EFEMERIDES CANARIAS
UNA HISTORIA RESUMIDA DE CANARIAS
PERÍODO COLONIAL,
DÉCADA 1771-1780
CAPÍTULO
XXXVIII-VI
Eduardo Pedro
García Rodríguez
1776 Junio 17. Cuando los criollos D. Luís Manrique
y D. Agustín Madan pretendieron la plaza vacante de fiscal de la Inquisición,
dirigieron los Inquisidores una censura. al Consejo, en carta de cuya dureza é
incalificables expresiones, nos dan la medida de su odio. Imposible parece que
pudiera salir de sus manos un libelo más infamatorio.
Pero, lo que viene á comprobar con mayor evidencia la
repulsión que á todas las clases inspiraba el Santo Oficio, es la oposición
tenaz, que encontraba en los Curas de las parroquias, cuando, al blanquear
periódicamente las paredes de las Iglesias, se trataba de volver á colocar en
su sitio anterior los Sambenitos.
Esta oposición, que presumimos fuera ya general en España,
dio lugar á un informe, pedido por la Suprema, en carta-orden de 7 de Mayo de 1788, del
cual tomamos 1os párrafos siguientes:
“Para cumplir el mandato de V. A. hemos recorrido con el
mayor cuidado, los papeles de este archivo, y en él no hallamos alguno, que nos
instruya del verdadero origen de los Sambenitos, ni sobre esto hay más, que un
legajo que se titula:
«Sambenitos de relajados y reconciliados por esta
Inquisición.»-Y todo su contenido se" reduce á listas de los que se habían
puesto en las Iglesias de este distrito en varios tiempos, entre las cuales hay
una que dice así:
“Sambenitos que por mandato de los SS. del Consejo Supremo
de S. M., .de la Santa
General Inquisición, se han puesto en este año de 1660 en la Iglesia Catedral,
y en otras del Distrito de la
Inquisición de Canaria.”. Y en ella se refieren los nombres
de los sujetos y delitos porque se los pusieron.
«En los libros de cartas de V..A., la primera que hallamos
sobre este particular, es una de 22 de Junio de 1572; en que manda V. A., que
en poner los Sambenitos se guarde la instrucción, y se renueven los que habia
en la Catedral
y Santo Domingo.
Otra hay de 30 de Septiembre de 1619, en que V. A.
preguntó, que cantidad de sambenitos fa1taban que poner en las Iglesias, y que
tiempo hacia no se habían puesto los que faltaban; porque razón no se había
hecho, estando ordenado por instrucciones y por tantas acordadas, y .en que
años se mandó poner cada uno de los que faltaban; y que los Sambenitos de
moriscos que faltaban, no se pusiesen en lienzos, sino en una tabla blanca,
escribiendo en ella, los nombres de los tales moriscos. y por bajo desta carta
hay una nota que dice-“ Pusiéronse los Sambenitos que faltaban en la Catedral de esta Ciudad,
dos de relajado en persona, y uno reconciliado.”
“En otra carta de 1625 mandó V. A., que en los Sambenitos
se pusiese razón de adonde eran originarios los reos, porque nuestros lugares
de Castilla se quejaron, de que se ponían en e1los Sambenitos de algunos
descendientes de Portugal, que solo por casualidad nacieron allí.
En otra de 29 de Diciembre de 1654, previno V. A.., se
pusiesen los Sambenitos de los reos, que en este Tribunal hubiesen sido
reconciliados, y remitiesen a esa Corte las partidas de los que allí tocasen,
para colocarlos en sus lugares. »
«En otra de 27 de Febrero de 1675, mandó V. A.. que con
arreglo al capítulo 81 de las Instrucciones de Toledo, se formase lista de los
condenados ó reconciliados, y conforme á ella se hiciesen los Sambenitos, y se
pusiesen en las Iglesias, y renovasen los que estuviesen maltratados.»
«Por otra carta de 17 de Enero de 1661 mandó que a los
reos presos en cárceles de
penitencia, que se les dispensa algún tiempo, no se les
quitase el Sambenito, sin dar
primero cuenta a V. A..
Últimamente en carta de 22 de Noviembre, de 1691 mandó V.
A. se le informase que tiempo hacía no se habían puesto los Sambenitos en las
Iglesias, y se enviase razón de los que se habían fijado, sus naturalezas y
vecindades; que se reconociesen los antiguos, y si faltaban algunos, que no se
podían leer; cuyo mandato dio motivo á que se renovasen y publicasen en las
Iglesias de estas Islas y formase un cuaderno que existe de las diligencias que
entonces se hicieron.»
«N o hallamos otras razones en este archivo sobre
Sambenitos y solo podemos decir, que en este Tribunal se ha observado el poner
Sambenitos á cuantos reos lo han merecido, auque hace muchos años no los ha
habido de clase. (Agustín Millares Torres; 1981)
1776 Junio 23. La
dignidad de Marqués de Guisla Guiselín
es otorgado, por Real Decreto al criollo Juan Domingo de Guisla y Boot Salazar
de Frías y Abreu, Caballero de Santiago y Regidor de la Isla de Benahuare (La Palma,) por Carlos III.
1776 Julio 27. En
la isla de Benehuare (La Palma)
tienen lugar las primeras elecciones de diputados y personero resultando
electos para diputados don Anselmo Pérez Brito y don Santiago Auvert, y para
síndico personero don Juan Jacinto de Silva.
1776 Agosto. En la rada de Añazu n Chinech (Santa Cruz de Tenerife) arrió anclas el “Resolution” comandado por el gran marino y explorador inglés, el Capitán Cook. El Resolution - antiguo navío mercante que como el Bounty fue acondicionado por el almirantazgo inglés, para viajes de exploración. Esta expedición era la tercera que acometía el insigne marino, explorador y naturalista, durante el transcurso del mismo el Capitán Cook, hallaría la muerte en un enfrentamiento mantenido con los nativos de la isla de Tahíti, El Capitán Cook, tenía encomendado en este su tercer viaje el encontrar un paso marítimo por América del Norte desde el Pacífico. Cook, aprovechó la escala en la isla para visitar a su amigo y paisano el comerciante Mac Kay en su casa de campo, situada en la carretera de Santa Cruz a Eguerew (La Laguna), en un lugar próximo a la Curva de Gracia, casona que aún hoy podemos contemplar desde la carretera general aunque “ahogada” por un collar de modernas urbanizaciones. En la recova de Santa Cruz, por esas fechas no abundaban los frutos frescos excepto limones de los cuales hicieron un gran acopio los cuales fueron consumidos durante el viaje a las islas de Pacífico.
Durante
el viaje no se dio ningún caso de escorbuto, lo que determinó que la armada
británica obligara el consumo de este fruto en todas las naves de su flota. El
4 de Agosto Cook emprendió su último viaje desde nuestro puerto, para
encontrarse con su destino.
1776 Octubre 30.
La Casa Fuerte de Adeje
cede al Ayuntamiento de Santiago del Teide (Tenerife) los terrenos denominados
los Baldíos, que pasaron posteriormente a ser cultivados por los vecinos a
cambio de pagar un canon al Ayuntamiento, constituyendo para éste durante casi
dos siglos su principal fuente de ingresos.
1766 Octubre 30. La merced de Marqués
de la Casa Hermosa
es concedido, según Real Decreto al criollo Francisco Mesa y Ponte
Pagés Castilla y Machado por Carlos III.
1777. La Aldea-Tejeda-Artenara.
La roturación de las tierras realengas por parte de los poderosos provoca el
amotinamiento de los vecinos de estos pueblos.
1777. Fallece el criollo
Capitán de milicias, Mateo Manuel Oramas de Saá y Meneses (1701-1777),
esposo de Andrea Elena del Castillo y Barrios. Importante personaje de la vida
local en su época, tanto en lo político como en lo económico, pues fue Alcalde
Real de San Juan de la Rambla
en Chinech (Tenerife) en diversas ocasiones y estaba en posesión de numerosos
bienes. Vivió, al igual que sus descendientes, en la casa con balcón de celosía
de la plaza de la iglesia.
1777. En la catedral de Winiwuda (Las Palmas) se
producen algunas desavenencias, entre el
general marques de Tabalosos, en sus funciones de presidente de la Real Audiencia de
Canarias y el inquisidor Ortiz de Funes por motivo de los lugares y asientos
que les correspondían en la iglesia mayor. El jefe militar pretende desalojar a
los inquisidores de la capilla del altar mayor, lugar ocupado por dicha
institución desde tiempos inmemoriales. El monarca español Carlos III resuelve
que, tanto en el supuesto de juntarse en la catedral como en cualquier otra
iglesia de la ciudad de Las Palmas, se siga el orden protocolario de la
catedral de Sevilla «pues a ella se acomodo la Audiencia de Aragón y a
esta la de Canarias». Esta ceremonia consta en el testimonio que se manda
expedir al secretario de la inquisición de Sevilla «Yo secretario del Santo
Oficio de la Inquisición
de la ciudad de Sevilla, doy fe y verdadero testimonio a los señores que la
presente lo vieren como todas las veces que los señores inquisidores de esta
ciudad y arzobispado van a la iglesia mayor de esta ciudad a oír las honras se
sientan en la capilla del altar mayor de la dicha Santa Iglesia en la parte de
dentro junto a la reja al lado del Evangelio, en donde se les ponen sendas sillas
de terciopelo sobre una alfombra grande tendida y a los pies sendas almohadas
de terciopelo (...)». En este litigio, el soberano exige al general
marques de Tabalosos que respete la costumbre con el fin de paliar el malestar
que arrastra el tribunal del archipiélago desde inicios del siglo XVIII.
Obviamente esta medida no es resolutiva de la situación, pues a medida que
avanza la centuria las voces que claman por la total abolición de la Inquisición se hacen
oír cada vez con mas fuerza hasta que logran la total extinción de la misma en
1834. (María Dolores Álamo, 1999)
1777. Se aprueba la
fundación de la Real
Sociedad Económica de Amigos del País de San Sebastián de La Gomera. – El Obispo de la
secta católica en la colonia de Canarias, Ponz visita la isla.
1777. Tamaránt (Gran Canaria).
[…] Es muy sintomático que fuera
el motín de 1777 en la Aldea
de San Nicolás, junto con la demanda de tierras realengas por parte de los
grandes propietarios, los dos factores convergentes que hicieron al Consejo de
Castilla proceder al repartimiento de tierras realengas en las islas. Esta es
la idea de la R.
Provisión de 1787, por la que se ordenó a la Audiencia que las
distribuyera, enviando los resultados al Consejo para su confirmación. Un
análisis muy breve pone de manifiesto las controversias suscitadas en torno a
la roturación. Oposición de la ciudad y de los ganaderos a parcelar el Monte
Lentiscal y las tierras realengas, dé una parte; pero también, oposición de los
grandes propietarios.
…Si se hubiera distribuido en
moderadas porciones (las datas concedidas) a vecinos pobres que pudieran
cultivarlas, de que hay muchos en este país y aún en las cercanías del mismo
Monte, destituidos de industrias y manufacturas, se hubieran excusado las
concesiones crecidas que se han hecho sin tanta utilidad a vecinos acomodados y
las controversias que se han ocasioñado", dice la Audiencia (21).
Como consecuencia de la R.O. del Consejo, la Audiencia abre un
expediente para su ejecución. Vale la pena seguir los pasos del expediente,
porque no se pondrá en práctica sino hasta 1804-1805 para la Montaña de Doramas y,
asombrémonos, hasta 1818 para el Lentiscal.
En 1788 la Audiencia abre una
información para que opinen todos los cabildos y las Sociedades Económicas, al
tiempo que ordena el deslinde y medición de aquellas zonas de la Montaña Doramas
desprovista de arbolado y aptas para el cultivo, diligencias todas ellas
evacuadas con rapidez. A la vez, abre otra información para que concurran
aquellos labradores que se crean con derecho a participar en el sorteo de las
suertes, de
conformidad con lo dispuesto en la R.C. de mayo de 1770. El
retraso en realizar el repartimiento es producto de la cerrada oposición del
Ayuntamiento y la Económica
de Las Palmas, oposición que origina una conflictividad latente en el seno del
campesinado. Pero ¿qué motivos aducen ambas instituciones?
Destaquemos los siguientes:
a) La postura del concejo se
manifiesta en largas excusas hasta que por fin evacúa el informe solicitado. En
1794, el personero en nombre del cabildo indica que lo que debería procurarse.
En primer término restituir todos los terrenos a la antigua demarcación la del
deslinde general realizado en 1706 con objeto de pedir al rey el disfrute de
las tierras de realengo por el cabildo durante diez años. Ello suponía un
desprecio hacia la Orden
emanada del Consejo y hacia las peticiones del campesinado, así como el
desconocimiento de la causa originaria del motín de 1777 en La Aldea. En segundo lugar,
cercar los montes y proceder a su repoblación en conformidad con el plan
propuesto en 1788 por el corregidor Vicente Cano.
b) La opinión de los Amigos del
País es coincidente, insistiendo como perentorio en la necesidad de conservar
los montes en razón de la escasez de lluvias y su repoblación. haciendo
referencias al dictamen del corregidor Cano.
Junto con los informes acción el
concejo prohíbe la entrada de ganado en Lentiscal y Doramas y acota zonas para
proceder a la repoblación. Pero esta decisión perjudica a los ganaderos y a
aquellos campesinos que viven en los limites del realengo y que necesitan
alimentar en el pasto común su pequeño hato de ganado menor necesidad
imprescindible para complementar su nivel mínimo de ingresos. La respuesta
llega en 1799: los vecinos del pago del Palmital y Solapones se amotinan,
rompen las cercas de los terrenos acotados y destruyen las diligencias
verificadas contra los infractores por entrar ganados. Motín en el que detrás
están, como instigadores, los grandes criadores.
Creo, y es lógico sostener, que
la coincidencia entre cabildo y Económica obedece a una alianza de intereses de
la oligarquía detentadora del poder, los propietarios, frente a las peticiones
e intereses del campesino sin tierra. Y esto es así, porque la actitud del
cabildo y la Económica
no consistirá en esa defensa cerrada de los montes cuando, algunos miembros de
su clase obtienen datas en tierras realengas. Es el caso de la concedida en
Doramas a Cristóbal Mujica en 1795. (Antonio Bethencourt Massiu et al, en:
Millares Torres. 1977)
1777.
Septiembre. Los corregidores -representantes de los intereses de la Corona española-
intervinieron en La Aldea
de San Nicolás con el fin de expulsar a los campesinos de las tierras que venían labrando desde tiempos
antiguos aduciendo que eran de patrimonio
regio. Los aldeanos respondieron con un abierto alzamiento, sustanciado ante el
Consejo de Castilla, éste decidió mantener a los mauros colonos en la posesión
de las tierras roturadas.
1777 Mayo 14. Se hace constar la misteriosa desaparición de documentos
relacionados con la administración del templo de la secta católica de la Concepción en la Villa de La Orotava, este templo así
como la del registro del tercer barco con permiso real de la metrópoli para
obtener beneficios en las colonias de América gracias al cual se obtuvo el
dinero para concluir la fastuosa obra.
1777 Mayo 21. El obispo de la secta católica Juan Bautista Servera funda en Winiwuada n Tamaránt (Las Palmas de Gran Canaria) el Seminario Conciliar, único centro de enseñanza de la Isla. Se ubicó en el colegio de los Jesuitas y la dirección le fue encomendada a Manuel Verdugo, años más tarde obispo de Canarias. La solemne apertura de curso tuvo lugar el 17 de junio de 1777 con dieciseis alumnos, que luego completarían su formación en Sevilla (España), según acuerdo firmado en 1779. A este prelado se debe el inicio de las obras del Hospital de San Martín, del que puso la primera piedra, y la fundación de la Real Sociedad Económica de Amigos del País.
1797 Septiembre 5.
Se produjo un intento de invasión
de navíos ingleses por Puerto Santiago (Tenerife). Éstos fueron rechazados a
base de pedradas que tiraban los vecinos de Valle de Santiago desde los altos
de Acantilados de los Gigantes.
1777 Septiembre 23. El
título de Conde de la Vega Grande de
Guadalupe es concedido, por Real Decreto al criollo Fernando Bruno del Castillo Ruíz de Vergara y
Castillo Cabeza de Vaca y Cairasco de Figueroa, por el monarca Carlos III. D.
Fernando Bruno del Castillo-Ruíz de Vergara, I Conde de la Vega Grande, era hijo
del célebre historiador Pedro Agustín
del Castillo y Ruíz de Vergara (Alférez Mayor de Canarias, Regidor Perpetuo y
Decano de su Ayuntamiento, Alcaide del Castillo de la Luz de Las Palmas, Corregidor
y Capitán de Guerra de la Isla,
Patrono del Convento de San Pedro Mártir) y de su esposa Jerónima del Castillo y Cabeza de Vaca. Casó
con Luisa Amoreto Manrique, de la
importante familia sureña de los Amoretos. En esta casa nobiliaria es de
destacar la figura de Agustín del
Castillo y Bethencourt, IV Conde de la Vega Grande, último Alférez Mayor de Tamaránt
(Gran Canaria) y Caballero de Calatrava. Nació en Winiwuada n Tamaránt (Las
Palmas de Gran Canaria) en 1805. En su persona se ejemplifica el proceso de
aburguesamiento de la terratenencia colonial decimonónica. Se esforzó
enormemente en para superar las formas caducas de explotación de la tierra y
adaptar la economía rural al triunfante espíritu capitalista. Fue miembro de
las Reales Sociedades Económicas de Amigos del País de Santa Cruz de Tenerife y
de Las Palmas de Gran Canaria. Siendo comisario regio de agricultura, promovió
diversas actividades económicas como la cría del gusano de seda y la caña de
azúcar. Como uno de los más significativos líderes del Partido Canario, tuvo
una gran influencia política durante el período 1843-68: ejerció como Senador
Vitalicio e influyó notablemente en la concesión de los Puertos Francos y en la
división provincial de 1852. Agustín del
Castillo muere, en 1870, en la misma ciudad que le vio nacer.
1777 Octubre 18.
Estando en Canarias con el cargo de Teniente del Rey D. Matías de Gálvez, padre
de Bernardo de Gálvez, Coronel y Gobernador de La Louisiana, recibió aquél
la orden de reclutar un batallón para aquel país.
"para cuidar y levantar un
Batallón para La
Louisiana... Notició esto al comandante, el que se opuso,
diciendo que si los Gálvez querían hacer su fortuna a cuenta del Rey no lo
permitiría, ni libraría dinero de la Tesorería a este fin". "Presentose
dicha orden al Cabildo y éste atendiendo circunstancias no tuvo por perjudicial
se levantase dicho Batallón para La Louisiana, en donde se repartirían terrenos a los
que vayan y se podrá formar una colonia de canarios que puedan ser útiles a la
labranza y manufacturas". (Memorias de Lope Antonio de La Guerra)
1788. Otro proceso hubo, secreto como todos los
relacionados con el clero católico, cuyo atento exámen llenaría hoy de espanto,
á todo hombre honrado, que tu viese ocasión de leerlo. había en la parroquia de los Remedios de la Laguna (Tenerife), un
Beneficiado de 47 años de edad, persona hasta entonces de reputación
intachable. Este Beneficiado tenia, entre otras, una hija de confesión,
soltera, de 25 años, de una familia criolla respetable y poderosa, cuya joven
estaba al cuidado de su abuela.
Hacia algunos años que el Beneficiado dirigía
espiritualmente á su penitente, en cuya casa tenia entrada libre y una grande
amistad. No sabemos cual fue el motivo de que cambiara de director, pero es lo
cierto que, habiéndola oído en confesión el Padre mi-sionero José Leonisa de
Málaga, que recorría, predicando, la
Isla de Tenerife, le acon-sejó se delatara espontáneamente al
Santo Oficio, si quería salvar su alma. Siguió la jóven el consejo, y en carta
escrita por ella, cuyo original está en el proceso, relató los hechos más
estupendos, que concebir puede la imaginación más extraviada .
Resulta de su carta, en la que se ratificó ante el
Comisario de la Laguna,
que, valién-dose el Beneficiado de supuestas revelaciones, la llegó á
persuadir, que el único medio de purificar su alma a. era mortificándose el
cuerpo; pero con la precisa condición, de aplicarle él mismo la disciplina. En
efecto, á una señal convenida salían ambos del salon, se encerraban en un
cuarto, apartaban la luz, y se entregaban fervorosamente á esos actos de
penitencia. Unas veces, por martirizarla más, cuenta ella, que le daba
mor-discos y puñadas, y la obligaba á que le es cupiese el rostro; y otras le
ataba la lengua con un cordel, y tiraba á su antojo de ella. Esto es, lo que
juzgamos prudente reseñar, omitiendo los innumerables detalles que en su
interrogatorio refiere, y que ofrecen el cuadro más triste y repugnante de la
degradación humana.
Tal abuso de confianza, conducta tan infame, parece que
debiera .haber sido castigada, con todo el rigor de las leyes inquisitoriales;
ahora bien, admírense nuestros lectores, el reo fue condenado a una reprensión
secreta, á que no volviese á confesar de aquella manera, y á un mes de
ejercicios, que cumplió en el convento de Santo Domingo
de Las Palmas. La aprobación de esta sentencia por la Suprema, lleva la fecha de
10
de Marzo de 1790.
De modo, que una pobre mujer es acusada de viajar por el
aire, montada en el mango de una escoba, y sale á la vergüenza pública por las
calles, en un asno, y se le aplican, medio desnuda, doscientos azotes; un
hombre dice, que vale más estar bien amancebado, que mal casado, y se le
destierra perpetuamente; á otro se le manda diez anos á galeras, porque nace en
Inglaterra., y profesa la religión reformada; y á otro, en fin, se le quema:
vivo, porque no quiere abandonar la fe de sus padres; y á un hipócrita
embustero, corruptor de la juventud, pervertido y cínico, que valiéndose de su
carácter, y de total confianza que inspira su misión sacerdotal, abusa de lo
más sagrado y respetable que existe en el mundo, á ese hombre, vil escoria de
la sociedad, no se le condena, sino á una reprensión, y un mes de ejercicios.
Esa era la justicia de ese infame Tribunal; ese el
criterio de sus jueces, encargados de
velar por la moral pública; esa la equitativa balanza de
sus fallos.
Ante todo era necesario ocultar el delito, y salvar al
criminal. y ¿por qué? Porque el reo era sacerdote. La sociedad y la familia
quedaban desagraviadas, con prevenirle que no volviese á confesar de aquella
manera. Si fuéramos á continuar la relación de esta clase de procesos, nuestro
trabajo seria. interminable. Basta lo dicho, para comprender el estado social
de aquella época.(Agustín Millares Torres;1981)
1778. En Gáldar la secta católica construye un nuevo templo para
sus ritos. El anterior había estado ubicado en el Palacio de los Guartemes.
1778. El año de la
liberalización del comercio con América no fue óptimo para el puerto de Añazu n
Chinech (Santa Cruz), único puerto de la colonia canaria habilitado para llevar
productos exclusivamente de las islas a los mercados americanos.
1778. El Teniente del
Rey, D. Matías de Gálvez, pasó desde Chinech (Tenerife) a Honduras con el fin
de fundar la nueva ciudad de Guatemala, dejando el encargo que tenía de cuidar
la recluta para La Louisiana,
al Capitán español de Ingenieros D. Andrés Amat de Tortosa. Fue éste el
encargado y el más decidido valedor de esta emigración, ya que era apasionado
partidario de la misma. Se dio preferencia a la recluta de hombres casados con
mujeres e hijos, para así realizar, como dice Tarajano, una recluta no sólo
militar sino también civil, pensando en solucionar dos problemas al mismo
tiempo, reforzando la guarnición militar y aportar población a la deshabitada
región de La Louisiana.
Se pensaba en el "soldado-poblador". Fue importante
la forzada emigración canaria a tierras del Sur de los actuales Estados Unidos
y se calcula el establecimiento en la zona de La Louisiana de más de
4.000 canarios, aunque esto representó una sangría para Canarias, por el
despoblamiento y el coste económico que la emigración representó. Conocemos las
diversas oleadas que existieron. El 10 de junio de 1778 salió el primer navío
llevando 125 reclutas y 53 familias de éstos. En él nacieron durante la travesía
a La Habana, 3
niños y otro murió. El 22 de octubre, en "La Victoria"
embarcaban 292 personas sin incluir 18 niños de pecho. Siete días después en el
Ignacio de Loyola salían 423 personas más 37 niños de pecho. En
diciembre de 1778 fueron 202 personas más 19 niños a bordo del San Juan
Nepomuceno. Le siguió la
Santa Faz el 17 de febrero de 1779 que transportó a
406 personas más. Y el 5 de junio de 1779 partió el Sagrado Corazón de Jesús,
que llevó hasta La Habana
a 423 canarios. De toda esta emigración, fue la isla de Chinet (Tenerife) la
que aportó más habitantes, con casi el 60 por ciento de la misma, siendo éstos
de Eguerew (La Laguna),
La Orotava,
Garachico, Güimar, Icod, y Adeje. Las otras islas que contribuyeron fueron
Tamaránt (Gran Canaria), Erbania (Fuerteventura), Titoreygatra (Lanzarote) y
Esero (El Hierro).
1778. En la Punta del Guindaste en
Puerto Mequínez n chinech (Puerto de la
Cruz, Tenerife) se hundió un bajel Europeo. Por los años
1870, aún se veían algunos cañones en el pecio.
1778. Encontramos dos denuncias a franceses por masones. El juicio
no se pudo llevar a cabo porque ambos se embarcaron y huyeron. Aunque no
parezca aportar mucho este dato creemos interesante incluirlo como una muestra
más del movimiento masónico francés en el Puerto Mequínez o de la Cruz en la isla de Chinet
(Tenerife)
1778. Añazu n Chinech
(Santa Cruz de Tenerife) era uno de los pocos puertos coloniales españoles autorizados a comerciar directamente con las
Indias y habilitados para el comercio exterior aunque a costa del tributo de
sangre. Esta situación, que compartía con algunos puertos canarios más,
sobrevivió a las inquietudes y zozobras de las guerras napoleónicas en la Metrópoli y duró hasta
1818. El año de la liberalización del comercio de la colonia de Canarias con
las de América no fue óptimo para el puerto de Añazu n Chinech (Santa Cruz de
Tenerife), único puerto de las islas habilitado para llevar productos
exclusivamente de la colonia de Canarias a los mercados indianos. El puerto que
más cargó fue el de Cádiz (España), con 63 buques despachados; con un valor de
las mercancías españolas de más de trece millones de reales; de las
extranjeras, cerca de treinta y siete millones y los derechos abonados, algo
más de dos millones y medio de reales. El último de la lista (La Coruña, Barcelona, Málaga y
Santander, en España), es el de Añazu n Chinech (Santa Cruz de Tenerife): sólo
nueve buques, un poco más del millón doscientos mil reales por el valor de los
productos isleños y cerca de setenta mil reales, los derechos abonados. En el
tráfico atlántico en el s.XVIII, Añazu (Santa Cruz) es puerto dador y receptor
de migraciones externas e internas: hacia las colonia de América, la primera, y
desde las islas de Titoreygatra (Lanzarote), Erbania (Fuerteventura) y Esero
(El Hierro), la segunda, por el hambre acuciante impuesta por prolongadas
sequías y el abandono de la metrópoli. Muchos de esos isleños retornarán a sus
lugares de procedencia, si bien la mayoría o busca el escape de la
milicia-colono en Puerto Rico, Santo Domingo, Tejas, y La Luisiana, o aumenta la
población, siguiendo el mismo procedimiento de otras familias de aquellas
islas.
1778. El Rey de la potencia
colonizadora Carlos III ordenó que se construyese un castillo en el Puerto de
Arrecife, en Titoregatrahacia (Lanzarote) en su extremo norte, y que dominara
el refugio de Puerto de Naos, entre las bocas de San José y del Perejil, años
atrás atacado por los corsarios ingleses Lord Anson y Hawque con el propósito
de apresar las embarcaciones que habitualmente invernaban allí. Hubo duelo de
artillería con el castillo de San Gabriel, que domina el Arrecife principal y
cuyos fuegos se apagaron dos veces. Un piquete de cien marinos desembarcó por
la cala de Los Mármoles y los isleños, empleando a los camellos con tanques,
destrozaron aquellas fuerzas inglesas. Pero desembarcados nuevos refuerzos, la
suerte de los dromedarios resultó un descalabro, pues las bestias heridas y
asustadas por la artillería se revolvieron contra sus conductores, a quienes
atacaron a mordiscos, estando a punto de ocurrir una verdadera catástrofe. Los
ingleses, al no ver las embarcaciones que buscaban, y que suponían abrigadas en
la cala de Puerto de Naos, reembarcaron su destacamento y se fueron por donde
habían venido. Por la escasez de alimento y la miseria de ese año se denominó
al Castillo de San José, la
Fortaleza del Hambre situada sobre un cantil de unos 70 metros de altura y
ocupa una superficie de 700
m2, su forma es semicircular y su puerta principal mira
al norte.
1778. Familias
canarias fueron las fundadoras de las ciudades de Galveston y Valenzuela, en el
estado de Texas. En la zona de La
Louisiana y gracias a la llegada de canarios, ésta comienza
un período de crecimiento que antes no conoció. Los colonos recién llegados se
establecieron en lo que hoy se conoce como la parroquia de San Bernardo, en la Terre Aux Boeufs,
entendiendo la parroquia como un distrito político, que se correspondería al
condado o county de los norteamericanos, enclavada al sur de Nueva Orleans, popularmente
conocida como isla de Delacroix. Se encontraron en este sitio con un cierto
número de plantaciones francesas que se remontaban a la época en que La Louisiana pertenecía a
Francia, población foránea que iba adquiriendo mayor influencia y cantidad y en
la que el clero religioso francés ejerció su influencia desde este año de 1778
hasta 1787, aunque ésta continuó esporádicamente a lo largo del siglo XIX.
1778.
Dos hechos, de distinto origen,
van a permitir un franco desahogo de la economía canaria durante el último
cuarto del XVIII. Por una parte, la proclamación del libre comercio con las
Indias en 1778 y, por otra, la apertura del mercado americano a la exportación
vitícola. Mayor amplitud de las actividades comerciales, pero también una mayor
competencia, genera el primer fenómeno. Mientras el malvasía se circunscribe
casi únicamente a la farmacopea, los vinos vidueños ganarán en volumen. Las
guerras de fin de siglo y algunas calamidades interiores, evitaron una época de
prosperidad y la acumulación consiguiente de capitales.
Al independizarse las colonias
británicas de América del Norte, los recién nacidos Estados pasan muy pronto a
recibir nuestros vinos en grandes remesas. Inopinadamente, se presentaba el
premio por tantos inútiles recursos. y aunque repertorios tan importantes como
el de Gómez del Campillo no mencionen uno siquiera referente a dicho tráfico,
don Juan Cólogan reconocía desde Londres, en carta del 17 de abril de 1783 a don Bernardo del
Campo, haber hecho despachar para Tenerife, a por vidueños, dieciocho navios en
unos trece meses. Las embarcaciones cargaban en los puertos británicos
manufacturas que se consumían en las Islas; aquí tomaban vinos y, una vez
realizados en Norteamérica, el retorno era cubierto con materias primas para su
industria. El comercio triangular atlántico, con sustanciosos beneficios en
cada vértice, quedaba restablecido con esta nueva caracterología en el momento
del despegue de la primera revolución industrial.
La vid tornó a extenderse y se
pasa de los 30 y 36 pesos de antes de la guerra, al doble de esta cantidad en
las cotizaciones.
Las cifras de producción que
Lorenzo Cáceres pudo reunir de los múltiples viajeros que recorren Canarias en
esa época, pese a las fuertes oscilaciones que patentizan, denotan claramente
una coyuntura expansiva.
Ese mismo mercado estadounidense
es el que impide la contracción de las exportaciones durante las guerras
napoleónicas. Para la primera mitad del XIX, debemos a Diston una significativa
secuencia de precios, y a ella recurrimos por carecer
de series actuales: de los 37
pesos por pipa de 1799, se alcanza un máximo de 74, 84 y 80 pesos,
respectivamente, en el trienio 1811-1813, para caer de 1833 a 1835 en una fortisima
depresión -13 y 15 pesos -, tener un alza en 1836- de 22 a 26- y descender en los
años siguientes a 13 y 15 pesos, cotizaciones que vuelven a repetirse en 1843,
1844 y 1846, hasta llegar a los 28 de 1848.
Las plagas de oidium a partir de
1852 y mildiu en 1878, terminan casi con los viñedos canarios. Prácticamente,
la producción queda restringida al consumo local. Los caldos de Tacoronte, en
Tenerife, del Monte Lentiscal, en Gran Canaria, o los malvasías de Lanzarote,
mantienen aún la buena acogida de los isleños, pero desde aquellas fechas el
vino dejó de ser lo que fue. (Antonio Bethencourt Massieu, en: Millares Torres,
1997:145-6).
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