La deuda pública española se ha disparado hasta el
94.04 por ciento del producto interior bruto (PIB), casi un billón de euros, lo
que supone otro quebradero de cabeza para los poseedores de dicha deuda, pues
en enero de 2010 los profesores Carmen Reinhart y Kenneth Rogoff, de las
Universidades de Maryland y Harvard respectivamente, publicaron en el American
Economic Review: Papers and Proceedings 100 (2010), el estudio “Growth in
a Time of Debt”, una copia del cual ha recibido esta organización a instancia
nuestra y cuyo agradecimiento queremos expresar públicamente.
La investigación realizada abarca un periodo de más
de dos cientos años (1790-2009) e incluyen cuarenta y cuatro países agrupados
en economías avanzadas y economías emergentes, estudiando la relación entre el
endeudamiento, la inflación y el crecimiento. Para España, que incluyen entre
los países con crisis financieras sistémicas, los datos publicados corresponden
al periodo 1850-2009, año este último en el que la deuda pública española
ascendía al cuarenta y dos por ciento del PIB, sobrepasando, por lo tanto, el
noventa por ciento en el corto periodo de cuatro años.
Los investigadores llegaron a la conclusión de que,
cuando la deuda pública supera el 90 por ciento de endeudamiento con respecto
al PIB en las economías que denominan avanzadas, el crecimiento económico se
lastra hasta en dos puntos porcentuales con respecto a aquellos países cuyo
endeudamiento no supera el 30 por ciento, barrera que puede aproximarse al 60
por ciento, en cuanto al lastre al crecimiento se refiere, en el caso de las
economías emergentes, incremento que es directamente proporcional en ambos
casos al incremento de la denominada prima de riesgo de los países, con las
consecuencias derivadas del retraimiento de la inversión, lo que el gobierno
colonialista del reino de España intenta ocultar financiándose del Banco
Central Europeo, aparentando credibilidad ante los inversores.
El artículo fue cuestionado por los autores Herndon,
Ash y Pollin, de la
Universidad de Massachusetts, bajo el título “Does high
public debt consistently stifle economic growth? A critique of Reinhart and
Rogoff” (Workingpaper Siries, Nº 322) que llegaron a la conclusión es que si se
calcula correctamente, la tasa de crecimiento real promedio del PIB para los
países que llevan una relación entre la deuda pública y el PIB de más del 90
por ciento es en realidad 2,2 no -0,1 por ciento como publicaron Reinhart
y Rogoff, aunque también encuentran el mismo porcentaje en la disminución del
crecimiento con respecto a aquellos países cuya deuda pública no supera el 30
por ciento de su PIB.
Sin embargo, teniendo en cuenta los datos
correspondientes a España con relación al 2013, último dato publicado por el
Instituto Nacional de Estadística del gobierno metropolitano, la variación anual del PIB en el
cuarto trimestre de 2013 es del –0,1%, acorde con los resultados publicados por
Reinhart y Rogoff, sin embargo, por agregación temporal de los cuatro
trimestres, el crecimiento real del PIB en el conjunto del año 2013 se estima
en un –1,2 %, muy inferior a los datos encontrados en ambos trabajos, año en el
que, como se comentó previamente, la deuda pública española aumentó por encima
del 90 por ciento y las previsiones son que la misma continúe incrementándose.
España sigue en recesión y por supuesto en una gran depresión.
Sin embargo la engañosa publicidad gubernamental, para el
que no existe la palabra ética, está transmitiendo la percepción de que no sólo
la crisis ha quedado atrás sino que España está en crecimiento e incluso
creando empleo neto, pero la realidad es tozuda y el paro sigue en niveles
superiores a la gran depresión estadounidense de 1929 ¿Cuál es el motivo de ese
repentino e increíble cambio de actitud y premeditada euforia? El mismo que ha
llevado al gobierno títere de Madrid en Canarias a extender a todos los
empleados públicos el abono de la parte proporcional, o sea, la cuarta parte de
lo devengado injusta e ilegalmente, de la paga extraordinaria de diciembre de
2012 sin esperar siquiera a que la magistratura reconozca a todo el
funcionariado ese derecho y que el abono se efectúe en la nómina del próximo
mes de abril, que se ingresa en el mes de mayo, justo cuando tienen lugar las
elecciones al Parlamento Europeo, con la ilusión de arañar algún incauto voto
de los sinmisericordemente aqueados.
Movimiento por la Unidad del Pueblo Canario
(Movimiento UPC)
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