http://www.culturalsurvival.org/ourpublications/csq/article/spiritual-hucksterismthe-rise-plastic-medicine-men.
Churchill, W.
(1996). “The Rise of the Plastic Medicine Men”The Moccasin Telegraph, 24 August
Consultado en 9-3-2008 en http://www.hartford-hwp.com/archives/41/398.html.
Deloria, P. J.
(1999). Playing Indian. New Haven CT: Yale University Press
deMille, Richard
(ed.) (1990) The Don Juan Papers: Further Castaneda Controversies. Wadsworth, Belmont,
Ca.
Díaz-Polanco, H.
(2005). Etnofagia y multiculturalismo. Consultado en 20-3-2006 en
http://www.paginadigital.com.ar/articulos/2005/2005terc/educacion3/etnofagia-131205.asp.
DLN Issues. The
Selling of Indian Culture. Consultado en 1-4-2007
http://www.dlncoalition.org/dln_issues/selling_indian_culture.htm.
Dumoulin, D.
(2005). “¿Quien construye la aureola verde del Indio Global? El papel de los
distintos actores transnacionales y la desconexión mexicana”. Foro Internacional,
179, 35-64.
Fikes, J. C. (1996)
“Carlos Castaneda, Academic Opportunism and the Psychedelic Sixties” Millennia
Press.
Hames, R. (2007).
“The Ecologically Noble Savage Debate”. Annual Review of Anthropology, 36,
177-190
Hemachandra (2003).
Selling the Sacred American Indians and the New Age. Consultado en 2-3-2004 en
www.williams.edu/go/native/Selling_the_Sacred.pdf.
Hobson, G. (1978).
"The Rise of the White Shaman as a New Version of Cultural
Imperialism." en: Hobson, G., ed. The Remembered Earth. Albuquerque, NM:
Red Earth Press.
Igoe, J. (2005).
“Global indigenism and spaceship earth: Convergence, space, and re-entry
friction”. Globalizations, 2(3), 377-390 .
Jean, T. (2000).
Selling Native Spirituality. Consultado en 23-1-2008 en
http://www.bluecorncomics.com/newage.htm.
Jean, T. (2001).
Cultural Theft: When claiming one's cultural identity turns into thievery. Consultado en
1-2-2002 en http://www.awakenedwoman.com/cultural_theft.htm .
Jenkins, P. (2005)
Dream Catchers: How Mainstream America Discovered Native Spirituality. Oxford
University Press
Jerónimo M. M.
(2008). The Clash between Western Psychonauts and traditional practitioners.
Ayahuasca, tourism vs tradition (full talk) – Consultado en 2-3-2009 en
http://video.google.com/videoplay?docid=1471567783918794440
Johnson, M. (1994).
Wanting to Be Indian: When Spiritual Teaching Turns into Cultural Theft. Consultado en
1-2-2000 en www.geocities.com/d0n0harm/Wanting2BNDN1.html .
Levi-Strauss, C.
(1997) Tristes Tropicos. Ediciones Paidos Iberica.
Norrell, B. (2002). Quests for
dollars': Plastic medicine men proliferate on Internet, abuse ceremonies . Consultado en
9-3-2004 en www.rickross.com/reference/general/general610.html .
Ramachandra, G.
(1997). “The Authoritarian Biologist and the Arrogance of Antihumanism:
Wildlife Conservation in the Third World,” The Ecologist 27(1):14-20.
Resolution of the
5th Annual Meeting of the Tradition Elders Circle (1980). Native American
Elders' Reactions to Castaneda and 'don Juan'. Consultado en 23-1-2008 en
http://www.sustainedaction.org/Explorations/native_american_elders_reactions.htm.
Rose, W. (1992).
"The Great Pretenders: Further Reflections on White Shamanism." in:
Jaimes, M. A., ed. The State of Native America: Genocide, Colonisation and
Resistance. Boston: South End.
Smith, A. (1991)
"For All Those Who Were Indian in a Former Life" Ms. Magazine, 44(2).
Consultado
en 23-4-200 en http://www.geocities.com/capitolhill/congress/9134/former.html
Spence, M. (1999).
Dispossessing the Wilderness: Indian Removal and the Making of the National
Parks. New York: Oxford University Press.
Spicer, E. (1992).
“The nations of a state”. Boundary 2, 19(3), 26-48.
ST Frequency
Shamans and Charlatans: Assessing Castaneda's Legacy. Consultado en 9-3-2008 en
www.rickross.com/reference/general/general610.html .
Takatoka (2007).
False Shamans. Consultado en 10-12-2006 en
http://www.yvwiiusdinvnohii.net/News20http://www.manataka.org/page23.html
Terry Macy and Daniel
Hart (1995). White Shamans and Plastic Medicine Men. Consultado en 2-3-2009 en
http://www.youtube.com/watch?v=VCLmT_M-qtk&feature=related., Part 1 of 3
Traditional Circle
of Indian Elders, Twelfth Annual Conference at Queen Charlotte Islands, British
Columbia en Magnuson, J. (1989) "Selling Native American Soul," The
Christian Century, 22 November.
Trask, M. (1998)
“Eco-tourism vs. Native Subsistence Gathering Rights/Hawai’I” Contours, 8(3).
Vizenor, G. (1999).
Manifest Manners: Narratives on Postindian Survivance. U of Nebraska Press.
Declaraciones
Declaración de
Mataatua de Los Derechos Intelectuales y Culturales de Los Pueblos Indígenas en
http://www.prodiversitas.bioetica.org/doc23.htm.
Declaración de las
Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas en
http://daccessdds.un.org/doc/UNDOC/GEN/N06/512/10/PDF/N0651210.pdf?OpenElement
No hay comentarios:
Publicar un comentario