Eduardo Pedro García Rodríguez
Viene de la entrega
anterior.
En cuanto al panteón
Guanche, la información escrita que ha llegado hasta nosotros, es bastante
escasa, además están expuestas desde el punto de vista de un ego cristianismo
que impedían a sus autores ver más allá de sus propias concepciones religiosas,
por ello nos vemos obligados a investigar este aspecto de la cultura de los
antiguos Canarios a través de la tamusni,
al mismo tiempo que hacemos uso de las escasas aportaciones escrita que hasta
nosotros han llegado. No dejaran de sorprendernos las conexiones culturales de
nuestros antepasados, con pueblos de avanzadas civilizaciones, como la egipcia,
púnica, iberos y posteriormente la romana, heredera directa del Imperio de
Cartago.
Retomemos la narración de la batalla de La Laguna, para tratar de explicar
las motivaciones que tuvieron los confederados Guanches para enfrentarse al
ejercito invasor, precisamente en las proximidades de Aguere. Benchomo, y sus aliados, eran consientes
de que el empeño de los españoles por conquistar la isla, no iba a menguar, por
otra parte la situación interna era crítica debido al descontento de los achicaxnas, promovida especialmente por
los Güímareros y su Guadameñe,
quienes insitaban al pueblo a sublevarse contra Benchomo, aprovechando el descontento popular surgido como
consecuencia de las nuevas ideas propagadas por los Güímareros, siguiendo las directrices marcadas por frailes
misioneros que, teniendo su eremitario en Candelaria, ejercían gran influencia
en los súbditos de Añaterve entre los que habían muchos cristianizados.
Ante esta situación interna, y siendo
consientes de que la ocupación del país sería sólo cuestión de tiempo, es
admisible que Benchomo, y los suyos
decidiesen llevar a cabo un último acto de amor a la patria y a la libertad,
auto inmolándose en un combate ritual en honor de sus antepasados precisamente
en el valle donde moraban los espíritus o maxios de éstos, como afirma el
Caballero Inglés Scory, citado por B. Bonnet, (Revista de historia Canaria
1936), refiriéndose a las creencias del pueblo Guanche <<.. .los que han sido hombres de bien y valientes, van (sus
espíritus) a un valle graciosísimo en el cual está hoy fundada la ciudad de La Laguna...>>.
(3)Los historiadores que han
tratado de manera directa o indirecta del barranco de Santos, acepta que este
topónimo castellano lo toma de Diego Santos, individuo datado por el
adelantado, con unas tierras en las márgenes de dicho barranco, pero pensamos
que éste topónimo es debido a la
existencia de unas cuevas cultuales guanches en la zona.
En la documentación que nosotros manejamos,
encontramos una data, con este nombre referente a unas tierras en la Orotava, la cual
reproducimos para una mejor inteligencia del lector,
<<1.588-48.- Diego Santos. En el término del Arautaba, en las
cabezadas de las ts. que eran de Antón Viejo, Alonso Ramirez, 300 f. de s.;
linderos de una banda viniendo hacía La Laguna un barranco que va por la banda de la Arautaba, un risco que
está sobre las... se llamaba en tiempo de goanches Chichimany. Digo...
(ilegible)
13-V-1525>>. Es posible que
existiera algún personaje con este nombre en Santa Cruz, pero ello no supone
que le diera nombre al barranco. Nosotros compartimos el planteamiento del
doctor don Juan Bethencourt Alfonso, quien afirma que el barranco se denomina
"Santo" y no "de
Santos", y toma el nombre de "Barranco Santo", a partir del
tramo conocido como barranco de Añaza, es decir a la altura del actual barrio
de la Salud Alto,
debido a que en esta zona, existe una cueva adoratorio Guanche, de la que nos
ocuparemos en otro lugar de estas notas.
(4).-El nombre
de barrio del Perú, como se viene conociendo, este núcleo de Santa Cruz, y que
linda con el barranco de Santos, creemos que es una derivación de su auténtico
nombre de "Pirú", y quizás por su analogía con el país Americano
de "El Perú". Pirú creemos que es topónimo guanche, y quiere decir "lugar
de piedras secas", en referencia a un lugar seco y pedregoso que no
produce hierba, otros lugares anónimos se encuentran en Geneto y Güímar.
PRIMER NÚCLEO DE POBLACIÓN DE AÑAZA O SANTA CRUZ DE TENERIFE
(5).-De este
tramo del barranco de Aragúy, toma su
nombre de "Barranco de los Santos", o ”Barranco Santo” en tiempos
anteriores a la conquista, constituyó un importante núcleo de población
Guanche, perteneciente al menceyato de Naga,
del que constituye el achimenceyato de Añaza,
en la zona situada entre Salud Alto y el Barrio Nuevo, lugar hoy ocupado
por una buen número de viviendas de autoconstrucción, existen entre otras la
"Cueva de la Virgen
de Candelaria", antiguo centro
cultual guanche, que no pudo ser borrado de la memoria colectiva, por lo que, la Iglesia Católica,
en tiempos recientes decidió "catolizar" este trozo de barranco
colocando en la Cueva
Santa, una imagen de la
Chaxiraxi. D.
Juan Béthencourt Alfonso, refiriéndose a esta cueva nos dice <<
Debemos observar, que el clero católico con gran sentido catequista y
civilizador transformó en templo algunos
de estos oratorios paganos, como la "cueva de San Blas", en otros
erigió en sus cercanías ermitas, como en las playas de Abona, y en todas
procuró sustituir los antiguos ídolos, por imágenes, pero lo que no consiguió
aniquilar por completo fue la tradición>>.
Ya redactadas
las líneas que anteceden, Don Emiliano Béthencourt tuvo la amabilidad de
cederme unas notas sobre la presencia en aguas de Añaza de un mercader
portugués, las cuales no me resisto a transcribir por la serie de datos que
aporta el mencionado navegante, y que vienen a confirmar nuestro acerto de que
la actual ciudad de Santa Cruz de Tenerife no fue fundada por los españoles,
tal como han venido sosteniendo algunos autores, indudablemente influidos por
los poderes dominantes, pues antes de la llegada de los conquistadores existían
núcleos de poblaciones guanches urbanamente organizadas, por consiguiente, no
se pudo fundar lo que ya estaba fundado. En todo caso, los mencionados
historiadores deberían hablar del establecimiento por la fuerza de algunos
pocos colonos europeos en el desembarcadero de Añaza. Esto sin entrar en otro
tipo de consideraciones tales como que el primer establecimiento tolerado de
europeos en las costas de Añaza que tuvo lugar en 1465-1466, fecha de la
construcción de la torre de contratación levantada por Diego de Herrera,
posiblemente en la desembocadura del barranco de Tahodio. Esta torre se mantuvo
en activo hasta 1471-1472, fecha en que los guanches de Naga cansados de los
continuos atropellos e insaciables sed de rapiña de los castellanos, decidieron
ponerle cerco a la torre y destruirla.
Como vemos, la supuesta fundación de Santa Cruz de Tenerife así como la fecha
atribuida, no dejan de ser una más de las tantas falacias históricas que han
venido sosteniendo los historiadores oficiales u oficialistas.
Veamos lo que
nos dice el susodicho viajero y mercader: <<Dimos fondo en Naga,
ende sopla el mar (Bufadero) abía allí, un Bory,? Las Palmas allí
no dan Támbaras, la fruta es como aceitunas negras muy gustosas, redondas sin
punta. Sus casas ajustadas de piedras que llaman Zadrz, con muros muy
ajustados y con orden que llaman Erhiud, que son dobles con
techos de paja tierra y lajas, y dentro lo llaman Ijamen, delante un
“camellon” para agua que cargan del Anu (pozo) que los hay muchos y muy
güenos, y cuatro ríos Tamara azeite (hoy calle de Imeldo Serís) otro que
pasa por una montaña Ayartegiote y Argúagano y Aragúy (barranco de Santos) que tiene a
la vera un canal de madera que llaman Errua.
Esta gente es
“Magica”, tienen “miedos” ponen piedras en los techos, para el “ojear” (para
evitar el mal de ojos) que llaman Timgiziut y en las visas de los
techos, en los pozos ponen una marmita (gánigo) tiznada boca abajo que
llaman Zilcint. Tienen a la vera
del río unas cuevas que llaman Agurran y chozas de caña que llaman Zejábez
ende secan quesos y tasajos, en Añazo vimos, cosas raras, una procesión de
jentío, que llevaban una joven en Parigüelas llena de flores y una banderola
blanca. (¿Una princesa de Naga?) Tocaban con buen tono, panderos, pitos y
tambores, con gran bulla y alegría cantaban todos ajustados Lal-l-Abuía .
En cuevas altas
de las peñas, donde no llega cosa alguna, ponían sus muertos secos, los vimos,
pero se ofenden y afrentan si alguien va a tocarlos.
Pescan en
canoas, gran cantidad de “Lejaron” con
redes y rascas (nasas) de juncos. Los niños y mujeres, cojen en los bajíos y
restingas, cangrejos de dos clases “moros” y “judios”; burgados, almejas,
bucinas y clacas, que comen con uffiuo. (¿gofio?)
Alevantamos
ancora, dimos vela al N a un valle hermozo, que llaman Icure de Zalazar
que vibe en Boavista de Porto Santo, que saca Campora Almacéga y Ambere y Orchilla del monte Naga,
todo puesto en guardo en grandes Zasrafz en sus Edhar, vigilado
por algunos Agr, en las montañas, por miedo al hurto, pues todo
comerciaba el Rey con Zalazar.>>
Ya desde esa
época el negrero esclavista Zalazar,
mantenía relaciones comerciales con el menceyato de Naga, especialmente con los
nobles de la familia Ibaute, (hoy conocidos como Baute) conocimientos que le
valieron para que el bandolero Alonso
Fernández de Lugo, le comisionara para pactar con el mencey de Anaga su
adhesión a los planes de invasión del futuro Adelantado, es más que probable
que Lugo planteara al mencey a través de su embajador Zalazar, sus planes de
desembarco como una operación de razzia
dirigida contra el menceyato de Tahoro, el más poderoso de la isla y del
cual los demás menceyatos eran feudatarios. El mencey de Anaga al igual que los
otros de las bandas del Sur de la isla, vieron en esta sibilina propuesta de
Lugo la posibilidad de sacudirse el yugo político a que les tenía sometido el
Gran Kebehi Benchomo, cayendo ingenuamente en las redes del astuto genocida, y
cuando se dieron cuenta de las verdaderas intenciones del aventurero ya era
demasiado tarde, habían metido a la raposa disfrazada de paloma dentro del
gallinero, error que pagaron con la pérdida de sus dominios y de la libertad de
la Patria.
Continuemos con
lo que nos dice el mencionado mercader portugués de su visita a la isla:
<<Navegamos al E para comerziar ambar que aparece por allí, hasta un cabo
que llaman de Los Xílmeiros donde se puede aproja. (fondear) Estos son morenos
y tienen una imajen, pues algunos son cristianos, por uno que llaman Antón hijo
del Obispo Salzedo, que lo trajo de berbería, tienen un Rey ciego y conflictos
con otros, por lo que hay que poner cautela.>>
Nos puede dar una idea la
importancia que tuvo este núcleo de población Guanche, el hecho de que en la
primera entrada del bandolero Alonso Fernández de Lugo, logró apresar a más de
doscientas personas, la mayoría mujeres y niños, los cuales embarcó
inmediatamente, enviándolos a los mercados esclavistas de Sevilla y Valencia,
los restos arqueológicos confirman la densidad de población del lugar. Las
necrópolis eran abundantes en las márgenes del barranco y en la montaña Guerra,
en 1943, D. Luís Diego Cuscoy, excabó tres cuevas sepulcrales en la margen
derecha del barranco, otra en la margem izquierda a la altura del barrio de la Salud Alto, más otra en
la ladera meridional de la
Montaña Guerra, recuperando un rico aguar funerario.
La Cueva de los Santos o Cueva
Santa, del barranco de Aragúy, es un santuario guanche, hoy está convertida en
una ermita, dedicada a la
Virgen de Candelaria. Esta cueva- ermita, cuenta con dos
imágenes de la Chaxiraxi,
una que fue donada por Dña, Candelaria
Moas, de Icod (Tenerife), quien la había recibido en herencia de su
antepasada Dña. Candelaria Alvarez de Tábora. Esta imagen según la autora Dña.
María J. Riquelme: << es de candelero del siglo XVIII, mide 75 cm. de
altura y 25 cm. el niño, tanto ella como su hijo debieron ser ejecutados por
algún artista local, pues resultan toscos no sólo en el tallado del rostro sino
especialmente en las manos. La Madre tiene unos grandes ojos verdes de vidrio
que contrastan enormemente con el intenso moreno de su policromía. La nariz
recta algo caída en la punta y aletas anchas, la boca muestra un rictus grave.
El niño, tiene unas facciones más logradas, sobresaliendo también sus
enormes ojos de vidrio en este caso azules y las manos preparadas para llevar
el avecilla típica.>> Leyendo atentamente este pasaje, observamos que los
rasgos que nos describen la autora y que tan toscos le parecen, son los rasgos
típicos de una Canaria de la época en que fue tallada la imagen, con ello el
“artista local", pretendía reflejar en su obra un modelo de su tiempo,
especialmente el detalle del color de los ojos, tanto en la madre como en el
niño, pues estos colores de ojos, eran- y son- bastantes frecuentes en la
población guanche. Esta imagen la conservaba el mayordomo de la ermita D.
Antonio Hernández González,
La segunda imagen con que
cuenta la cueva-ermita, es obra del artista Palmero Juan de Silva Vizcaíno,
mide 1 metro de altura, es de candelero, pelo pintado rostro redondo, enormes
ojos pintados y labios pequeños, esta
obra del siglo XIX, fue donada por las monjas Clarisas del convento de clausura
de La Laguna
(Tenerife), para sustituir a la anterior que no daba la talla para las
procesiones, pensamos que veinticinco centímetros de diferencia no es óbice
para retirar una imagen del culto, ya que cuando las imágenes son pequeñas se
suele aumentar la altura con unos bastidores de madera que quedan ocultos por los ropajes, es probable
que la verdadera causa de la retirada de la antigua imagen se debiera
precisamente a las características del rostro de la misma al no mostrar una
Fisonomía europea.
Según la mencionada autora, en 1931 se decide
por la accidental caída de un niño al barranco de Santos, el cual resultó
ileso, habilitar una cueva deshabitada para dedicarla al culto a la Virgen de Candelaria. Esta
gruta, desde la terminación de la guerra civil de los españoles, se convierte
en centro de peregrinación importante, debido a que el barranco estaba
totalmente habitado desde el barrio del Becerril, hasta el Puente Galceran,
contando con el beneplácito de los Obispos Fr. Albino González Méndez-Reigada y su sucesor D. Domingo Pérez
Cáceres. El Obispo Luís Franco Cascón también estuvo en la citada ermita en 1964. hoy no se celebran
cultos en ella, como sucede con la cueva de San Blas. (Candelaria.) No
compartimos la aseveración de la autora al afirmar que la cueva Santa estaba
deshabitada en el año 1936, pues por esas fechas y muy posteriormente todas las
cuevas del barranco de Santos estaban habitadas, por otra parte, aunque
ignoramos si en la actualidad se realizan cultos o no, en dicha cueva, sí
podemos afirmar que tanto la cueva como su entorno esta espléndidamente cuidado
por los vecinos del barrio, y no deja de ser curioso el que el campanario de la
ermita, tenga una forma romboide que recuerda a uno de los símbolos de la diosa
fenicia Tanit.
(6).- Barranco
de "Chamarta" o Chamattu, -
de la mujer-es bien sabido que las sociedades norteafricanas, como la guanche,
tenían una serie de creencias en torno al tabú de la sangre, tanto es así que
los oficios de matarifes o de mirlador, lo ejercían las capas más bajas de la
sociedad, hasta el punto de que los individuos que practicaban estas
actividades formaban un clan de intocables, estándoles prohibido el vivir en la
proximidades de los poblados, y cuando precisaban de algunas cosas debían
indicar lo que querían con una vara, sin que pudiesen tocar nada con las manos.
El mayor castigo que infligían a los prisioneros de guerra, especialmente a los
europeos conquistadores consistía en obligarle a ejercer de carniceros,
precisamente por este tabú a la sangre, las mujeres guanches, tenían
determinados lugares señalados donde realizar su higiene intima durante los
ciclos menstruales, en esos lugares estaba prohibido que bebiesen los ganados o
que esas aguas fuesen usadas para otros fines que el expuesto, generalmente eran pequeñas fuentes, o charcos
(eres) en barrancos, donde el agua se filtraba y perdía, creemos
que uno de estos lugares estuvo señalado en el barranco de Chamarta,
entre otras razones porque su naciente está próximo a un centro de
peregrinación, que hoy se encuentra cubierto por la pista de rodadura del
aeropuerto de los Rodeos. Este adoratorio Guanche, estaba constituido por un
montículo en cuyo interior había una cueva grande con una especie de altar en
el cual estaban una serie de figuras que no
eran cristianas, según su descubridor.
(7).-El Castillo
de San Joaquín, tuvo sus principios en una o dos plataformas que mandó a construir
en 1586, el Gobernador D. Juan Núñez de la Fuente, las plataformas estuvieron abandonadas
durante mucho tiempo, el 25 de Mayo de 1762, el Cabildo de la isla tomó el
acuerdo de reconstruir estas plataformas, acuerdo que no se llevó a efecto. En
1780, siendo comandante General D. Joaquín José Ibañez Cuevas, marques de la Cañada, ordenó su
construcción al teniente coronel D. Andrés Amat de Tortosa, jefe del Real
cuerpo de Ingenieros, dando comienzo las obras el 16 de Marzo del mismo año,
las obras consistieron en añadirle cuatro cubelos al rectángulo existente y
diversas dependencias para el cuerpo de guardia cocina e.t.c..Fue dotado con
cuatro cañones de a 24, procedentes del Cabildo de la isla, durante siglos, el
Castillo sufrió una serie de visísitudes entre las cuales cabe destacar las de
haber servido de Palomar Militar en 1899, Almacén de material de la Comandancia de
Ingenieros en 1928, Parque Regional en 1930, en 1944 es transformado en prisión
militar, cometido que cumplió hasta hace muy poco tiempo.
En
nuestros tiempos, las fuerzas de la naturaleza, también se han cobrado su
tributo en vidas humanas, en el barranco de Aragúy
en tramo denominado de Añaza, o Añazu
por los años cincuenta, del pasado siglo en una triste madrugada, se
desprendió una cornisa basáltica que estaba situada en lo que hoy es la trasera
del hotel escuela, y frente al molino de agua que se encuentra en la margen
izquierda del barranco. Fallecieron algunas personas que vivían en cuevas y
chabolas situadas debajo de la cornisa desplomada. En esta ocasión el
comportamiento del cuerpo de bomberos y
de la policía municipal fue verdaderamente heroico y ejemplar,
consiguieron llegar con los vehículos hasta el mismo lugar del siniestro,
logrando salvar muchas vidas y rescatar un buen número de heridos. Por esas
fechas desde la zona del "salto", hasta el molino de agua estaba
totalmente habitada, no quedaba por ocupar ni la más pequeña oquedad en las
paredes del barranco, además de las innumerables chabolas que, estaban
construidas próximas al cauce del mismo,
por lo que, no era infrecuente ver arrastrados por las riadas los pobres
enseres de algunos de los moradores, cabras, cerdos y perros y, en alguna
ocasión incluso algún cuerpo humano.
Esta ingente cantidad de personas que poblaban
el barranco desde la trasera del barrio Becerril, hasta el puente Galceran,
procedía del interior de la isla, la mayoría de ellas jornaleros del campo a
los que las penurias económicas les habían obligado a abandonar sus lugares de
origen para tratar de conseguir
sobrevivir al amparo del puerto de Santa Cruz, con los trabajos eventuales que
éste podía ofrecer, única válvula de escape a que podían acceder los
desheredados de nuestros campos
. Después de la
tragedia, estos ciudadanos fueron trasladados a los salones de Fayfe, los que,
hasta no asía mucho tiempo, habían servido de cárcel para los presos políticos
que consiguieron sobrevivir al régimen imperante en aquel tiempo. Después de
unos años viviendo o mejor dicho cobijados en los mencionados salones, muchos
de ellos tuvieron suerte y les concedieron viviendas en las por entonces recién
construidas barriadas de la cuesta de Piedra y en la de Taco. Pero el barranco
continuó acogiendo en sus cuevas y oquedades a los desheredados de la fortuna,
a pesar de que las autoridades en diversas ocasiones procedieron al desalojo de
sus ocupantes, éste, continua dando cobijo a personas, ratas, perros, enjambres
palomas y mosquitos, hasta la fecha.
Podemos asegurar que
desde siglos antes de la conquista, hasta nuestros tiempos, el barranco, jamás
ha estado deshabitado, especialmente en los tramos comprendidos entre el puente
de Zurita y la trasera del barrio de la Salud, y más a bajo, desde la trasera del parque
cultural “Viera y Clavijo ”, hasta el
puente Galcerán.
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