1764 septiembre 5.
A pedimento de su padre fue
trasladado al vecino pueblo de Arico, donde recibió sepultura en el presbiterio
de la iglesia parroquial de San Juan Bautista, Marcos Antonio Peraza del
Castillo (1716-1764), Sacerdote de la iglesia católica, capellán y párroco
servidor de Arico y Granadilla
Miembro de una antigua e ilustre
familia sureña, don Marcos Antonio siguió la carrera eclesiástica y fue
ordenado sacerdote. Como tal estuvo durante casi toda su vida como capellán de la Parroquia de San Juan
Bautista de su Arico natal, al frente de la cual estuvo dos veces como cura
servidor, lo mismo que hizo en una ocasión en la Parroquia de San Antonio
de Padua de Granadilla de Abona, pueblo del que era oriundo por su padre. Pero
su prematura muerte pudo truncar la que pudo haber sido una carrera
eclesiástica más destacada.
Nacimiento e ilustre
familia
Nuestro biografiado nació en el
lugar de Arico el 16 de mayo de 1716, siendo hijo del capitán don Marcos
González Peraza del Castillo, natural de Granadilla, y de su esposa doña
Sebastiana María de Mexía, que lo era de la primera localidad. Cinco días
después fue bautizado en la iglesia de San Juan Bautista por el cura párroco
don Salvador Quixada y Castillo; se le puso por nombre “Marcos Antonio” y actuó
como padrino el alférez don Esteban de Morales, vecino del pago de Icor.
Creció en el seno de ilustres
familias sureñas, en las que, entre otros muchos militares y religiosos,
destacaron: su mencionado padre, don Marcos González Peraza del Castillo (1681-
1766), capitán de Milicias; sus tíos maternos, don Francisco González Mexía
(1674-1751), clérigo minorista y capitán de Artillería, y don Salvador García o
González Mexía (1679-?), alférez de Milicias; sus abuelos, don Pedro García del
Castillo (?-1725), capitán de Milicias, y don Salvador González Mexía, alcalde
de Arico y patrono de la festividad de la Cruz; sus tíos- abuelos, don Baltasar González
del Castillo (?-1664), Licenciado y sacerdote, fray Juan García, comisario del
Santo Oficio, examinador sinodal y vicario
provincial de la Orden de San
Francisco, y don Marcos González del Castillo (1646-1714), alférez de Milicias
y alcalde de Granadilla; sus bisabuelos, don Marcos González del Castillo
(1607-1669), capitán de Milicias, don Marcos Rodríguez, alférez de Milicias,
don Francisco González Mexía, mayordomo de fábrica de la parroquia de Arico, y
don Francisco Hernández, capitán de Milicias y alcalde de Arico; y sus
tatarabuelos, don Juan González Gómez, primer capitán de Arico, y don Pedro
García Izquierdo, alférez de Milicias.
Fundación de una capellanía
a su favor y carrera eclesiástica
Desde muy
joven nuestro biografiado
manifestó sus deseos
de seguir la
carreraeclesiástica, para lo que contó con la anuencia de sus padres.
Así, en la tarde del viernes 6 de junio de 1727, fue ordenado de Prima Tonsura
por el obispo de Canarias don Félix Bernui Zapata Mendoza y Cerda1; contaba tan
solo 11 años de edad.
Pero, como aún no poseía
suficiente congrua para ordenarse “in sacris”, sus padres fundaron una
Capellanía mediante documento otorgado en Granadilla el 16 de abril de 1737,
ante don José Conrado Ascanio, escribano público de Vilaflor; estaba pensionada
con cuatro misas rezadas perpetuas en cada año por sus almas y las de sus
difuntos (una a Ntra. Sra. de Candelaria en su octava y tres a San Juan
Bautista, también en su octava), acompañadas de responsos sobre sus sepulcros.
Señalaron por bienes de su dotación tres fanegadas de tierra “medida de puño”,
de pan sembrar, en la Hoya
de Milaneces; otro cercado de ocho fanegadas junto al Barranco de Ortiz; otra
suerte y cercado contiguo en el Brecito Alto, que todo serán cuatro fanegas; y
una casa frente a la iglesia parroquial con el sitio que le corresponde.
Llamaron en primer lugar a su hijo don Marcos Antonio Peraza, por entonces
clérigo tonsurado, que estaba estudiando a fin de lograr las órdenes menores y
mayores; y por su muerte, primero a los hijos y descendencia de su hija doña Gabriela
Peraza y luego a los de doña María García, también hija de los fundadores; pero
con la condición de que habiendo dos en un mismo grado, preferían el mayor
al menor y los hijos del varón a los de la hembra, y que una
vez extinguida su descendencia pasase al
pariente más cercano, con las mismas condiciones.2
Gracias a dicha capellanía, el 14
de junio de 1737 don Marcos Peraza recibió los cuatro Grados (Órdenes Menores)
en Gran Canaria. Como tal acólito, el 31 de mayo de 1738 se le ordenó de
Epístola (Subdiaconado) en la iglesia parroquial del Puerto de Santa Cruz3. Y
poco tiempo después recibió los sagrados órdenes del Diaconado y Presbiterado;
todo ello de manos del nuevo obispo de la Diócesis Canariense,
don Pedro Manuel Dávila y Cárdenas.
Capellán y cura
servidor de Arico y Granadilla de Abona.
Tras celebrar su primera Misa en
la iglesia de San Juan Bautista de Arico, el joven sacerdote quedó adscrito
como capellán a dicha parroquia, colaborando, sobre todo a partir de 1744, en
entierros, oficios de honras, bautizos, bodas, etc., con los distintos párrocos
que pasaron por ella a lo largo de su vida: don José Bernardo Fernández Romero,
don Antonio Felipe del Castillo y don José Nicolás Valladares. También es
probable que, como capellán, en alguna etapa estuviese a cargo de la labor
pastoral en la ermita de Ntra. Sra. de la Luz de Arico el Nuevo.
En dos ocasiones regentó la
parroquia de su pueblo natal y en otra la del vecino pueblo de Granadilla, con
lo que alcanzó la cumbre de su carrera sacerdotal. Durante algo más de dos
años, entre el 7 de noviembre de 1748 y el 27 de marzo de 1751, ejerció como
párroco servidor de Arico, en la vacante dejada por don José Bernardo Fernández
Romero; en ese tiempo contó con la colaboración de los sacerdotes don José
Lorenzo Gómez, don Carlos de Morales y fray Juan Prieto. Luego, durante seis
meses, del 24 de enero a mediados de julio de 1752, actuó como cura servidor de
Granadilla de Abona, al dejar vacante esta parroquia el Lcdo. don Rodrigo
García de Armas; en ese semestre le ayudó en las tareas parroquiales el
agustino fray Jacinto Álvarez.
Finalmente, durante un mes y
medio, desde el 15 de mayo hasta el 3 de julio de 1756 ocupó de nuevo el cargo
de párroco servidor de Arico, al cesar en ella don Antonio Felipe del Castillo;
en este corto periodo contó con la colaboración del presbítero local don José
Lorenzo Gómez. El resto del tiempo continuó vinculado a esta parroquia como
capellán, aunque también seguía colaborando con la parroquia de Granadilla,
localidad en la que pasaba largas temporadas.
Fallecimiento
El sacerdote don Marcos Antonio
Peraza del Castillo falleció en Granadilla de Abona a la temprana edad de 48
años y “dicen que murió administrado de los Santos Sacramentos”; a pedimento de
su padre fue trasladado al vecino pueblo de Arico, donde el 5 de septiembre de 1764
recibió sepultura en el presbiterio de la iglesia parroquial de San Juan
Bautista; se le hizo entierro con capa, cruz alta, encomienda, tres pausas,
vigilia, misa cantada y oficio de sepultura, y se dieron las gracias cantadas.
Al día siguiente se le hicieron los oficios de honras y cabo de año, también
con sus vigilias y misas cantadas, y se dieron las gracias cantadas. A las
ceremonias de ambos días asistieron de capellanes el padre director fray
Agustín Valladares, de la Orden
de Santo Domingo, dos religiosos franciscanos y el presbítero don Andrés
Francisco de la Cámara
y Romero, capellán de la ermita de El Río de Arico. La ofrenda para los gastos
se elevó a dos fanegas de trigo y dos barriles de vino.
(Octavio Rodríguez Delgado, 2013) [blog.octaviordelgado.es]
Notas:
1 Archivo Diocesano de Las Palmas de Gran Canaria. Libros de
órdenes, 1727.
2 Archivo Parroquial
de San Juan Bautista de Arico.
Capellanías. Hoy depositado en el
Archivo Diocesano de Tenerife.
3 Archivo Diocesano de Las Palmas de Gran Canaria. Libros de
órdenes, 1737-1738.
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