jueves, 29 de mayo de 2014

EFEMERIDES CANARIAS






UNA HISTORIA RESUMIDA DE CANARIAS

ÉPOCA COLONIAL: DECADA 1911-1920



CAPITULO-XXXII




                                Eduardo Pedro García Rodríguez


1916 Febrero 29. El sistema de bloqueo aliado llegó a su culminación con las («listas negras») y los navicerts, a lo que se añadió la regulación de los suministros de carbón y el control postal. Listas estatutarias de personas y firmas, en otros países aparte de los enemigos, con quienes se prohibía tener relaciones comerciales a las personas y firmas en el Reino Unido por razones de la nacionalidad enemiga o asociación enemiga de aquéllas, se publicaban con regularidad desde febrero de 1916. Entre las firmas listadas se encontraba desde el 29 de febrero de 1916 la Woermann Linie de Guiniwuada n Tamaránt (Las Palmas de Gran Canaria). Además, con el fin de impedir el quebrantamiento de las disposiciones que sobre el comercio con el enemigo se habían dictado, todos los bienes exportados desde ciertos países al Reino Unido y sus Dominios, Colonias y Protectorados -a excepción de la carne, azúcar y productos petrolíferos que lo fueran al Reino Unido, India y Egipto- debían estar acompañados desde octubre de 1916 por (certificados de interés) o navicerts. Éstos eran expedidos por agentes consulares británicos tras requerir evidencia documental de que ninguna persona o personas con quienes es tuviese prohibido establecer relaciones comerciales tenía interés alguno en los bienes. En la lista de países a los que se exigía este requisito había una mención específica a las Islas Canarias. El período de validez mostrado en los certificados no podía exceder en ningún caso los dos meses, requiriéndose que el embarque desde el país de origen se efectuara dentro del período de validez establecido en el certificado. En Canarias era costumbre que los cosecheros entregaran su producción de frutas a agentes en los puertos de embarque hacia Inglaterra y estos agentes aparecían en todos los documentos de expedición como los fletadores. Los funcionarios consulares ingleses en Canarias fueron autorizados en noviembre de 1916 por el Embajador británico en Madrid, Sir Arthur H. Hardinge, para expedir un solo "certificado de interés" aunque la carga fuera de varios y diferentes productores.
Además de la navegación entre Canarias y el Reino Unido, y la llevada a cabo por buques británicos entre puertos neutrales, la navegación entre estos últimos realizada por buques de naciones neutrales se veía también sometida al extenso sistema de control aliado, ante la necesidad de asegurar un incremento del espacio de tonelaje para las importaciones aliadas de artículos estrictamente esenciales para cubrir sus necesidades inmediatas.
1916 Julio 2. Se llevó a cabo el cambio de nombre del Municipio, sustituyéndose el del Valle de Santiago por Santiago del Teide. La razón de dicho cambio lo motivó el hecho de que las cartas que mandaban los emigrantes de Cuba, se remitían por el servicio de correos equivocadamente a Playa de Santiago, en La  Gomera, en lugar de Valle de Santiago.
1916 Julio 26. Las compañías inglesas establecidas en Chinech (Tenerife) Coaling Company, Elder Dempster, Bank British West Africa, Cory Hermanos y Hamilton volvieron a dirigirse al Cónsul para que comunicara su protesta por las órdenes del Almirantazgo británico -alentadas por los rumores habidos en Inglaterra sobre la presencia de barcos enemigos en las cercanías de Canarias-, solicitando su concurso para desmentir estos rumores que, según fueron informados, eran producto de las acciones en contra de Chinech (Tenerife) de ciertos agentes del Almirantazgo en Cabo Verde y Dákar interesados en las estaciones carboneras de sus puertos. Apelaban a las pruebas de patriotismo dadas por las firmas carboneras británicas de Chinech (Tenerife) y al hecho de que no se había producido en la isla ningún caso de «ayuda al enemigo» desde el estallido de la guerra, refiriendo el boicot del puerto como extremadamente injusto y que podría alienar las simpatías locales, en un comienzo completamente «pro-aliadas». Se declaraban dispuestos a soportar las pérdidas dadas por las exigencias de la guerra, pero no un castigo para el que no parecía existir razón alguna. Se mencionaban algunas de las líneas que habían sido advertidas en contra de Chinet (Tenerife), entre las cuales se encontraba la propia Elder Dempster & Co., y esperaban que este estigma fuese levantado y que tan pronto como el Almirantazgo coincidiera con ellos en que los vapores no corrían innecesarios riesgos avisaría a las líneas de navegación. Croker escribió a Londres el mismo día, enviando la protesta de las firmas inglesas y repitiendo que a su entender no existía razón para que la navegación británica y aliada evitara Chinech (Tenerife). Cuando el Foreign Office, en vista de los importantes intereses comerciales británicos envueltos, planteó la cuestión de nuevo al Almirantazgo, la respuesta de éste fue la misma que había dado en febrero. Aunque el Departamento Comercial del Foreign Office deseaba que el Almirantazgo le desvelase confidencialmente sus razones, finalmente se asumió que debía aceptarse la seguridad dada por el Almirantazgo de que tenían buenas razones para su acción, ya que las consideraciones comerciales debían, en esos tiempos, estar subordinadas a las militares Por su lado, al Cónsul se le dieron seguridades de que el Gobierno avisaría a los barcos mercantes británicos tan pronto pudieran reanudar las escalas en los puertos canarios.
1916 septiembre 6.
Se rescata la propiedad del Drago milenario en I cod, Tenerife
"¡Dragos!... He aquí a los magnates de nuestra flora. Recios, ciclópeos, sombríos, tod
en ellos tiene un sello carac­terístico de grandeza, de monumento prehistórico, que no l
graron remover ni reducir a pavesas las fraguas de los volcanes... ¡Qué adustez
tan especial tienen estos árboles milenarios, que no han logrado 'familiarizarse' con
pueblo! Recluidos generalmente en solitarios lugares, a extramuros de los pueblos,
oquedades sombrías... ".
Don Leoncio Rodríguez González.
(Del libro Los árboles históricos y tradicionales de Canarias. II. Biblioteca Canaria. Tip. Nivaria. 1946).

"En Icod se detuvo la comitiva un gran rato; hubo Te Deum, inauguración de una escuela y visita al tradicional Drago milenario, a cuya sombra los reyezuelos de otros tiempos rindieron pleitesía y sumisión a Castilla. Se ha pe­dido al general Primo de Rivera que, junto al árbol que mantiene su fortaleza a través de mil años, se construya un gran parque que se declare nacional. El general lo conce­dió en el acto, esperando que el Rey prestará su aproba­ción". Así recogía el rotativo madrileño "ABC", bajo la firma del corresponsal Sr. Reverte, las imágenes vividas el 18 de octubre de 1928 por la excursión de la comitiva pre­sidencial en la Ciudad de Icod de los Vinos.

Pero lastimosas y desconsoladoras fueron la sensa­ciones vividas en el recuerdo colectivo tras la "gratitud" del Dictador. El peso de la púrpura burocrática, el culto al rito de los trámites y el tradicionalismo autocrático de las instituciones del Estado fueron toda una prueba a superar por las autoridades locales. Solamente el profundo com­promiso asumido, la valía profesional y las gestiones pro­tagonizadas tanto por el Alcalde de la época, don Felipe Guzmán y Cruz (Icod, 4-XII-1870//Icod, 25-1V-1943), como por el socio fundador honorífico y Presidente del Casino "Centro Icodense" y de Unión Patriótica local, don Domingo Martínez de la Peña y Fleytas (Icod, 2-VI-1883/7 Icod de los Vinos, 24-IV-1965), pudieron combatir las interferencias ministeriales que con finalidades perturba­doras retrasaban y contradecían las promesas presiden­ciales certificadas ante el venerado y admirado Drago Milenario.
Las anteriores consideraciones nos llevan a examinar algunas de las múltiples comunicaciones que se cruzaron sobre este particular entre el Ayuntamiento y el Gobierno de la Nación. Pero, para exponer los antecedentes necesa­rios, recordemos que toda la finca con el árbol pertenecie­ron en su día a doña Guillermina Fajardo y Carballo de Fleytas. habiéndose adquirido por el Ayuntamiento de la Villa de Icod el 6 de septiembre de 1916 por la cantidad de 9.000 pesetas, según escritura que otorgó dicha señora ante el Notario de esta Villa D. Ramón Feria y Concepción, que se inscribió en el Registro de la Propiedad de Icod con fecha 4 de noviembre de dicho año, en el folio 118 del Li­bro 106, finca número 1547, por triplicado con la inscrip­ción 14.
Como decíamos, para hacer cumplir con hechos y no con palabras las demandas de recuperación de la propiedad del terreno, el 19 de octubre de 1928 (día siguiente a la vi­sita presidencial) se envía un completo informe titulado El Drago de Icod donde se expresan los antecedentes sobre la misma. Y, dado su carácter ilustrativo, reproducimos li­teralmente la parte principal del expediente que detallaba lo siguiente:

"Antecedentes pedidos por el Excelentísimo Señor Presidente del Consejo de Ministros, para el Preámbulo
s
del Real Decreto en que este famoso Árbol, la finca donde se levanta y las parcelas sobrantes de la carretera de San Marcos (Icod) a Guía, quedan cedidos al Ilustre Ayunta­miento de la Ciudad de Icod en Tenerife, para la formación de un Parque de plantas indígenas y donde el Drago Mile­nario tenga adecuado asistente.

El Drago de Icod es el más hermoso ejemplar de la especie Dracaena drago 1., y el único ejemplar existente de una flora ante-diluviana (Humboldt). Árbol histórico, a su sombra pactaron los cuatro Menceyes Guanches la sumi­sión a la Corona de Castilla.

Dimensiones: perímetro 12 metros; altura 15 me­tros; edad 3.000 años. (Humboldt, Abate Le Dru. Leclerq. Bolívar y Calderón).

Se levanta en un huerto anexo a la casa número 5 de la calle de Las Angustias, en la Ciudad de Icod. casa y huerto perteneciente al Estado y todo, miden 500 metros cua­drados de extensión, limitando: Este, la expresada calle de Las Angustias; Oeste, con tierras de Don José de L. Cá-ceres y Monteverde, hoy carretera y parcelas de la carrete­ra de Icod a Guía; Norte, con casa de los herederos de Don José Mendoza y Pons, actualmente, parcela sobrante de la carretera de San Marcos (Icod) a Guía; y Sur, con propie­dad de Don Ernesto Hernández Fleytas. La finca situada tiene para el riego del huerto un chorro de agua diaria y continua de 480 litros o sea medio metro cúbico.

El municipio de Icod, con el fin de que el Estado hi­ciera en él un Parque Nacional y regional donde el célebre Árbol tuviera sitio decoroso, lo cedió al Estado con fecha 30 de junio de 1919, pasando a depender a la Dirección General de Agricultura del Ministerio de Fomento.

Disposiciones gubernamentales ordenaron la rápida formación del proyectado Parque, pero han pasado los años, con dilatados expedientes e informes de la Jefatura de Montes del Distrito, que han retrasado, no sabemos por qué razón, la ejecución del proyecto, y sólo se ha limitado a empotrar unos cuantos estacones de pino y una alambrada de púas metálicas, como sobradamente ha visto su Exce­lencia el General".

A todo esto, la inoportuna respuesta ministerial fue disimulante y ejercida con ambigüedad. La aprobación de la Real Orden del Ministerio de Fomento de 1 de Julio de 1929 dispondría solamente para el Ayuntamiento las parce­las sobrantes de la Carretera de San Marcos a Guía, lo cual era insuficiente porque no repercutía dicha medida sobre el desalojo del Sobreguarda de la casa forestal en cuestión. Víctimas nuevamente del laberinto burocrático e infati­gables al desaliento administrativo, nuestros reconocidos valedores fundamentaron en distintas comunicaciones los justos términos de sus suplicatorios. Ilustrativamente, po­demos considerar la carta remitida desde las Casas Con­sistoriales de la Ciudad de Icod a 27 de julio de mil novecientos veintinueve en la cual se pide una oportuna aclaración a la inconsecuente R.O., considerando que "en la expresada Resolución no se cede con claridad a este Municipio, aunque haya sido esa la idea que guió al Go­bierno, la propiedad del famoso árbol y del vetusto edificio y su pequeño huerto anexo en que se levanta, circunstan­cias esenciales para que pueda este Ayuntamiento proceder a la ejecución de las obras proyectadas". La revisión poste­rior vendría fundamentada en la Real Orden de 22 de marzo de 1930 del Excmo. Sr. Ministro de Economía Nacional del Gabinete, presidido por el general Dámaso Berenguer, por la cual se comunica al Ingeniero Jefe de la Sección Agronómica de Santa Cruz de Tenerife, Sr. Rodolfo Go-dínez, el cumplimiento inmediato de acceder a lo solicita­do por la Municipalidad de Icod. Y, será la R.O. del Ministerio de Fomento de 28 de agosto de 1930 (Registro de Entrada del Ayuntamiento de Icod n° 949 * 1930) la que restituya el valor efectivo de la promesa presidencial. Fi­nalmente, durante la sesión extraordinaria del Pleno Muni­cipal del 30 de agosto de ese año, es cuando su entonces mandatario, Sr. Torres Barroso, dará lectura al telegrama del Sr. Subsecretario de la Presidencia del Consejo de Mi­nistros comunicando esta justa disposición. El Drago mi­lenario (testigo mudo de la historia icodense), gracias a las acertadas gestiones de Don Felipe y Don Domingo, era re­cuperado a todos los efectos legales por la ciudadanía icodense. La noticia fue acogida con júbilo, satisfacción y agrado. (José Fernández Díaz Medina, 2000: 55 y ss.)

1916 Noviembre 26. Se crea en España la naviera Compañía Trasmediterránea a partir de un conglomerado de navieras reunidas. Esta compañía dominó desde entonces en el pasaje de cabotaje. Solamente dejó pequeños huecos a otras empresas para cubrir líneas interinsulares. Ya desde los años cincuenta la competencia del avión en el tráfico de pasajeros empezó a afectar a los resultados de la compañía. El transporte de mercancía se enfrentaba a la creciente competencia del buque portacontenedor y del ro/ro puro. La situación financiera de la compañía hizo crisis en el año 1976 y desembocó en la adquisición de Trasmediterránea por el Estado español en 1977.
Trasmediterránea se constituyó a partir de la fusión de las empresas de cuatro armadores (José Juan Dómine, Vicente Ferrer, Joaquín Tintoré y Enrique García), aunque no comenzó sus actividades hasta el 1 de enero del año siguiente. En 1921 consiguió la concesión para operar las denominadas "líneas de soberanía" -las que unen la Metrópoli con Baleares, Canarias y las plazas de África-, lo que le otorgó el monopolio de hecho en el transporte mercantil que mantuvo formalmente hasta 1998, cuando se liberalizó el sector. Al margen de este contrato, la compañía marítima ha prestado numerosos servicios al Estado con motivo de las guerras o situaciones excepcionales. Sus buques transportaron material bélico y tropas en el desembarco de Alhucemas, durante la guerra colonial con Marruecos, y sirvieron para la evacuación del personal civil y militar de Guinea Ecuatorial cuando España se vio obligada a abandonar aquella colonia, en 1968, y de los territorios de la colonia del Sahara, en octubre de 1975. En 1978, al terminar el contrato de Trasmediterránea con el Estado se decidió nacionalizar la compañía, controlada entonces por el grupo March, con el 33 por ciento del capital, y pasó a depender de la Dirección General de Patrimonio. Durante los años ochenta Trasmediterránea acometió la modernización de su flota. En la década siguiente, la naviera acometió diversos planes estratégicos (1990, 1995 y 1996) para sanearse económicamente, proceso que culminó con el proceso de privatización. En el 2002 la compañía tenía una flota de 25 buques y disponía de embarcaciones de alta velocidad del tipo "jet foil", "fast ferry" y "catamarán", y de ferris, buques más confortables aunque menos rápidos en sus desplazamientos. Tenía una plantilla de 1.406 trabajadores y en el 2001 ganó 20,32 millones de euros.

1916 Agosto 21. Nace en Los Llanos de Aridane, Benahuare Armanda Pol García. Es Practicante y  Matrona y a esta última profesión ha dedicado toda su vida.

Obtuvo sus Títulos en la Facultad de Medicina de Sevilla (España) en el año 1949. Ha sido Matrona por oposición del Hospital de Dolores y de la Seguridad Social española (Hospital de Las Nieves), durante muchos años. Fue en Tedote n Benahuare (Santa Cruz de La Palma) una verdadera institución, pues miles de hawaras (palmeros) arribaron a este mundo de la mano experta y generosa de “Armandita,”como se la conoce en todos los medios de la Isla. Se jubiló en el año 1985 y viviendo en su ciudad natal.
1916 Noviembre 30. El vapor de la naviera Tenerife Punta Anaga naufraga frente al Puerto Mequinez (Puerto de la Cruz),  en la isla Chinech (Tenerife).
1916 Diciembre. Tras la inicial interrupción del tráfico marítimo, éste se reanudó parcialmente. En diciembre de 1916, época del bloqueo de los submarinos alemanes, se produce la completa retirada de la navegación internacional (así lo hacen Elder & Fyffes Co.Ltd., Yeoward Brothers, etc.), tras la recomendación del Almirantazgo británico de evitar nuestras aguas. La política de eliminación de gastos superfluos de Inglaterra y Francia impone la no importación de frutos coloniales. La insuficiencia en los transportes animó a exportadores, cosecheros y comerciantes a solicitar una subvención al Gobierno de la Metrópoli para fundar una naviera que no fue atendida. Lo mismo ocurrió con la solicitud de reducción de fletes e impuestos. El intento de penetración de la fruta en el mercado norteamericano fracasó. Era un mercado monopolizado por poderosas compañías con intereses internacionales.

1917. La sección universitaria de Eguerew n Chinech (La Laguna-Tenerife) se amplía con el curso preparatorio para el ingreso en las facultades de Medicina y de Farmacia de la Metropolis.
1917. Nace n Winiwuada n Tamaránt (Las Palmas de Gran Canria) Agustín Millares Sall. Estudia Bachillerato en el Instituto Pérez Galdós donde recibirá las enseñanzas de Agustín Espinosa. Tras finalizar los estudios planifica ir a Madrid (España) a cursar la carrera de Filosofía y Letras, pero el estallido de la Guerra Civil de los españoles trunca sus perspectivas. Su militancia en el Partido Comunista se inicia en 1932, lo que le acarreará graves problemas durante dicha Guerra Civil y la postguerra. Durante la contienda civil marcha al frente, tras haber pasado por un campo de concentración y el destierro en Lanzarote (1938). En 1941 ingresa como empleado en la Compañía Transmediterránea, empresa en la que ocupará diferentes cargos hasta su jubilación. En 1947 participa en la fundación de la colección El Arca junto a Juan Manuel Trujillo, Ventura Doreste y Pedro Lezcano. Entre 1949 y 1951 se da a conocer la colección Planas de poesía promovida con sus hermanos Manuel y José María. En 1985 el Gobierno supuestamente Autonómo de Canarias le otorga el Premio Canarias de Literatura. Fallece en 1989.  Obras: Sueño a la deriva (1944), poesía. Deshielo en la noche (1945), poesía. La sangre que me hierve (1946), poesía. El grito en el cielo (1946), poesía. La estrella y el corazón (1949), poesía De la ventana a la calle (1949), poesía. Ofensiva de primavera (1950), poesía.Cauce natural (1950), poesía. Poema de la creación (1950), poesía. Siete elegías a un tiempo (1960), poesía. Nuevas escrituras (1964), poesía. Habla viva (1964), poesía. La hebra (1965), poesía. Poesía unánime (1967), poesía. Desde aquí (1977), poesía. El paraíso de los nudos (1979), poesía. Tierra batida (1986), poesía. Más lejos que yo amargo (1987), poesía. Metamorfosis de la estrella (1988), poesía. La palabra o la vida (1989), poesía.

1917.

Antonia Alayón Hernández y sus recuerdos de Taucho

Antonia Alayón Hernández nació, en 1917, en el Lomo de los Grillos, una finca de sus padres, Antonio Alayón Alayón y Clara Hernández Álvarez, situada al norte de Taucho, en Adeje. En este lugar vivió durante cuarenta años, colaborando en las tareas de la casa y del campo, aquí permaneció hasta comienzos de los años sesenta, salvo un breve periodo que residió en Venezuela. Después, y hasta su fallecimiento, habitó en las Cuatro Esquinas, en Taucho.

Su padre y sus hermanos se ocupaban de su tierra, en el Lomo de los Grillos, que lo era de sus abuelos, José Hernández Fraga y Bienvenida Álvarez Martín. Esplendida tierra en la que sus padres pusieron el cariño y la dedicación necesaria para extraerle lo preciso para la subsistencia de la familia, que fue creciendo hasta llegar los cinco varones y las tres mujeres. Sembró parras, sembró de todos árboles y sembró de todo, papas, higos, que se pasaban, higos de pico; hacían porretas, se cogían bastantes higos, se hacía un montón y con la noche se hacían las pelas, se pelaban pa tenderlos en un pasil. Higos que si llegaba la lluvia había que terminar de secarlos en el horno de leña que su padre construyó en la finca, al igual que hizo con la era, mi padre hizo la era en lo dél, en lo que le tocó a él; y bodega, con una lagar en una cueva.

Asimismo se sembraba trigo, cebada, lentejas, garbanzos, papas, para las que disponían de huertas de jable. En secano, antes no había riego y se cogía de todo, y en sequero, se cogían las huertas de papas porque llovía. También abundaban los frutales, se recogían higos, manzanas, peras, almendras, castañas o ciruelas. Disponían de animales, ovejas, cabras, vacas, para arar y para leche, y bestias, dos mulos. Hacían el queso mezclando la leche de las cabras con la de las vacas, a lo que aprendió “desde chica, cuando mi madre salía y nos dejaba solos, y yo hacía el queso, y mis hermanas primero que eran más viejas. Y se hacía el queso grandísimo, así, y después mi madre lo iba a vender a la Hoya Grande, y aquí lo vendía también.” 

Cada cual colaboraba en las múltiples faenas que había que realizar diariamente, ah, que trabajábamos poco, haciendo de todo. Los hermanos incluso yendo al monte, iban pal monte y llevaban pa la Hoya Grande, a Fyffes, vendían pinocho, piñas del monte, y todo eso lo llevaban, y cisco, Fyffes lo compraba, en sacos, que se llevaba cisco, chamizos, pa estiércol pa los tomates, que tenían un salón de vacas.
En invierno solían trasladarse a Los Menores, que teníamos allabajo bastantes huertas de mi abuelo, y sembrábamos millo y sembrábamos tomates. Disponían de agua de riego, con un estanque que se abastecía desde Taucho. Los tomates los empaquetaban y los llevaban en bestias a La Caleta.

En el Lomo de los Grillos se abastecían del agua que les aportaba varias fuentes existentes en el Barranco del Busio, todo el año daba agua, y mi padre hizo una pila pa lavar; la pila aquí pa lavar y arriba hizo una tanquilla y uno le sacaba agua y vaciaba a la pila, y tendía en las piedras del barranco que había unas lajas y paredes. En Taucho si disponían de agua para riego, les venía a través de canales de tea de las Madres de Pablo, dos galerías existentes por la zona de Aponte. Llegaban a dos tanques, el Tanque del Cuartillo, porque era chico, y el Tanque de los Perales. Del Tanque del Cuartillo se recogía el agua para beber y también se contaba con pilas de lavar, era una tanquilla y el chorro caía en la tanquilla y de la tanquilla pal tanque, y de ahí se llevaba la gente el agua, la traíamos en latas, antes de entrar al tanquillo grande estaban los lavaderos.

Por su despierta cabeza bullen recuerdos a tropel, revive los momentos de asistencia a la escuela como si nos lo contase en una tarde a la vuelta de la de Taucho, donde iba los primeros años, a la que llegaban corriendo desde el Lomo de los Grillos, un cuarto de hora, Gregorio y yo veníamos corriendo. Una escuela que estaba situada en las Cuatro Esquinas, en la Casa de Martín, compartida por niños y niñas, que poco después se separan, asistiendo las niñas a la casa de Clara Ferrera y los niños a una vivienda propiedad de Antonio González, en El Moñigal. Después fui a la de Tijoco Arriba, esa si era una maestra buena para dar clase.

En Taucho recuerda varias tiendas, que vendían un poco de todo, de Santa Cruz venían a Adeje, los viajantes, y hacían las notas y después los viajantes se lo mandaban a Adeje y después en bestias traían la carga. Tres de estas ventas se encontraban en las Cuatro Esquinas, las de Celia Ferrera, Edelvina Ramos Álvarez y Pastora Hernández Álvarez; en La Tosquita se situaba la de Luisa Fraga Domínguez. Ventas que disponían de algún aposento adecuado donde realizar bailes, también en las Cuatro Esquinas eran muy populares los que se ejecutaban en la casa de Juan Martín. Los domingos hacían bailes y a veces se quedaban por la noche, pero yo como no me quedaba, sino me iba, me tenía que ir temprano, pues vaya que fuera una hija a mi padre, llegarle allarriba después que se ponía el sol, con el sol teníamos que llegar a la casa. Después cuando éramos mayores mi madre nos traía al baile, tampoco veníamos solas, mi padre también venía, mi padre le gustaba mucho los bailes.

Recuerdos de infancia y juventud de Antonia Alayón Hernández, con sus raíces enterradas en la tierra del Lomo de los Grillos, de Taucho. Evocaciones con olor a tierra húmeda; al potaje de relinchones; al puchero de carne de cabra que se preparaba en días de fiestas, como las de La Quinta y Taucho. Memorias aderezadas con la agitación en la matanza del cochino; con la algarabía en las bodas, en los bailes, en los carnavales, donde el bullicio y la alegría era compartida por todos los vecinos.

Su sonrisa ha quedado anclada en la memoria de este Sur. A Antonia la recordaremos, por siempre, sobre todo por portan en sus ojos los reflejos de su infancia, alegres mientras rememoran esos momentos pasados, como sus primeros pasos en la costura, sus traslados a la escuela, interrumpidos por el correr de los barrancos. O sus juegos, que como todo lo demás, se lo tenía que pedir prestado a la naturaleza, juguetes hechos de pencas o de gamona, que representaban los trabajos de los mayores; o muñequitas de trapo, que con tanta dedicación y cariño le confeccionaba su madre.  (Marcos Brito, 2014)

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