1531 abril 13.
La Inquisición se establece en
Canarias por un edicto del Obispo Muros el
28 de Abril
de 1499:“Nos, Don
Diego de Muros,
obispo de Canarias… resolvemos
hacer investigación en todas esta islas de nuestro episcopado sobre los pecados de herejía y judaismo y otros crímenes y excesos de cualquier naturaleza
cometidos contra nuestra santa fe católica”.
Se implanta oficialmente
en 1505 con el nombramiento del
Inquisidor Tribaldos que ejerce su
función hasta 1.524, al que le sigue
Jiménez hasta 1527, continúa Padilla, y ya a finales de siglo Funes. Fue
especialmente virulenta con los
judioconversos (criptojudíos) algunos establecidos en la Vega de Aguatona y que
fueron propietarios de su Ingenio azucarero a lo largo del siglo, como
es el caso
de Antón Pérez
Cabeza, Alonso de
Matos y Martín Alemán
y su esposa Beatriz de Toledo,
que fueron reconciliados o penitenciados. Diego Díaz, que
fue dueño de los ingenios de la Vega de Aguatona y de Telde
fue juzgado en 1529 por
blasfemo, logrero. Juan de Tarifa fue relaxado después de haberse suicidado en la
prisión; personaje del
que toma su
nombre el actual
topónimo “La Tarifa”,
En Real Cédula expedida en 1523 se ordena: “Inquirir ciertos hereges
de la ciudad de Telde y Agüimes”
Diversas “testificaciones” contra los
personajes que nos
ocupan sobre su condición de
judíos practicantes que a continuación
relatamos por su importancia histórica.
El 27 de Noviembre de 1505,
Diego de San Martínes testifica “sobre el número de conversos que ha visto entrar en la casa de Luís Alvarez, donde generalmente se supone
que se celebran reuniones judías, que la casa del testigo
da a la citada
casa, y ha visto entrar
allí de noche a muchos
conversos, entre otros
a Martín Alimán
y a su
hermano Francisco y Diego de Carmona, Alonso Gutiérres, Fernando de Soria, etc.
El 28 de Junio de 1527 el licenciado Fernando Arguayo testifica que: Luís Alvarez
celebraba reuniones heréticas, entre los que iban
a su casa se encontraba Martín Alemán.
El bachiller
Cristóbal Vanegas expresa en
una denuncia contra
Martín Alemán:
“Lo tiene por converso y no lo ve
mui devoto en la yglesia y es ombre mui ambiçioso y diligente
en las cosas de ganar y adquirir
haçienda y a oído que la a
adquirido con malos tratos.”
Martín Alemán, mercader de
Sevilla, es acusado por otro
testigo de “malquisto y hacer
escrituras falsas”. En 1526, es condenado por trabajar festivos al pago de
cuatro reales a la iglesia. En 1527 Martín
Alemán se le acusa de reuniones,
sábados, blasfemias, no ir a misa, contra el Santo Oficio, logrero y trabajar festivos. Absuelto.
El 5 de Octubre del mismo año María Morisca declara:
“ María Morisca, de piel blanca,
esclava de Pedro Descalona, vecina de el Real de Las Palmas, Gran Canaria,
citada por orden
del Inquisidor Luís Padilla, después de
haber prestado juramento
en la forma acostumbrada, declara que lleva trece años en
el país; interrogada sobre si ha visto u
oído que alguien haya hecho o dicho algo
que, para aliviar su conciencia, tenga que decir a este Santo Oficio, dice: Que
hace unos dos años, más o menos, un cierto Juan de Tarifa, mercader, que en
estos momentos es prisionero del Santo Oficio, vivía en la calle Juan de
Herrera de esta ciudad, y en esa época tenía una esclava llamada Fátima,
natural de Berbería; y el amo de esta
testigo vivía enfrente de dicho Juan de Tarifa. Y que la citada Fátima
acostumbraba a tener conversaciones con ella, y en una ocasión le preguntó a la testigo sobre cómo
cocinaba las comidas de su amo; la testigo que lavaba el
tocino y lo metía dentro del caldero con la carne; y la
mencionada Fátima observó; “Bueno, yo no
cocino la carne de esa forma, pues mi
amo me ha dicho que fría una cebolla pequeña
en el aceite de la olla, y que
entonces ponga los garbanzos; y que después
le añada un poco
de agua y, a continuación, que
lave la carne y la ponga dentro.” Y
también dijo: “Antes que tenía otro amo, pero
éste solamente comía cocidos
como los suelen hacer los cristianos, poniendo dentro
la carne, el tocino, y después
los nabos, los garbanzos y las
coles.” Unos días más tarde, la testigo fue a casa de Juan de Tarifa, no
estando él allí, y vio que la citada Fátima, su esclava, estaba haciendo el
cocido en la forma antes descrita; y le preguntó que si ella cocinaba de esa forma por no
tener tocino, a lo que Fátima contestó
que no, pues había medio jamón en la casa, sino porque su amo le había ordenado cocinar de esta manera. Y la testigo
observó que tenían el jamón
desde hacía mucho tiempo, sin haber
comido nada de él; y que luego lo
tiraron porque estaba muy rancio.
Que durante la época de la que habla, la citada Fátima le
contó a la testigo que su amo, Juan de Tarifa, quiso acostarse con ella, pero
que lo rechazó diciendo que era mora y
que nunca se acostaría con un cristiano;
y que como se negó, él la golpeó y tuvo que huir; y dicho Juan de Tarifa, le
puso grillos, lo que ella contó a esta
testigo y a Catalina, esclava de Aguilar; pero no sabe si el mencionado Juan de
Tarifa se acostó con ella. Y esto es todo lo que sabe; y a la testigo esa forma
de cocinar le parece equivocada, pues nunca
ha visto cocinar de esa forma a ningún
cristiano; y el citado Juan de
Tarifa regañaba a su esclava y le
prohibía que dejara entrar a testigos en su casa; y no sabe decir si fue
porque ella vio esa forma de cocinar.”
La esclava guanche Catalina
declara un diálogo entre el mercader converso Juan de Tarifa y María Hernández: “señora, ynquisiçion es venida, a
lo que respondió ella, no es nada, que
todo se hará bien.”
Juan de Tarifa, natural de Sevilla, mercader residente
en Canaria; hijo de Diego de Tarifa, converso y de Catalina López,
“reconciliada” fue encarcelado en 1530;
no encontrando medios para salir de la cárcel y no queriendo sufrir la pena que le esperaba se suicidó en
su mazmorra colgándose de una viga. Sus restos
permanecieron en depósito esperando
la sentencia. Acusado de reuniones, sábados, comidas judías, sexo;cuando
llegó la órden de ser “relaxado”, su cuerpo
puesto en un ataúd fue entregado al “brazo seglar” y consumido por las llamas
junto con su estatua. La sentencia también dictamina que sus bienes fueran
confiscados de cuarenta años atrás y sus descendientes por línea masculina, hasta el segundo grado y por
la femenina hasta el
primero,incluisive fueron declarados
inhábiles y privados de oficio.
El 13 de Abril de 1531 Francisco Galván testifica “que hace
unos ocho o nueve días vio salir un
perro de la casa de Anton Peres Cabeça, que llevaba en la boca un pan plano; y
que al intentar el testigo quitar el pan al perro, una esclava mora al servicio
del citado Anton Peres Cabeça se lo impidió; pero en otra ocasión logró quitar
el pan al perro y le pareció que era pan ázimo. El testigo deja
el pan al inquisidor, que
después cita a comparecer
a Diego de Carmona, reconciliado
hace cuarenta años por la Inquisición de Sevilla, a quien, después de declararse competente para dar una opinión
sobre el tema, se le muestra el
pan y dice que no es ázimo”.
También fue juzgado por La Inquisición el molinero
portugués Hernando Rosado,
cristiano viejo, por “proposiciones”, penitenciado a llevar sambenito en 1547. Era propietario de unos parrales en la Vega de Aguatona.
(1-2).
(Rafael Sánchez Valerón y Felipe
Enrique Martín Santiago. Génesis y
desarrollo de Ingenio durante el siglo XVI)
FUENTES:
(1) LUCIEN WOLF:
Judíos en las Islas Canarias (Calendario de los casos judíos extraidos
de los archivos de la Inquisición
canaria de la colección del marqués
de Bute).
(2) LUIS ALBERTO ANAYA HERNÁNDEZ:
Judeoconversos e Inquisición
en las Islas. Canarias (1402-160
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