EFEMERIDES CANARIAS
UNA HISTORIA RESUMIDA DE CANARIAS
PERÍODO COLONIAL,
DÉCADA 1881-1890
CAPÍTULO
XLIX-III
Eduardo Pedro García
Rodríguez
1882 Diciembre 28.
Se doctora en medicina el médico Dionisio Monteverde. Uno de los primeros
médicos criollos palmeros, que hizo sus estudios en la Facultad de Medicina de
París, Francia. Natural de Tedote n Benahuare (Santa Cruz de La Palma) y se doctoró con su
tesis “Du cholera morbus”.
1883. Añazu n Chinech, nace Mercedes Pinto. En los años 20 (siglo
xx) llega a Madrid (España), donde empieza a colaborar en diarios y revistas
como Prensa Gráfica o La
Acción. En 1924, se traslada a Uruguay donde ocupa
diversos cargos especiales en el Gobierno. Funda la Casa del Estudiante de
Montevideo, que fue visitada por Rabindranat Tagore, Luigi Pirandello o
Alfonsina Storni. También vive en Chile, Cuba y México, donde destaca por su
defensa de los derechos de la mujer. Pese a la popularidad de su novela Él,
llevada al cine por Luis Buñuel, en Canarias sólo hemos podido conocer algo de
su obra y su biografía gracias a los recientes estudios de Alicia Llarena.
Muere en Mexico, capital en 1976. Obras:Brisas
del Teide (1921), poesía. El divorcio como medida higiénica (1923),
ensayo. Un señor... cualquiera (1930), teatro. Él (1940), novela.
Cantos de muchos puertos (1940), poesía. La emoción de Montevideo
(1940), ensayo. El alma grande del pequeño Juan (1950), novela. Ella
(1955), novela.
1883. Nace en Benahuare (La Palma) Tomás Capote Pérez. Doctor de Medicina,
fue un profesional prestigioso en el medio científico de La Habana, uno de los
titulares de la “Quinta Canaria”, célebre entidad isleña de aquella capital. Se
estableció en Cuba en 1909, se formó intelectualmente y se dio a conocer
como poeta en la prensa diaria. Los periódicos de Tedote (Santa Cruz de La Palma) de los años 1907,
1908 y 1909, fueron testigos de su inspiración, por lo que sus paisanos le
consideraron un nuevo valor cultural. De aquella época fueron, entre otros, los
poemas titulados Primavera, Las mariposas, Mujer canaria, Preludio, Su
tumba, Rima, Pro‑Patria, ¿Por que?, Tus pensamientos y Canto a la mujer. En
Cuba, en el seno de la colonia canaria, tuvo fama de ser persona culta y
excelente orador; siempre recibió los elogios más cálidos en cuantas ocasiones actuó
en público. Recordado durante mucho tiempo por el discurso que pronunció en
Zaza del Medio, en el partido judicial de Sancti‑Spiritus con motivo de la
inauguración del “Liceo Canario”, fue colaborador en prosa y en verso de las
revistas cubano‑canarias publicadas en aquella república antillana. También fue
presidente y uno de los fundadores del "Ateneo Canario" de La Habana, que se inauguro el
17 de febrero de 1928; en este centro, que tanto se preocupó por todo lo
cultural relacionado con el Archipiélago, en la velada inaugural, recitó su
composición Canto a las Hespérides, que reprodujo después el rotativo “Patria
Isleña”. Integrado en el cogollo de canarios significados por sus ideales
independentistas, perteneció al Partido Nacionalista Canario, fundado el 30 de
enero de 1924. Casado y con descendencia, falleció en Cuba.
1883
Junio 8. Por
orden del gobierno de la
Metrópoli el puerto de Tedote n Benahuare (Santa Cruz de La Palma) fue declarado de
interés general de segundo orden. Este importante logro se debió a las
gestiones del diputado Miguel Castañeda Carmona, considerado uno de los
valedores de la Isla
a finales del siglo XIX.
Desde
entonces y hasta septiembre de 1886, la obra había sufrido numerosas
vicisitudes relativas a variaciones de trazado, prolongación, etcétera,
situación a la que no era ajena la prensa insular, y tampoco los políticos, que
reclamaban con insistencia una solución justa para una obra de especial
importancia. La situación alcanzó tal extremo que el Estado acabó rescindiendo
el contrato a sus adjudicatarios porque los trabajos estaban paralizados.
Sería otro diputado palmero, Pedro Poggio y Álvarez, el encargado de lograr el relanzamiento de los trabajos. En septiembre de 1888, el Ayuntamiento de la capital había solicitado del ministro español de Fomento la prolongación del muelle y la Dirección General ordenó en abril del año siguiente la redacción de un proyecto para construir otros 50 metros de dique. El proyecto fue redactado por el ingeniero Eugenio Suárez Galván, siendo aprobado, después de algunas modificaciones, en octubre de 1890, con un presupuesto de contrata de 149.266,87 pesetas.
Sería otro diputado palmero, Pedro Poggio y Álvarez, el encargado de lograr el relanzamiento de los trabajos. En septiembre de 1888, el Ayuntamiento de la capital había solicitado del ministro español de Fomento la prolongación del muelle y la Dirección General ordenó en abril del año siguiente la redacción de un proyecto para construir otros 50 metros de dique. El proyecto fue redactado por el ingeniero Eugenio Suárez Galván, siendo aprobado, después de algunas modificaciones, en octubre de 1890, con un presupuesto de contrata de 149.266,87 pesetas.
Subastado a finales de 1891, en enero del año siguiente fue adjudicado al contratista Vicente Soler y Segorb. Con las obras en curso, en mayo de 1894 se le concedió una prórroga de seis meses, por las dificultades que había encontrado para la expropiación de los terrenos. Sin embargo, un mes después, la contratista solicitó la rescisión sin pérdida de fianza alegando el considerable alza de los jornales y de los materiales empleados desde que empezaron las obras, petición que fue desestimada en diciembre de ese mismo año.
Las obras, que tenían que haber terminado en julio de 1894, estaban entonces casi paralizadas, con el agravante de que el contratista no había hecho caso de los continuos requerimientos en los que se le reclamaba la reactivación de los trabajos, razón por la cual, en mayo de 1896, se decretó la rescisión de la contrata con pérdida de fianza. La liquidación final, después de diversos avatares administrativos, fue aprobada en septiembre de 1898.
De nuevo, en septiembre de 1893, la Dirección General ordenó el estudio de un anteproyecto de prolongación del muelle y la construcción de un dique de abrigo que evitase la entrada de arena en el interior del fondeadero, iniciándose así una nueva etapa en la construcción del puerto.
1883 Agosto 9. el cólera morbo obligaba a las autoridades de Villa
de Mazo a tomar las precauciones de rigor y en reunión conjunta celebrada en el
Ayuntamiento la corporación y la
Junta Local de Sanidad determinaban: … se adopten las medidas
convenientes á mantener en el mejor estado de salud de la población, máxime en
la época presente que por consecuencia de los calores es propenso al desarrollo
de las enfermedades, se proceda por los agentes de orden público á inspeccionar
si las carnes que se consumen, se hallan en estado de descomposición
principalmente las que se expenden al público …. Es perjudicialisima a la salud
las carnes de cerdos en esta época del año, se gestione lo necesario para
impedir en estos meses la matazón de cerdos
1883 Octubre 23. El decreto del gobierno de la metrópoli decía que
debía pasar por Titoreygatra (Lanzarote) el cable de telégrafo, aunque por
abuso de su cargo Juan Ravina lograba el amarre con Chinet (Tenerife), por lo
que así se truncó una vez más el legítimo desarrollo de la isla. Según la
memoria de los mayores, la vida en Arrecife giraba alrededor de los muelles,
tanto el de Puerto Naos como el de La Cebolla o el Comercial. En Puerto Naos el
movimiento de sal era muy importante, los pescados se abrían, se salaban y
después se tendían para su posterior venta.
1883 Noviembre 4.
Joaquín Costa y Martínez, siendo directivo del Circulo Mercantil de Madrid,
participó en un Congreso de la Sociedad Española de Geografía Comercial Colonial
celebrado los días 4 al 10 de noviembre
de 1883, donde expuso un ambicioso plan de acción colonial a través de una
Sociedad de Africanistas y Colonialistas, para intervenir en África Occidental
y Guinea Ecuatorial. Sugirió de sobremanera la fundación de varios
establecimientos nacionales en las costas de las Pesquerías Españolas
Canario-Africanas, como elemento esencial e indispensable para el desarrollo de
la industria pesquera española, y el envío de un buque de guerra para que
reconociera los bancos de pesca y protegiera a los pescadores.
¿Que hubiese pasado de lograr
ponerse de acuerdo España y Marruecos, sobre el intercambio de no colonizar el
Sáhara por un territorio marroquí en el Mediterráneo, junto a las islas
Chafarinas y fronterizo con Argelia? Los acontecimientos políticos posteriores,
marcaron el destino de Canarias. ¿Volverá a repetirse algo semejante?
Como por ejemplo: ¿los Espacios
Marítimos y Aéreos de Canarias?, o quizás también las islas orientales por
estar sobre la plataforma continental marroquí. O todo el archipiélago por
estar dentro de la zona exclusiva, también de Marruecos, se ofrecerá a cambio
de una mejor situación política española en el Magreb.
De cualquier forma, los defensores de colonizar
el Sáhara, cuyo líder era Joaquín Costa y Martínez, no lo hicieron por defender
los avances ya conquistados por el comercio y las pesquerías de los canarios en
el Sáhara, todo lo contrario, la realidad era frenar los avances de las
empresas canarias (no las inglesas) y sustituirlas por otras españolas. Con
esta política del poder de la
Metropoli, el sector pesquero canario iba desapareciendo
lentamente. Con la depresión de los años 20, las empresas pesqueras quebraban,
muchos barcos partían para América, con la llegada de la guerra civil de los
españoles otros barcos huían también. Al finalizar la guerra civil, solo
quedaban un 20 % de la flota pesquera, Canarias sobrevivía gracias a los pocos
barcos en las islas y a los asentamientos de pescadores canarios en territorios
de la costa canaria-sahariana y mauritana, especialmente en Cabo Blanco. Y cuando parecía que volvían
a recuperarse el negocio pesquero en los asentamientos de Cabo Blanco, llegaban
nuevas empresas pesqueras españolas a los caladeros canarios-saharianos,
tomando como base de operaciones los puertos canarios, especialmente el de
Guiniwada n Tamaránt (Las Palmas de Gran Canaria).
1883 Diciembre 6. Se inaugura el teléfono entre España y
Canarias. El primer texto telegráfico se expidió desde Cádiz, lo firma el
diputado Pérez Zamora y lo dirige al alcalde constitucional de Añazu n Chinet
(Santa Cruz de Tenerife): «Saludo a Tenerife y la felicito por ser la primera
isla del Archipiélago que se pone en comunicación telegráfica. con el mundo
civilizado». Al día siguiente, el Gobernador Civil de la metrópoli en la
colonia de Canarias, Pérez de Rozas, envía el siguiente texto telegráfico al
Ministro de la Gobernación
español: «Las autoridades civiles, militares y eclesiásticas y los habitantes
todos de este Archipiélago saludan por conducto de V.E. a Su Majestad y al
Gobierno en el momento solemne de verse unidos a la Península por el primer
cable español que, cruzando las aguas del Atlántico, enlaza el Teide con el
Calpe». Está claro que para los españoles, por aquellas fechas la colonia aún
no formaba parte del mundo civilizado.
1883 noviembre 6.
Nace don Andrés de Arroyo y González de
Cháves, en el Puerto de la Cruz
el día 6 de Noviembre de 1883. Hijo de José Segundo de Arroyo y Soto y de
Gabriela González de Cháves y Fernández. Realizó sus estudios de
primaria y bachillerato en La
Orotava Se licencio en Derecho en la Universidad de Sevilla
en 1906. El 10 de Junio de 1909 contrae matrimonio con doña Francisca Perdigón
Zamora en la iglesia de la
Concepción de Santa Cruz de Tenerife, fruto de este
matrimonio son cinco hijos, Francisco José, María Rosa, Ildefonso, Gabriela y
Andrés.
Ejerció la profesión de abogado en Santa Cruz de Tenerife, La Laguna, Barcelona y Reus, fue colegiado de merito en el Colegio de Abogados de Santa Cruz de Tenerife. Fue miembro de la primera Unión Patriótica que acaudillara don Anselmo de Miranda y Vázquez, fundo en el Puerto de la Cruz la Liga Regionalista y en Santa Cruz de Tenerife fundó junto con el polémico fray Albino González Menéndez-Reigada en 1910 el diario La Gaceta de Tenerife que en 1921 la cedió a Acción Católica.Diputado a Cortes en tres legislaturas. 1921-1922 a 1922-1923 Circunscripción: Canarias Distrito: Santa Cruz de Tenerife Electores: 30909. Votantes: 19380. Votos obtenidos: 9793. Nº credencial: 396 Fecha de alta: 25/01/1921. Fecha de baja: 06/04/1923. Fecha de jura/promete: 22/02/1921. Fracción política: Conservador, documentación Electoral: 133 nº 12. Elecciones 29.4.1923 Legislatura: 1923 Circunscripción: Canarias Distrito: Santa Cruz de Tenerife Electores: 31014. Votos obtenidos: 8547. Nº credencial: 361. Fecha de alta: 19/05/1923. Fecha de baja: 15/09/1923. Fecha de jura/promete: 12/06/1923. Fracción política: Conservador, documentación Electoral: 135 nº 12. Se sentó con el grupo maurista de la derecha conservadora liderado por don Antonio Maura Montaner (1853-1925). Elecciones 28.6.1931. Legislatura: 1931-1933. Circunscripción: Santa Cruz de Tenerife. Votos obtenidos: 8293. Nº credencial: 418. Fecha de alta: 13/07/1931 Fecha de baja: 17/08/1933 Fecha de jura/promete: 27/07/1931. Fecha de alta la del sello de registro de entrada. Documentación Electoral: 137 nº 12.
En esta legislatura de 1931 se unió al grupo de Diputados tradicionalistas de don Juan Vázquez de Mella y Fanjul (1861-1928) que llegaron a sumar unos 26 Diputados. Acérrimo admirador de la oratoria de don Antonio Maura y sobre todo de don Juan Vázquez, don Andrés fue un orador muy categórico defendiendo los intereses de Tenerife. El 17 de agosto de 1933 renuncia del cargo de Diputado en virtud del dictamen de la Comisión de Incompatibilidades por ser Consejero de la Compañía Transmediterránea.En 1922 y en el Teatro Guimera dio una conferencia sobre los problemas del puerto de Santa cruz de Tenerife. Tuvo un papel destacado en 1929 para la ubicación de la refinería de Petróleos CEPSA en Santa Cruz de Tenerife, inaugurándose el 27 de noviembre de 1930 estando presentes las autoridades, Presidente de la Audiencia, Junta de Obras del Puerto, Diputación Provincial, Alcalde de Santa Cruz de Tenerife y fue bendecidas las instalaciones por el Obispo Fray Albino González y Mendez-Reigada, el discurso corrió a cargo de D. Andrés Arroyo y González de Cháves. Exilado en Biarritz, Francia desde Febrero de 1936. Apasionado admirador del General García-Escámez, Autor de varias publicaciones, destacan El Problema social y la democracia cristiana (1910), Actuaciones y Notas de mi vida en relación a Dios y a la Patria (1922), El Generalísimo Franco, restaurador de la patria (1937), El Papa Limosnero de la Caridad (1944),Teobaldo Power, verbo inmortal del alma canaria (1948), La Patria, la Nación y las Regiones, Las Franquicias de los puertos de las Islas Canarias (1950), El Providencialismo y el gesta de España en las América y el Pacífico (1951), Conferencia para enaltecer la figura del general García Escámez (1951), El problema del puerto de Tenerife (1951, Funicular al Pico del Teide” (1956), “Fusión intermunicipal de Santa Cruz de Santiago y San Cristóbal de la Laguna (1965). Además preparó una publicación en varios volúmenes titulada Mis memorias de más de medio siglo, en la que recopilaba todas sus actividades públicas y de investigación en el periodo 1906 a 1950.Concibió la idea de construir un funicular en el Pico del Teide en una visita realizada en 1929 a la impresionante región alemana de Zugpitze, famosa por sus funiculares. Fue tal la impresión de la zona en él, que desde ese momento no desistió en su empeño de construir el teleférico. En 1930 encargó al ingeniero José Ochoa Benjumea la redacción del proyecto. Más tarde con su colaboración se instaló el teleférico del Pico del Teide, por lo que le fue otorgada el 7 de noviembre de 1970 la medalla de oro al Mérito Turístico a título póstumo que recogió su hijo Francisco José de Arroyo en el acto de inauguración del Teleférico el 24 de abril de 1971.Descendiente del irlandés Bartholomew Thomas Brook, que se estableció en Garachico y casó en 1666 con María de Rivera y españoliza su apellido de Brook por Arroyo, se establecieron en el Puerto de la Cruz y varios descendientes fueron Alcaldes de esta Ciudad, su bisabuelo Bartolomé Miguel de Arroyo su hermano José de Arroyo y González de Chaves sus su abuelo materno Andrés González de Chaves y su tío Luis González de Chaves y Fernández. Falleció en Santa Cruz de Tenerife el día 21 de Marzo de 1968, en su casa situada en la Rambla del General Franco. Sus restos mortales fueron trasladados al Puerto de la Cruz, siendo inhumado en el Panteón Familiar en el cementerio de San Carlos. (Bernardo Cabo Ramón, en:
http://bernardocabo.blogspot.com.es/2009/12/puerto-de-la-cruz-sus-gentes-y-sus.html)
1883 diciembre 21.
En la
segunda mitad de la centuria (1865) el número de casas en la isla era de 6.036,
de las cuales 1.951 eran de dos o más plantas. En esa misma fecha, en la
capital insular vivían 5.364 habitantes en 1.111 casas.
Los
nuevos cultivos introducidos en La
Palma a finales del siglo XIX, como el tabaco, no cubrían el
vacío económico que dejó la cochinilla. Entre 1881 y 1890, emigrantes
retornados de Cuba procedieron a la reimplantación de la caña de azúcar en las
áreas de regadío de Argual, Tazacorte y Los Sauces, con la que se cubría las
necesidades de la Isla.
Otros
frutos del progreso del pueblo palmero comenzaron a sentirse a partir de 1879,
cuando entró en servicio el primer tramo de siete kilómetros de la carretera
entre la capital insular y el cruce de La Concepción, en Breña Alta. El proyecto consistía
en abrir la vía por Mazo, Fuencaliente, Los Llanos y llegaría hasta Tijarafe.
En
junio de 1883, el puerto de Santa Cruz de La Palma fue declarado de interés general y el 21 de
diciembre de 1883 se inauguró la comunicación telegráfica, apenas cinco días
después de que se hubiera producido el amarre del cable en la playa de Bajamar.
El 28 de octubre de 1884 se alcanzó otro hito en la historia insular, al quedar
enlazada la línea telegráfica con el resto del mundo.
En
1892, Elías Santos Abreu, médico y botánico de reputada proyección, estableció
el primer laboratorio bacteriológico insular y, entre tantas figuras
destacadas, aparece también la del cronista Juan Bautista Lorenzo Rodríguez,
recopilador de las Noticias para la Historia de La Palma.
En la
noche de San Silvestre de 1893, la luz eléctrica alumbró por primera vez en
Santa Cruz de La Palma,
al repique de las campanas de la torre de la iglesia de El Salvador, siendo la
primera localidad de Canarias que lo consiguió, aunque estos avances no se
palparon en igual intensidad en el interior de la Isla, donde se producía un
acusado contraste cultural y social. El 17 de junio de 1894, Santa Cruz de La Palma se convirtió en la
primera población de Canarias que se comunicó por teléfono con los pueblos de
Los Llanos de Aridane y El Paso. Y en diciembre de 1899, Compañía Trasatlántica
Española incluyó el puerto de Santa Cruz de La Palma en su línea de las Antillas,
correspondiendo la primera escala al vapor Montevideo. Los barcos de
esta histórica naviera fueron conocidos en la voz popular palmera como “los
vapores del 19”, en atención al día que en hacían escala en la Isla.
Sobre esta ancha base de
bienestar, también había nacido un anhelo hondo de enriquecer el espíritu,
convirtiéndose así en factores que afianzaron las tres columnas maestras del
esplendor cultural consiguiente, que habría de prolongarse hasta la II República. Santa
Cruz de La Palma,
vista desde el muelle, en 1910
1884. El movimiento de
pasajeros y mercancías entre puertos de una misma isla, Tamaránt (Gran
Canaria), Chinech (Tenerife) y Benahuare (La Palma) fundamentalmente, se hizo a bordo de
balandras, pailebotes y falúas hasta bien entrado el siglo XX. La razón fue la
escasa o nula presencia de carreteras que unieran los pueblos de cada isla, lo
que se tradujo en una proliferación de puertos y embarcaderos que desembocó en
el incremento del llamado "cabotaje menor". El transporte de viajeros
desde España hasta las islas Canarias o al norte de nuestro continente, no tuvo
otra opción que la marítima mientras no se establecieron líneas aéreas
comerciales. La primera Lista Oficial de Buques data del año 1884. En fechas
anteriores no existía una relación medianamente fiel de la flota mercante de la Metrópoli, ni Registro
de Buques, ni tan siquiera una Lista del Lloyd's Register referida a España que
poder consultar.
Pese a todo sabemos que las Islas
Canarias empezaron a salir de la secular
postración económica a finales del siglo XVIII, y que en la primera mitad del
XIX llegaría un relativo crecimiento de exportación de cochinilla a través de
Arrecife, Titoreygatra (Lanzarote) y Puerto Cabras, Erbania (Fuerteventura).
Paralelamente creció el tráfico marítimo entre Tamaránt (Gran Canaria) y Chinech
(Tenerife). Casas armadoras como Elder & Dempser, en Guiniwada (Las
Palmas), o la
Compañía Guirlanda Hermanos, en Chinet (Tenerife), acapararon
la mayor parte del movimiento de la carga y pasaje interinsular durante la
segunda mitad del XIX.
1884. Nace en Tedote n Benahuare (Santa Cruz de La Palma) Domingo Acosta Guión,
cultivó de forma relevante el soneto. Fue autor de composiciones humorísticas y
satíricas. Póstumamente se han editado '¿A quién se lo cuento?' (1990), una
compilación realizada por Manuel Pérez Acosta y 'Antología Poética'
(1998).Fallece en 1959.
1884. Encalla en la
Baja de Gando, Tamaránt (Gran Canaria) el vapor francés de
1.700 toneladas brutas, Ville de Para, con 67 personas a bordo. En la
actualidad el barco se encuentra posado en el fondo a más de cuarenta metros,
conservando determinadas partes, como la proa, en un relativo buen estado. El
casco sobresale algunos metros de la arena en la que está parcialmente
enterrado, quedando al descubierto la práctica totalidad de la cubierta del
vapor, donde al parecer se conservan diferentes elementos de los que
transportaba el barco.
1884 Enero 9, el alcalde de Tedote n Benahuare (Santa
Cruz de la Palma)
Alonso Pérez Díaz se dirige a la corporación que presidía en los siguientes
términos: "Que el día nueve del corriente por la noche descargó en esta
población recorriendo gran parte de este término municipal una violenta
tempestad, cuyas extraordinarias lluvias torrenciales y copiosas como no hay
noticia entre estos habitantes se hubiese sufrido en tiempo alguno invadieron
impetuosamente heredades y caminos, destruyendo los torrentes y barrancos
desbordados".
1884 Enero 19.
En el turno periódico de los
partidos establecido ya en la política de la metrópoli, los conservadores eran
llamados al poder. Este cambio de ministerio produjo en la colonia Canaria un
curioso fenómeno. Mientras muchos de los criollos hijos de Tenerife aplaudían
la entrada de Cánovas y sus procedimientos moderados, otros de Gran Canaria
lamentaban la caída de Sagasta, porque llevaba envuelta la disminución de la
influencia que se atribuía a su diputado el señor León y Castillo.
Desde la encarnizada lucha
provocada por el establecimiento de la estación central del cable telefónico,
los ánimos habían vuelto a excitarse y no se perdonaba medio alguno que pudiese
herir los más vitales intereses de ambas localidades de la colonia. En general,
llevaban siempre la peor parte los hijos de Las Palmas, sometidos como estaban
a la administración civil y económica que radicaba en Santa Cruz y a los
acuerdos de una diputación, donde con frecuencia se resolvían los negocios bajo
la presión de intere-
ses particulares o que favorecían
al grupo occidental.
Al día siguiente de aquel cambio
radical en la política de la metrópoli, el 20 de enero llegaba a Santa Cruz de
Tenerife el general español don Gabriel Torres Jurado, sucesor de Weyler,
tomando el mando militar del Archipiélago.
Por este tiempo, un lamentable
acontecimiento vino a recordarnos nuestra proximidad a nuestro continente. Las
partidas independentistas que recorren las playas fronterizas a la colonia de
Río de Oro, sobre cuya península se verificaban algunos trabajos de
emplazamiento y fortificación, atacaron de improviso aquel territorio, quemaron
y destruyeron las empalizadas y bastiones de las tropas de ocupación españolas
y causaron algunas bajas entre sus guardianes y trabajadores.
Olvidado quedó por entonces este
hecho ante las alarmantes noticias de la invasión del cólera en España. El
recuerdo de tan terrible azote en Canaria y el de la fiebre en Santa Cruz, se
presentó a la memoria de todos y de común acuerdo se extremaron las
precauciones sanitarias, incomunicándose la colonia con el
puerto de Cádiz, invadido también por la epidemia.
Mientras se adoptaban estas
medidas de rigor y se nombraban comisiones auxiliares que vigilasen las costas
y cooperasen con la
Dirección de Sanidad al examen de los buques de procedencia
sospechosa y al saneamiento de las poblaciones del litoral, el gobierno de la
metrópoli había decidido al fin enviar un buque de guerra a la estación de Río
de Oro para que se respetase en aquellas aguas la bandera española.
El ministro español de la Gobernación, que lo
era entonces el señor de Villaverde, telegrafió al gobernador civil de la
metrópoli en esta colonia don Rodrigo Gutiérrez Cámara, avisándole la llegada
de El Vulcano a Santa Cruz y
prescribiéndole que fuera admitido a libre plática, cualquiera que fuese el
punto de su salida. El gobernador, al recibir esta orden, se apresuró a
contestar que, respetando las órdenes de su superior, no le era posible
quebrantar de este modo la ley sanitaria, a lo cual se opondría también
abiertamente aquella capital, creando conflictos de difícil solución, y en
efecto, la indignación fue general en la provincia.
El ayuntamiento de Santa Cruz,
más directamente interesado en el asunto, nombró una comisión que pasase a la
casa del gobernador civil y con enérgicas y sentidas frases le manifestase la
imposibilidad de obedecer una determinación tan censurable, rogando
telegrafiara al ministro revocase tan injusta orden. Aquella autoridad civil, accediendo a estos deseos,
trasmitió la súplica, reiterando la imposibilidad de dar cumplimiento a la
entrada del Vulcano. La contestación
del ministro fue la cesantía del gobernador, quedando encargado de la jefatura
política de la provincia el secretario don José Sansón y Barrios. En los
pueblos, corporaciones y sociedades del Archipiélago fue unánime la
reprobación, haciéndose del dominio público la censura y comentando la
resolución del gobierno de una manera poco satisfactoria al principio de
autoridad. Díjose entonces que la verdadera causa de este desacuerdo se
encontraba en los secretos informes de una persona que, demasiado crédula o
asustadiza, había logrado infundir sospechas al jefe del gobierno respecto a la
fidelidad de estos isleños. Fuera o no cierto este rumor, sucedió que el
ministerio español dispuso enviar a las islas, con especial comisión, al
general Chinchilla, militar de recto juicio, de reconocido valor y de generales
simpatías quien, acompañado de un nuevo gobernador civil que reemplazase a
Gutiérrez, llevara el orden y la tranquilidad a la perturbada colonia.
Era este gobernador el conocido
empleado don Eduardo Zamora Caballero, que tan desagradables recuerdos había
dejado en Las Palmas cuando la supresión de su Instituto por su ciega obediencia
a ciertos elementos reaccionarios. preparado todo de este modo allá en el
secreto del gabinete y comunicadas las órdenes oportunas, las dos autoridades
militar y civil, obedeciendo al mandato superior, se dirigieron en El Vulcano a
la capital del Archipiélago dispuestas a obtener una sumisión completa ya que
se les obedeciera sin más vacilaciones ni protestas. (A. Millares, t. 5, 1997)
1884 Mayo 25. En Winiwuada n Tamaránt (Las Palmas de Gran Canaria)
se celebran los actos conmemorativos del cuarto aniversario de la fundación del
Museo Canario de Antigüedades. En solemne sesión, hicieron uso de la palabra
Andrés Navarro Torrens, Amaranto Martínez de Escobar y Gregorio Chil Naranjo.
Ellos narraron las vicisitudes del centro en aquellos primeros años de vida y
la evolución de la revista científico-literaria llamada Museo Canario, que
había comenzado a editarse en 1880.
1884 Noviembre 28. Fueron fundamentales los documentos privados, firmados entre Sociedad Española de Geografía Comercial Colonial, y 3 nobles saharauis, que dijeron ser representantes y jefes de Kábilas, desde Bojador hasta Cabo Blanco, firmando Acta notarial el 10 de mayo de 1886, en la ciudad de Arrecife de Erbania (Lanzarote), ante el notario D. Antonio María Manrique. Para ello fue necesario que la Sociedad Española de Africanistas llevara a la quiebra a la Sociedad de Pesquerías Canaria-Africana, y con ella, a
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