domingo, 13 de julio de 2014

Movimientos cruciales III.




Rukaden Ait Anaga
Continuando con lo dicho en anteriores comunicaciones, ¿Recogemos o no recogemos el grito que nuestro Padre de la Nacionalidad Canaria, el Prócer Secundino Delgado lanzó al mundo? Creo que en el ánimo y el espíritu de todas/ os está no solo el recogerlo, sino el de hacerlo realidad, por lo menos en la gente que conozco.
Como el pasado ha estado lleno de contratiempos, hechos y actuaciones (O la ausencia de ellas) que no han desembocado en la creación de un Movimiento Nacional capaz no solo de aglutinar a toda nuestra gente, a los hermanos y hermanas, camaradas y compañeras/ os, sino de crear las condiciones objetivas necesarias para la concesión de nuestras aspiraciones, coincidiremos todos en que ya va siendo hora de hacerlo. No se necesitan grandes cosas ni sacrificios, solo la voluntad de hacerlo.
Yo no quiero decir que todo lo que se ha hecho en el pasado no ha servido de nada, porque además de mentir, sería injusto y despreciaría la ingente labor, los sacrificios y la sangre derramada por miles de los nuestros que se crecieron ante las dificultades y contra el temporal de la represión y el descrédito, las humillaciones y el desprecio, no solo mantuvieron viva la llama de la Libertad. No, ni siquiera yo soy tan… (Cada cual que ponga lo que quiera)
Pero si quiero decir, que “esas soluciones” ya no nos valen en el presente (Salvo una que todas sabemos y no es preciso nombrar y que espero y deseo que continúe estando ahí, en silencio todavía, “a la espera”) Quiero decir que si no construimos el futuro de Canarias todavía, por lo menos debemos crear la herramienta revolucionaria que nos permita hacerlo. Y también que no debemos ser tan quisquillosos, tan ideológicamente puros y tan precisos que nos rompamos los cascos buscando “la herramienta perfecta, la definición perfecta” de entrada, porque entonces estaremos cayendo en los mismos errores pasados, pues este instrumento de lucha, primero debe nacer y luego ir evolucionando, perfeccionándose y adaptándose a las necesidades de la lucha diaria y cotidiana, a las necesidades y aspiraciones de nuestro Pueblo. Por lo tanto el primer paso es dotarnos de la estructura en sí misma, con un contenido mínimo (Los 5 puntos de la Dignidad Canaria), y a partir de ahí ir creciendo, consolidando el proyecto y dotándolo de todo lo necesario para la consecución de todos los objetivos.
Con la base ideológica y la experiencia acumulada en tantos años de lucha, no partimos de la nada. Tenemos una base, unos cimientos sobre los cuales construir el futuro de nuestra Patria/ Matria y nuestro Pueblo. Ahora es preciso crear una Organización capaz no solo de aunar esfuerzos y aglutinar a todas/ os las/ os independentistas, además tiene que conducirnos, con el tiempo, a la victoria.
Aquí surge el problema de definir qué tipo de organización es necesaria o cual es mejor. Lo ideal sería, he dicho ya, un solo partido que nos aglutinara a todos, receptivo y abierto a todas las sensibilidades, pero, también he dicho que sería necesario un enorme ejercicio de generosidad por parte de todos, para vencer los recelos y todo lo que nos venga del pasado, así como los personalismos. Como todos más o menos nos conocemos personalmente a nosotros mismos, esta opción, por lo menos de entrada, va a ser difícil llevarla a cabo, por lo que debemos, en aras de la operatividad y el tiempo que se nos echa encima, no perder demasiado tiempo en esto, y retrasar el momento en que debamos abordarlo, aunque por otra parte resulta cierta temeridad enfrentar un proceso electoral en que nuestra organización ni presente fisuras aprovechables por el caciquismo, y no sucumba a las tensiones propias de la vida política cotidiana, sobre todo si es de las características y comportamientos tan sucios que todos hemos visto en el pasado. Pero, ahí queda la cuestión, que no es mi tarea decidirla.
Nos queda entonces, al principio- decía- la opción única de una Coalición electoral; En Canarias estas coaliciones solo han triunfado en contadas ocasiones que no es preciso nombrar, pues las demás no han conseguido “cuajar” como todos sabemos. Si hubiese una voz “autorizada” que “velara” para que cada cual cumpla con los compromisos que libremente adquirió, no habría ningún problema, pero como de momento al menos no la hay ni se le espera, debe ser una cuestión estrictamente de compromiso mediante documento notarial encaminado a dos temas:
1-     Las siglas y por lo tanto los cargos que pudieran obtenerse no estarán controladas por ninguna organización en concreto.
2-     Al no estar controladas por ninguna organización sino por individuos independientes a título personal, los cargos públicos adscritos a dicha coalición, firmarán un documento de renuncia previo a presentarse en cualquier candidatura a cualquier cargo orgánico o público, solo a falta de fecha. Es preciso aclarar que ningún candidato podrá tener parte del control de la organización, me refiero a la titularidad legal de la misma.
(Naturalmente se crearía una comisión encargada de que no se produjeran “abusos” en lo concerniente a las supuestas “renuncias”, mientras los cargos elegidos se atengan a los acuerdos, mandatos y programa/ as de la formación, una especie de comisión de garantías que tomaría sus acuerdos por mayoría absoluta, lo que necesita obviamente el consenso de al menos la mayoría de estos)
La forma de organización y el programa, será en la próxima comunicación.
Julio de 2014.



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