1960 agosto 4.
Fallece en Genova, Pedro Rodríguez Baute (1895-1960),Cura
ecónomo de El Tablero, párroco propio de Punta Llana y El Tanque, y coadjutor
de Icod de Los Vinos.
En anteriores artículos ya hemos
hecho hincapié en el elevado número de güimareros que han seguido la carrera
eclesiástica a lo largo de su Historia, tanto en el clero secular como en el
regular, sobre todo en los siglos XVIII y XIX. No obstante, de los nacidos en
el siglo XIX sólo seis sobrevivieron hasta el siguiente: don Justo Campos
Rodríguez, don Domingo Elías Estévez, don Trino Torres Hernández, Fray José
Torres Hernández, don Domingo Pérez Cáceres y don Pedro Rodríguez Baute.
En este artículo vamos a recordar
al último de ellos, el entrañable sacerdote don Pedro Rodríguez Baute, quien
estudió en los Seminarios de La
Laguna y Las Palmas de Gran Canaria. Luego, tras su
ordenación, desarrolló una intensa labor de apostolado en distintas parroquias
de la Diócesis,
como cura ecónomo de la parroquia filial de El Tablero, durante tres años;
párroco propio de Puntallana (La
Palma), durante 22 años, estando encargado en alguna ocasión
de las parroquias de San Andrés y Sauces; y párroco propio de El Tanque y
coadjutor de Icod de los Vinos, durante 10 años. Falleció repentinamente en el
transcurso de una excursión turística por Francia e Italia.
Nuestro biografiado nació el 2 de
junio de 1895, a las cinco de la mañana, en la plaza de Santo Domingo de
Güímar, siendo hijo de don Felipe Rodríguez, natural de San Juan de la Rambla, y de doña Dominga
Baute Lugo, que lo era del pueblo sureño, y ambos vecinos del barrio de Guaza.
Seis días más tarde recibió las aguas bautismales en la iglesia parroquial de
San Pedro Apóstol, de manos del cura ecónomo don Jerónimo Padilla y Morales; se
le puso por nombre “Pedro Felipe Ramón” y actuó como padrino don Pedro
Hernández González, natural de la ciudad de La Laguna y maestro de
Instrucción Pública en la escuela de niños de dicha localidad.
Carrera sacerdotal
Don Pedro cursó la Enseñanza Primaria
en la escuela elemental de niños de su pueblo
natal, teniendo como primer
maestro a su mencionado padrino, al que sucedieron don José Afonso Castro, don
Antonio Fumero Pérez, don José Delgado Marrero y don Benito Navarro Rodríguez.
Como curiosidad, el lunes 22 de
junio de 1908 se celebró en dicha escuela pública de niños de Güímar, que por
entonces regentaba don José Delgado Marrero, una velada literaria y musical
presidida por el primer teniente de alcalde, el párroco-arcipreste y el citado
maestro, al final de la cual se repartieron diplomas a “los alumnos que más se
distinguieron en los exámenes celebrados en ese mismo día”; y entre los 24
niños premiados figuraba don Pedro Rodríguez Baute2.
A pesar de la muerte de su
padrino don Pedro Hernández González en 1901, nuestro personaje siguió
vinculado a la familia de éste, bajo la protección de su viuda doña Ramona
Farré y Pujol, de su hijo don Luis Hernández Farré y de su nuera doña Isabel
Rodríguez Reverón. Por iniciativa de esta familia, y con su ayuda económica, en
el año 1914 don Pedro ingresó en el Seminario Diocesano de Tenerife, con lo que
pudo ver cumplido un sueño que de otro modo sus padres no hubiesen podido
asumir.
Mientras cursaba sus estudios
eclesiásticos, en septiembre de 1916 la Comisión Mixta de
Reclutamiento de Santa Cruz de Tenerife acordó conceder un año de prórroga para
su incorporación a filas, al mozo del reemplazo de ese año “Pedro Rodríguez
Baute de Güímar”, en vista del número que a cada Caja de Recluta se asignaba en
la Real Orden
del Ministerio de la Guerra
del 1 de agosto anterior3.
Siendo aún seminarista, el
domingo 22 de agosto de 1920 participó en la función solemne de la fiesta
dedicada a Ntra. Sra. del Carmen en el Santuario del Santísimo Cristo de
Tacoronte, como informó Gaceta de Tenerife el 24 de dicho mes: “El domingo a
las 10 de la mañana, tuvo lugar la solemne función religiosa, oficiando en la Santa Misa el Párroco
don Vicente Ferrer de la Cruz, ayudado
por los señores
don Francisco Herraiz
Malo y seminarista don Pedro
Rodríguez Baute”4. Poco después fue nombrado albacea testamentario, junto al
sacerdote don Ruperto Marcos Molina y Molina (párroco de Candelaria), del
mencionado sacerdote don Vicente Ferrer de la Cruz, Lcdo. en Sagrada Teología, “Párroco de la Villa de Güímar, Ecónomo de
Tacoronte, Capellán de Honor y Predicador de S. M.”, fallecido en Tejina el 4
de septiembre de 19235.
Posteriormente, don Pedro se
trasladó al Seminario Diocesano de Las Palmas de Gran Canaria, ciudad en la que
el 5 de abril de 1924 fue ordenado de Tonsura, Órdenes Menores y Subdiaconado,
por el obispo de Canarias don Miguel Serra y Sucarrats. En las témporas de
diciembre de ese mismo año el citado obispo le ordenó de Diácono, como publicó
el Boletín Oficial del Obispado de Tenerife: “En las témporas de diciembre el
Excmo. Sr. Obispo de Canarias se dignó conferir el sacro orden del Diaconado a
los alumnos de nuestro Seminario Conciliar don Pedro Rodríguez Baute, don
Federico Ríos Machado y don Francisco Segovia Hernández. / Sea enhorabuena”6.
Como tal diácono, el 1 de enero
de 1925 don Pedro asistió a los actos celebrados en Tejina con motivo del paso
de la procesión con el Santísimo Sacramento, procedente de la parroquia matriz
de la Purísima
Concepción de La
Laguna, con destino a la nueva parroquia del Valle de Guerra:
“El V. párroco Licenciado don Basilio Santiago y González revestido con la rica
pluvial donativo del difunto benemérito Licenciado don Vicente Ferrer de la Cruz, acompañado del Rdo. P.
Caminos S. C. M., del diácono don Pedro Rodríguez Baute y de los aplaudidos
tenor y barítono Simó y Perera dieron mayor realce a aquellos momentos de
intensa emoción. El Sr. Beyro pronunció breves frases. La concurrencia de
cofrades y fieles y el artístico altar llamaron la atención de todos”7.
El 6 de junio de dicho año 1925,
en las témporas de la
Santísima Trinidad, recibió el Sagrado Orden del Presbiterado
en la misma ciudad de Las Palmas, de manos del citado obispo de Canarias don
Miguel Serra y Sucarrats; acababa de cumplir los 30 años de edad. Tras su
ordenación el joven sacerdote regresó a Güímar, en cuya iglesia parroquial
celebró su primera Misa; indescriptible fue la alegría que en tan señalado día
sintieron sus padres y la familia de su difunto padrino. Asimismo, el 24 de ese
mismo mes de junio, don Pedro actuó como “subdiácono” en la primera misa que
cantó su compañero del Seminario don Francisco Segovia Hernández, en la iglesia
parroquial de Ntra. Sra. de los Remedios de Buenavista8.
Cura ecónomo de El
Tablero (El Rosario)
Su primer destino fue el de cura
ecónomo de El Tablero, por entonces en el municipio
de El Rosario, mediante
nombramiento expedido el 15 del citado mes de junio de 1925, tan solo nueve
días después de su ordenación. En esta filial, dependiente de la parroquia
matriz de Ntra. Sra. de la
Concepción de La
Laguna, desarrolló su ilusionada labor de apostolado durante
tres años. Por entonces, su jurisdicción se extendía también a los pagos y
ermitas siguientes: Machado o El Rosario, con la antigua ermita de Ntra. Sra.
del Rosario, que dio nombre a todo el término municipal; El Chorrillo, con la
ermita de San Isidro; El Sobradillo, con la antigua ermita de la Virgen del Carmen; y el
Llano del Moro, con una ermita dedicada a la Santa Cruz.
Su labor parroquial fue destacada
por el corresponsal de Gaceta de Tenerife en El Rosario el 20 de enero de 1926,
bajo el titular “Labor plausible del cura párroco”:
Tanto como las mejoras y
progresos materiales, reciben con aplauso los pueblos todo cuanto en su
provecho se haga en el orden espiritual y cultural.
Y esto último es lo que ahora le
sucede a El Rosario, con nuestro celoso y virtuoso párroco, don Pedro Rodríguez
Baute. Este digno sacerdote, velando entusiastamente por la cultura y la
educación religiosa de nuestro pueblo, se ha impuesto la benemérita tarea de
enseñar, por mañana y tarde, a un crecido número de niños y niñas.
¡Así es
como se labora
prácticamente contra el
analfabetismo, que cada
día adquiere en Canarias
más alarmantes proporciones!
Con lo que
también el señor Rodríguez Baute va inculcando en
nuestros niños las verdaderas doctrinas de nuestra Santa Religión Católica.
Y para que esa hermosa conducta
de nuestro párroco sirva de ejemplo en todos los pueblos canarios, la hacemos
pública por medio de estas líneas, aunque con ellas se sienta herida la gran
modestia de dicho virtuoso sacerdote.9
Como ejemplo de su actividad, en
los días 15 y 16 de mayo de ese mismo año 1926, con motivo de la fiesta de San
Isidro en El Chorrillo, celebró sendas misas con sermón, como destacó La Prensa: “En los dos días
habrá misa rezada a las ocho, y cantada a las once, con sermón del venerable
párroco, D. Pedro Rodríguez Baute”10. Asimismo, el 18 de julio de dicho año se
celebró una velada religiosa en la escuela nacional de niñas de La Esperanza, organizada
por la maestra doña Consolación García Sánchez, en la que intervino nuestro
biografiado: “El dignisimo y culto párroco del Tablero don Pedro Rodríguez
Baute, cerró la velada con un brillante y elocuente discurso, con preciosos y
sublimes ejemplos, elogiando a tan digna como ilustrada profesora”11.
Párroco propio de Punta Llana, confesor de la hijas de la
caridad y cura encargado de San Andrés y Sauces.
El 3 de enero de 1928 fue
trasladado, también como cura ecónomo, a la parroquia de San Juan Bautista de
Puntallana, en la isla de La
Palma14. Como tal, en mayo viajó al pueblo de Santa Úrsula,
en Tenerife, de lo que se hizo eco el corresponsal de Gaceta de Tenerife el 27
de dicho mes: “En días pasados tuvimos el gusto de saludar en este pueblo a los
jóvenes párrocos de San Miguel y Puntallana, nuestros amigos don Valentín
Marrero Reyes y don Pedro Rodríguez
Baute, respectivamente”15. En agosto
hizo otro viaje
a Santa Cruz
de Tenerife, tal como señaló el mismo periódico en sus ecos de sociedad,
aunque confundiendo la parroquia que regentaba: “Ha llegado de Puntagorda (isla
de la Palma) el
digno cura párroco de dicha localidad, don Pedro Rodríguez Baute”16.
Lamentablemente, el 27 de enero de 1934 sufrió un robo en su parroquia, que fue
recogido en La Prensa:
En la madrugada del sábado, en la Parroquia de San Juan de
Puntallana, apareció la puerta de la fábrica inmediata a la sacristía, abierta.
Avisado el cura de dicha
parroquia, don Pedro Rodríguez Baute, que se encontraba en La Galga, acudió
inmediatamente, y al penetrar dentro de la iglesia, acompañado del juez
municipal, don Esteban Hernández; el secretario, don Francisco Ibarra, y dos
testigos, observaron, al abrir la puerta que da a la citada parroquia, que las
ropas vestuarios estaban tiradas por el suelo, y que en la citada puerta habían
dado cuatro barrenos para correr un fechillo.
Se llevaron las varas de los ciriales, destornillándolas.
También desaparecieron tres capas y varios objetos.17
El diario Hoy también se hizo eco de dicho incidente, bajo
el titular “Robo en una iglesia”:
El sábado último, a la madrugada,
en la parroquia de San Juan de Puntallana, apareció la puerta que está detrás
de la fábrica inmediata a la sacristía abierta. Avisado que fué el cura párroco
don Pedro Rodríguez Baute, que se encontraba en La Galga, acudió
inmediatamente, y al penetrar dentro de la iglesia, acompañado del juez
municipal don Esteban Hernández; el secretario, don Francisco Ibarria, y dos
testigos, observaron al abrir la puerta que da a la citada parroquia, que las
ropas vestuarios estaban tiradas por el suelo, y que en la citada puerta habían
dado cuatro barrenos para correr un pestillo.
Se llevaron las varas de las
ciriales, destornillándolas, tres capas y otros objetos.
Se ha dado cuenta al Juzgado de
primera Instancia, el que ha empezado a instruir el correspondiente sumario, y la Guardia civil sigue la
pista de los malhechores.18
El 22 de junio de dicho año 1934
participó, con numerosos fieles de su parroquia de Puntallana, en la fervorosa
peregrinación al santuario de Ntra. Sra. de las Nieves, con motivo de la
celebración del cuarto aniversario de la Coronación de la Patrona de La Palma, en el jubileo del Año
Santo de la Redención
19. En agosto de ese mismo año visitaron la isla de La Palma el diputado de Acción
Popular Agraria y primer vicepresidente del Parlamento, don Cándido Casanueva,
el Conde de Argillo y el diputado a Cortes por Tenerife don Tomás Cruz
García; tras visitar
el santuario de la Virgen de
las Nieves, se
dirigieron al pueblo de Puntallana por la carretera del Norte,
llegando hasta el túnel del Río, en La
Galga, límite de las obras de la carretera en construcción;
luego, “Al regreso visitaron la iglesia de San Juan y el venerable señor cura
párroco, don Pedro Rodríguez Baute, ofreció a los visitantes pastas y licores,
volviendo de nuevo a Santa Cruz de la
Palma, de paso para el pueblo de Breña Alta”20.
En los días 27 y 28 mayo de 1936,
don Pedro participó en el solemne Novenario que se dedicó a la Virgen en la parroquia de
Los Sauces, como destacó el corresponsal de Gaceta de Tenerife: “Los días miércoles y jueves, con
creciente auditorio, predicó el
R. P. de Puntallana don Pedro Rodríguez Baute, exponiendo acertadamente los tropiezos que
el mundo, desviado de Dios, encuentra para el cumplimiento de sus
deberes y conseguir la felicidad; y como sólo, mediante la práctica de la Religión y la unión con
Dios, favorecidos con la protección de la Santísima Virgen,
podemos conseguir nuestro último fin, hallando en María, Auxilio de los
cristianos, el remedio a nuestras necesidades”21.
Varios años
después de su
llegada a Puntallana
obtuvo la propiedad
de dicha parroquia, en virtud del
concurso-oposición a curatos vacantes celebrado los días 20 y 21 de noviembre
de 1940, según convocatoria del 2 de agosto anterior; tomó posesión como
párroco propio el 24 de abril de 1941. En ese mismo año llevó a cabo obras de
reparación en el tejado del templo parroquial. Permaneció a su frente durante
22 años.
En esta antigua parroquia
funcionaban las Hermandades del Santísimo Sacramento, la de la Virgen y la Asociación de las Hijas
de María. Su jurisdicción abarcaba por entonces varios pagos y ermitas:
Tenagua; Santa Lucía, con ermita de la misma advocación; El Granel; y La Galga, con la antigua ermita
de la Virgen
de la Piedad.
Además, el 11 de diciembre de
1944 el Sr. Rodríguez Baute fue nombrado confesor de las Hijas de la Caridad del Hospital de
Ntra. Sra. de los Dolores de Santa Cruz de La Palma. Como párroco de
Puntallana, en 1947 asistió a la emotiva consagración de su paisano y amigo don
Domingo Pérez Cáceres como obispo de Tenerife. En agosto de 1949 fue nombrado
confesor ordinario de las Hijas de la Caridad de la Residencia Sanitaria
de Santa Cruz de La Palma. Y
en abril de 1950 estuvo encargado también de la parroquia de San Andrés
Apóstol, en el vecino municipio de San Andrés y Sauces.
Párroco propio de El
Tanque
Recién cumplidas las Bodas de
Plata en el sacerdocio, en agosto de 1950, por traslado
de propiedad, nuestro personaje
fue nombrado párroco de San Antonio de Padua en El Tanque, regresando a
Tenerife tras más de dos décadas de ausencia; tomó posesión de la misma a
comienzos del inmediato mes de septiembre, después de pasar unos días en su
Güímar natal. En la parroquia norteña sucedió a su compañero del Seminario don
Francisco Segovia Hernández y permaneció a su frente durante diez años, hasta
su inesperada muerte. Simultáneamente se le designó coadjutor de la parroquia
de San Marcos Evangelista de Icod de los Vinos.
En la antigua parroquia de El
Tanque funcionaba por entonces la
Hermandad del Santísimo Sacramento y la Cofradía del Rosario. A
su jurisdicción pertenecían varios pagos y ermitas: Cruz Grande, con la ermita
del Santísimo Cristo; Ruigómez, con la ermita de San Isidro Labrador; Erjos,
con una ermita dedicada a la
Milagrosa; y Los Llanos, con la ermita de San José.
Durante su ministerio parroquial
fue levantada la actual torre de la iglesia de San Antonio de Padua, puesto que
la anterior amenazaba ruina, siendo inaugurada solemnemente el 13 de junio de
1960. El reloj que actualmente luce fue donado por numerosos habitantes del
municipio emigrados a Venezuela.
Fallecimiento
repentino y nominación de una calle de El Tanque
En el verano de 1960 don Pedro
Rodríguez Baute decidió realizar un viaje turístico por Francia e Italia,
sobreviniéndole la muerte de forma repentina cerca de Génova, el día 4 de
agosto del citado año; contaba 65 años de edad, de los cuales 35 de intensa
vida sacerdotal. La noticia produjo una gran impresión en la Diócesis, sobre todo en
los cuatro pueblos en los que había transcurrido toda su vida: Güímar, El
Tablero, Puntallana y El Tanque.
El Boletín Oficial del Obispado
también se hizo eco de tan sensible pérdida: “Repentinamente, mientras
realizaba una excursión turística por Italia, falleció, cerca de Génova, el día
4 de agosto anterior, el Rvdo. Sr. don Pedro Rodríguez Baute, Párroco de San
Antonio de Padua de El Tanque, produciendo la noticia la natural consternación
en la Diócesis”22.
La iglesia parroquial de San
Antonio de Padua de El Tanque, que estuvo regentada
por don Pedro Rodríguez Baute
durante los últimos 10 años de su vida.
Poco tiempo después, el
Ayuntamiento de El Tanque dio el nombre de “Párroco Pedro Rodríguez Baute” a
una calle de dicho pueblo, en reconocimiento a la brillante labor desarrollada
por este sacerdote en aquella localidad.
(Octavio Rodríguez Delgado, 2014) (Cronista Oficial de
Güímar) [blog.octaviordelgado.es]
Notas:
1
Sobre este personaje puede verse también otro artículo de este mismo
autor: “Personajes del Sur (Güímar): Don Pedro Rodríguez Baute (1895-1960),
párroco propio de Puntallana y El Tanque”, El Día (La Prensa del domingo), 8 de
mayo de 1994; “Pedro Rodríguez Baute (1895-1960), cura párroco de El Tablero,
Puntallana y El Tanque”, El Cañizo, nº 23 (abril de 2002), pág. 13. Con
posterioridad, la reseña biográfica se ha visto enriquecida con nuevos datos.
2 “Desde Güímar”. El Tiempo, sábado 27 de junio de 1908,
pág. 1.
3 “Crónica”. Diario de Tenerife, lunes 4 de septiembre de
1916, pág. 1.
4 “Fiestas en los pueblos. De Tacoronte”. Gaceta de
Tenerife, martes 24 de agosto de 1920, pág. 1.
5
Esquela de don Vicente Ferrer de la Cruz. Gaceta de
Tenerife, miércoles 5 de septiembre de 1923, pág. 1; ibid., 22 de septiembre de
1923, pág. 1; ibid., 3 de septiembre de 1924, pág. 1; y La Prensa, 3 de septiembre de
1924, pág. 2.
6 “Ordenados”. Boletín Oficial
del Obispado de Tenerife, 1 de enero de 1925, pág. 26.
7 “Nueva parroquia del Valle de
Guerra”. Boletín Oficial del Obispado de Tenerife, 1 de enero de 1925,9 de
octubre de ese mismo año ofició la misa solemne en honor de San José, patrono
de la ermita de un barrio de dicho término, como informó La Prensa: “El día 9, a las
diez de la mañana, función religiosa con sermón del venerable párroco don Pedro
Rodríguez Baute”13.
8 “De los pueblos. Buenavista”. La Prensa, 27 de junio de
1925, pág. 2.
9
El Corresponsal. “De la vida canaria. Por nuestros pueblos. El Rosario.
Labor plausible del cura párroco”. Gaceta de Tenerife, 20 de enero de 1926,
pág. 2.
10 “De los pueblos. El
Chorrillo”. La Prensa,
miércoles 12 de mayo de 1926, pág. 2.
11 Varios vecinos. “Del Rosario en la Esperanza. Fiesta
escolar”. Eco del Magisterio Canario, 30 de julio de 1926, pág. 4.
12 Anuario General de las Islas
Canarias, 1927, pág. 122.
13 La comisión. “De los pueblos.
Fiesta de San José”. La Prensa,
jueves 6 de octubre de 1927, pág. 2.
18 “Servicio
informativo regional. Corresponsales de Hoy. Santa Cruz de la Palma. Robo en una
iglesia”. Hoy, 1 de febrero de 1934, pág. 2.
19 “Peregrinación, en la isla de la Palma, al santuario de
Nuestra Señora de las Nieves. En el jubileo del Año Santo de la Redención”. Gaceta de
Tenerife, 5 de julio de 1934, pág. 2.
15 El Corresponsal.
“De la vida canaria. Por nuestros pueblos. Santa Úrsula. De sociedad”. Gaceta
de
Tenerife, domingo 27 de mayo de 1928, pág. 1.
16 “Ecos de sociedad”. Gaceta de Tenerife, 25 de agosto de
1928, pág. 2.
17 “Información regional. La Palma. Parroquia
robada”. La Prensa,
1 de febrero de 1934, pág. 2.
20 “Estancia de
personalidades de Acción Popular en la isla de La Palma”. Gaceta de Tenerife,
30 de agosto de 1934, pág. 2.
14 “Nombramientos”. Boletín Oficial del Obispado de
Tenerife, 1 de julio de 1928, pág. 199.
21 “De la vida
canaria. Información por nuestros pueblos. Los Sauces. Solemnes cultos
marianos”.
Gaceta de Tenerife, 6 de junio de 1936, pág. 6.
22 Boletín Oficial del Obispado de Tenerife, 1960.
Necrológica.
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