En la actualidad, el gofio ha
dejado de ser patrimonio de consumidores locales y rurales para serlo de otros
más globales y urbanos, pasando de ser un elemento esencial en la alimentación
diaria en el ámbito doméstico a un consumo más esporádico y prácticamente fuera
de casa, con excepción de los momentos festivos.
Fue la base de la alimentación y elemento
central, en torno al que giraron el resto de los productos en el espacio
alimentario o en la mesa. Hoy en día sigue siendo uno de los alimentos más
representativos y, junto a las papas arrugadas y el mojo, forman el triángulo
sobre el que se sustenta la cultura y
tradición gastronómica de Canarias; con una salvedad importante:
mientras que las papas y
los mojos forman un binomio bastante apreciado incluso por aquellos
paladares más exigentes, el gofio -debido a su textura polvorienta- genera más
aversiones que apetencias.
Los cambios en los hábitos alimentarios han
provocado que su demanda y consumo corresponda más a una cuestión de memoria
colectiva que a una necesidad y apetito por él. Paradójicamente, si bien
es cierto que el consumo local desciende, y como consecuencia de ello y de
otros factores cierran un número importante de molinos en las Islas, no es
menos cierto que, a la par, y como producto del proceso de globalización y del
ingenio de algunos de estos empresarios molineros, éstos han extendido su
influencia e incrementado su producción en nuevos mercados y creado nuevos
consumidores foráneos. En la actualidad, el consumo del gofio ha dejado de ser
patrimonio de consumidores locales y rurales para serlo de otros más globales y
urbanos, pasando de ser un elemento esencial en la alimentación diaria en el
ámbito doméstico a un consumo más esporádico y prácticamente fuera de casa, con
excepción de los momentos festivos.
Con la aparición de estos nuevos
consumidores urbanos, se crean en cierta medida unas nuevas relaciones entre el
campo y la ciudad, de modo que el consumo de gofio en los
establecimientos de restauración evoca de alguna forma la vinculación con la
tierra, con lo nuestro.
En la variedad está el gusto
En la actualidad, existe una gran diversidad
de tipos de gofio que se ha incrementado tanto como la capacidad de los molinos
de producirlos. Y es que, aunque los ingredientes sean más o menos los mismos
en la mayoría de los molinos, en su elaboración influyen múltiples factores: el
grado de tueste que se le dé al grano, la cantidad de sal que se añada, la
separación de las muelas en el momento de la molturación o la fórmula de
proporción de granos (cereales o legumbres), entre otros. La combinación de
cualquiera de estos elementos es !o que hace que cada molino sea en sí un
laboratorio con sus propias fórmulas magistrales. Algunas de ellas
pertenecen al patrimonio familiar y otras son producto del ingenio del molinero
o molinera.
De esta manera, cada molino proporciona al gofio
características diferentes según sea la presencia mayor o menor de unos u otros
elementos que intervienen en las mezclas y las exigencias de la clientela: un
color más o menos tostado, un sabor más o menos equilibrado, así como una
textura agradable al paladar. Ello es debido a que, aunque los molinos son
pequeñas o medianas industrias, la elaboración del gofio sigue siendo una
actividad artesanal.
Diversos tipos de gofios
Está el gofio tradicional, de trigo
-especialmente en Tenerife y La
Palma-, y el de millo, más propio de Gran Canaria y las islas
orientales. En menor proporción se produce el de cebada. La mayor parte de !os
molinos distinguen millo, como cereal de producción local, y el maíz, como
cereal de importación. Igualmente ocurre con el gofio de trigo del país, frente
al gofio de trigo de importación. Esta apreciación en el tipo de cereal -local
o de importación- atiende más a valores sentimentales y a imaginarios de
calidad que se le atribuyen (como orgánico, biológico, sin tratamiento químico
ni aditivos...). Se da la circunstancia de que los molinos que producen gofio
de grano local suelen tener una mejor consideración social.
Los gofios de mezcla contienen dos o más
componentes. Éstos son aleatorios en cada molino. En Tenerife se producen
gofios de hasta ocho elementos. La proporción de cada mezcla la establece el
molinero, y por lo general no se especifica en el envase sino que se conserva
como la formula secreta de cada molino.
Los que se denominan gofios especiales
son aquellos que, a juicio de algunos especialistas -y debido a su proceso
de elaboración-, se considera que tienen menos calorías y son aptos para
consumidores con tensión alta y/o propensos al exceso de peso. En este caso, el
grano se torrefacta dos o tres veces y no se le añade sal. Este tipo de gofio,
aunque se produce desde hace bastante tiempo, ha tenido una mayor incidencia en
una franja de consumidores, debido entre otras razones a las prescripciones
médicas, a las nuevas pautas dietéticas y estéticas que caracterizan los
hábitos alimentarios actuales.
En los últimos tiempos se han incorporado
nuevos cereales y leguminosas que eran prácticamente desconocidos en el gusto
del gofio en las Islas. Nos referimos al sorgo, el arroz, el mijo, la soja y
las semillas de linaza.
Cultura material asociada al gofio
Una parte importante de los enseres del
ajuar doméstico y de los aperos en las Islas giraban en torno al tratamiento de
los cereales y, como consecuencia, del gofio, de su producción y consumo.
Algunos de éstos, por sus dimensiones y peso, permanecían en el interior de la
vivienda rural y en algunos casos de la vivienda urbana. En ocasiones, por la
importancia que tenía el gofio en la dieta diaria, algunos de estos objetos
poseían la condición de ser de uso social compartido entre varias
familias (tal es el caso de los molinos y de los tostadores); y otros formaban
parte del equipaje individual de trashumancia en el caso de los cabreros, o de
los enseres para llevar al campo.
Los molinos de
mano. Por su naturaleza lítica, se conserva una gran cantidad de ellos
en colecciones privadas y en los museos públicos; son de una enorme variedad en
material, tamaños y formas.... Son, tal vez, el objeto de la cultura material
asociado al gofio que ha sido más estudiado e investigado en diversas áreas de
conocimiento: arqueología, historia de la tecnología, etnografía, arqueología
industrial... y aparecen reflejados en innumerables publicaciones.
Los tostadores. Se trata de
un tipo de recipiente de la alfarería popular, de forma circular y muy plano,
con un diámetro en ocasiones superior a los 50 cm y una altura que puede
oscilar entre los 5 y 7 centímetros, y que presenta, en un lado del borde, un
recorte semicircular muy amplio para el vertido, y en el borde contrario un
pronunciamiento de forma triangular o cónica. Para tostar, se colocaba sobre
tres piedras o teniques, que era donde se hacía el fuego del hogar. El
tostador se acompañaba de un instrumento que se denomina de formas diferentes
según sea la localidad o la isla de la que se trate, pero con el mismo
significado: el remijiquero o remejedero, una caña larga o
palo al que se añade un envoltorio de telas en uno de los extremos, que se
denomina muñeca, y sirve para revolver el grano mientras éste se
torrefacta.
El zurrón. Era la bolsa de
piel curtida y gamuzada de cabrito que los pastores utilizaban como recipiente,
y servía tanto para amasar el gofio mediante un ligero vaivén sobre uno de los
muslos de la piernas, como para ser recipiente en el que se recogía la leche
del ordeño de las cabras. El amasado dentro del zurrón puede ser con cualquier
sustancia líquida, untuosa, gofio o sólidos como queso, carne y frutos secos.
Una vez que queda la masa compacta en el interior de éste, se va pasando el
zurrón de mano en mano de tal forma que cada comensal extrae de él una porción
de masa, a la que le da forma apretándola en el puño.
La lata del gofio. Es el
recipiente de latón u hojalata en el que se guarda o guardaba el gofio. Pero
también se denominaba por tal a la jofaina en la que se amasaba éste y se ponía
en el centro de la mesa, y de la que se iba sirviendo cada comensal.
La gaveta. Se trata de una
pieza tallada en madera, casi siempre de los bosques de la laurisilva, que
adopta formas y dimensiones variadas según las Islas. Una de las formas que
puede tener es la de una palangana o jofaina sin bordes curvos. Constituía uno
de los elementos del ajuar de los pastores y al que se le daba diversos usos
domésticos; entre otros, servía para amasar el gofio y como recipiente de
líquidos de uso diverso.
Tradición molinera en Tejina
A Jesús Hernández Alonso, Suso,
como es conocido en Tejina (Tenerife), el oficio de molinero le viene de atrás.
Desde la época de su tatarabuelo materno existía un molino de viento en la zona
de El Ramal. De allí pasó a una zona cercana de la presa que va hacia Bajamar,
y se movía con agua cuando los inviernos eran inviernos. En Tejina, su
abuelo regentó el molino y utilizaba un motor de gasoil, hasta que en 1948
llegó la electricidad al pueblo. Los motores eléctricos de entonces siguen
funcionando hoy en el molino de gofio.
Cerca de veinte años son los que Jesús lleva
regentando el Molino Gofio Raúl (así es como se llamaba su padre) y en
el que junto a él trabajan otras dos personas más.
Lo que distingue este molino es que el
gofio que se produce (en sus diferentes variedades: trigo, millo, trigo y
millo, cinco cereales, garbanzo...) se refina dos veces, lo que se nota mucho
en el sabor. El negocio funciona a través del boca a boca y su propietario
afirma que no hay problemas con la competencia, al referirse al otro
molino que hay en Tejina. Cada uno mantiene su calidad, su clientela, y en
general existe buena comunicación. Cierto es que la actual crisis
alimentaria se está notando en la venta diaria del molino, y la edad media de
los consumidores de gofio es superior a los 65 años.
Este molino está vinculado a la Asociación de
Productores de Gofio de Canarias, y su propietario reconoce que hay bastante
desunión entre los productores, sobre todo entre los molineros que envasan
gofio, que están muy condicionados por los precios que imponen las grandes
superficies, y por eso reclama una mayor unión entre ellos. El futuro lo
ve un poco incierto, pero no creo que vayamos a desaparecer, aunque es
necesario un apoyo real de las instituciones.
(Alberto García Quesada (Museo de Historia y
Antropología de Tenerife. MHAT)
Publicado en el número 334 de BienMeSabe)
Publicado en el número 334 de BienMeSabe)
Este artículo fue publicado en el nº 2 de la
revista Mundo Rural del Cabildo de Tenerife.
Las empresas del sector de la Agroalimentación
de La Gomera
tuvieron una cita con la innovación. Se trata del foro Ganar con Nuestro
Patrimonio: Innovación Sostenible, que organizan el Cabildo Insular de La Gomera , la Cámara de Comercio de Santa
Cruz de Tenerife, la Red Cide
y el Plan de Medianías con el objetivo de ayudar a las empresas de este
importante sector productivo de la isla a ser más eficientes y competitivos en
un mercado cada vez más complejo.
El presidente del Cabildo Insular, Casimiro
Curbelo, afirma que “esta jornada está dirigida, principalmente, a los
agricultores, empresas productoras y distribuidoras de alimentos, instituciones
y público en general con el objetivo de explorar las distintas visiones para
potenciar su crecimiento económico”. Por su parte, la consejera Insular del
Área de Desarrollo del Territorio del Cabildo de La Gomera , Ventura del Carmen
Rodríguez, destacó que “es importante realizar este tipo de foros para tratar
el sector de la agroalimentación y, sobre todo, darle la importancia que se
merece a uno de nuestros productos estrella de la isla, el gofio gomero”.
Durante las jornadas también tuvo lugar un
taller de trabajo denominado Gofio gomero, Patrimonio de La Gomera para el mundo
destinado a agricultores y empresario relacionados con la cadena de valor del
gofio de millo gomero. Entre los objetivos de dicho taller destacó estimular a
las distintas empresas para potenciar la producción y comercialización del
gofio de millo, incentivar la cooperación entre las distintas empresas para
impulsar un desarrollo sostenible y altamente competitivo de cara a su
exportación, identificar proyectos de cooperación empresarial e impulsar la
producción de millo gomero como primer paso para alcanzar los objetivos
anteriores.
Innovación Permanente para Ganar, Los
Alimentos de La Gomera
dan para Más o Innovar en Agroalimentación, fueron algunas de las
ponencias y mesas de debate que dieron forma al programa de esta jornada que
contó con representantes de la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y
Sociedad de la Información
(ACIISI), de la Oficina
de Transferencia de Resultados de Investigación de la Universidad de La Laguna y de la propia Red
Cide de Centros de Innovación y Desarrollo del Gobierno de Canarias.
En estos momentos, el sector de la
agroalimentación es el que mayor peso tiene en la producción industrial de
Canarias, por eso se trata de una actividad estratégica para las Islas que
requiere el máximo apoyo por parte del sector público.
(Redacción BienMeSabe. Publicado en el número
392)
Marca de
garantía Tenerife Rural para el gofio tradicional canario.
El Cabildo implantará la marca de
garantía Tenerife Rural para el gofio tradicional, tal y como ya se ha
hecho con otros productos como la miel, el queso o la carne de conejo. El
acuerdo fue adoptado por el Consejo de Gobierno en el encuentro mantenido en la
mañana de este lunes bajo la presidencia de su titular, Ricardo Melchior.
La marca de garantía Tenerife Rural
forma parte del conjunto de actuaciones llevadas a cabo desde esta Corporación
para la valorización de los productos agroalimentarios, así como para la
defensa de la biodiversidad agrícola, ganadera y desarrollo rural. Esta marca
permite a los operadores del campo tinerfeño dar a conocer la calidad
diferenciada de sus productos y ofrecer a los consumidores la garantía de las
características específicas tradicionales, avaladas mediante los adecuados
controles.
La producción de gofio tradicional de
Tenerife incluye varias etapas, desde la producción del grano en el campo
hasta, hasta la molienda de los granos tostados en el molino. Los cereales que
se empleen para la producción de gofio tradicional habrán de ser producidos en
Tenerife, en explotaciones agrarias inscritas en el registro de explotaciones
agrarias productoras de cereales autorizadas para la Marca de Garantía Tenerife
Rural en cualquiera de los municipios de Tenerife. Las variedades que
pueden emplearse son aquéllas variedades reconocidas como locales por los
agricultores.
De otra parte, el Consejo de Gobierno
acordó la aprobación del proyecto de dinamización y apoyo a la sostenibilidad
del sector agrícola y ganadero de Tenerife para lo que se ha solicitado una
subvención específica al Servicio Canario de Empleo de 120.000 euros.
Dentro del área de Paisaje y Medio Urbano,
se aprobó el expediente de licitación para el suministro de Flor de Pascua para
la campaña navideña 2011. Se trata de 19.925 ejemplares de Euphorbia
pulcherrima, de las cuales 15.000 serán de color rojo y el resto de color
blanco, que serán distribuidas entre los distintos municipios de la isla y
diferentes instituciones con el fin de destinarlos a la ornamentación de zonas
verdes durante la época navideña. Se trata de una iniciativa emprendida hace 14
años que en principio iba dirigida a aquellos ayuntamientos que se habían
incorporado a la campaña de mejora de fachadas, si bien posteriormente se
amplió al conjunto de los términos de la isla.
Dentro de los asuntos tramitados por el
Área de Turismo y Planificación, el Consejo de Gobierno aprobó un convenio con la Escuela de Empresariales
de la Universidad
de La Laguna
que permitirá a un alumno del Master en Dirección y Planificación de Turismo
realizar dos meses de prácticas en las dependencias de la Consejería Delegada
para la Comarca
Icoden-Daute -Isora, ubicadas en Icod de los Vinos.
(Redacción BienMeSabe. Publicado en el número 364)
El Gofio
Canario también obtiene protección estatal.
Las Papas Antiguas, el Plátano de Canarias y la Miel de Tenerife disfrutan ya
de este apoyo.
El consejero de Agricultura, Ganadería,
Pesca y Aguas del Gobierno de Canarias, Juan Ramón Hernández, ha firmado la Orden por la que se concede
la protección estatal transitoria a la Indicación Geográfica
(IGP) Gofio Canario, distinción que se hará efectiva en el momento de
su publicación, en los próximos días, en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Este reconocimiento, que ya disfrutan el Plátano de Canarias, las Papas
Antiguas y la Miel
de Tenerife (en estos dos últimos casos bajo la figura de una Denominación
de Origen), supone que este producto cuente con un sello de calidad
estatal a la espera de que la
Unión Europea tramite la solicitud para la concesión de la
protección europea definitiva.
El Gofio es un producto originario de
Canarias que constituye el alimento más tradicional del Archipiélago y un
referente de identidad, cuyas prácticas de elaboración conservan la esencia de
las técnicas tradicionales utilizadas por los aborígenes canarios. Pese a la
incorporación de sistemas mecánicos mínimos para la realización de algunas de
las fases del proceso de elaboración, como la limpieza y la molturación de
cereal, se siguen conservando gracias a la experiencia del maestro molinero
tanto el fundamento del tostado como del molido, procedimientos que le aportan
una particular autenticidad a la vista, olfato y al tacto. Así, en muchas
industrias se han desarrollado fórmulas para obtener los mejores gofios desde
el punto de vista organoléptico, partiendo de recetas antiguas trasmitidas de
padres a hijos.
Este distintivo, solicitado por los
productores de Gofio de las Islas y tramitado por el Instituto Canario de
Calidad Agroalimentaria (ICCA) -organismo
autónomo dependiente de la
Consejería de Agricultura-, supone que sólo la producción
isleña obtenida bajo los controles y certificación requeridos podrá
comercializarse aludiendo al Archipiélago, evitando así la competencia desleal
y posibles fraudes; al tiempo que permite ofrecer al consumidor un producto con
un origen y calidad diferencial certificados, y sobre todo, crear una marca
colectiva que vincula la imagen del producto al territorio.
Las solicitudes y los pliegos de
condiciones de este producto -donde se justifica la singularidad del mismo, su
historia asociada a Canarias y su método de obtención- se remitirá
posteriormente a través del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio
Ambiente a la
Comisión Europea , donde el expediente será sometido a la
última fase de información pública, previa al dictamen de decisión definitiva y
su inscripción en el registro comunitario. Este trámite constituye un paso muy
importante hacia la obtención definitiva de esta protección que supone el
reconocimiento de la UE
a la calidad diferenciada y singularidad de los productos isleños y al buen
hacer de nuestros productores, al tiempo que se fomenta un esfuerzo colectivo
que redunda en una mejora de la promoción y comercialización del producto.
Puede consultarse el pliego de condiciones en la web http://www.gobcan.es/agricultura/icca/Doc/Productos_calidad/Pliego_de_condiciones_IGP_Gofio_Canario.pdf
Producto de calidad. Según
un estudio realizado por el Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria (ICCA)
sobre usos y actitudes de la población canaria hacia el gofio, éste es visto
por la población de las Islas como un "producto de toda la vida", con
el que se han criado muchos de los encuestados, que evoca recuerdos de la
infancia y que se consume principalmente mezclado con leche. Cabe destacar su
elevada presencia en los hogares canarios, donde tiene mayor protagonismo que
otros competidores como el café soluble, los cereales de desayuno o el cacao en
polvo. Los motivos que aducen los entrevistados para su consumo hacen
referencia a su gusto/sabor y la costumbre/tradición.
Protecciones europeas. La Indicación Geográfica
Protegida (IGP) y la
Denominación de Origen Protegida (DOP) constituyen figuras de
protección que hacen referencia a una región, un lugar determinado o, en casos
excepcionales a un país, que sirven para designar un producto agrario o
alimenticio; permitiendo que las marcas distinguidas pasen a tener
reconocimiento comunitario y por tanto puedan beneficiarse de la protección y
acciones que tiene prevista la normativa comunitaria para alimentos de calidad
diferenciada. La diferencia entre ambas figuras reside en que la DOP se atribuye exclusivamente
a variedades autóctonas, con un marcado vínculo geográfico, propias de una zona
determinada como ocurre con la
Miel de Tenerife, mientras la IGP se refiere a productos que no proceden de
variedades locales, pero cuya calidad es el resultado de la influencia del
clima y el suelo junto a prácticas y técnicas tradicionales vinculadas a un
lugar concreto, como sucede con el Gofio.
(Redacción BienMeSabe. Publicado en el número
409)
El Gobierno de Canarias presenta
oficialmente la
Indicación Geográfica de esta producción, concedida por
Bruselas el mes pasado. Este alimento está presente en un 83% de los hogares de
las Islas.
El gofio es un producto originario del
Archipiélago que constituye el alimento más tradicional de las Islas y un
referente de identidad, y que cuenta además con el reconocimiento de la Unión Europea a
producciones de calidad diferenciada. Se celebraba en Tenerife la presentación
oficial de esta Indicación Geográfica Protegida (IGP) Gofio Canario,
un nuevo sello concedido el pasado mes de febrero por Bruselas tras la
inscripción de este producto en el registro europeo y que se traduce en una
distinción positiva para los operadores debido a que pueden beneficiarse de la
protección y de las actuaciones que contempla la normativa de la UE para alimentos de calidad.
Durante el encuentro, presidido por el
consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Gobierno de Canarias,
Juan Ramón Hernández, se destacó la importancia de este hecho para el sector,
ya que distingue la singularidad de esta producción y supone que sólo los
productos del Archipiélago, obtenidos bajo los controles y certificación
requeridos podrá comercializarse aludiendo las Islas, evitando así la
competencia desleal. "Podemos afirmar que el gofio, que ha jugado un papel
determinante en la dieta canaria, está hoy en condiciones de competir con otros
productos en el exterior y es un elemento dinamizador de la economía
canaria", señaló el titular del Departamento. El acto también contó con la
presencia del director del Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria (ICCA), Alfonso López, y el presidente de la Asociación de
Productores de Gofio de Canarias, Vicente Guerra, quien señaló que esta marca
de garantía es "el reconocimiento de las autoridades y supone subir el
listón de calidad de un producto singular, representando una garantía para el
consumidor". Por su parte, el responsable del ICCA
dijo que "nos encontramos ante un producto que por un lado acredita
sobradamente su gran tradición en nuestras Islas, y que en la actualidad se
intenta reposicionar ante nuestra población; un producto con posibilidades de
futuro, al cual esta IGP abre nuevas líneas
de actuación para el fomento del consumo, tanto entre la población doméstica
como entre los más de doce millones de visitantes que reciben nuestras
Islas".
Se trata por tanto de un logro en el que
sector y la administración han venido trabajando desde hace varios años y que
se inició con la presentación de la solicitud de la Asociación de
Productores de Gofio de Canarias ante este Instituto en enero de 2011. El
organismo autónomo se encargó de la elaboración de la documentación que se
presentó ante el entonces Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino,
para la concesión de la protección estatal transitoria, de la que disfruta
desde abril de 2012 y finalmente obtuvo el reconocimiento definitivo de Europa
el día 11 del mes pasado. Además del gofio, gozan de este marchamo de calidad
las Papas Antiguas, el Plátano de Canarias, la Miel de Tenerife, el Ronmiel y también los quesos
y los vinos amparados bajo Denominación de Origen Protegida (DOP).
Durante el transcurso del acto el
catedrático de toxicología de la
Universidad de La
Laguna (ULL), Arturo Hardisson, ofreció a los asistentes una
charla sobre este producto, en la que afirmó que "el valor nutricional del
mismo es muy superior al de otros competidores como los cereales industriales,
porque la elaboración artesanal hace que sus propiedades nutricionales queden
prácticamente intactas". "Constituye el grupo de alimentos básicos
que se deben consumir todos los días", agregó.
Producto singular. En la
actualidad el Pliego de Condiciones de la Indicación Geográfica
lo define como "el producto obtenido en el archipiélago canario resultante
de la molturación de cereales tostados con o sin adición de sal marina" y
se puntualiza que "puede ir complementado con leguminosas a las que se les
somete al mismo tratamiento que a los cereales". Pese a la incorporación
de sistemas mecánicos mínimos para la realización de algunas de las fases del
proceso de elaboración del gofio, como la limpieza y la molturación de cereal,
se siguen conservando gracias a la experiencia del maestro molinero, tanto en
el fundamento del tostado como del molido, procedimientos que le aportan una
particular autenticidad a la vista, olfato y al tacto. Así, en muchas
industrias, se han desarrollado fórmulas para obtener los mejores gofios desde
el punto de vista organoléptico, partiendo de recetas antiguas trasmitidas de
padres a hijos.
Según un estudio realizado por el Instituto
Canario de Calidad Agroalimentaria (ICCA)
sobre usos y actitudes de la población canaria hacia el gofio, éste es visto
por la población de las Islas como un "producto de toda la vida", con
el que se han criado muchos de los encuestados y que evoca recuerdos de la
infancia. Cabe destacar su elevada presencia en los hogares canarios (83%),
donde tiene mayor protagonismo que otros competidores como el café soluble
(56,5%), los cereales de desayuno (71,4%) o el cacao en polvo (77,6%). Un 76,6%
de los consultados afirma ser consumidor frente a solo un 23,4% que no lo
consume. Los motivos que aducen los entrevistados para su uso hacen referencia
a su gusto/sabor (58,3%) y la costumbre/tradición (20,7%). El 98,8% lo
considera un alimento saludable y destaca su alto valor nutritivo (21,4%), su
aporte energético (19,5%)y su buen sabor (11,4). La Palma (85,5%), El Hierro
(84,6%) y La Gomera
(84,3%) son la islas que registran un mayor porcentaje de consumidores. Gran
Canaria presenta un 79,7% y Fuerteventura un 76,6%, mientras que Tenerife
(73,8%) y Lanzarote (69,2%) son las islas con menor tasa de consumidores. Por
grupos de edad, las personas de entre 45 y 54 años y los de 65 o más, son los
más consumen este producto (un 82,7 y 80,7% respectivamente). Más de la mitad
de los encuestados (56,3%) asegura que consume gofio todos o casi todos los
días y la forma más habitual de hacerlo es con leche (un 82,9% ), seguido del
potaje con gofio (60,3% ), en escaldón de pescado (42,9) y de carne (23). Un
31% indica que lo consume amasado. Todas estas cuestiones demuestran que el
gofio está ligado no sólo a la historia del Canarias, sino también a su
geografía y población, siendo, sin ninguna duda, una seña de identidad del
Archipiélago.
Acciones de fomento. El
Gobierno de Canarias, en el marco de su política de fomento de los productos
canarios de calidad diferenciada, prevé la realización del I Concurso
Oficial de Gofio para el último trimestre del año. En esta línea de
trabajo, la Consejería
de Agricultura a través del Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria (ICCA), realizará en el presente ejercicio una
serie de acciones encaminadas fundamentalmente a la difusión y promoción del
gofio canario entre las que destacan la organización de unas Jornadas
Técnicas-una en Gran Canaria y otra en Tenerife- dirigidas principalmente a los
productores para informar sobre cuestiones de interés como etiquetado del
producto, certificación, un estudio realizado por este organismo autónomo sobre
el sector, etc. Asimismo, el ICCA
potenciará la presencia del gofio canario en aquellos eventos en los que
participe este Instituto y que contribuyan a su promoción, tales como ferias,
concursos, exposiciones, etc.
En materia de comercialización, la empresa
pública Gestión del Medio Rural de Canarias (GMR)
trabaja, de momento, con una empresa, que lleva cerca de 150 años elaborando
gofios de gran calidad para todos sus clientes -desde el de trigo, de siempre,
hasta al gofio de garbanzos- como proveedor de gofio para la gran distribución,
sobre todo la destinada al sector hostelero, y también se buscan fórmulas para
acercar este producto al sector turístico. Además de promover su
comercialización, desde el Departamento se está apoyando el cultivo de cereales
tradicionales en las Islas; para ello, desde GMR
Canarias se está desarrollando un Convenio con la Asociación de Cereales
de Tenerife (ACETE), para fomentar la
comercialización de cereales producidos en el Archipiélago.
La producción total de gofio en Canarias en
2013 fue de 5682 toneladas. Por tipos, más de la mitad (55%) del gofio
producido es de millo. Le siguen por orden de importancia el de trigo (19%), mezcla
de trigo y millo (14%) y mezcla de cereales (12%). El 71% de la producción
total del gofio elaborado en Canarias se destina al mercado local (cada isla),
distribuyéndose el resto (29%) prácticamente en igual porcentaje a los mercados
regional e internacional. En el Archipiélago, los molinos de gofio realizan más
de la mitad de sus ventas (57%) a supermercados, cerca de una cuarta parte
(24%) directamente al consumidor y el resto (19%) a las tiendas tradicionales
de alimentación.
(Redacción BienMeSabe. Publicado en el número 515)
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