sábado, 22 de febrero de 2014

La presencia de cetáceos arrojados por el mar a las costas canarias





La presencia de cetáceos arrojados por el mar a las costas canarias, ya viene recogida en el S XVIII por L. Feuillée (1724/1997: 124) quien habla de dos tempestades marinas sucesivas que arrojaron dos ballenas a tierra y que fueron aprovechados en la extracción de su aceite y , los huesos (con los que hacían muebles para sus casas).
En época antigua tenemos constatado su uso para la elaboración de ídolos en Fuerteventura, procedentes de la Cueva de los Idolos de la Oliva (Castro, 1975-76: 236-240).

Entre los hallazgos más importantes de ballena y cachalotes llegados a las playas canarias donde se mencionan el aprovechamiento del aceite, encontramos ejemplares aislados, como uno en la Playa de Agulo en 1715 en Hermigua (La Gomera), otro en la Playa de San Simón, en Mazo (La Palma) en 1735 en Grarachico (Tenerife) en 1750 o en Abona en el sur de Tenerife en 1779.

El máximo beneficio que se le sacaba a los cachalotes era el "ambar gris" un calculo intestinal que le permite flotar en el mar y recalar en las playas, es soluble en una mezcla de aceites y utilizado como perfume y afrodisiaco de elevado valor económico. En Fuerteventura se comenta que hay gran cantidad y de muy buena calidad, hallazgos que tambien se producían en Lanzarote y Gran Canaria. en pedazos pequeños y de color negro y se conoce su procedencia, pues en las islas hay grandes ballenas de las cuales procede el ámbar (Torriani, 1592/1978:71, 259). Este ámbar también se encuentra en la Gomera (Viera, 1776-83//1967-71/2: 35,39. Y en el norte del islote de la Graciosa existe la llamada Playa del ámbar (Glas1764/1982: 35). la toponimia nos informa de otros lugares, en Gran Canaria, la Playa del Ámbar (San Nicolás de Tolentino), la Punta y montaña del Ambar (Telde), junto al puerto y bahía de Gando, o en Lanzarot el Roque del Ambar (Tías).

El hallazgo más valioso fue uno de unos 15000 onzas, vendido en España por 30.000 escudos y del que Torriani (1592/1978: 259) afirma que ya a finales del S. XVI ya valdría 180.000 escudos. Seguramente este hecho corresponde al hallazgo por parte de Lucas Gutierrez bisnieto del último rey de lanzarote.
Maria Gomez Diaz
Febrero de 2014.

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