El poblado de Cuevas del Rey al que se puede llegar siguiendo la vía rodada que une el Bentayga y la localidad homónima de Cuevas del Rey, constituye un asentamiento de cuevas artificiales excavadas en una matriz tobácea de tonos rojizos, usadas como viviendas y granero, que se hayan comunicadas entre si por andenes y escaleras excavadas. Las cuevas presentan plantas diversas, destacando aquellas de morfología cruciforme, las estructuras mixtas casa-cueva y, particularmente, la denominada Cueva del Guayre, una cavidad de planta cuadrada, elaborada factura y amplia superficie que presenta en su interior decoración pintada en blanco, negro y rojo, así como una compleja red de cazoletas y canales en el piso, suponiéndose constituía la residencia del Guayre o Señor de la zona.
Asociado a este conjunto, pero en un nivel superior, se localiza un importante granero, integrado por numerosos silos dispuestos en diversos espacios. Algunos de ellos muestran en su interior los restos de una pasta blanca que, presumiblemente, fue empleada para lograr la plena impermeabilización de los espacios de almacenamiento. Esta práctica, documentada también entre los beréberes del norte de África, tendría como fin último asegurar las buenas condiciones de conservación de los productos alimenticios allí custodiados. El acceso a la zona en la que se concentran estos silos no está exento de dificultad, por lo que es aconsejable que se extremen las precauciones. Por el contrario, el resto del conjunto presenta unas condiciones de visita muy accesibles.
Maria Gómez Díaz
Noviembre de 2013.
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