Introduccion
|
Saludos
|
Burlas
|
El
cuerpo
|
Interjecciones
|
Consignas
|
Alfabeto
tifinagh
|
Fuente:
www.Mundoguanche.com
:::I.
La lengua:::
Las antiguas fuentes escritas que recogieron los
contactos entre europeos e isleños, sin información ni medios suficientes para
hacer una descripción precisa, dibujaron un panorama idiomático de apariencia
contradictoria. Por una parte, dieron cuenta de las dificultades que
obstaculizaban el entendimiento entre las diferentes hablas isleñas,
insistiendo en que se trataba de lenguas que no poseían nada en común. Sin
embargo, también advirtieron la repetición de muchos nombres de lugar
(topónimos) y mencionaron varios casos en que algún nativo de una isla era
utilizado como intérprete en otra distinta. Pero ambas circunstancias
reflejaban una parte de la realidad.
Los primeros habitantes del archipiélago canario
hablaron el mismo idioma que, desde hace más de tres mil años, sirve como
vehículo de comunicación en gran parte de la mitad septentrional del continente
africano. Desde el mar Mediterráneo hasta la línea sur del Sahara y desde
Egipto hasta la cordillera del Atlas (o, en su día, hasta las Islas Canarias),
la comunidad étnica más antigua de las que pueblan el norte de África se
expresa en una lengua común que recibe el nombre de tamazight o,
en español, amazighe (aunque todavía es frecuente el uso de otra
denominación, bereber, de origen peyorativo).
Sin duda, un territorio tan enorme y diverso ha
condicionado la proliferación de estrategias de adaptación y modos de vida
particulares entre los distintos grupos que componen el amplio mosaico amazighe,
lo que ha generado también abundantes diferencias dialectales. Sin
embargo, no se trata de un fenómeno ligado sólo a la influencia de las
condiciones naturales. A este proceso han contribuido otros factores sociales y
culturales, el más importante de los cuales quizá sea que estos pueblos han
cultivado una tradición más oral que escrita. Pese a conocer la escritura y
emplearla en ámbitos lúdicos y ceremoniales, la oralidad ha ocupado
siempre un plano mucho más activo en todas las instancias y manifestaciones de
esta cultura norteafricana. Así, junto a una estructura lingüística
relativamente uniforme, la lengua amazighe ha desarrollado numerosos
dialectos y hablas a lo largo de la historia, hasta el punto de hacer muy
difícil en ocasiones la comprensión mutua entre algunas de sus variedades.
En una escala por supuesto menor, esta situación
que podríamos calificar como de unidad plural se trasladó también al
Archipiélago. A cada una de las islas llegaron, por lo menos, dos de los muchos
dialectos continentales. Ahora bien, las últimas investigaciones apuntan a que
uno de estos dos flujos fue siempre el mismo, el conjunto de hablas que hoy
conocemos como dialecto tuareg o meridional, pero cuyo origen se sitúa
en la región libio-tunecina. El otro flujo presenta más variaciones según las
islas, pero destaca el aporte de las hablas localizadas en la actualidad en el
centro y sureste de Marruecos.
Y aquí convivieron ambas influencias durante
cientos de años, sin una comunicación interinsular estrecha y sin contacto con
sus respectivas comarcas continentales. Una doble dialectización (continental
e insular) que marcó la personalidad de la lengua amazighe en Canarias.
:::Así se saludaban:::
En la historia del África amazighe, pocas
influencias han causado un impacto tan amplio y profundo como la arabización
iniciada en el siglo VII. Con anterioridad, fenicios, griegos o romanos ya
habían cruzado improntas con aquellas poblaciones. Incluso, sus antepasados libios
o mashwash también se relacionaron con pueblos del Oriente Próximo.
Pero la colonización islámica introduciría cambios determinantes en la
composición de su tejido cultural. La lengua árabe fue impuesta como
instrumento de cohesión ideológica y política en las sociedades conquistadas,
por lo que el idioma original, la tamazight, ha quedado progresivamente
relegado a una vida más doméstica. Muchas costumbres y tradiciones ancestrales
también se han visto alteradas o han desaparecido bajo el peso de esta nueva
realidad.
En las últimas décadas, un creciente proceso de
afirmación cultural intenta desarrollar y, en su caso, restablecer la identidad
amazighe de esas poblaciones. Para ello, se practican algunos
esfuerzos en el sentido de avanzar hacia la creación de formas idiomáticas comunes
(coiné), pero su extraordinaria riqueza dialectal no siempre facilita una
intercomprensión plena. Además, la política de arabización lingüística de la
mayoría de los gobiernos del área, y en ocasiones incluso la abierta represión
social, dificultan aún más esa estrategia reivindicativa.
Aunque apenas proporciona un reflejo anecdótico,
un ejemplo de este empeño se observa en la rápida difusión de la voz meridional
ahul, pronunciada azul en otros dialectos, como expresión de
‘saludo’. Inclusive en Canarias, donde no se ha documentado en las fuentes
antiguas, también ha adquirido cierto arraigo. Con todo, un historiador a
menudo muy bien informado, el médico teldense Tomás Marín de Cubas (1643-1704),
recogió en el siglo XVII unos enunciados propios de la isla de Gran Canaria. El
fragmento en cuestión se puede encontrar en su Historia de las Siete Yslas
de Canaria (1694), más concretamente en el capítulo XVIII del libro II,
dedicado a la «Naturaleza, costumbres y exercicios de los canarios»: «[...]
entrando en las Casas ô Cuebas saludan diciendo Tamaragua, y respondia Sansofi,
que significa aqui biene el huesped, pues sea bien venido» [fol.
78r].
El testimonio no puede ser más preciso, tanto en
su forma como en su significado. Hoy, la restitución científica puntualizaría
las fórmulas del siguiente modo:
(a) tamaragua = da_marag, ‘aquí
(está) el huésped (o vecino)’;
(b) sansofi = ssan_sufi, ‘para el que sea lo mejor’.
(b) sansofi = ssan_sufi, ‘para el que sea lo mejor’.
Respalda esta información de Marín, por lo menos
en parte, un documento de gran valor redactado en la centuria anterior. En el
capítulo LIX de su Descrittione et historia del regno de l’sole Canarie
(1590), el ingeniero italiano Leonardo Torriani (ca. 1560-1628) copió un par de
endechas compuestas en aquel amazighe insular del siglo XVI. En una de
ellas, precisamente en la que atribuye a la isla de Gran Canaria, registra el
concepto maragà [fol. 82r]. Su traducción, que recoge no tanto la
literalidad como el sentido general de esos cantos, aporta una aproximación muy
razonable: ‘bien venido’. Ya sabemos, por Marín y por el análisis
interdialectal, que su campo semántico real se relaciona con la ‘vecindad’,
pero de nuevo aquí aparece en un contexto de salutación: «Aicà maragà», es
decir, ‘¡Oh! A ti, el huésped’.
Así, pues, como impone este tema, parece oportuno despedirse en esta ocasión
con tihulawen aggôtnen, es decir, ‘muchos saludos’.
:::Burlas
y algo más:::
Hay quien dice que uno no llega a dominar por
completo una lengua hasta que es capaz de producir juegos de palabras e
insultos creativos. Moverse en el doble sentido y serpentear por las
sinuosidades conceptuales y sociales del lenguaje requiere imaginación y, por
supuesto, cierta inclinación humorística. De los antiguos isleños, sabemos que,
cuando menos, practicaban la sinonimia, ya que «para
/ una cosa usaban de mas de dos, y tres bocablos diferentes» [Marín
1694: 81v-82r], donde a menudo borbotean las asociaciones de ideas que acabarán
en muchos casos por añadir acepciones a los términos.
De la ironía al sarcasmo, de la burla ingeniosa a
la mofa insultante, hay una frontera muy tenue que sólo transita indemne quien
conjuga el tacto y el talento. Por desgracia, nuestro conocimiento de las
antiguas hablas isleñas no permite aquilatar como es debido todos los
requiebros sociolingüísticos empleados entonces, aunque esta rara habilidad poética
sigue resonando en las Islas.
A continuación, veremos algunas voces antiguas y
otras vivas en la tradición oral, entre las que hay nombres de personas y
adjetivos no siempre compasivos, que proporcionan una muestra interesante de
este epígrafe tan curioso de nuestra cultura ancestral.
Y, como parece lógico, no podemos por menos que empezar precisamente con la noción principal que ocupa estas líneas: ‘broma burlesca, tomadura de pelo’, que la sociedad herreña ha conservado a través de la voz choca (chok, ‘menosprecio’), todavía vigente en el agonizante dialecto zenaga del sur mauritano.
Y, como parece lógico, no podemos por menos que empezar precisamente con la noción principal que ocupa estas líneas: ‘broma burlesca, tomadura de pelo’, que la sociedad herreña ha conservado a través de la voz choca (chok, ‘menosprecio’), todavía vigente en el agonizante dialecto zenaga del sur mauritano.
Por lo general, estas expansiones adquieren un
desarrollo más o menos subido de tono y se deslizan hacia comportamientos poco
decorosos en una ‘juerga’ o ‘borrachera’, es decir, lo que aún en La Palma se conoce como fuleque
(fulleq, ‘indecencia’). El enunciado, habitual en cabilio y en el
ámbito tuareg, alude tanto a inconveniencias verbales (‘hablar sin
discernimiento’) como de conducta (‘descortesía’).
Pero sólo algunas personas se manejan de forma
tan inapropiada, ‘personas de mal comportamiento’, que tampoco rumian muchos
escrúpulos a la hora de inmiscuirse en los asuntos ajenos. A este personaje
‘entrometido’, hombre o mujer, se le endosa aún el calificativo sarpeta,
construido sobre el verbo serreb (‘deslizarse, colarse’) y el sufijo
despectivo hispánico –eta.
Pero es preciso tener ‘poca seriedad y calidad humana’ para actuar así, es decir, ser un chifichafe (šifšaf) o ‘idiota’. Aunque, puestos a elegir sinónimos, disponemos de otras expresiones. Por ejemplo, el nombre de un guerrero de Benytomo que, según el poeta Antonio de Viana [1604, VIII: 153v], atendía por Badel, pese a que no sabemos si esto fue porque era ‘débil de espíritu’, ‘bueno para nada’, ‘idiota’ o ‘enfermo mental’. Apelativo sin duda nada benigno, igual que el adjetivo guarnaco, también a veces substantivado, que se aplica al ‘tonto, bobo’ o, en su literalidad (war_naq), al sujeto ‘falto de dicción, torpe al hablar’.
Ahora bien, si se trata de insultar sin ambages,
resulta obligado acudir a la documentación normanda que, en la conjura
protagonizada por Afche (Afššeš, ‘caprichoso’) contra
Guadarfia (Wadarfi, ‘liberado’), nos desvela un
improperio muy contundente:
Pasados algunos días, llegó Afche al
castillo de Rubicón y acordaron que sería rey a condición de que recibiera el
bautismo junto con todos sus partidarios. Cuando el Rey [Guadarfia] lo vio
llegar, lo miró muy despectivamente diciéndole: “Fore troncquenay”, esto es
“Malvado traidor” [LC (d. 1494: 23r) 2003: 236].
Sólo que el desprecio toma un tinte aún más
notorio en su forma original, ya que no se dirige directamente al noble
sedicioso ni adopta un tono tan literario como sugiere la traducción francesa: fore
[furay] torom kennay deja claro a los
europeos que ‘la sarna han traído [con] ustedes’.
Así, en esta misma línea desprovista de
sentimentalismos, nada como usar un vocablo femenino para ridiculizar a un
varón. Un efecto que, salvo contadas excepciones, se consigue mediante el valor
diminutivo conferido a este género. Quizá el caso más representativo sea el de Temiaba,
«hombre de poco anímo», según dijo de él Abreu [ca. 1590, III,
3]. Este jefe cantonal de Tagaragre (hoy Barlovento, en La Palma ) recibió un adjetivo
verbal (tem-awwad-t) que, con mucha piedad, cabría traducir por
‘pusilánime’, pero que en realidad se conformó sobre la misma base que maguada,
esto es, ‘mujer temerosa’ (literalmente).
Con algo menos de crueldad, aunque no sin
retintín, el ‘hombre cobarde, poco decidido y miedoso’ es motejado todavía en
Gran Canaria de mané, más propio del ‘animal dócil o amaestrado’.
Una fórmula algo más decorosa, en cualquier caso, que el chirgo
o chirguete (chizzget) que se le atribuye al pobre
timorato que ha relajado el control de su esfínter y un escatológico
reguero delata su mortal humanidad.
Para terminar, repararemos en dos figuras
universales, presentes en todas las sociedades de cualquier época. De una
parte, tenemos al raquero o ‘tacaño, avaro’, que se inscribe,
paradojas del lenguaje, en uno de los campos semánticos más fértiles de la
lengua amazighe, el del ‘calor’, la ‘sequedad’, la ‘dureza’ y, cómo
no, la ‘severidad’ (qqar, regh). Y, además, no hemos de olvidar al
‘glotón’ o taburnaque (taburnaqqey), que describe más
exactamente a la ‘persona gruesa y de ojos hinchados’.
:::Las
voces del cuerpo:::
El estado de los conocimientos lingüísticos
acerca de las hablas ínsuloamazighes aún no permite dar cuenta de toda
su nomenclatura anatómica. Disponemos de un caudal de voces más o menos
numeroso para lo que cabría esperar, aunque entre el material que todavía queda
por investigar aguardan sin duda muchos otros vocablos que han de completar
esas denominaciones corporales. Este artículo, por tanto, seguirá abierto por
mucho tiempo y esperamos que poco a poco nuestros pacientes modelos, Guetón y
Texenery, recuperen la memoria y nos enseñen algo más sobre las piezas que
integran nuestro organismo.
Los cronistas antiguos no dejaron un catálogo
específico sobre esta materia. La mayoría de las palabras aparecen en
compuestos o fueron aplicadas a situaciones y objetos con los que guardaban
alguna correspondencia, como se verá en la explicación que vamos a mostrar en
la veintena de asientos que hemos podido reunir.
OSAMENTA
taghissa. s. f. sing. Esqueleto.
|| Pese a que el análisis no termina de ser concluyente, pues la vocal inicial
del registro documental induce a la duda, la mejor referencia para el ‘conjunto
óseo del cuerpo humano’ ha llegado hasta nosotros con la memoria de una
guanchita de 6 años, Itahisa, vendida como esclava en
Valencia.
CABEZA
axfe. s. m. sing. Cabeza. || En
muchos dialectos, y también en Canarias, la pronunciación corriente del fonema
posterior, tanto en su versión sorda (x) como sonora (gh), se relaja hasta casi
desaparecer, por lo que la dicción más frecuente se convierte en afe.
Así ocurría, por ejemplo, con el nombre del famoso jefe canario Gumidafe
(gummad´_axfe, ‘jorobado’), que remite a una ‘cabeza desviada, torcida
o fuera de su posición natural’.
keyye. s. m. sing.
Cráneo. || Los paralelos continentales todavía vigentes muestran este concepto
en femenino (takeyya), aplicado también al ‘vértice o parte más
elevada de la cabeza’. Nuestro insulismo figura en el nombre de un
jefe gomero, Aberbequeye (aberwwi_keyye, ‘cráneo
hundido’), por lo que el uso del masculino, si atendemos a la relación que la
lengua amazighe establece entre el género y el tamaño, lleva a pensar
que este buen hombre no debía tener una cabeza precisamente pequeña.
kanar. s. m. sing. Frente. ||
Aunque haya llegado a nosotros con el uso figurado de ‘vanguardia’ o
‘valientes’, que tal parece ser el sentido del etnónimo canario (kanar-at),
su significado primario alude a la ‘frente grande’ (como corresponde al valor
aumentativo del masculino). Pero si esta hipótesis fuera incorrecta, disponemos
también del nesónimo Tenerife (tener_efey),
donde contamos con una variante abreviada [N•R], ahora en femenino, que además
se repite en el antropónimo de un afamado guerrero teldense, Nayra
(nara), armado sobre otra variante que se vuelve a inclinar por la
acción de ‘guiar’ o ‘estar al frente’.
timmi. s. f. sing. Ceja, ceño.
|| El topónimo herreño Timijiraque nos proporciona una de las
acepciones de este lexema [M•(Y)], quizá la que presenta una aplicación más
humana. Porque el Time (timmäy) o ‘eminencia
orográfica’, que podemos encontrar aún en la geografía de La Palma y Gran Canaria, se
acomoda mejor a la ‘frente o frontal de una montaña’.
urgan. s. m. pl. Bordes de los
párpados. || La toponimia gomera ha conservado este elemento del rostro como
denominación de una degollada, Hurgan, algo que también sucede
con algún valle continental (Ûrgan, en el Adrar).
ted´t
(f.), pl. allen (m.). s. Ojo(s). || Gracias a que este
órgano de la visión se asemeja también a una ‘fuente’, es decir, en ambos casos
se trata de un ‘agujero por el que mana un líquido’, la toponimia ha preservado
los dos números de esta designación. Tedeta, un manantial
ubicado en Vallehermoso (La
Gomera ), Olen, otro venero más en Mirca (La Palma ) y algunos barrancos
llamados Alen en Tenerife y La Palma , confirman incluso la
conexión semántica entre el ‘ojo’ y la ‘fuente’ (común también en otras
lenguas, como el árabe).
gurmad´. adj. m. col.
Orejas (pequeñas). || De momento, no es posible presentar una denominación
concreta. Sólo hemos localizado este adjetivo, que distingue unas ‘orejas
cortas (en animales) o pequeñas (en personas)’.
tinzer, pl. tinzar.
s. f. Nariz. || Una vez más, la toponimia, muy tributaria en todo el mundo amazighe
de las figuras anatómicas, nos brinda nuevos ingredientes corporales. Tíncer,
en Tenerife, y el valle de Tiniçara, en La Palma , añaden a nuestra
lista el singular y plural de este apéndice cartilaginoso.
timit. s. f. dim. Boca
pequeña. || El pueblo sureño de Chimiche (Timitt), en
Tenerife, nos permite restituir la forma amazighe más común para esta
cavidad, imi, pl. imawen.
tazirga. s. f. Muela(s).
|| El nombre de la intérprete palmera María Tazirga
proporciona el nombre de esta pieza dental, aunque no hallamos todavía
suficientes elementos de juicio para concretar su número.
geya. s. m. sing.
Mandíbula, pómulo, mejilla, moflete. || Un popular héroe gomero Gralhegueya
(gdal_x_geyya, ‘protege la mandíbula’), nos traslada un espacio
lateral de la cara que no alcanzamos a definir con exactitud.
amar, f. tamart.
s. Mentón, barba. || La montaña palmera de Tamarajoya (tamart_taghya,
‘barba espesa’), las tierras gomeras de Tamargada (tamart_gadaw,
‘barbilla bermeja’) o el macizo mahorero de Famara (f-amar-a,
‘gran mentón’) recogen ambos géneros de la prominencia inferior del cráneo.
Para rematar la descripción, tal vez resulte
oportuno agregar las ‘cabelleras’, que no sólo eran signo de ‘nobleza’:
tizikkizt. s. f. col.
Cabellera. || Con la típica palatalización tinerfeña de la dental inicial, chizikkizt,
y la marca estatutaria (a)ši prefijada, es fácil reconocer
aquí la ‘calidad opulenta’ que caracterizaba al estamento dominante en la
sociedad isleña.
kebegh. s. m. sing.
Título de dignidad reservado al jefe principal. || Símbolo de ‘fertilidad’ y
‘nobleza’, esta ‘cabellera abundante’ constituía el tratamiento más distinguido
para el mencey.
nazd´. s. m. sing. Pelo,
cabello. || El nombre de un muchacho, Nast, vendido en
Valencia nos ofrece una versión más de los filamentos pilosos que crecen entre
los poros de la piel.
TRONCO
iguma. s. m. pl. Fig.
Espaldas, torso. || La poderosa envergadura del valiente canario Adargoma
(addar_guma, ‘espaldas de risco’) quedó perfectamente reflejada en un
compuesto que retuvo, junto a la versión más frecuente de ‘montaña’ o ‘risco’ (addar),
el ‘pivote’ o ‘tronco (de árbol)’ que algunos dialectos continentales señalan
con la voz agum, pl. iguma o igumen.
aruré, arerú. s. m. sing.
Espalda. (2) Región lumbar. || Como sucede en Marruecos, Níger o Malí, estas
dos variantes gomeras del aruru ‘dorsal’ también tomaron asiento en la
toponimia para significar una ‘colina o loma fuertes’, ‘montaña’, etc.
tuffut, tfufayt. s. f. dim.
sing. Seno pequeño. (2) Pezón. || Expresiones para denotar ‘hinchazones
o bultos’ que semejan un seno de tamaño reducido menudean todavía en el habla
isleña. Voces como chipote, chufo, tufo o totufo
nos regalan la posibilidad de restituir un primario ufuf, pl. uffwan,
ya en masculino, para indicar un ‘pecho, teta o mama’ de mayor dimensión.
Porque la cotufa (o ‘palomita de maíz’) y el chichofe,
una ‘marca en forma de verruga que se le hace a las cabras’, retuvieron mejor
la imagen del extremo que sobresale en los pechos.
tasa. s. f. sing. Hígado.
(2) Boca del estómago, plexo solar. (3) Fig. Corazón. || El noble
guerrero canario Atazaicate (a-tasa_ikahat, ‘gran
corazón’) nos confirma una información sociolingüística muy interesante. En la
cultura amazighe, tanto continental como insular, el ‘hígado’ o las
‘vísceras’ sirven para hacer referencia al ‘centro de los sentimientos más
fuertes’, como el ‘coraje’ o el ‘amor materno’.
tabûtat. s. f. sing.
Ombligo. || Otra niña guanche vendida en Valencia como esclava, Chabuta,
nos brinda la versión más segura para esta cicatriz del vientre.
sonfa.
s. m. sing. Fig.
Ombligo. || Sólo documentada en un registro (zonfa) muy
tardío, a comienzos del siglo XIX, tenemos también esta otra representación del
‘agujero’ que deja en nuestro cuerpo el corte del cordón umbilical.
tafurast. n. vb. f.
sing. Vulva, vagina. || La ‘abertura o grieta’ externa del aparato
genital femenino fue designada en Tenerife con el mismo vocablo (tafuriaste)
que el ‘tambor’, al fin y al cabo un ‘cilindro hueco cubierto con una piel
estirada por una o las dos bases’.
firgan. p. p. m.
sing. Pene. || El ‘tallo o nervio central de la chumbera’, ‘cualquier
palo largo’ y una ‘persona alta y flaca’, que todas estas referencias toma el
participio pirgan, pírgano, pirgua, pirguan o pírguano,
también derivan del verbo ‘levantar’, base de esta denominación mahorera del
miembro viril.
EXTREMIDADES bizza. s. m.
sing. Pene. || Aun
deformada en la voz pisallo, el habla de Tenerife mantuvo esta
designación genital, aunque con aplicación no tanto para los hombres como para
los animales.
zirik. s. m. sing. Fig.
Pene de los niños. || Una ‘cuerda fina o cuerdecilla’ aporta aquí la imagen
infantil del órgano genital masculino, vertida en Tenerife como sirica.
ey. s. m. sing. Brazo. ||
Una vez que hubo quedado manco, Mayantigo, jefe de la comarca palmera de
Adirane, recibió el nombre que reflejaba su nueva situación física: su ‘medio
brazo’ le confirió el apodo Aganeye (azgan_ey).
fus. s. m. sing. Mano. ||
El ‘mayorazgo’ o ‘primer heredero’ que recoge la fórmula canaria punapal
(fus_nafal, ‘llevado de la mano’) nos revela la típica expresión panamazighe
para esta extremidad.
ñoño. s. m. sing. Dedo del pie.
Ú. m. en pl. || ¿A quién no le han pisado alguna vez los 'dátiles'? Pues,
en Gran Canaria, La Palma
y Tenerife, se conservó este 'hueso de dátil' o innew, bien conocido
en el habla de los ayt Ayyache, en la zona septentrional del Marruecos central.
Por extensión, en Gran Canaria se adjudicó también al 'pie grande' y en La Palma , a la 'persona con una
mandíbula inferior más saliente que la superior'. La variante tinerfeña ñáñigo,
hoy ya con poco uso, insiste en esa reduplicación del tema, nnew-nnew,
acaso como expresión de un sentido colectivo.
chícano. s. m. sing.
Músculo desarrollado. (2) Hueso largo. || También pronunciado chíscane,
chíscano o chízcano, este šikan alude en realidad a la
‘pierna’.
Pero, como es natural, parece obligado completar
esta descripción de la maquinaria humana con la pertinente alusión al principal
combustible vital:
ddem, pl. idamman.
s. m. Sangre. || Por dos vías tenemos bien acreditado este concepto, casi
siempre usado a través del valor genérico de su plural y como representación
del ‘parentesco’: Attidamana (atti_idamman,
‘transmite la herencia’), el nombre de la isleña que unificó la jefatura
canaria, y en el segundo verso de la célebre endecha cantada también en aquella
isla (May-ik gwere, dem-a 'ši h´anyi, lit. ‘tu madre está muerta; la
sangre ha dado el cuello’).
:::Interjecciones tenaces:::
Salvo alguna expresión muy bien documentada en
las fuentes escritas pero ya desusada, queda un curioso surtido de
interjecciones que, unas más que otras, todavía se reconocen en el habla
corriente. Habría que realizar encuestas sociolingüísticas exhaustivas para
determinar su vigencia actual, aunque es seguro que cierto menosprecio
esnobista, muy extendido en las últimas décadas, ha restringido la circulación
popular de estas manifestaciones tan coloquiales. Claro que, en honor a la
verdad, los cambios profundos experimentados en los modos de vida también han
contribuido a ese decaimiento. Un fenómeno, sin embargo, alimentado con denuedo
por una ideología dominante que potencia la extraversión y recluye la
canariedad en el tipismo folclórico macerado por la dictadura franquista.
Porque, muy permeable a la presión del poder y las influencias externas, lejos
de cultivar una consciencia plena de la formidable riqueza y diversidad de su
identidad cultural, la población isleña parece afrontar el futuro inmediato con
la misma escasa autoestima social y política que ha signado su historia.
Con todo, diversos colectivos se muestran
dispuestos a imprimir cierto aliento revitalizador a algunas de las fórmulas más
antiguas. Equipos de luchas y juegos autóctonos, por ejemplo, se manejan ya en
ese horizonte.
hai
tu catanaja. interj. GC.
ant. Var. ay tu catana, haita haita datana.
Expresión de ánimo en el combate, que se dirigían los guerreros entre sí para
estimular su arrojo. Una oración exclamativa en su conjunto (xay tu katanah),
cuyo primer ingrediente (xay) aporta además una interjección
expresiva: ‘¡ea, hombre, aumenta los honores!’.
Ahora bien, más difícil resulta aceptar que la
forma datana sea otra cosa que una simple corrupción gráfica
de catana-ja. No obstante, es cierto que podría tener un
sentido propio, bien como locución adverbial o bien como nombre verbal, pero la
información que aducen las fuentes no apoya esta opción.
achi. exclam. Tf. ant. desus. Expresión
de elogio y alegría. Documentada en una frase de alabanza que rindieron los
guerreros de Taoro a Benytomo, este ašik o ‘¡viva!’ subsiste en
cabilio para indicar: ‘¡qué bonito, afortunado, favorable, feliz, dichoso!’.
gama. interj. GC. ant. desus. Basta.
Expresión que, repetida, daba por finalizado un combate (ritual, lúdico, etc.).
Forma imperativa todavía presente en hablas marroquíes y cabilias, donde
extiende su campo semántico hacia el hecho de ‘esforzarse en vano’, ‘rehusar’ o
‘estar colmado’.
Muy cerca de esta significación, se ha querido
situar alguna vez el enunciado «y jode (el mago)». Por
descontado, evoca de inmediato una fórmula de súplica cordial, ihôd
(‘se lo ruego’), bien atestiguada en la tãhãggart. Pero la ascendencia
indoeuropea del verbo joder, en cualquiera de sus dos acepciones
habituales en español, encaja perfectamente con el contexto sociolingüístico
del uso isleño de esta manifestación de fastidio.
Otras interjecciones también se oyen en el
español ibérico o americano, aunque no siempre cae dentro de lo posible
concretar el sentido de las eventuales influencias.
¡ajó! interj. Voz que se usa para hacer
reír a los niños de pocos meses, al mismo tiempo que se les acaricia en la
barbilla. Empleada también en España, pensamos que deriva del substantivo (axo)
‘leche’, perfectamente acreditado en el amazighe insular y
continental.
¡ey! interj. Se emplea para llamar la
atención a alguien. Conocida en Cuba, acepta una explicación solvente a través
de las interjecciones continentales he (‘¡toma, mira!’) y hêy
(‘¡eh!’, con el sentido de llamada).
¡fo! interj. expr. Var. ¡fos!
Indica asco o desagrado cuando se percibe mal olor. Difundida por Portugal,
Galicia, España y América, se suele remontar su etimología a las interjecciones
grecolatinas fey, fufae y fu. Sin embargo, los antecedentes amazighes
no son menos notorios: effô, effu. Un ámbito de coincidencias que
quizá se deba al contacto desarrollado antiguamente por estas tres culturas en
el norte de África.
¡gua! interj. Go, LP y Tf. Se emplea para
expresar temor, admiración, sorpresa o desdén. Suponemos que su empleo en
América se debe a la emigración canaria, pues la exclamación (wah !, awwah
!) cuenta con una sólida representación en las hablas del Marruecos
central y de Argelia.
¡hao! interj. desus. Var. ¡jao!
Voz empleada para llamar a alguien. También fuera de uso en España, es poco
probable que tenga un origen distinto del nombre verbal ghaw, que en
la lengua amazighe expresa un ‘grito’.
Pero todavía disponemos de una media docena de
vocablos genuinamente ínsuloamazighes, algunos de los cuales disfrutan
de un vigor admirable.
chije. m. LP. Var. chis.
Golpe de un boliche disparado contra otro. Acreditada en cabilio, se trata de
una interjección (šših !) que se grita cuando se obtiene un resultado
satisfactorio: ‘¡bien hecho!’.
¡güi! interj. LP. Se emplea para expresar
admiración. Otra exclamación (ewîn !) presente con igual sentido en la
tãhãggart, que puede traducirse por ‘¡perfecto!’.
¡hati
(ahi)! interj. GC. Var.
jati (ahi). Voz utilizada para llamar a alguien. ¡Alto
ahí! ¡Espere! Como es natural, sólo el primer elemento de esta locución se
relaciona con la exclamación hit´, que ya mencionamos para explicar la
variante herreña chita.
¡jachi! interj. LP. Voz para animar a los
animales de labranza a que aceleren la marcha, que se corresponde con el verbo èhèz
(‘darse prisa, apresurarse’).
¡jeles! interj. Go (desus.) y Lz. ant.
¡Corre! ¡Huye! ¡Salta! Voz que usan los pastores para dirigir el ganado.
Compuesta del imperativo hel (‘corre, dirígete hacia’) y el adverbio
de lugar es, el verbo de esta proposición interjectiva queda
perfectamente atestiguado a partir del célebre apóstrofe dirigido por Ibaya a
Hernán Peraza cuando éste iba a ser prendido por los alzados gomeros.
¡jucia! interj. GC, LP y Tf. Var.
¡joce!, ¡jocio!, ¡juicia!, ¡jusia!, ¡ucia! Voz empleada para
ahuyentar a los animales. Casi siempre invocada para eludir el acoso de las
moscas, es la forma imperativa del verbo ‘espantar, alejar, ahuyentar’.
tuei. interj. GC. Voz que se usa para
llamar al perro. Una expresión muy oportuna, por cuanto este nombre verbal
ordena al animal que dé la ‘vuelta’.
Ya amasado y horneado este artículo, recibimos de
Artenteyfak, un colaborador habitual de nuestro foro, otros dos
verbos en situación interjectiva y todavía vigentes en el habla de Gran
Canaria. Ambos le fueron facilitados en conversaciones muy recientes con
informantes que atestiguan su uso en el cuadrante noroccidental de la Isla ; para mayor
concreción, las zonas de Juncalillo (Gáldar) y Artenara, en el primer
caso, y de Valleseco, en el segundo.
¡güí, jaira! interj. GC.
Locución para ordenar a la cabra que se mueva, aunque este imperativo (gguggi),
aún presente en la Cabilia
argelina, exige del animal un propósito más preciso: ‘agruparse’.
pasta. interj. GC. Voz dirigida
a la vaca para que el animal permita a su dueño echarle de comer. En
realidad, se trata de una expresión tranquilizadora (fast), que le
reclama ‘silencio' o 'calma’.
::: Consignas :::
-Canario defiende tu Tierra,
Canario Lucha por tu Tierra = Kannari, areg tmurt-nnek
-Canario defiende tu cultura = Kannari, areg idels-nnek
-Gofio, trabajo, cultura y libertad = gofio [gufuw], wel, idels t-tilelli
-Contra el fascismo [siempre] = mgal tifaz’ist [akk-ass]
-Contra la dictadura [siempre] = mgal tasnareft [akk-ass]
-Contra el imperialismo [siempre] = mgal tamnukda [akk-ass]
-Contra la reacción [siempre] = mgal tasedmirt [akk-ass]
-Jovenes antifascistas = ikšišen mgal tifaz’ist
-independentista/independentistas = Amezzarug, pl. imezzurag / tamezzarugt, pl. timezzuragt
-Ser canario un orgullo = Taggayt n kanarat d asemmâd´
-Conoce la lengua de tus antepasados = Ssen awal n imzwar-nnek
-No al pendón de la conquista = Uhu ejwel n ebbaz´
-Alternativa Popular Canaria = Amlellay Agherfan n Isekenen n Tkanaren
-Sindicato de Estudiantes Canario: Anmalu Inalmaden Ikanaren
-¡Viva Canarias! = ¡Ašik Isekenen n Tkanaren!
-alzados = inekaren
-Gofio, trabajo, cultura y libertad = gofio [gufuw], wel, idels t-tilelli
-Contra el fascismo [siempre] = mgal tifaz’ist [akk-ass]
-Contra la dictadura [siempre] = mgal tasnareft [akk-ass]
-Contra el imperialismo [siempre] = mgal tamnukda [akk-ass]
-Contra la reacción [siempre] = mgal tasedmirt [akk-ass]
-Jovenes antifascistas = ikšišen mgal tifaz’ist
-independentista/independentistas = Amezzarug, pl. imezzurag / tamezzarugt, pl. timezzuragt
-Ser canario un orgullo = Taggayt n kanarat d asemmâd´
-Conoce la lengua de tus antepasados = Ssen awal n imzwar-nnek
-No al pendón de la conquista = Uhu ejwel n ebbaz´
-Alternativa Popular Canaria = Amlellay Agherfan n Isekenen n Tkanaren
-Sindicato de Estudiantes Canario: Anmalu Inalmaden Ikanaren
-¡Viva Canarias! = ¡Ašik Isekenen n Tkanaren!
-alzados = inekaren
-Ningún pueblo celebra su derrota
= usar aγrèf yurar d idla-nnes
-22 de octubre, día de la bandera nacional canaria = (snat tèmerwîn d sîn) aldamarâw n wanbêr, ass n ttsanjaq n tènwat tekanart
-Bandera tricolor = ttsanjaq d-amêdet n tifatin
-La tierra de mis antepasados no se vende = Tamurt n imzwar-inu ut tènuzzu
-Local sociocultural = axxam n taššurt d yidles
-22 de octubre, día de la bandera nacional canaria = (snat tèmerwîn d sîn) aldamarâw n wanbêr, ass n ttsanjaq n tènwat tekanart
-Bandera tricolor = ttsanjaq d-amêdet n tifatin
-La tierra de mis antepasados no se vende = Tamurt n imzwar-inu ut tènuzzu
-Local sociocultural = axxam n taššurt d yidles
::: Alfabeto Líbico y Guanche :::
No hay comentarios:
Publicar un comentario