1999 noviembre 26.
Falleció en su domicilio de
Candelaria a las tres de la tarde, Manuel Barroso Hernández (1916-1999),
Agricultor, exportador, empresario, concejal, depositario de los fondos
mucipales, primer teniente de alcalde, juez de paz, “Afable del turismo”
presidente del “C.D. Candela” y directivo del “C.L. Tinerfe”, que da nombrte a
un paseo de la Villa
de Candelaria.
Trabajó como
agricultor-exportador y empresario
de la construcción.
Tuvo una notable actividad
pública como concejal del Ayuntamiento, depositario de los fondos municipales y
primer teniente de alcalde. Pero, sobre todo, fue juez de paz de Candelaria
durante más de 17 años y medio, lo que mereció el premio “Afable del Turismo”,
que le concedió el CIT “Candelaria-Caletillas”. Además, fue presidente del
“C.D. Candela” y directivo del “C.L. Tinerfe” de Barranco Hondo. Al margen de
los cargos ostentados, apoyó con su firma todas las iniciativas que redundaban
en mejoras para sus paisanos.
Agricultor-exportador
y empresario de de la construcción.
Nació en la Plaza de Santa Ana de
Candelaria el 3 de octubre de 1916, a las seis de la madrugada, siendo
hijo de don
Emérito Barroso Espinosa,
natural de La Matanza de Acentejo, y de doña María del Carmen
Hernández Llarena, que lo era de Santa Cruz de Tenerife. El 19 de noviembre
inmediato fue bautizado en la iglesia de Santa Ana por el cura encargado don
Ruperto Marcos Molina y Molina, cura propio de la parroquia de San Marcos
Evangelista de Tegueste, y actuaron como padrinos don Francisco Mesa Torres y
doña María Cruz Rodríguez. De corta edad pasó a vivir con sus padres a Aroba.
Cursó sus estudios en la escuela
pública de niños de Candelaria con los maestros don Modesto Hernández Francisco
y don Esteban Martín Mederos, obteniendo el Certificado de Estudios Primarios.
Luego sirvió como soldado en el Regimiento de Infantería Tenerife nº 38,
teniendo la suerte de no ser movilizado para la Guerra Civil al salir
como mantenedor, aunque sí prestó sus servicios en el Destacamento de Adeje.
El 17 de mayo de 1961, a los 44
años de edad, contrajo matrimonio en la iglesia de Santa Ana de Candelaria con
doña María Concepción Catalina Rodríguez Mesa, de 45 años e hija de don
Cipriano Rodríguez Díaz y doña Emilia Mesa Torres; los casó el cura ecónomo
fray Juan Fernández Baca, el popular “Padre Juan de Candelaria”, y actuaron
como padrinos don Francisco Saavedra Roca, cabo 1º comandante del Puesto de la Guardia Civil, y
doña Carmen Morales Hernández. Se establecieron en Aroba, donde vivieron el
resto de su vida.
Don Manuel era un hombre de recia
personalidad, pero de buen humor. Durante casi toda su vida trabajó en la
agricultura, pues poseía una finca en Araya en la que cultivaba papas de
embarque y viña, llegando a recoger 1.000 kilos de uvas. Además, durante muchos
años regentó un empaquetado de frutos para la exportación, que enviaba al
extranjero a comisión, a través de don Florentín Castro. Asimismo, su salón se
utilizaba con frecuencia para la celebración de bodas. Y, finalmente, creó una
empresa de compresores para obras, dedicada sobre todo a la apertura de pozos y
al desmonte de solares.
Concejal, depositario de fondos municipales, primer teniente de
alcalde, juez de paz, presidente del “C.L. Tinerfe”.
Además, ostentó distintos cargos
de responsabilidad en su villa natal. El 2 de febrero
de 1964 tomó posesión como
concejal del Ayuntamiento de Candelaria por el tercio de representación
sindical, siendo elegido por unanimidad depositario de los fondos municipales,
así como miembro de la
Comisión de Hacienda y representante del Ayuntamiento en la Junta Pericial. El
5 de febrero de 1967 fue elegido primer teniente de alcalde y con esa misma
fecha presentó su renuncia como depositario, pero el Pleno le pidió que
continuase en el cargo.
Permaneció en dichas
responsabilidades municipales durante cinco años, bajo la presidencia de don
Juan Castellano Castellano y don Rodolfo Afonso Hernández. Como curiosidad, por
entonces donó todos los terrenos necesarios para abrir una nueva calle, la
actual Tagoro, acto de desprendimiento que hasta hace poco no había sido
reconocido debidamente.
El 1 de febrero de 1969 cesó en
la corporación municipal, al ser nombrado juez de paz de Candelaria, cargo en
el que permanecería, ininterrumpidamente, durante 17 años y siete meses, desde
el 30 de enero de 1969 hasta el 9 de septiembre de 1986, siendo el segundo más
longevo en toda la historia de este municipio. En función de esta
responsabilidad, siempre procuró buscar la concordia entre los vecinos y ser lo
más ecuánime posible, ayudando a todas las personas que se veían en algún
aprieto, por lo que aún se le recuerda con afecto.
Con motivo de su cese y en
reconocimiento a la labor que había desarrollado como juez de paz, el Centro de
Iniciativas Turísticas Candelaria-Caletillas le concedió el premio “Afable del
turismo” 1986, en su apartado de “merecimientos propios”, que se le entregó en
el hotel “Tenerife-Tour” de Las Caletillas el viernes 4 de septiembre de 1987.
Asimismo, don
Manuel destacó como
un firme impulsor
del “Club Deportivo Candela”, del que fue elegido
presidente, logrando a comienzos de 1964 que este equipo de fútbol fuese
subvencionado por el Ayuntamiento. También fue directivo del “Club de Luchas
Tinerfe” de Barranco Hondo.
Tenía una bodega en la parte baja
de su casa, por la que pasaban con frecuencia todos sus amigos,
así como la
mayoría de las
autoridades civiles, religiosas
y militares de Candelaria, organizándose en ella
improvisadas tertulias. También poseía un pequeño jeep, que fue el primer
vehículo de motor que llegó hasta Araya. Y apoyó con su firma todas las
iniciativas que redundaban en
mejoras para sus paisanos, como
la colocación de la red eléctrica en Araya, Igueste y el cruce
del Fuerte, así como la instalación de la red de agua potable en varios lugares
del municipio. En el aspecto personal, realizó diversos viajes de turismo con
su esposa por las islas y la
Península.
Fallecimiento, descendencia
y denominación de un paseo
Su esposa, doña Concepción
Rodríguez Mesa, murió el miércoles 14 de mayo de 1997, a los 81 años de edad. A
la una de la tarde del día siguiente se efectuó el sepelio en Candelaria, desde
la cripta de Santa Ana a dicha parroquia, en la que se oficiaron las honras
fúnebres, y a continuación recibió sepultura en el cementerio de esta villa.
Sólo dos años y medio le
sobrevivió su esposo, don Manuel Barroso Hernández, quien falleció en su
domicilio de Candelaria el viernes 26 de noviembre de 1999 a las tres de la tarde,
cuando contaba 83 años de edad, tras recibir los Auxilios Espirituales. A las
cinco de la tarde del día siguiente se efectuó el sepelio desde la cripta de
Santa Ana a dicha parroquia, donde se ofició el funeral por el cura párroco don
Jesús Mendoza González y a continuación recibió sepultura en el cementerio de
esta villa. El 29 de dicho mes y el 3 de enero de 2000 se oficiaron sendas
misas por su alma en la misma iglesia parroquial.
Habían procreado tres hijos: doña Georgina, que casó con el prestigioso músico arafero don Eneldo Díaz
Fariña; doña Nicolasa Concepción, conocida por “Vidermia”, esposa del
funcionario y ex-concejal don Francisco Pérez García; y don José Barroso
Rodríguez, ya fallecido, casado con doña María del Carmen Rodríguez Encinoso;
los tres con sucesión.
En reconocimiento a sus
cualidades humanas y profesionales, a propuesta de la Mesa Comunitaria
de Candelaria Centro-La Viuda, el 29 de junio de 2009 el Ayuntamiento de
Candelaria acordó dar su nombre a un paseo del barrio de Santa Ana. El 25 de
julio inmediato se tributó un homenaje conjunto a los beneficiarios con la
nominación de 11 calles o paseos y una
plaza en el barrio de Santa Ana, entre los que figuraba don Manuel. Y el 26 de
abril de 2010 se celebró el acto oficial del descubrimiento del rótulo con
dicha nominación, “Paseo de Manuel Barroso Juez de Paz”, con lo que quedaba
perpetuado su recuerdo en el callejero municipal de Candelaria, para
conocimiento y orgullo de sus paisanos.
(Octavio Rodríguez Delgado, 2014. Cronista Oficial de
Candelaria) [blog.octaviordelgado.es]
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