Eduardo
Pedro García Rodríguez
El 29 de mayo de cada año debemos instituirlo como “Día de la Resistencia Nacional
Canaria”. No estamos ya, en el “Día de Canarias de perros con collar” ni en el
tópico interesado y manido “Encuentro de dos culturas” arteramente sostenido y
difundido por los estamentos coloniales.
Será el día de
la resistencia guanche de todas las Islas, todos los pueblos, todos los
barrios, todas las calles, todas las casas y todas las personas del archipiélago.
En la encrucijada actual no puede ser un nombre neutro y asexuado, de falsa
hermandad.
Hay que ver
donde están los nudos de los desencuentros para fundar un encuentro real y
verdadero entre todos los canarios. Los
superiores intereses de la
Nación Canaria exigen un esfuerzo conjunto y generoso para
que el mensaje emancipador pueda ser
asumido por la sociedad canaria y su repercusión tanto nacional canaria como
internacional pueda ser tan contundente y estremecedor que haga aflorar las
contradicciones de seis siglos de dominación colonial y neocolonial.
El balance
positivo de las últimas acciones anticoloniales, a pesar de algunos desacuerdos
nos indica que el proceso de descolonización, es sin duda irreversible.
Los
desacuerdos son más de métodos y procedimientos que de planteamientos de fondo
en el seno de la lucha pacifica por la
descolonización e independencia. Pero los métodos, sean cuales sean, no dejan
de comprometer siempre -en algún sentido- el planteamiento central y sobre todo
su contenido, orientación y destino futuro la descolonización e independencia.
Sería
interesante que algunos colectivos independentista analizaran profundamente los
últimos acontecimientos electorales en el país vasco, donde la metrópoli
rozando la ilegalidad de su carta magna se ha deshecho de los para ellos
incómodos partidos de izquierda vascos de corte nacionalista, creando leyes
especificas para eliminar a un amplio sector de la población vasca de los
procesos electorales, cerrando filas en esta acción antidemocrática los
principales partidos políticos del reino de España, el Partido ¿Obrero? Español
y el Partido Popular, aparentemente antagonistas, pero que no dudan en formar
una piña cuando se trata de cercenar las libertades de los pueblos.
¿Acaso creen estos
colectivos nacionalistas canarios que el sistema imperial español les va a
permitir que alcancen determinadas cotas de poder político que puedan poner en
entredicho su dominio colonial? Sería tanto como creer en los cantos de
sirenas, o aceptar en pleno siglo XXI el
cambio de espejitos por la libertad y dignidad del pueblo canario.
En este
domingo de mayo de 2009 los
independentistas debemos asumir con firmeza y determinación en nuestras manos
las únicas herramientas que nos permitirán de una vez por todas cortar las
cadenas que nos humillan y esclavizan: La:
¡¡DESCOLONIZACION E INDEPENDENCIA!!
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